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OJOS QUE NO VEN por Yanel uchiha

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Notas del capitulo:

Holis mis lectores.

Espero sea de su agrado este capítulo.

Es momento que las verdades salgan a la luz.

Son recuerdos que pasaron durante esos cinco años.

No olviden leer abajo.

 


CAPITULO 29


 


Nación de Konoha


 


Uchiha Corp.


 


Fugaku sama, Orochimaru san solicita hablar con usted – comunicó la secretaria, el mayor solo asintió y vio como la joven salió de su oficina, esperó unos momentos, luego visualizo al viperino que ingresó con su sonrisa irritante – a que se debe su grata visita ¿Orochimaru? – preguntó Fugaku con su voz varonil.


 


Tan educado cómo siempre Fugaku, ¿puedo? – contestó el viperino, dando a entender que deseaba  sentarse.


 


¡Adelante! – sin quitar sus ojos negros de esa serpiente, lo vio sentarse, no le gustaba para nada que ese tipo haga su aparición en su empresa.


 


Mi buen amigo Fugaku, no me ofreces ni una sola copa – exclamó Orochimaru con cinismo en sus últimas palabras.


 


¡Habla de una maldita vez!, sabes que no eres bien venido en mi empresa – demandó ya irritado Fugaku, ese desgraciado había atentado con su corporación hace cinco años y nuevamente intentó hace dos años atrás, ni la maldita policía nacional pudo hacer nada, si no se encontraba pruebas – responde de una vez o vete… no tengo tu tiempo – espetó el Uchiha.


 


Jajaja trata de tranquilizarte Uchiha, que tú no eres santo de mi devoción – contraataco el viperino, cambiando su expresión a una muy sería – solo vine para que sepas… que deberías cuidar tu espalda amigo mío – explicó colocándose de pie y sin decir nada más salir del lugar, dejando a un Fugaku desconcertado.


 


Que está planeando esta maldita serpiente – susurró para sí mismo, apoyó sus brazos en su escritorio recargando su cabeza en ellas – debo pensar las cosas bien – se dijo.


 


Fugaku sama ¿pasó algo malo? – preguntó un varón alto de pelo negro, amarrado en una cola alta terminando en puntas, ojos negros, encontrando a su jefe muy pensativo – señor, ¿se encuentra bien? – volvió a preguntar.


 


Si estoy bien Shikamaru y gracias – contestó el mayor “que estas tramando esta vez ¿Orochimaru?”, se preguntó internamente – quiero que pongas más vigilancia a la entrada y que en todo momento estén monitorizando las cámaras de seguridad – ordenó al menor.


 


Si señor… en seguida – realizó una reverencia y salió del lugar para cumplir las órdenes de su jefe, Fugaku estaba inquietó, no le gustó para nada la visita y advertencia que le dio la serpiente esa “debo hablar con Minato” pensó el Uchiha.


 


Residencia Namikaze


 


 


Deidara sin ánimos se puso de pie para ir a la cocina quería comer algo, su organismo le exigía alimentos, buscó algo de comer en el refrigerador y una vez encontró lo que quería, fue a la sala donde prendió la tv, buscó un programa de su agradó y se sentó en el sillón más grande, empezó a comer pero antes de que se echará en el sillón, escuchó que tocaron el timbre, no le tomo importancia y se puso cómodo en el amplió sillón.


 


Estaba tan concentrado en el programa que transmitía la tv, pero unos extraños ruidos llamaron su atención, se incorporó y con cautela empezó a caminar fuera de la sala, cuando llegó al pasillo del recibidor, un fuerte golpe en la puerta a la mansión lo alerto más cuándo uno de los de seguridad entro por está y al verlo avanzó hacía él.


 


Joven Deidara… debemos salir de este lugar de inmediato – exclamó el varón, sujetando su brazo con algo de fuerza empezando a llevarlo al otro extremo de la puerta.


 


¿Qué pasa?, ¿dónde vamos? – preguntó muy asustado el doncel, al ver que su empleado no contestaba además lo estaba lastimado – ¡me estás haciendo daño! – gritó soltándose con brusquedad del agarré Deidara.


 


Lo siento joven… disculpe por mi atrevimiento – se disculpo de inmediato el mayor – pero no podemos perder tiempo, la mansión fue invadida joven, su vida corre peligro, si usted se queda… por favor debemos salir de una vez – explicó el varón, mirando atrás si alguien estaba en la mansión adentro, pero al no ver a nadie lo tranquilizó.


