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Otra loca historia de amor por algodon Sibyl

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Notas del capitulo:

Este es mi primer fic en la sección de SNK, espero que les guste y se rían musho.

P.d: Dejen reviews, quiero leer qué piensan 

—Eren… qué bueno que llegaste, tenemos que hablar. —La madre saludó a su hijo y sin más rodeos le indicó que se sentara a lo que Eren obedeció. Era extraño ver a su madre con aquél rostro preocupado, Eren siempre la había admirado por ser una mujer fuerte y valiente, lo suficiente como para no dejarse vencer por la pena cuando su padre murió. Por ello le parecía extraño su semblante actual.

—Mamá… ¿Pasa algo? —La miraron los ojos idénticos.

—Escucha: sabes que cuando tu padre murió hace tres años la herencia quedó a nuestro nombre.

—Eso es cierto.

—Pues bien, hoy llamó un hombre que es abogado de Dina Fritz, la ex mujer de tu padre. —Eren se sorprendió ante esto. —Resulta ser que la herencia estaba a nombre de ella, sin embargo tu padre no pudo cambiarlo y tuvo que falsificar los papeles para que los beneficiarios fuéramos nosotros.

— ¿Qué? ¿Por qué haría eso? —Eren estaba con la boca abierta.

—Está claro Eren, él no quería que Dina se quedara con el dinero. —Suspiró. —No sé cuál es la razón de ello, pero tardaron tres años para recabar pruebas y ver que la verdadera beneficiada era ella. Ya no tendremos más apoyo económico, por lo que… Tendrás que dejar la universidad por un tiempo…

— ¿¡Qué dices!? —Eren se levantó de su asiento de repente, parecía sorprendido. — ¡No mamá! El dinero no será problema, conseguiré otro trabajo y…

—No Eren, si tienes dos trabajos no tendrás tiempo de estudiar.

— ¡No importa! No te dejaré sola, tú no puedes trabajar por el problema en tu columna, así que yo me haré cargo.

—Eren. —Se estiró y tomó su mano. —Escúchame, voy a buscar una solución a este problema y… veré que puedo hacer para que no abandones la universidad. —El otro sólo la miró con tristeza y después la abrazó, pensando qué podía hacer en esos casos.

:c

—Entonces esa mujer ahora está como buitre sobre la herencia que dejó tu padre, diablos no creí que tu madre y tú pasaran por ese tipo de problemas. —Armin y Eren se encontraban en una de las bancas de un parque cerca de ambas casas, Armin era un viejo amigo de la infancia que siempre tenía un buen consejo que dar.

—Lo peor es que es hija de un importante político. —Eren parecía furioso. —El dinero no le hace falta, estoy seguro de que sólo quiere vengarse de mi papá.

— ¿Venganza?

—Mi padre se divorció de ella luego de mucho tiempo juntos, conoció a mi mamá después pero estoy seguro que aún le guarda rencor por haberla abandonado.

—Tal vez esta situación es para hacer su vida miserable, con todo esto puedo asegurar de que sabe a la perfección que tu madre no puede trabajar. —Miró a Eren y este se encontraba con el ceño fruncido.

—Es una perra…

—Eren, no gastes tus energías, ahora tu estancia en la universidad es más importante. —El chico más alto colocó una mano en su barbilla. —Debe de haber otra forma, mi beca también está a punto de expirar y no quiero que mi abuelo me ayudé más con mis gastos.

Eren bajó la mirada un poco y luego paseó su vista alrededor observando los colores en cielo que se combinaban de forma increíble. Cerró los ojos y se dejó llevar por la sensación que hacia el viento al chocar con su rostro.

:D

— ¡¡¡Mikasa!!! —Un furioso hombre gritaba a todo pulmón por la enorme residencia buscando a la susodicha con un tono de muerte. Varias de las empleadas domésticas se paralizaron al escuchar tan enojado al jefe, quien buscaba a su sobrina dando pasos agigantados y ruidosos por todo el lugar.

—Ese enano enojón, ¿Por qué el escándalo? —Se preguntaba Hanji Zoe, la secretaría mientras ayudaba a Ymir y Christa a preparar la cena.

—Tal vez la señorita Mikasa se acabó algún producto de limpieza. —Decía Ymir con burla, a lo que Hanji rio.

— ¡No se burlen! Mikasa puede estar en peligro. —Regañó Christa preocupada.

— ¿En peligro? No seas tan ingenua Christa, estalla el universo si el enano le pone un dedo encima a su princesa de músculos de luchador. —Dijo Hanji con burla.

Los demás empleados de la casona trataban de esconder fuera de la vista del gran Levi Ackerman, actual presidente del banco Shina que justo se dirigía al cuarto de su amada hija adoptiva Mikasa. Se detuvo frente a una puerta de manera finamente tallada que tenía la leyenda No estoy en un letrero. Tomó aire y tocó con fuerza.

