Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SEDUCEME por Daydream duet

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

capi nuevp, capi nuevo, bien, había prometido este cap para casi una semana atras pero se nos atravezo la patria, un terremodo y mil actividades por lo que espero puedan perdonar el retraso y dejarnos mucho amor y sus comentarios.

 

***

Para mi desgracia o desgracia del mundo, cargo con un carácter de mierda inigualable, después de abandonar el edificio decidí que perder una clase no me mataría y tome el autobús para irme a mi casa, casi le arroje el dinero al conductor y ni siquiera espere por mi cambio antes de recorrer el estrecho pasillo hasta llegar al penúltimo asiento sentándome del lado del pasillo y arrojando mi mochila al otro asiento para colocarme los audífonos con la intención de no ser molestado.

 

Al llegar a mi casa mi mal humor se esfumo de inmediato cuando una bola de pelo castaño se arrojó a mis pies nada más abrir la puerta, era imposible pagar mi mal día con  una creatura tan tierna que me observaba desde el suelo mientras movia la coita y alzaba el par de patitas delanteras  para que le cargara.

 

-En verdad eres la mejor inversión de mi vida Ji.- dije sonriendo mientras tomaba a la pequeña cachorra entre mis manos y la acomodaba en mi regazo para cerrar la puerta y subir a mi habitación.

Ji era una pequeña French Poodle Mini Toy que me había encaprichado a comprar en una visita al centro comercial gastando todos mis ahorros del semestre y desde entonces se había convertido en la chica de mi vida.

Nos metí a los dos en la cama mientras encendía la televisión con el mando a distancia y dejaba que sus mimos y una buena película de humor me relajaran.

No supe en que momento me quede dormido pero al despertar pude escuchar desde la planta baja como Alan le rogaba a Ji para jugar con él.

Bajé interesado por la escena que podía encontrar y sonreí satisfecho cuando Ji arrancaba la pequeña salchicha de la mano de Alan y salía corriendo en mi dirección antes de que este pudiera hacerle mimos.

-Es increíbl, seguro que le hablas mal de mí cuando no estoy… quieres???- Preguntó señalando la cacerola de arroz recién hecho sobre la estufa.

-La pregunta ofende.- Declaré mientras me dirigía a la mesa para tomar lugar.

-Por qué te fuiste antes?

-No me sentía de humor.

-Algo ocurrió?

Hasta ese momento no le había contado a nadie sobre mi incidente con Seb en el elevador y supuesto trabajo de asistente que debía hacer a causa de ello, sería generar problemas innecesarios. –Algo así… prefiero no hablar de ello.

-si así lo quieres..- me contestó encogiéndose de hombros antes de depositar frente a mi un plato de pechuga de pollo acompañado de arroz y verduras. –Por cierto… tendrás que pasar por un justificante mañana.

-Pero si Padilla nunca…

-Llegaron a buscarte de las oficinas y Padilla se dio cuenta de tu ausencia, tuve que inventar que te sentías realmente mal y que habías acudido a la enfermería.

- Y cómo pretendes que saque un justificante por una visita que no hice???

-No lo sé… usa tus encantos, que se yo.

***

Obtener el dichoso justificante fue una tarea titánica que me llevo un par de horas al día siguiente, bajé del autobús dirigiéndome al edificio de enfermería… un cliché que la consulta para alumnos se situara justamente ahí, los alumnos se me quedaban viendo mientras yo atravesaba los pasillos de ida y vuelta tratando de idear una buena estrategia para que me dieran el maldito justificante.

Tan centrado estaba en mis planes que no vi al par de chicos que se acercaban rápidamente sino hasta que me empujaron para que me apartara de la puerta, les observe mientras acomodaban a un terceo sobre una camilla y comenzaban con toda una danza caótica dentro de la pequeña sala para comenzar con las curaciones.

 

Estaba tan embobado y ellos tan ocupados que no se molestaron en correrme cuando entre en la sala movido por la curiosidad, pero permaneciendo lejos del vórtice de movimientos, mientras chico y chica en bata blanca sacaban artilugios de las gavetas.

