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Nothing to Say. (YoonMin- VKook) por Selenebts

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Miércoles; 19:02 pm.

 

POV JIMIN

 

 

Estaba caminando apresurado, llegaba tarde y esto no era una costumbre, odiaba la impuntualidad. A él tampoco le gustaba o eso creía.

En cuanto llegué mi corazón comenzó a brincar de manera incontrolable, era imposible hallar un equilibrio, hallar un poco de paz. Mi cuerpo se sacudía violentamente mientras en realidad nada sucedía, era algo que no se veía pero estaba allí y me dominaba por completo.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo y lo quité para ver en grande el nombre de TaeHyung.

Sentí una ola de culpa, pero ahora no podía contestarle, ahora justo en este instante no.

Sólo dos golpes certeros con el dorso de mi mano fueron los que le propine a la puerta gruesa y de un color oscuro.

Oscuro como lo que hacíamos.

La puerta fue abierta luego de unos minutos y sólo podía notar el suave reflejo de las luces en su pálida piel. Los artefactos electrónicos eran los únicos presentes además de nosotros dentro de estas cuatro paredes.

Ni siquiera un: JiMin, ¿cómo has estado?

No lo necesitábamos, no era pertinente, esto era prohibido y de lo prohibido no se hablaba.

Un pacto sin palabras.

Lentamente comenzó a rozar con su mano mi cuello, como siempre acostumbraba a hacer. Siendo sutil y suave.

Sus brillantes ojos rehuían de mi mirada, yo quería verlo y no sabía por qué.

Su respiración era cada vez más gutural, cada vez más masculina y poderosa. 

No lo entendía, nada de esto tenía un sentido y por ello era tan delicioso.

Mi espalda chocó contra el sillón de cuero y él se cernió sobre mí.

"Hyung, ¿cómo empezó esto?"

Nunca lo diría. Pensarlo ya era algo demasiado. 

Sus jadeos cayeron de lleno en mi oído y mi corazón latía con velocidad sin siquiera poder detenerse un poco.

Sus roces eran cada vez más y más insistentes. Despojarnos de nuestras camisetas era a lo máximo que habíamos llegado y a lo que llegaríamos.

"Hyung, ¿esto está bien?"

  — Mmmhj— Un fuerte quejido proveniente desde lo más profundo de su garganta fue lo que escuché, sabía que sería el final de nuestro encuentro. 

"Hyung, háblame, dime algo".

El calor y la energía se terminó. Ese era nuestro pacto sin palabras, sólo eso, nada más.

Rápidamente encendió la luz principal y volvimos a ser los mismos.

La luz encandilaba lo nuestro, encandilaba lo oscuro de nuestra perversión.

"Hyung, ¿qué fue lo que pasó?"

  — Jiminnie, ¿te quedarás practicando?— indagó mientras volvía a sentarse en su silla giratoria para mirar la pantalla de su computador. Siempre era igual, a la misma hora, en su estudio.

"Hyung, ¿por qué no me miras?"

Y podría preguntarte tantas cosas, pero opto por lo más fácil, decido que guardármelo es la mejor opción.

Aclaro mi garganta y miro su espalda mientras intento colocarme nuevamente mi camiseta.

  —Quizás me quede, no es como que tenga muchos planes.

Disfruto estar aquí.

—Uhm...

Eres tan llano y tan fácil de leer. 

 Quieres que me marche.

  — YoonGi Hyung, entonces iré a practicar ahora...— Y tal vez alguien sería menos estúpido que yo, pero aquello fue lo único que pude decir.

Él sólo emitió un sonido de entendimiento y me marché tan pronto como me dejaron mis piernas.

Entré en el salón de prácticas y me dirigí con rapidez a donde se encontraba el equipo de sonido. Al azar coloqué cualquier canción y comencé a bailar.

Seguí y no paré a pesar de que mis cabellos ya se adherían a la piel de mi frente.

Mi respiración era agitada e irregular.

¿Qué estaba haciendo? ¿En qué me estaba convirtiendo?

 

 

 

 

  ▬ • ▬ 

 

 

 

 

POV TAEHYUNG.

 

Otro día, como tantos más.

No.

Era tan distinto actualmente. 

No sabía como sentirme, como afrontar el hecho de que algunas cosas que sucedían cambian para siempre la vida y nada nunca volvería a ser como era.

"Tengo que dejar de pensar".

Pestañee repetitivas veces tratando de adaptarme a la luz del cuarto. 

¿Qué es ese ruido extraño?

Giré mi cuello y allí estaba. Pegado a la pantalla como tarado. 