—No hay nadie. —Una voz femenina habló, lo suficientemente fuerte como para que se escuchara detrás de la puerta.

—Mikasa, abre la maldita puerta.

—Si no estuvieras tan enojado sabrías que está abierta. —La chica jugaba con su Nintendo DS, impertérrita ante la voz de ultratumba que emanaba del enojo de su tío.

— ¡No es cierto!

—Ups…

—Respeto tu privacidad tocando la puerta, pero reafirmo mi autoridad como padre entrando de todos modos. —Con un patada, aquella pobre puerta salió disparada, obviamente Mikasa seguía tumbada en su cama jugando con su consola. Levi entró y la miró con el ceño fruncido, tomó la portátil y la cerró guardándola en su lujoso saco. —Ahora me vas a escuchar.

— ¿Qué pasa? —Mikasa, al igual que su tío no cambiaba mucho de expresión, así que sólo lo miró preparada para un sermón digno de un evangelio de Lucas por parte de su pariente.

—Tú y Erwin… Me registraron en una ridícula página de sugar daddys… —A pesar de todo, Levi no parecía perder la compostura, vaya que su paciencia variaba mucho cuando estaba con Mikasa.

— ¿Y eso qué? Erwin quería un babby boy y me pareció que sería buena idea buscarte una pareja.

—Querida por última vez: no necesito una pareja, y mucho menos un mocoso al que mantener, suficiente tengo contigo.

—Sí mira, Erwin y yo creemos que has estado estresado más de lo normal, sólo estás trabajando y peleándote con las empresas con las que tienes convenios. —Se levantó y quitó del saco ajeno la consola.

—Ah, ¿Y creen que saliendo con alguien mi estrés desaparecerá mágicamente?

—El sexo reduce los niveles de estrés. —El otro se cruzó de brazos. —Vamos, si quieres sólo puede ser para salir a divertirte, distraerte… sacar tus frustraciones. —Levi suspiró resignado. Mikasa tenía razón, había estado esforzándose mucho por la empresa y necesitaba un pequeño descanso. Tal vez tener una pareja no sonaba tan mal, después de todo hacía bastante tiempo que no tenía una pareja… o sexo.

Decidió aceptar la situación y se retiró de la habitación no sin antes encargarles a sus empleados reparar la puerta… por decimoquinta ocasión.

:D

Eren miraba la ventana con aire melancólico, la última clase había terminado y tenían un pequeño descanso en lo que el siguiente profesor llegaba.

—Eren, tengo algo que mostrarte. —La voz de su amigo Jean lo sacó de su dilema mental.

— ¿Qué pasa? —Preguntó mirando al otro.

—Encontré un vídeo de una actriz genial. —Tomó su ipad y abrió una página para adultos, Eren abrió los ojos de par en par, sonrojándose.

— ¿Q-qué crees que haces cara de caballo? —Lo reprendió enojado mirando a todos lados.

—Shh… Tranquilo, tú sólo baja la voz. —Le comentó cuando abría la página. En ese momento, una página pup-up* más se abrió, dejando ver un anuncio que a Eren causó cierta atracción, el encabezado se leía ¿Algún hombre mayor con el cual salir? ¡¿Por qué no?! ¡Un sugar daddy para ti solo!

—Sugar daddy… —Susurró levemente cuando Jean cerró la página, haciendo que el vídeo pornográfico se reprodujera. Jean parecía entretenido, sin embargo, los ojos de Eren se iluminaron… ¡Tenía una gran idea! Había que buscar a Armin.

— ¿Eren? ¿A dónde vas? —Preguntó Jean cuando su amigo se levantó del su asiento y corrió a la entrada del salón.

— ¡Vuelvo enseguida! —Anunció al salir.

—Te lo pierdes. —Jean se encogió de hombros.

Armin se encontraba en el baño de la escuela lavándose las manos cuando la figura de Eren irrumpió su paz.

— ¡Armin! ¡Sé cómo podemos resolver nuestro problema! —El aludido se quedó sorprendido ante las palabras de Eren.

— ¿Enserio? Te escucho.

—Mira, Jean quería enseñarme un vídeo porno de una actriz-

—Pero no te gustan las mujeres…

—Una larga historia, bueno, el caso es que podemos ser babby boys y conquistar un par de sugar daddys. —Armin se quedó mudo, pero cuando su cabeza lo digirió su rostro poco a poco adquirió un tono totalmente rojo.

—Eren… N-no hablarás enserio ¿Verdad?

—No he hablado tan enserio desde aquél discurso en la primaria.

—Eren pero… aún somos vírgenes y ellos querrán sexo.

—Armin. —Lo tomó de los hombros. —Tú dijiste que quien no es capaz de sacrificar algo no podrá conseguir nada, si quieres ayudar a tu abuelo debemos hacerlo. —El otro lo miró aún con el rostro rojo, suspiró y asintió decidido.