 


Está bien… vamos – respondió Deidara angustiado, empezaron a caminar llegando hasta atrás de la mansión, ambos se exaltaron al escuchar unos disparos en la mansión.


 


Debemos salir de inmediato, ellos ya lograron entrar a la mansión y no tardarán en llegar hasta aquí – informó el mayor, caminando más rápido, seguido de un muy asustado Deidara, cuando revisaron la puerta de salida de emergencia, que estaba oculta entré un armario viejo, el varón lo retiró y en una patada destrozó la puerta, sabía que el ruido que provocó debieron escucharlos esos malditos, debía sacar al joven heredero, no quería fallarle al señor Minato, lo debía mucho a ese hombre y si era necesario daría su vida para salvar al doncel “eso aria sin dudarlo” pensó el varón mirando al doncel que temblaba.


 


El varón agarró de la muñeca al doncel – perdone mi atrevimiento, pero debemos correr tengo un coche más adelante joven, por eso corra sin parar – dijo el mayor, empezando a correr con su joven amó, Deidara por lo asustado que estaba y no saber qué hacer, solo se dedicó a correr sin mirar atrás, salieron de la gran mansión por atrás y revisaron las calles que parecían estar desiertas, eso les preocupó mucho – solo corra… siga corriendo joven – ordenó el mayor al sentir que el doncel disminuía su velocidad.


 


Al cruzar la avenida lograron divisaron al coche que estaba ahí parado, estaban por llegar pero unos autos aparecieron de la nada y los empezaron a disparar, Deidara grito por el susto, mientras el varón soltó al doncel – corra joven y suba, ahí se encuentran las llaves, no me esperé y baya con Fugaku sama e infórmele lo que pasó aquí – hablo rápido el varón, con una sonrisa triste, Deidara con lágrimas en sus hermosos ojos asintió corriendo con todo lo que daban sus piernas.


 


Su guarda escalda saco un arma y empezó a disparar para proteger al heredero, sabía que su muerte se aproximaba y cuándo un dolor agudo llego a sentir en su brazo izquierdo, no le importó, miró a su atrás sonriendo al ver cómo su joven amó subía al coche escuchando el ruido del motor, volvió a mirar a esos infelices y disparó a diestra y siniestra logrando dar a los neumáticos de los autos, unos disparos escuchó donde sintió un enorme dolor en su abdomen y otro en su pecho, sabía que su hora había llegado, sólo vio como el coche salía a toda velocidad de su campo de visión donde se encontraba el hijo mayor de su jefe, el hombre que hace años atrás había arriesgado su vida por él – Minato sama, cumplí con mantener a su hijo con vida – susurro con su último aliento, antes de cerrar sus ojos para siempre.


 


¡Maldición!, desgraciado… nos quitaste la oportunidad de matar al maldito doncel – gritaba un varón de pelo gris y largo, amarrado en una coleta baja,  con gafas, mientras pateaba al cuerpo inerte del guarda espalda que yacía muerto – Orochimaru sama por tu maldita culpa me matará – seguía maltratando al cadáver.


 


¿Kabuto san?, el señor Orochimaru quiere hablar con usted – informo un doncel, extendiéndole un móvil, el peligris solo sujetó el aparato llevando a la altura de su oído.


 


¿Orochimaru sama? – preguntó con nervios, conocía como era su jefe y peor cuándo fallaban en una misión.


 


Kabuto ¿ya cumpliste mi orden?, ese doncel ¿ya está muerto? – contesto el viperino, al no recibir respuesta, no era necesario saber que sus subordinados habían fracasado – eres igual de inútil que Pain, pero te daré otra oportunidad, encárgate de la señora Uchiha y de ese doncel ¿pero esta vez?, no me falles Kabuto, esta es tú última oportunidad – sentenció el pelinegro, sin recibir respuesta cortó la llamada.


 


El peligris solo se quedó atónito por unos minutos y luego empezó a caminar a un coche que había llegado recién, ingreso en esta y sin decir palabra alguna, el conductor del coche lo puso en marcha “esta es tu última oportunidad” esas palabras se repetían una y otra vez en la cabeza del peligris “debo darme prisa, sino el de verdad me matará”, pensaba Kabuto apretando sus puños con fuerza.