 

-tu! Parapeto…- llamó mi atención el chico logrando que apartara la vista de la sangre que cubría al muchacho en la camilla. Mentalmente me prepare para ser corrido de la sala.-hazme un favor y sujétalo con fuerza.- señaló al muchacho en la camilla que se veía luchar entre la conciencia e inconciencia.

 

Yo me moví  haciendo lo que me pidió, me coloqué tras la camilla, justo detrás de la cabeza del muchacho que por su rostro debía de ser de primer año y sujete con fuerza sus hombros sin saber que esperar a continuación.

 

Si yo no tuve tiempo para prepararme no quiero imaginar lo que fue para el chico recostado, de un segundo a otro un fuertemente grito le fue arrancado de su garganta mientras instintivamente su cuerpo se retorcía por el dolor, el chico en bata había tomado su pierna, estirándola y contorsionándola de forma contundente y eficaz provocando un chasquido que logró estremecerme mientras luchaba por controlar mi propia fuerza al mantener al chico firme contra la camilla.

 

La única chica en la sala ni siquiera se inmutó,  con expresión fría,  me apartó un poco antes de tomar el antebrazo del muchacho para colocar una intravenosa.

Lo que siguió a continuación es demasiado confuso para describir, no sé nada de medicina y primeros auxilios así que con suerte se para que funciona el paracetamol.

 

Lo siguiente de lo que estoy consciente  es estar sentado en una de las sillas de la consulta con mis manos temblando y sudor frío recorriéndome la frente.

-Toma, te hará bien.- no tengo ni idea de cómo me las arregle para tomar el vaso con café sin derramar lo en el proceso.

El chico en bata se sentó a mi lado con su propia bebida entre las manos, ahora estaban limpias, debió lavárselas en algún momento mientras yo observaba como los paramédicos se llevaban al chico en una ambulancia, aunque las mangas seguían tintadas de sangre.

-Creo que nunca había visto tanta sangre en mi vida.- Admití mi debilidad sin importarme mi orgullo, el shock era demasiado grande como para preocuparme por mi ego.

-Fuiste bastante valiente.- intentó animarme con un par de palmadas en el hombro y una sonrisa que incluso a través del nerviosismo me resultó la más impresionante que hubiera visto nunca.

-Que fue..? Cómo?- la duda había estado en mi cabeza desde que Qué vi al chico en la camilla, y aunque todo había terminado, al menos ante mi perspectiva, la pregunta se atropelló en mi garganta.

- Parece que jugaban en el segundo piso, un área esta en remodelación y entraron sin permiso, cayó entre maquinaria y material de construcción, la rodilla dislocada, tal vez alguna costilla rota y contusión cráneo-encefálica , laceraciones y… no tienes idea de que te hablo, cierto?

Muy a mi pesar tuve que asentir avergonzado y el solo río con verdadera gracia provocando que yo sonriera contagiado por él y por primera vez en lo que para mí había dio una eternidad desde que entré al edificio.

-Lo siento, lo mío son los números.- levante una de mis manos rascando mi nuca mientras me encogía de hombros.

 

 -Soy Adam x cierto. Y no te preocupes, el muchacho estará bien.

-Paco.- respondí tomando su mano extendida y correspondiendo a su sonrisa.

-Un placer, por cierto, qué hacías dando vueltas frente a la puerta.

-oh! Yo… me notaste…- no era una pregunta sino una vergonzosa afirmación.

-Difícil no hacerlo cuando tienes una emergencia y alguien sin uniforme obstruye el paso… entonces chico de las mates, que te trae tan lejos de tu edificio?

 

Hasta ese momento había olvidado la razón por la que me encontraba ahí y recordarlo me provocó un vuelco en el estómago, no había preparado una excusa válida, coherente o creíble como para convencer al encargado de otorgarle una receta posfechada.

 

-me salte mi última clase ayer, buscaba un milagro para obtener un justificante por una visita que no hice.- terminé siendo completamente sincero, después de todo ante los últimos acontecimientos mi cerebro no daba para procesar un plan maestro de esos que casi siempre me llevaban a salirme con la mía.

 

-Brutalmente honesto o un bromista mentiroso.- la voz de alguien más en la habitación provocó que casi derramará el café mientras volteaba a confrontar a su dueña. -Cuál de los 2 eres??- cuestionó sentándose junto a mí del lado libre.

