CAPITULO 15
Konoha
Residencia Namikaze
Deidara miraba con tristeza como su hermanito bajaba los escalones con ayuda de su madre, vio como atrás de ellos venía su padre cargando cuatro maletas, no sabía qué hacer o decir, estaba muy triste al saber que su hermanito estaba así por su culpa y ver como su madre toda la mañana lo ignoró lo lastimo mucho, salió de sus pensamientos al ver, como su madre dejo a Naru en el sillón sentado para subir a su recámara, mientras su padre dejo las males para que un empleado las sacará de ahí mientras el varón se acercó a Dei.
Hijo volveremos en unos días – informó el rubio mayor – cuídate y cuida la casa por favor – pidió el varón, dándole un fuerte abrazó a su hijo mayor donde sintió algo cálido y húmedo en su pecho, era lágrimas, su hijo lloraba en silencio – se fuerte hijo… veras que tu madre te perdonará, debes entenderla… está molesta – susurró el mayor, dando ánimos a su hijo.
Gracias papá y perdóname por favor – soltó despacito el doncel pelilargo – ¿puedo… despedirme de mi hermano…? – preguntó inseguro.
Claro hijo… ve con él – le dio permiso Minato, Deidara se acercó a Naru para ponerse de cuclillas donde sujeto las manitos de su pequeño otouto.
Naru chan esperó me perdones… por favor – susurró besando el dorso de las manos de su hermanito – cuídate mucho por favor – pidió para mirar como el doncelito derramaba algunas lágrimas, se levantó y abrazó a su hermanito con cariño como nunca lo había hecho – te-te quiero mucho Naru chan… por favor mejórate pronto – pronunció inaudible en el oído de su hermanito.
Kushina bajaba los escalones y miro la escena con gran tristeza “cuánto desearía que hubieras cuidado de esa forma a tu hermano Dei” se dijo así misma internamente la pelirroja, Minato tenía los ojos cristalizados por las lágrimas que amenazaban salir, talves en un tiempo toda la familia volvería a estar unida.
Minato necesitó hablar con mi hijo – demando la pelirroja de la nada, haciendo sobresaltar al rubio mayor al escuchar de la nada a su esposa, Deidara se separó de su hermanito y se alejó al ver como su padre levantaba al doncelito para llevárselo afuera, tragó duró al ver como su madre le miraba con resentimiento.
Madre y-yo… – tartamudeo el doncel – yo no-no quería actuar de esa forma… lo siento mucho madre – le confesó con pena el rubio – no era mi intención lastimarlo madre – comunicó con mucho dolor el doncel.
Deidara eres y siempre serás mí hijo, te quiero y siempre te voy a querer – informo su madre, causando un inmenso vacío en su pecho al doncel, al saber que su madre no le reprochaba nada al igual como su padre.
Pero por ahora estoy dolía hijo muy decepcionada, no quiero que mis impulsos causen un daño del que estoy segura que me arrepentiré, por eso… – Kushina miro a su hijo, que tenía sus ojos rojos e hinchados, llenos de lágrimas que caían por sus rojas mejillas – dame tiempo hijo, una madre siempre perdona a sus hijos, no importa si estos son ladrones o asesinos – dijo la mujer con gran dolor en su pecho.
Madre snif... por favor snif... perdóname snif... lo siento mucho – se puso de rodillas frente a su madre y lloro a mares, Kushina se acercó a su hijo para sujetar su cabeza dorada con ambas manos para que la mirará, le dolía ver a su hijo mayor en ése estado, era su madre después de todo.
Hijo los que deben perdonarte, no somos tu padre o yo, ni los Uchiha – confeso la pelirroja – debes buscar el perdón de tu hermano menor… y también de Itachi… se que él te ama mucho – terminó su relato, al ver como su hijo se lanzó a abrazarla con mucha fuerza mientras lloraba y susurraba.
Gracias snif… mamá snif… gracias – pronunciaba entre sollozos Deidara muy arrepentido por todo el mal que causo – y perdóname… por todo lo qué cause… por favor – concluyó con tristeza a la vez algo feliz al saber que tenía el apoyo de sus padres.
Estuvieron unos minutos en la misma posición, hasta que su madre se separó de su hijo y se pusieron de pie ambos.
Trata de descansar hijo y cuídate, come si no enfermaras – le dijo la pelirroja al doncel – no quiero que otro de mis hijos se enfermé o sufra alguna recaída – le dio un beso en la frente a su hijo, al ver como el rubio dio una afirmación – todo tiene solución hijo y se pueden arreglar, recuerda eso Deidara – termino de hablar con su hijo y se dio la vuelta para salir de su hogar, subirse al auto en la parte de atrás donde su hijo menor dormía tranquilamente.