 


Residencia Uchiha


 


 


En otro lado de la ciudad un coche paraba en la puerta principal de la residencia Uchiha, Deidara bajó de inmediato, el guardia que estaba en la puerta además que conocía muy bien al doncel, le abrió la puerta dejando que pasará, este solo le dio las gracias y corrió a la mansión, los empleados solo vieron con desconcierto, al ver la actitud del rubio, al llegar a la sala busco con la mirada a los dueños y sin encontrarlos, se dispuso a subir escalones arriba, ignorando a los empleados, una vez frente a la habitación de los señores Uchiha, golpe con rapidez.


 


¿Deidara?, ¿qué pasa? – una preocupada Mikoto salió, al ver el estado del doncel, se preocupó mucho – entra y cuéntanos que te pasa – sugirió la pelinegra, dando pasó para que Deidara ingresara, sin pensar dos veces éste ingresó y sin permiso se sentó en un pequeño sillón llorando sin poder aguantar más, estaba asustado, había visto como mataron esos sujetos a su guardia, ese hombre había muerto por protegerlo a él.


 


Ohooo… Deidara, cálmate – mencionó Mikoto, abrazando al doncel, mientras Fugaku solo contemplaba al hijo mayor de su amigo llorar, algo no le estaba gustando para nada, se mantuvieron en esa posición unos minutos, hasta que el rubio poco a poco se tranquilizó.


 


Deidara ¿qué paso? – volvió a preguntar el Uchiha, mirando seriamente, pero antes de que el doncel le contestará su celular sonó – ¿qué sucede? – pregunto serio y su mirada cambio de repente – ¿QUÉ?, entiendo... no se preocupen él se encuentra bien... si... solo encárguense de investigar bien que sucedió – sentenció  Fugaku, una vez cortó la llamada, su mirada fue directo al doncel – necesitó saber… ¿qué paso?, Deidara – exclamó el pelinegro, con una voz calmada, para no asustar más al rubio.


 


Deidara soltó un fuerte suspiro y procedió a contarles todo lo sucedido en su casa, Mikoto al escuchar eso se dedicó a abrazar más fuerte al doncel, mientras esté dejaba salir más lágrimas, Fugaku al saber los hechos, salió de su habitación para ir a su despachó, no sin antes de ordenador a uno de sus empleados que preparé una habitación para el doncel, al ingresar a su oficina el Uchiha realizó unas cuantas llamadas y luego se llevó sus manos a la cabeza – maldito, así que pretendes matar al heredero Namikaze, eres una vil serpiente sin escrúpulos – tiró fuerte de sus cabellos, ¿cómo no pudo evitar eso?, casi el hijo de su mejor amigo había muerto y él ni enterado.


 


Iwagakure hospital principal


 


Ya habían pasado dos días donde el pequeño Naru estaba realizándose en esos momentos los exámenes, según para saber que estaba pasando con su actitud, los señores Namikaze habían ido a tomar algo de beber, mientras le habían dicho que cuidará de su hijo hasta su regreso “pero no es necesario que me dijeran eso yo amo a Naruto y aré cualquier cosa por él” se dijo internamente Sasuke, sentado en la sala de espera mirando el piso, al levantar la vista, juró haber visto a una persona mirarle fijamente, al parpadear esa persona ya no estaba “debe ser por el sueño” se dijo, recordaba no haber logrado dormir durante la noche, pensando que pasaba a su bonito doncel y como ayudarlo.


 


Sala de laboratorio


 


¡Bien!, ya todo está terminado, en unos momentos vuelvo Naru chan, iré a dejar las muestras y regreso para llevarte con tus padres – comunicó el médico, salió de la sala y fue por un pasillo largo para perderse en está, mientras una persona observó todo, al ver que ese médico se perdió de su vista, ingreso rápido a la sala donde diviso la figura delicada del doncelito, quien estaba recostado muy calladito, desvió su vista al escuchar el ruido de la puerta.


 


¡Doctor! – se dejo escuchar la voz suave de Naru, el menor se sentó en la camilla inclinando su cabecita rubia a un lado tratando de escuchar los ruidos – doctor, ¿qué pasa? – preguntó, angustiado al no recibir respuesta.


