CAPITULO 30
Nación de Konoha
Residencia Uchiha
Dos semanas después
Deidara ¿cómo te sientes? – preguntó una preocupada Mikoto, mirando como el doncel tenía un semblante decaído.
Estoy bien Mikoto san… gracias – respondió el rubio decaído, ahora debía quedarse en la casa de los Uchiha por su bien, Fugaku le había informado que trataría de comunicarse con su padre pero ya pasaban dos semanas y su padre no regresaba, eso lo tenía preocupado.
Qué te parece ¿ir de compras? – sugirió la pelinegra, sabía que Deidara tenía ese semblante triste porque su hijo mayor tenía novio y prometido, eso fue una sorpresa para ella, porque la verdad pensaba que Itachi volvería con el hijo de Minato, pero nada podía hacer, su hijo les había contado todo donde viajaría a Iwagakure para hablar con su pareja, que lo traería cuando esté tenga sus vacaciones y que por el momento se quedaría en Suna para trabajar.
Gracias Mikoto san, en seguida me cambio y vamos – respondió el doncel, para que la pelinegra no se preocupara más por él.
Terminaron de desayunar y ambos subieron a cambiarse para salir, una vez listos, el chofer ya los estaba esperando, les tomó media hora llegar al supermercado, entraron y cada uno fue a buscar lo que necesitaban, unas dos horas después regresaron a casa y ayudaron a preparar el almuerzo, Deidara para esos momentos decidió olvidarse de todo.
Empresas Uchiha Corp.
Como siempre cada uno del personal que trabaja ahí realizaban sus actividades con esmero, todo era muy tranquilo, hasta que esta fue rota por un fuerte ruido, más bien una explosión de una de las alas del enorme corporativo, llamando la atención de seguridad y de todos los empleados del lugar, las alarmas empezaron a sonar donde todo se volvió un caos, los empleados corrieron de un lado a otro tratando de salir para salvar sus vidas.
Fugaku al escuchar tal explosión se sorprendió mucho mas al escuchar sonar las alarmas muy fuertes, estaba por salir pero la puerta de su oficina fue abierta abruptamente y vio ingresar a unos enmascarados con armas que rápidamente al verlo lo apuntaron.
¿Qué es lo que quieren? – su voz sonó normal, pero por dentro estaba muy preocupado, sabía que esos eran hombres de Orochimaru “miserable siempre atacando por la espalda” apretó fuerte sus puños el Uchiha.
Solo son órdenes de nuestro líder Uchiha san – respondió uno de ellos – es hora de que muera – mencionó, fue lo único que escuchó Fugaku antes de que en todo el corporativo se escuchará el sonido del disparó, alertando a todos – destruyan todo y maten a todo aquel que se interponga en su camino – ordenó este mientras se quitaba la máscara, dejando ver su larga cabellera negra y sus ojos amarillos.
Oro-Orochimaru mal...dito – fueron las últimas palabras del empresario Uchiha Fugaku, antes de cerras sus oscuros ojos mientras el viperino se puso de cuclillas mirando con desprecio al cuerpo.
Eso te pasa por no aceptar mi trato, Uchiha Fugaku tu maldito corporativo caerá, junto a tus hijos y esposa, ¡pero tranquilo!, que tu querido amigo te seguirá – informo con una sonrisa malvada en su rostro Orochimaru, se puso de pie y cómo ingreso salió de gran oficina, debían apurarse antes de que llegarán las patrullas.
En los pasillos se podía ver muchos cuerpos, cada uno con heridas de bala en diferentes partes de su cuerpo, Orochimaru y su gente se fueron, desapareciendo del lugar sin dejar rastros o eso creían ellos pero una cámara de seguridad que fue instalada anteriormente por Shikamaru, había grabado todo lo sucedido.
Residencia Uchiha
Mikoto y Deidara estaban en la sala tomando un té hasta que a la pelinegra se le cayó la taza, rompiéndose en mil pedazos al estrellarse contra el piso, llamando la atención del doncel que corrió a su lado para saber cómo estaba.