 

-por hoy soy el primero.- contesté gratamente divertido por lo directo y desvergonzado de la chica que me sonreía coqueta. -aunque no espere encontrar una emergencia.

-siempre hay idiotas metiendo la pata e ideas estúpidas para querer ser populares.- me contestó con simpleza mientras se encogía de hombros.

Su actitud tan extraña lograba atraer toda mi atención, con el cabello corto y negro que enmarcaba una agradable cara pequeña y esa mirada que parecía observar más de lo que veía – Soy Lena.- Me tendió la mano como hiciera su compañero momentos atrás.

-yo soy…

-Paco, lo sé.- Interrumpió mi presentación acercándose para dejar un beso en mi mejilla.

-No creo haberte…- me quede callado ante su expresión conciliadora.

-ocho de diez.- explicó confirmando mi presentimiento. Antes de dirigirse a su compañero. – yo creo que después de la ayuda que nos dio, bien podríamos ser el milagro q busca, no crees Adam?

Adam se encogió de hombros con una sonrisa traviesa  que parecía decir “sé lo que viene a continuación”

-de verdad??- pregunté un poco sorprendido por la facilidad relativa con la que estaba a punto de salvarme de un examen de Padilla. El hombre nunca pasa lista pero si te sorprendía echando pintas era un pase directo a examen. Había pasado todo el jodido semestre esforzándome por ser invisible y justo entonces mi suerte había decidido traicionarte,  aunque al parecer no estaba tan en contra mía después de todo, descubriría lo benévola que podía ser mi suerte más adelante.

-Matricula, nombre y grupo?- Exigió Adam quien ya se había movido hasta el computador.

Pronuncie mis datos casi extasiado antes de repetir una vez más mi pregunta, sintiendo que aquello no pasa en realidad. –En serio?

-en serio.- Me aseguró Lena con una sonrisa cómplice sólo para dar paso a una malévola segundos después.  -Sólo con una condición.

-una condición? – repetí sin entender a donde iba.

-Sal conmigo, una cita, este sábado,  que dices?

-Qué?- okay, eso no lo esperaba, la chica de repente me chantajeaba.

-Será mejor que le digas que sí, una vez que se encapricha siempre obtiene lo que quiere.- Me aconsejó Adam, mientras volvía a nuestro lado con el justificante en sus manos, en lugar de dármelo a mí se lo pasó a Lena quien sonrió complacida antes de dejar un beso en la mejilla de su compañero.

-una cita?

-Sí, una cita, cine, palomitas, helado y un paseo al anochecer, que nunca has tenido una?- Obviamente se estaba burlando de mí.

-Es solo que no estoy seguro que lo sepas pero, soy gay.- Directo otra vez, mi cerebro no tenía ganas de ser sutil o delicado ese día.

Contrario a la desilusión o enojo que esperé ver en su rostro, Lena sonrió más ampliamente.

-Lo sé y dudo que alguna chica en este campus no se lamente por ello. No quiero un novio, ya tengo uno, solo quiero otro amigo, y uno tan popular no me vendría mal.

Okay, la chica estaba completamente zafada, qué hacía pidiendo citas cuando tenía pareja? Y por qué Adam parecía tan fresco ante la idea?

Bueno, tal vez tuvieran una especie de relación abierta. Quien era yo ara juzgar?

El sonido del reloj en la pared me recordó que si bien había llegado temprano aún tenía clases y estaba por llegar tarde a mi primera hora.

-De acuerdo.- acepte casi arrancando el justificante de su mano para guardarlo en mi mochila que había quedado abandonada cuando fui a hacerla de asistente emergente.

Cuando estaba por salir la voz de Lena me detuvo.

-No piedad pedir mi número? Cómo planeas contactarme sin él?

-oh, cierto.- No me apetecía rebuscar entre el desastre de mi mochila para encontrar el móvil por lo que me gire hacia el escritorio buscando una pluma  y un papel y escribiendo mi numero apresuradamente antes de despedirme agitando una mano y prácticamente correr hacia mi edificio.