—Está bien Eren, sólo procura que no sean tan grandes.

D:

— ¿Ya viste las solicitudes? —Preguntó Levi al salir de la ducha dirigiéndose a Erwin y Mikasa, quienes se encontraban en el comedor con la computadora portátil del más alto.

—Así es, la mayoría son de jovencitos de no más de 27 años. —Comentó Smith con su rostro inmutable de siempre.

—Tsk, sólo escoge uno, estoy seguro de que irán tras de ti como fieras en celo.

—Papá, sabes que a Erwin no le gustan los chicos muy mayores. —Dijo Mikasa viendo las solicitudes de los jóvenes. —Podrían elegir a chicos que tengan metas en la vida y que no sean unos parásitos, como este. —Señaló a un chico cuya descripción se podía leer como gustaba ir de fiesta, tomar, tener sexo y dormir.

—Tienes razón cariño, pero cuando se trata de internet no puedes hacer más que dejarte llevar por la apariencia física. —Dijo Erwin mientras miraba las fotos de los chicos que habían mandado solicitudes, después dio click en la ventana donde podías mirar las fotos de los recién registrados cuando, de repente, le llamó la atención la foto de dos chicos que se veían demasiado jóvenes, sobre todo uno de ellos: era rubio, con ojos azules y mirada tímida, mientras que el otro era castaño, de ojos verdes y algo más relajado. Ambos eran bastante atractivos a los ojos de Erwin, sobre todo el muchacho rubio.

—Hey, Levi, aquí hay algo que te podría interesar.— El aludido se acercó y miró la foto. 

— ¿Qué dice en su perfil?

Somos dos estudiantes de universidad que se quedaron sin otras opciones. Oh vaya qué honestos. Ambos compartimos el sueño de ser profesores, por lo que su ayuda nos vendría más que bien.

— ¿Cómo se llaman?

—Armin Arlett: 19, mide 1.63, cumple años el 3 de noviembre y ama leer, el otro es Eren Jaeger, también de 19 años, mide 1.70, cumple años el 30 de marzo y ama las artes marciales.

—19, bien, así podrás tener amigos Mikasa. —Señaló Levi a lo que la aludida miró a otro lado. —No está mal, me gustan los jóvenes, ¿Qué tal tú Erwin?

—Puedo decir lo mismo. —Sonrió. —Son perfectos.

:D

— ¿Trece solicitudes tan rápido? —Eren estaba sorprendido.

—A los hombres mayores les gustan demasiado jóvenes por lo que puedo ver. —Contestó Armin mirando las solicitudes de los daddys.

—Oye ¿No hubiera sido mejor poner algo más… superficial en nuestros perfiles? —Comentó leyendo la descripción de ambos.

—Eren, mayores muchas veces buscan relaciones estables, si somos honestos es más probable que sientan que no queremos solo dinero y por lo tanto, hay más posibilidad.

—Es cierto. —Miró el monitor. —Oh, mira, llegó otra solicitud. —Señalo las notificaciones a lo que Armin leyó de quién se trataba. Abrió la imagen y ambos se quedaron boquiabiertos al ver lo que tenían enfrente: dos hombres adultos (aproximadamente treinta años) con miradas frías, severas, bastante atractivos a ojos de cualquier persona; en aquella foto ambos se encontraban parados en medio de la calle sin ver directamente a la cámara. Tanto Eren como Armin se quedaron bastante sorprendidos

—¡Acéptalos!

— ¡Sí!

:O

—Vaya, nos aceptaron, parece que están en línea. —Los Ackerman se acercaron a ver el monitor. —Les enviaré un mensaje, podríamos tener una cita doble en el restaurante de Mike.

—Buena idea, pregúntales si les gustan los castigos. —Tanto Mikasa como Erwin lo miraron sabiendo el doble sentido que aquella frase significaba. — ¿Qué? Hay que aprovecharlo. —Dijo de manera sarcástica.

—Tenemos que ser un poco más sutiles. —Les escribió.

:D

—Mira, nos llegó un mensaje de ellos. —Anunció Armin. —Nos dice: Hola, gracias por aceptar nuestra solicitud, queremos conocerlos bien así que, ¿Les apetece salir mañana en la tarde?

Ambos chicos se quedaron un poco impresionados por las palabras rimbombantes del sujeto.

—Yo no tengo problemas.

—Yo tampoco. —Escribió una respuesta.

:D

Nos encantaría señores, ¿Podría ser a las cuatro de la tarde en el café shingashina?

D:

Con gusto chicos, estamos ansiosos de conocerlos.

:O

— ¿Podrían decirnos sus nombres?

:/

Claro, somos Erwin Smith y Levi Ackerman, para servirles… —Terminó de leer Armin, para después finalizar la conversación y prepararse mentalmente para lo que viniera. 


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