Mikoto san ¿qué pasa?, ¿se encuentra bien? – mencionó el doncel, ayudando a levantar los trozos de porcelana.
Si... solo que sentí una opresión en el pecho, pero ya paso – contesto la mujer mientras se paraba con ayuda de Deidara, quién la acomodo en el sillón.
Le traeré un vaso de agua – informo el rubio entrando a la cocina, la pelinegra solo se dedicó a recostarse “¿que fue eso?” se dijo internamente, vio que Deidara regresaba agarrando un vaso de agua que la ofreció, Mikoto la sujetó y se la tomó toda, devolviendo el vaso al doncel.
Gracias Deidara… creó que iré a descansar – informo y se puso de pié, seguida del doncel, subieron los escalones y al llegar a su habitación ingresaron, Mikoto se acostó en su cama matrimonial – también deberías descansar Deidara – sugirió la mayor, brindándole una sonrisa cálida al rubio, el doncel solo asintió en silencio y salió del lugar.
Estaba por llegar a su habitación cuándo escuchó el sonido del teléfono sonar de forma insistente, escuchó que contestaron y luego como alguien subía a toda velocidad, Deidara diviso a una de las empleadas, se veía algo agitada y preocupada.
Joven Deidara... debo hablar con la señora de inmediato – comunicó la muchacha en su rostro se podía notar la enorme preocupación que tenia.
Mikoto san se encuentra descansando en estos momentos – contesto el doncel, al ver la angustia de la chica decidió preguntar – ¿qué pasa?, puedes decírmelo a mí, yo me encargaré de informarla – propuso el doncel.
El gerente de la empresa llamó y me informo que asaltaron al corporativo y que… – empezó a contar nervioso la joven – que hubo una balacera donde muchos resultaron heridos y uno de ellos fue Fugaku sama – completó angustiada, al saber que su señor estaba herido.
¿Qué?, ¿no puede ser? – esto era una maldición, debía contarle a Mikoto – yo me encargo, no te preocupes – dijo, se dio la vuelta y fue a la habitación de la pelinegra, al ingresar se acercó mirando como la mujer dormía tranquilamente – Mikoto san – empezó a mover con delicadeza el cuerpo de la mayor.
Mikoto por los movimientos, empezó a despertar, sus ojos se abrieron donde pudo ver al rubio parado frente a ella.
¿Qué pasa Deidara? – mencionó desconcertada la pelinegra, miro el reloj de pared y se dio cuenta que no pasó ni medía hora – ¿Deidara? – miro extrañada al doncel.
Paso algo delicado Mikoto san – empezó a contar sin alterar a Mikoto, quien puso mucha atención – debe comunicarse de inmediato con el gerente… ¡Mikoto san!, asaltaron a la Corporación Uchiha y hubo una balacera donde hay muchos heridos, acaban de llamar hace unos instantes – explicó Deidara, la pelinegra llevo sus manos a su boca por la sorpresa, asintió en silencio y rápido marco su celular para esperar, al no recibir respuesta, marco otra vez esta vez con resultado.
Shikamaru, soy Uchiha Mikoto, ¿qué paso?, marque a la oficina de mi esposo y no contesta nadie ¿qué está pasando? – demando saber la señora Uchiha, estaba preocupada por su esposo.
Mikoto sama, lamentó informarle que Fugaku sama fue herido de gravedad, en estos momentos nos encontramos en el hospital principal – informo de inmediato el pelinegro por el otro lado de la línea – en estos instantes la policía debe estar investigando sobre lo sucedido – termino de contar.
Gracias Shikamaru, ya voy en camino y por favor cualquier cosa avísame de inmediato – corto la llamada, dejando salir unas cuantas lágrimas – debo ir, mi esposo esta en el hospital – murmuró la pelinegra.
