A lo largo de mí vida, me han pasado cosas horribles pero no recuerdo ninguna tan dolorosa como la que me acaba de ocurrir. Tal vez lo merezco.
Sasuke, me he pasado las tres últimas semanas ignorándote, y cuando por fin, había conseguido reunir el valor necesario para declararte mis sentimiento, he encontrado esto.
Encima de la mesa de la cocina había una carta, he reconocido tu letra inmediatamente, en el sobre con letras mayúsculas mí nombre.
En la carta se leía lo siguiente:
Querido Naruto:
Talvez esto te resulte extraño, te aseguro que no mas que a mí. Aunque me hubiera gustado despedirme, me a resultado imposible.
¿Qué porque?, bueno, supongo que estarás de acuerdo conmigo que el hecho de que lleves varias semanas evitándome, no me ha ayudado demasiado.
Pero a pesar de todo, no te lo reprocho.
Se que he sido un egoísta, al pretender que correspondieras a mis sentimientos.
Recuerdas aquella vez, cuando, té dije que te quería, y después lo negué. Bien, supongo que eso ya no importa, pero quiero que sepas la verdad.
Tu eres la persona a la que más quiero, talvez no tenga el derecho de reclamarte nada. Te confesare que aquella vez cuando me rechazaste, sentí deseos de vengarme, quería que sintieras el mismo dolor que tú me habías causado.
Pero desde un principio, sabia que no seria posible, nunca podría hacerte ningún daño.
Me he dado cuenta de que mí presencia solo te produce desagrado, a sí que lo mejor que puedo hacer es marcharme.
Ya he tomado una decisión, ¿recuerdas que Kakashi me ofreció trabajar en su empresa?, aquella vez no acepte, porque debía trasladarme a Paris y no quería alejarme de ti.
La sola idea de no volverte a ver, me duele tanto, que como podrás comprobar no he tenido el valor de decírtelo a la cara, y no me a quedado otro remedio que escribirte esta carta.
Mí avión sale a las 19:00 horas, el vuelo es el 123546… no se ni porque lo escribo, no importa. Soy feliz porque he podido conocerte y aunque tú no me correspondas no puedo evitar sentir lo que siento.
Tu amigo que te adora
Sasuke
- …Sasuke…. ¿y ahora, que puedo hacer?