 


La persona solo sonrió de lado y lentamente se acercó, hasta quedar frente al rubito, se agachó para susurrarle en su oído – nos volvemos a ver pequeño asesino – soltó este, el doncelito al escuchar la voz de esa persona, sus ojos se abrieron enormes donde empezó a temblar, tratando de alejarse de ese ser.


 


No mi pequeño – sujetó fuerte ambos brazos del doncelito, al ver como Naruto trataba de alejarse – esta vez nadie te salvará, ¿quién puede ayudar a un asesino? – amenazó al menor.


 


No... no yo... no – pero el sujeto no le dejó terminar, al tapar su boca con una mano mientras con la otra empujaba el cuerpo del menor a la camilla, Naru al sentir el peso de ese sujeto en su cuerpo, se agitó, por más que intentaba gritar y pedir ayuda no podía, sus lagrimas empezaron a descender por sus morenas mejillas, al sentir la mano de ese sujeto subir la bata que traía puesto “no... snif... otra vez no... por favor que alguien me ayude... snif... Sasuke… ayúdame” suplicaba internamente el doncelito.


 


Me extrañaste mucho ¡verdad Naru chan! – interrogó el sujetó, acariciando la piel tan suave y cálida, no olvidaba su primer encuentro con ese pequeño, sabía lo que estaba haciendo era muy arriesgado, pero quería volver a sentir al pequeño, como años atrás – ¿cómo olvidarte mi pequeño gatito?, si la pasamos muy bien… pero esos estúpidos nos interrumpieron, pero esta vez no... esta vez nadie te ayudara gatito – murmuraba en el oído del doncelito, Naruto con sus manos golpeaba al mayor tratando de soltarse.


 


Naru desesperado al sentir como ese tipo empezó a mover sus caderas se asustó más, con sus delicadas manos clavó sus uñas para dañar a su agresor, éste al sentir el dolor en sus brazos, se alejo y con su mano libre golpeó el abdomen de Naru, dejándole sin aire.


 


Eso te mereces por insolente, mira que dañarme de esa forma – reclamó el sin vergüenza, estaba por volver a su cometido cuando escuchó ruidos en el pasillo, era mejor retirarse por el momento – nos volveremos a encontrar mi pequeño gatito ¿ah?, si le cuentas de esto a tus padres o al idiota de tu noviecito los matare a ellos y todo será culpa tuya – amenazó soltando al rubito, el menor solo se quedo quietecito, sin hacer nada – sabes de lo que soy capaz Naru chan, nos volveremos a ver – advirtió y salió sin ser visto por nadie.


 


Naru empezó a temblar llorando más fuerte, que podía hacer, ese tipo era muy peligroso, sentía tanto miedo que solo gritó fuerte por la desesperación, recordaba muy bien esa voz, ¿cómo olvidarla?


 


************ Flash back ************


 


Sin poder evitar me recosté en mi cama, tenía sueño, Utakata sensei me había mantenido estudiando la mayor parte del día sin descanso, luego cuando terminó mis clases, Gaara sensei me dijo que quería hablar conmigo, fuimos a su consultorio, me explicó que por unos días o tal vez semanas saldría de vacaciones donde viajaría a su ciudad natal que es Sunagakure, yo solo le deseé un buen viaje y me despedí muy contento.


 


Gaara sensei me llevo a mi sala dejándome ahí, como estaba cansado empecé a sacarme mi ropa, pero el ruido de mi puerta al ser abierta me alertó, pensé que era Gaara sensei, que había olvidado algo, pero eso fue mi gran error.


 


Pasa algo ¿Gaara sensei? – pregunté, tratando de escuchar un ruido de pisadas, pero no logré escuchar nada, solo sentí un fuerte agarré en mi brazo derecho, eso me asustó mucho – me lastimas – solté un gemido de dolor, me dolía mucho ese agarré.


 


Hola Naru chan – escuche una voz desconocida para mí, su forma de hablar no me gustaba para nada, trate de soltarme pero no pude – ¿sabes?, me dieron la orden de matarte... pero primero creó que sería bueno jugar – me susurró al oído, causando más miedo en mí, estaba por gritar pero una fuerte mano me tapo la boca y la otra me sujetó la cintura acercándome a su cuerpo – no… no mi pequeño gatito, ¡eso no se hace!, quiero divertirme contigo pequeño – me dijo y luego sentí que me arrastró hasta mi cama recostándome ahí.