Yo la acompañare Mikoto san – comunicó el doncel, sin perder más tiempo ambos salieron rumbo al hospital, al llegar entraron divisando a Shikamaru y alguno de los guardaespaldas, que al verla llegar, se inclinaron a modo de respetó.
Mikoto sama, joven Deidara – saludo de inmediato Shikamaru, realizando una reverencia, junto a todos los hombres presentes, Mikoto y Deidara respondieron al saludo.
¿Cómo esta mi esposo?, ¿que dijeron? – preguntó desesperada la pelinegra, Shikamaru estaba por contestar pero la puerta del quirófano se abrió dejando ver al médico.
¿Familiares de Uchiha Fugaku? – llamó el doctor, la pelinegra rápido corrió al llamado del médico, Deidara solo observó en silencio, esperando la información del médico, Shikamaru y los demás igual estaban esperando la información.
Soy su esposa, dígame doctor ¿cómo se encuentra? – contesto de inmediato la pelinegra, no le gustaba para nada esa mirada.
Lamentó informarle, pero su esposo acaba de fallecer, lastimosamente no aguantó la cirugía, la bala que recibió impactó en su pulmón derecho perforándolo... lo siento – comunicó el doctor, dejando a todos en estado de shock – necesitó que firmé una orden para realizar los trámites del fallecido – comento con delicadeza el médico.
Yo me encargaré, con su permiso Mikoto sama – informo Shikamaru al ver cómo la esposa de su jefe lloraba abrazada por el doncel, quien igual dejaba salir sus lágrimas, sabía que Fugaku Uchiha era serio y exigente en el trabajo, pero era querido por sus empleados y familia, siempre fue un hombre honesto y con principios.
Siga por favor... lo lamento mucho señora, con permiso – realizó una reverencia y se retiró junto al gerente, que esté antes de seguir al médico, ordenó cuidar de la señora Uchiha, quienes solo asintieron en silencio, ambos varones se perdieron entre los pasillos del hospital.
Mikoto san – grito el doncel al ver como la pelinegra se desvanecía en sus brazos, los hombres rápidos fueron en su ayuda para uno de ellos sujetar y alzar a la señora Uchiha, mientras otro iba por un médico, otro ayudaba al joven doncel.
Una vez Mikoto fue llevada a una sala para recuperarse, Deidara se quedo con ella, mientras los hombres cuidaban la puerta de la sala donde se encontraba descansando la esposa de su jefe.
Cuando Mikoto despertó lloro por la muerte de su esposo, Deidara solo se dedicó a consolar a la pelinegra que no dejaba de llorar, el doncel espero a que Mikoto se volviera a dormir y salió de la sala encontrándose con Shikamaru.
Shikamaru san, debemos llamar a mis padres para informarles de la muerte de Uchiha san – comentó el doncel.
Ya lo hice joven Deidara, Minato sama informo que ya viene en caminó juntó al joven Sasuke, su madre me informo que se quedara con el joven Naruto – comunicó rápido el varón, sorprendiendo al doncel por lo eficiente que era ese gerente, quería preguntar, pero el pelinegro continuó – también llamé al joven Itachi, quien ya debe estar por llegar – termino de contar el mayor “si muy eficiente” se dijo internamente el rubio.
Gracias Shikamaru san – agradeció el doncel aun sorprendido por lo eficiente que era el gerente general del corporativo Uchiha.
No me agradezca joven Deidara, es mi deber – contesto el varón, para realizar una reverencia y retirarse del lugar, Deidara solo soltó un suspiró profundo volviendo a la sala para acomodarse en un sillón y tratar de descansar “Itachi volverá, ¿qué aré al verte?, como puedo actuar cerca de ti” pensaba el doncel “y si vienes junto con Sasori, ¿podre soportar verte juntó a él?”, “no claro que no” se respondió a si mismo dejando salir sus lágrimas.