***

mis primeras clases fueron relativamente tranquilas,  llegue a tiempo pero las extrañas manchas de sangre en mi sudadera llamaron la atención por lo que tuve que optar por pasar un poco de frio y enfrentarme a las especulaciones de la gente, parecía ser qué, además del profesor, mi ausencia había llamado la atención de mis compañeros también y más que eso el hecho de que directiva me buscara, pase el día desmintiendo rumores sobre posibles problemas en los que me mentí e incluso pude reír ante la absurda idea de que el director fuera mi tío.

 

Siempre he admirado la ilimitada imaginación de las personas.

 

A la hora del almuerzo pude notar a Seb junto a un grupo almorzando en una de las mesas, mi enojo aunque ya no en llamas seguía humeando y preferí ignorarlo con todas mis fuerzas mientras buscaba mi comida y caminaba hacia la mesa más alejada de él.

Si yo creí que mi día pasaría sin incidentes estaba completamente equivocado, para seguir creando especulaciones, una secretaría mando llamarme a dirección, aparentemente el que me hubieran visto con Seb ya me volvía confiable y manejable… un peón sin paga.

Acompañe a la señora por el ascensor hasta las oficinas y en articular a la del responsable del programa, ese hombre me dio la impresión de vivir pegado al teléfono pues al vernos en la puerta no se despegó del celular y solo me indicó que entrara mientras la secretaria volvía a su lugar.

Por unos momentos me sentí completamente fuera de lugar mientras el hombre alegaba al teléfono ignorándome completamente, termine sentado en uno de los sillones y tome mi propio móvil en busca de algo en lo que entretenerme, al abrirlo encontré un par de mensajes sin leer, la mayoría de ellos de mi equipo para el proyecto que debíamos entregar el siguiente lunes y sin embargo habían 2 que llamaron la atención por ser de números desconocidos, abrí y leí el rimero deseando no haberlo hecho.

Hola, este es mi número, guárdalo y atesóralo bien,

 ansío que llegue el sábado.

Besos. Lena

 

Decidí no contestar a eso, no me pareció el tipo de mensaje que necesitara una repuesta y yo no tenía muchos ánimos de lidiar con la chica loca, del segundo mensaje no sabía que esperar, termine abriéndolo con la sensación de que nada podía ser más raro que lo anterior y sin embargo mis instintos terminaron traicionándome una vez más.

Hola.

Era todo lo que decía, ni siquiera un quién soy, solo una palabra que pico la parte curiosa de mi alma.

 

Hola

Quién eres?

Adam,

Robe tu número, espero no te moleste.

Sin problema, solo no lo esperaba.

Sucede algo?

No realmente, estoy por salir,

Me preguntaba si te gustaría

Ir por una cerveza, ha sido un día largo.

Difícil decir no si el soborno es

una cerveza fría.

Me agradas, eres peculiar e interesante

Me gustaría tratarte más?

Qué dices?

 

La primera impresión que pasó por mi cabeza fue de ¡qué carajos?, acaso ese par eran un par de pervertidos promiscuos que buscaban hacer realidad el sueño de un trio?

 

 

Esto no es una broma o si?

Por qué lo dices?

 

No tuve tiempo para contestar, en ese momento el coordinador termino su llamada y carraspeo ara llamar mi atención indicándome que me acercara hasta el escritorio, me quedé parado de manera incomoda mientras el revolvía entre una pila de papeles antes de tenderme un montón.

 

-Podrías llevarlos al edificio principal? Generalmente este es trabajo de Seberino pero ha estado muy ocupado con la organización del festival, escuche que eres su asistente y un chico de confianza así que confío en ti. Llévalos con Erlinda y dile que estas son los presupuestos de esta área.

 

La idea de replicar se desvaneció en mi cabeza tan pronto como surgió, me limite a forzar una sonrisa antes de asentir y cargar con los papeles, además de perder clases comenzaba a darme la sensación de que me había convertido en el recadero de la oficina y ser un godínez sin sueldo me purgaba.

Mientras atendía el menester que se acababa de imponerme comencé a dejar vagar mis pensamientos, pe preguntaba cómo era posible que tal universidad de prestigio necesitara tomar a un simple (no tan simple) estudiante para los recados?, además que ellos no tenían piernas, acaso estar pegado al teléfono era un labor tan atareante que no podía permitirle caminar un par de cuadras para hacer sus propios quehaceres? Y, qué clase de papeles se estaban entregando? la idea de leer por encimita fue desechada por mi flojera, ya solo quería terminar eso, volver por mi mochila, ya que por el tiempo es lo único que podría hacer antes d que se terminara mi clase.