— ¿No sabes hacer algo más productivo? — solté con sorna.

Me sorprendía de mi mismo lo fastidioso que podía ser cuando apenas me despertaba.

Últimamente dormía demasiado. 

Era mi única salida, mi única forma de desconectarme del mundo un rato.

— Mira quien lo dice— respondió. 

Maldito mocoso.

¡¿Cómo se atrevía a responderme?!

Ya estaba acostumbrado realmente a sus afanes de pretender rebeldía.

— ¿Qué has hecho toda la tarde a demás de dormir?— cuestionó.

Un tono hosco hacia tensa la situación.

— ¿Qué has hecho toda la tarde a demás de jugar con el computador?— contesté con igual agresividad.

Tomé mi celular dando por finalizada la pseudo conversación.

No tenía ganas de discutir, menos con el maknae.

  — ¿Quieres detalles de lo que hice? — sonrió con suma lascividad y perversión en su rostro.

Alzó sus cejas con la cara más ridículamente pervertida que jamás de halla visto.

  — ¡Eres un asqueroso! —fruncí el guiño lanzándole una almohada.

Rió con gracia y volvió su mirada al ordenador, desconectándose de todo y todos como habitualmente hacia.

Necesitaba de algo que cambie mi ánimo, o más bien alguien. No quería pensar en mí, en mi situación, en lo mala que parecía mi vida después de perder aquello irreemplazable. 

Lo asumía, aún así todo me parecía oscuro, vació y sin sentido.

Lo sé, se que las cosas pasan y no podemos hacer nada para cambiarlo. Sé que la gente se va, y nada las trae de nuevo. Reconozco que tengo la edad suficiente para entenderlo a la perfección.

Aún así duele mucho.

La presión en mi pecho, aquella característica que conocía perfecto, volvió.

Tomé mi teléfono con apuro y marqué a la única persona que siempre acudía a mi llamado, la única con la confianza suficiente como para no decir nada y que entendamos todo. 

O eso creía.

Envié un mensaje que jamas obtuvo respuesta.

¿Qué estarás haciendo, JiMin?

Supongo que las personas no están siempre a tu disposición, supongo que el mundo no esta siempre a tu favor.

Sólo es un mal día.

Quise pensar. 

 Ya pasará.

Me convencí a mi mismo.

Rasqué hartado mi nuca y, acomodando mis manos bajo mi cabello, miré absorto la litera que yacía sobre mí.

Pensé, pensé, pensé. 

Sin estar realmente pensando en algo. 

— Estoy demasiado aburrido. — pensé en voz alta.

Miré inútilmente, por vez mil, mi teléfono. 

¿Acaso el mundo desaparecía justo cuando yo tenía tiempo libre? ¿O todos los demás tenían una vida interesante menos yo?

Y claro, obvio, el niño aquí viciando con el computador. Él no cuenta para nada.

 Suspiré con pesadez y atraje la atención del susodicho.

  — ¿Qué estás haciendo?— preguntó.

— No ves. — Hice ademán con mis brazos—. La fotosíntesis.

— Hyung, eso es cuando hay sol, ya es de noche. 

— ¡No me corrijas!

Revolee los ojos con fastidio.

— ¿Quieres? — invitó. 

— ¿Jugar? — me acerqué hasta la pantalla para ver de que se trataba —. Eehe no se ve mi estilo, ¿qué hay que hacer?

— Siéntate.— ofreció lugar —. Mira sólo utiliza el control para disparar, conquista el terreno enemigo, elige el personaje o crea uno—

— Quiero crear el mío— interrumpí.

Sin darme cuenta, pocos minutos más tarde, ya estaba concentrado creado mi usser de forma online y conectándome para comenzar partidas al azar. 

  — Iré por comida.— anunció — ¿Quieres algo?

Negué.

Concentrado en dar en el blanco a mis enemigos para conquistar el mapa.

Los gráficos y el sonido del juego eran tan envolventes y atrapantes que me sentía fuera de mí mismo, fuera del mundo. Todo aquí era casi perfecto, era yo sin ser yo realmente, sin presiones, sin responsabilidades, sin problemas. 

Sólo adrenalina y diversión.

— Creo que encontré mi nuevo compañero de juegos.— JungKook me sonrió antes de irse.

Esa noche la pasamos juntos, uno al lado del otro, sólo jugando. 

Esa sería una, la primera, de tantas otras noches más.

 

Notas finales:

Espero les guste esta colaboración! :)

Es un proyecto muy bonito y que estoy diisfrutando llevar acabo:)

 

^^Selene

 


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