 


Cuando lo sentí colocarse en mi encima, por la desesperación, empecé a patalear y dar golpes, estaba muy asustado, pero él me golpeó muy fuerte en mi estómago, que me dejo sin aire, al ver que no podía defenderme, me dio la vuelta con brusquedad, sin soltar su mano de mi boca y recargo todo su peso en mí, dificultando mi respiración.


 


Retiro su mano de mi boca y yo quería gritar, pero una tela se introdujo dentro de mi boca donde luego sentí una mordaza, el maldito me había amordazado con mis sabanas, luego me volvió a dar vuelta amarrándome las manos en el respaldo de mi cama, ya libre sus manos empezó a despojarme de mi ropa, ya nada podía hacer, mis lágrimas salieron por la impotencia de no poder hacer nada más.


 


Eres maravilloso… mi pequeño lindura, eres muy hermoso, te are gozar mi pequeño gatito – escuche susurrarme, me causaba náuseas sus malditas palabras, quería vomitar al sentir su asquerosa lengua en mi cuello y como sus manos recorrían todo mi cuerpo, ya que me encontraba desnudo, a su merced, no quería, lloré más al sentir sus manos en mis piernas tratando de separarlas, las junte y apreté con fuerza a modo de mi única defensa, pero el volvió a golpearme en el mismo lugar.


 


Me quede sin fuerzas y el aprovechó eso para abrir mis piernas con brusquedad posicionándose en medio de ellas, mis lágrimas aumentaron más al escuchar el sonido de su cremallera ser abierta, eso me asustó más, maldije la hora de no poder ver, mi desesperación no tenía lugar, cerré mis ojos con fuerza, al sentir como el maldito levantaba mis caderas, pero cuando ese sujeto levantó mis piernas escuche otra voz, más bien un grito.


 


¡OYE DESGRACIADO!, ¿QUÉ INTENTAS HACER? – no podía ver que estaba pasando, sólo escuchaba esa voz y como ese peso que tenía en mi, se apartaba rápidamente, yo me sentí aliviado y agradecido con mi salvador, escuche como forcejeos y un golpe sonoro donde pude escuchar una voz suave hablarme – tranquilo… todo ya está bien, nada te pasara… ya estas a salvo – me informo, eso me alivio mucho, más al sentir mis manos libres y como mi salvador me ayudaba a vestirme.


 


¿Quién… eres? – pregunté algo asustado y temeroso por lo sucedido, jamás pensé que me pasaría algo así pero quería conocer a mi salvador.


 


Soy Neji Hyuga – respondió rápido, su voz se escuchaba extraña – corre –susurro inaudible, lo sujete con mis manos y empecé a palpar poco a poco, subí hasta su rostro, se notaba que era muy guapo, su cabello era largo, no note nada extraño en él, pero lentamente fue cayendo de rodillas y me asuste mucho, baje tocando hasta llegar a su estómago, donde note algo raro ahí y cuando lo toque mejor, ese era unas tijeras, sentí humedad en mis manos y no era tonto para saber que era.


 


Ne...Neji san – pronuncie inaudible, dejando salir más lágrimas, ¿porque me pasaba esto a mi?, quise levantarme para pedir ayuda, pero había olvidado al sujetó que me atacó, que lo sentí atrás de mi, respiraba con dificultad.


 


Eres un pequeño asesino, mataste a este pobre diablo – me susurró al oído, escuché ruidos lejanos, estaba por gritar, pero él me detuvo – si cuentas de esto a alguien… mataré a tu maldita familia Naru chan, a todos tus seres queridos y todo será por tu culpa, ¿no quieres eso verdad? – yo no le respondí, pero él lo tomo como un sí, tener su cercanía me producía un temor que jamás sentí en mí vida, un pánico me invadió y empecé a gritar con fuerza – eso mi pequeña lindura grita y espérame, que nos volveremos a ver gatito – fue lo último que escuché.


 


Escuché pasos rápidos aproximarse a mi habitación, mientras yo estaba parado gritando por el susto que pase – pero que... ¡ohh por dios!, pidan ayuda de inmediato – habló “ese voz”, esa voz pertenecía al sujetó que me atacó – ¡oye!, ¿te encuentras bien? – su tacto me estremeció mucho “era él, no me podía equivocar”.