Nación de Iwagakure
En un departamento un teléfono no dejaba de sonar, hasta que un varón de mala gana levantó el aparato – ¿quién es? – preguntó con una voz fuerte, estaba molesto por que interrumpieron su siesta.
¡Estúpido!, ¿qué estás haciendo? – se escuchó un fuerte gritó del otro lado de la bocina, sacando de su ensoñación al otro – ¡contéstame Pain!, maldita seas – maldecían del otro lado.
Yo... bueno estaba descansando Orochimaru san – contesto algo nervioso el peli naranja – ¿podrías dejar de gritar?, maldición, lastimas mis orejas – reclamó, ya harto de esos gritos.
Y cómo quieres que te traté, con cariño – respondió sarcástico el pelinegro desde el otro lado de la línea – se supone que deberías estar impidiendo la salida del estúpido Namikaze, pero mis informantes acaban de decirme que ese desgraciado ya tomo un vuelo para venir a Konoha– reprocho del otro lado, Pain al escuchar esas palabras se sorprendió mucho.
Estas bromeando ¿verdad?, porque Minato san dejaría a su hijo en el estado que se encuentra – cuestiono Pain.
Porque el maldito Uchiha murió y tú deberías estar al tanto de todo esto – explicó Orochimaru ya exasperado de la ineptitud de su socio.
¡Maldición!, debiste informarme que asesinarías al Uchiha, ¿pero no?, tu solo actúas y por eso nuestros planeas siempre salen mal – replicó el peli naranja.
No se… ¿cómo lo harás?, pero quiero que esos dos, mueran apenas pisen tierra ¿entendiste Pain? – sentenció el mayor, cortando la llamada.
¿Dos? – se preguntó, ¿quién iba con el Namikaze?, sus labios formaron una sonrisa al saber quién era – Sasuke – murmuró y empezó a reír a carcajadas – dos pájaros en uno y un pequeño regaló por haber cumplido con mi deber, ¿Naru chan?, no puedo dejarte ir, no ahora – pronunció el peli naranja, agarró su móvil empezando a marcar, cuando contestaron, dio unas cuantas indicaciones y cortó su llamada.
Listo… ¿apenas ellos bajen del avión?, serán muertos jajajaja – empezó a reír como loco, pero paro en secó – ¿qué aras Naru chan?, otra vez tu estúpido novio te dejara, ¿pero esta vez?, será para siempre – decía, sentándose en un pequeño sillón bebiendo una copa de vino blanco, no podía negar, volver a ver a su tormento y verlo más desarrollado lo impactó mucho, le gustó pero por más amor que sintiera por ese pequeño, no podía dejar de ser un desgraciado por lastimar al que amaba, apoyándose en el sillón y cerrando sus ojos, empezando a recordar.
************ Flash back ************
Orochimaru me felicitó por la muerte de ambos mocosos, me dijo que tenía vacaciones, viajé a Kirigakure para visitar a mi novio, al llegar Nagato actuaba muy extraño conmigo, pase un año con él, pero al año siguiente me enteré que él muy zorro me era infiel, maté al desgraciado de su amante y el muy zorro me votó de mi casa, no dije nada y decidí volver a Konoha, llame a la serpiente de mi regreso pero me informo que debía ir a Iwagakure para matar al otro mocoso Namikaze, viajé sin replicar y al llegar averigüe donde estaba, no me gustó nada saber que el mocoso ese, estaba en un maldito hospital donde me era complicado ingresar.
Falsifique documentos y me hice pasar por médico, solicité trabajo, me aceptaron de inmediato, pues mis papeles decían que me gradué con honores, de la mejor Universidad, investigue todo sobre el doncelito, cuándo una de mis colegas me mostraba el hospital, según ella para no perderme, la estúpida me presentó a un bello querubín, de cabellos dorados, piel canela, esos ojos azules tan bonitos, pero algo llamo mi atención y era sus tres marquitas en cada mejilla, parecían bigotes.