Después me vería obligado a aprender sobre las confabulaciones políticas que envolvían mi institución, la corrupción y los grupos opuestos que no dudarían en interrumpir una entrega de papeles importantes para dejar en mal a su competidor o hacer alguna trampa más complicada y el verdadero valor que más que en el papel estaba en la firma manuscrita en él.

 

Cómo lo intuí, después de entregar los dichosos papeles a la tal Erlinda, que resultó ser una mujer joven, atractiva y amable para mi grata sorpresa, solo tuve tiempo de llegar a mi clase a escuchar como el docente nos sentenciaba la fecha del examen antes de que este saliera dando por terminado su día y el nuestro.

 

-Por qué te llamaron a dirección otra vez??? Te peleaste? Es por eso que venias manchado de sangre? Te expulsaran?

 

-Por amor a Zeus ya cállate guey, me darás jaqueca.

- Es que es una mierda que me ocultes cosas, además has estado actuando sospechoso.

-Guey, que estás loco…- Lo que sea que estuviera por replicarle a Alan se borró de mi cabeza al ver a Adam frente a mi edificio fumando un cigarrillo y después botándolo cuando su mirada se encontró con la mía.

 La manera en que me extrañé no pasó desapercibida para Alan, quien siguió la dirección de mi mirada encontrándose con Adam, que ya caminaba hacia nosotros.

-Y este qué?- Cuestiono receloso mi amigo.

-El… él es Adam, Adam, Alan.- Promulgue las presentaciones por instinto mientras ambos se estudiaban con la mirada.

-Un gusto.- Adam ofreció su mano.

-Paracetamol.- Se burló Alan correspondiendo el gesto.

-Qué ocurre?- Cuestione en dirección a Adam.

-No me contestaste, di por hecho que aceptabas salir conmigo.

-Esperen.. qué?!!- Alan era torpe en muchas cosas pero en ocasiones, la mayoría desafortunadas para mí, captaba en el aire cosas inexistentes. Sus ojos eran transparentes para mí, y podía leer sus pensamientos.

-No, no es lo que…

-Estas saliendo???- Vovió a cuestionar ignorando mi anterior advertencia y provocando una sonrisa traviesa en los labios del tercero en ese triángulo.

-Tenemos una cita esta tarde, pero si gustas pues venir.

-oh! No, creo que mejor yo me voy.- Se despidió mi amigo, comenzando a caminar apresuradamente antes de girarse un par de metros más adelante para gesticularme un suerte y mostrar sus 2 pulgares arriba en señal de apoyo.

 

Eso era en verdad una locura, y no pude poner filtro a mis pensamientos antes de ser, como había sido todo el día, directo a descarado.

-Pero que mierda les pasa ustedes?

-de qué hablas?

-Guey no sé qué tan liberales sean pero un trio no es lo mío, primero tu novia y ahora tú? No te ofendas pero no soy tan pervertido y no estoy interesado.

-Aunque yo si lo estoy.- Me cortó tan seriamente que tuve que callarme a escuchar. -  diré esto solo porque pareces ser muy serio con tus palabras, Lena es mi prima,  prima segunda para ser exactos, ella tiene pareja y no creo que sea tan promiscua. Okay  realmente prefiero no pensar en ello. Se encapricha con los amigos, es social a morir y probablemente solo quiere una conexión más y yo, yo iba a dejarte pasar hasta que le aclaraste a mi prima que eres gay y espero estar dentro de tus gustos.

 

Bien, a Eso le llamamos bomba de información, y como tal me dejo aturdido unos momentos.

-Bueno no es que se parezcan mucho…- Comencé a defenderme.

-Permíteme iniciar otra vez… Soy Adam, soy gay y desde que te vi llamaste mi atención, quiero conocerte, me darás la oportunidad?

Notas finales:

y q les parece??? 

 

les gusto???

alguna especulacion??? 

amor? tomatasos??


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).