 


¡Eres tú!... maldito ¡tú lo mataste! – grité, tratando de encontrarlo, pero solo sentí como me sujetaban de los brazos con fuerza.


 


El paciente está confundido además a matado a este joven, será mejor tener cuidado con él – les ordenó a los que me sujetaban, sin poder hacer nada, uno de ellos me inyectó algo y mis fuerzas disminuyeron – acuéstenlo con cuidado – escuche que los ordenaba, mientras me depositaban en mi cama, tenía mucho sueño – vayan por una camilla y saquen el cadáver, yo me quedaré cuidando del paciente – exclamo, seguro eran enfermeras – veremos cómo, tus pobres padres actuaran al saber que su pequeño es un maldito asesino – me susurró ese doctor, antes de quedarme dormido.


 


************ Fin Flash back **************


 


Dejo salir más lágrimas y lloro “esto no es verdad” se lamentaba el doncelito, escucho como alguien ingresaba rápidamente y se acercaba a él, por reflejó Naru, como pudo agarró la sabana cubriéndose.


 


Naru... amor ¿qué pasa? – Sasuke se acercó preocupado a su novio, ver como su bonito doncel lloraba y su frágil cuerpo no dejaba de temblar le preocupaba mucho, el doctor le había dicho que terminó con los exámenes, que vaya a acompañar al doncelito, para que no esté solo, el azabache gustoso acepto, pero al llegar al pasillo escuchó el llanto y gritó de su pareja y al entrar le dolió mucho encontrarlo en ese estado.


 


NO... NO SNIF... POR FAVOR NO... SNIF... ¡ALÉJATE DE MÍ! – grito Naruto, el no poder ver lo molestaba mucho, por no poder ver, no podía saber quién era quién – ¿quién eres?, snif... ¿quién? – soltaba en llanto, esa voz parecía conocida, pero ya no estaba seguro.


 


Naru... soy yo Sasuke ¿qué pasa? – se acercó a su doncelito, desconcertado al ver la actitud y preguntas del menor “algo no está bien, ¿qué pasa Naruto?” se cuestionó internamente el azabache.


 


Sasu-Sasuke ¿eres tú? – preguntó dudoso el menor – ¿donde estas?, snif Sasuke él... él está aquí ayúdame Sasuke… ayúdame – suplico el menor desesperado al no sentir al azabache, tal vez era su imaginación por esa razón lloro más.


 


Sasuke se apresuró a estar junto a su bonito doncel sujetando las pequeñas manos de su novio –  tranquilo Naruto, todo está bien – hablo con la voz más delicada posible para tratar de que su doncelito se tranquilice – cálmate, yo estoy contigo, ya nada te pasará – dijo, abrazando al menor con delicadeza acariciando los dorados cabellos – todo estará bien tranquilo... cálmate – susurro en el oído de su bonito doncel.


 


Naru chan poco a poco fue cerrando sus ojitos, estar en los brazos de Sasuke, le producía seguridad y protección “cuanto hubiera deseado que me trataras así Sasuke, de esta forma cuando era pequeño” pensaba el doncelito, “tal vez es por que sientes lastima por mí y te siente culpable” pensó el menor quedando profundamente dormido.


 


Naruto que está pasando – murmuró el azabache, su actitud no era normal y fue que recordó lo que le dijo su bonito doncel “Sasuke él... él está aquí ayúdame”, ¿quién era él?, a que se refería Naruto ¿con que él estaba ahí?, “debo saber qué pasa con Naruto” se dijo, esa actitud no era normal, menos ver tan asustado y tembloroso de esa forma a su bonito doncel.


 


 


 


Continuara.......................................................................


 


 


 

Notas finales:

Nos vemos en el próximo capítulo.

Vieron que mi pequeño Naru chan no es ningún asesino, imposible.

Como son casi los últimos capitulo es hora del desenlace de mi historia y ahora comprenderán las cosas mejor.

Sé que parece que Sasuke la tiene muy fácil, pero no es así, la mayor parte de culpa la tiene el teme, ¿por eso?, creo que debe sufrir un poco ¿no?, den sus opiniones vale.

Gracias y mil gracias por aquellos lectores que siguen mi fanfic y envían sus RW, estoy muy agradecida de verdad mina san.

Arigato minaaaaaaaaaaaaaaaaa.


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