Deidara en medio de la sala al saber que se encontraba solo, dejo caer su cuerpo al sofá y empezó a llorar, sabía que debía buscar el perdón de su hermanito como tambien del amor de su vida “Naru prometo que jamás te volveré a causar ningún daño” pensó “Itachi buscaré la forma para que me perdones así ser la pareja que debí ser, lucharé por tu perdón” determinó.
Nación de Sunagakure
6 meses antes
Itachi al llegar a la nación de Sunagakure se sorprendió de lo maravilloso que era el lugar, salió del aeropuerto donde pidió un taxi para ser transportado al centró de Suna donde se encontraba las academias de estudió, una vez llegó ingresó al recinto y empezó a caminar rumbo a la dirección para informar su llegada.
Una vez conoció al Director Raza Sabaku No fue guiado por uno de los estudiantes de esa preparatoria, quién se encargó de enseñarle todos los lugares, como la cafetería, los salones, las áreas verdes del lugar, las zonas deportivas, los clubs, los dormitorios y la Universidad donde muy pronto estudiaría.
Lo que más le llamó la atención fueron los grandes terrenos desérticos qué había en el lugar, toda la ciudad estaba rodeada de arena donde la temperatura era un poco más elevada que Konoha “todo el año será así” pensó el pelinegro.
Una vez instalado en su habitación asignada, se hecho en su cama, sus ojos negros empezaron a cristalizarse y resbalaron por sus mejillas pálidas lágrimas que empezaron a salir sin su consentimiento, se sentó con rapidez derramando más lágrimas, estuvo aguantando todo esos meses su sufrimiento y ahora que nadie lo podía ver o escuchar empezó a que sus sentimientos se aflojaran dejando salir toda la angustia que tenía guardado dentro de él.
Itachi siempre se considero ser fuerte, que nada le afectaba, pero ya no podía aguantar, como sentirte o actuar cuando eres engañado por años por tu novio y tu propio hermano, no era de piedra, le dolía saber que la persona que tanto amó y creyó que él también lo amaba, que soñaba formar una familia y vivir hasta ser viejitos estaría siempre con él, dolía y mucho, necesitaba expulsar todo esos sentimientos reprimidos que guardó todo ese tiempo, sólo por ver feliz y hacerle ver que tenía un apoyo en el, ese pequeño doncelito que se ganó un lugar especial en su corazón “por Naru chan” pensó el Uchiha.
Paso todo un mes en ese estado donde decidió que era hora de salir adelante y dejar el pasado atrás, para seguir adelanté, porqué tenía un motivó para salir adelante y una promesa que cumplir, su adorado Naru chan esperaba su regresó, esos ojos azules tan hermosos que tenía el pequeño doncelito, que cuándo los miró de cerca, su corazón empezó a latir rápido, se regaño internamente por esa actitud, se sintió un pedófilo, luego comprendió que su reacción era normal, sus sentimientos hacia el pequeño Naru chan era fraternal.
Al mes conoció a muchos compañeros que rápido se acercaron a él, no faltó las insinuaciones de parte de las mujeres y donceles del lugar, por el momento no estaba interesado en una nueva relación, no era la clase de chico que buscaba consuelo por despecho y lastimar a las personas, así no era Itachi Uchiha, siempre fue amable, respetuoso con los demás y eso jamás cambiaría.
Se hizo amigo de un grupo muy peculiar, pero a la vez muy divertidos, pero más congenio con Kisame un varón con el pelo azul, hasta juraba que su piel era azul cuándo este se enojaba, le conto que quería estudiar medicina igual como él, hasta en eso congeniaban.
También conoció a Tobi un varón muy raro, que se cubría su rostro con una extraña máscara, según él por precaución, ni sabía de qué, Hidan un doncel peligris obsesionado con lo espiritual, no dejaba de mencionar Jashin sama esto o lo otro, Kakuzu un varón pelicastaño, empeñado en ganar dinero de toda las formas posibles, incluso cobraba por el retraso a sus compañeros.
Konan la única mujer del grupo, peliazul muy tranquila, pero siempre con sus amados origames de papel, Zetsu un varón pelinegro, con un peculiar estilo, siempre vestía de dos colores a la mitad, derecha blanco e izquierda negro, hasta su cara se pintaba, todos ellos muy peculiares y únicos, pero el que más llamó su atención fue un hermoso doncel pelirrojo Akasuna Sasori, parecía muy callado y serio, además de no parecer tener la edad que decía tener, tenía una carita infantil, ellos eran su grupo de eterna socialización.
Continuara…………………………………...........