Reconozco que por un momento llegue a odiarte, me habías herido en lo mas profundo de mi orgullo, así que decidí vengarme…, si creías que podías echarme te equivocabas y mucho, tenia que idear un plan infalible, algo especialmente retorcido, decidí pagarte con la misma moneda, primero me reconciliaría contigo, te haría creer que todo había sido una broma inocente y luego te seduciría, y cuando por fin no pudiese pensar en nada ni nadie mas que en mi, te abandonaría para siempre.
Así que después de un par de horas volví al piso, tu estabas sentado en el comedor, parecías inquieto, en aquel momento solo pensé que estabas molesto conmigo.
La verdad es que esperaba encontrarme con mis cosas en la puerta, aquella idea me enfurecía aun mas, pero no fue así, estabas muy nervioso, creo que balbuceaste una disculpa, que querías decirme algo pero yo te interrumpí.
Aquel fue mí peor error…si en aquel momento yo te hubiera dejado hablar, tal vez todo seria distinto…si tan solo tuviera otra oportunidad.
- Sasuke… yo … yo…te
- Jajá la verdad es que no creí que picaras tan fácilmente…
- … ¿como?
- Reconozco que se me ha ido la mano, solo quería hacerte una broma, no pensé que te molestarías tanto.
- ¿solo era una broma?
- Si
- Jajá, me as asustado, bueno no importa, pero no vuelvas hacerlo mas.
- Esta bien, ¿me perdonas?
- Claro.
En aquel momento, aproveche que todo había ido tan bien para iniciar la segunda parte de mí plan, como quien no quiere la cosa te abrace, quería que creyeras que tan solo pretendía reconciliarme contigo, pero tu te quedaste estático, todo tu cuerpo se tenso, aquello me sorprendió y hirió al mismo tiempo, pensé que el hecho de que yo te abrazara te repugnaba tanto que ni siquiera podías moverte. Pero no estaba dispuesto a dejarme vencer tan fácilmente, si entonces hubiera sabido que nada de aquello era necesario… quién sabe.
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Ni te imaginas lo mucho que me dolió saber que todo había sido una broma.
Cuando por fin había recogido los trozos de la taza, me senté a esperarte, desee con toda mí alma que regresaras lo antes posible, estaba decidido a decirte lo que realmente sentía, aunque estaba tan nervioso que no tenia muy claro como podía decírtelo. Quería disculparme por encima de todo.
Cuando me dijiste que tan solo había sido una broma, no podía creerlo, y a pesar de que deseaba llorar y gritar tan solo pude reír, reía para no llorar.
Cuando de repente me abrazaste, me asuste, temí que pudieras descubrir lo que realmente sentía por ti, no podía moverme, porque si lo hacia sabia que seria incapaz de contenerme, me aparte tanto como pude, se que dije que tenia prisa y llegaba tarde al trabajo, tu tan solo sonreíste, me dijiste que me esperarías para cenar. Yo ni siquiera te escuchaba, tenia demasiada prisa por salir de allí.
Cuando cerré la puerta tras de mi, las fuerzas me fallaron, sentado en el suelo con la espalda contra la puerta llore en silencio para poder así apagar todo el dolor que sentía.
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De repente, te apartaste de mi bruscamente, aquello me molesto, pretendía retenerte aunque significara echar a perder mí plan, pero tu te me adelantaste, me dijiste que llegabas tarde al trabajo, la verdad es que aquello me sereno… mira que llegas a ser idiota, se perfectamente que tu solo trabajas por las mañanas, en fin… te dije que te estaría esperando, creo que ni siquiera me escuchaste, estabas demasiado ocupado en alejarte de mi como para prestarme atención, quería detenerte pero, cuando iba agarrante tu ya habías cerrado la puerta, me sentía desilusionado y extremadamente cansado, me senté en el suelo recostado en aquella puerta y por un instante creí tenerte a mi lado, por supuesto tan solo fue una ilusión.