La doctora me presentó a mi presa, al pequeño Namikaze que debía asesinar, no niego que me gusto el mocoso, pero debía cumplir con mi deber además que aún estaba dolido por la traición de mi ex novio.
Naru chan, puedes presentarte – le dijo la tonta mujer, inclinándose para estar a la altura del querubín, el doncelito realizo una elegante reverencia y se presentó a mí, que ingenuo era.
Mi nombre es Namikaze Uzumaki Naruto, mucho gusto – se presentó, se veía tan tierno y hermoso, que no pude resistir, quería desquitarme de lo que paso con Nagato, mire al pequeño, lo quería tener junto a mí, pero de una manera no muy sana.
Igualmente Naru chan – le dije, sujetando su pequeña y delicada mano donde bese en el dorso – eres tan hermoso – confesé, pero el doncelito se soltó de mi mano y se alejo de mí.
No... no yo no... es verdad, snif... USTED ESTA SNIF... ESTÁ MINTIENDO – gritó entre sollozos el pequeño, eso me sorprendió mucho, la doctora se lo llevo y luego me llamo para informarme que al pequeño, esas palabras lo alteraban.
Me enteré que Naruto tenía problemas de personalidad, un autoestima muy bajo, que eso se debía al maltrato psicológico y físico que sufrió el doncelito de niño, no se aceptaba y que pensaba que era feo y gordo, que en sus terapias repetía eso una y otra vez, por eso estaba prohibido mencionar palabras lindas al gatito, eso fue mi oportunidad o eso creí ya que la doctora y directora del hospital me dijo que debía ir a Kumogakure para trabajar ahí, me trasladaron y tuve que quedarme en el maldito lugar, era un maldito pueblecito donde me mandaron, no sabía qué hacer, pero tuve suerte, porque las enfermeras eran las que mayor trabajo tenían, pocas personas venían a consulta.
Orochimaru se burlo de mi, al saber de mí mala suerte, el muy desgraciado me ordenó quedarme ahí, para ganarme la confianza de la doctora Senju, solo me quedo esperar y aguantar, pase casi un maldito año ahí, aprendí muchas cosas en ese lugar también mucho de la medicina, en todo ese tiempo no dejé de pensar en el pequeño gatito, no sé qué pasaba por mí mente, pero creó que empecé a sentir algo por ese querubín.
Tsunade san me traslado al hospital de regreso, era mi oportunidad, el pequeño gatito había crecido y era toda una monada de doncel, no pude aguatar y trate de abusar de él, sin medir las consecuencias de mis actos, pero un maldito paciente me sorprendió y me golpeó con una bandeja de metal casi dejándome inconsciente, cuando me recuperé vi que hablaba con mi pequeño, no lo soporte y agarré unas tijeras y lo hale fuerte clavando en su abdomen, sabía qué lugar era más delicado, el idiota ese se agacho hasta apoyarse en el cuerpo de Naru, cayó al piso de rodillas luego cerro sus ojos, me pare atrás del doncelito y hable en su iodo, lo amenace, más por los celos que sentía de verlo con otro, escuché que venían, sin más me fui por otro lado y después entré junto a las enfermeras, le inyectaron para que duerma.
Cuándo la policía vino a investigar, solo contamos que todo fue un accidente, culpando al pequeño gatito, que se había asustado mucho al ser atacado por un paciente, como Naru chan era menor de edad además ciego, fue fácil convencerlos, más cuando la directora Senju dio su versión, esa estúpida mujer quería a mi pequeño como a su propio nieto, la policía cerró el casó y nadie volvió hablar de lo sucedido, hasta que los familiares del muertito aparecieron, tratando de abrir el caso, pero Tsunade san hablo con ellos, la verdad no se dé que hablaron, pero se fueron sin decir nada, para mi suerte, no había pruebas de nada, yo mismo me encargué de borrarlos todos.
Ordene llevarlo al área de psiquiatría, donde lo dejaron, informé esto a mis colegas y a la doctora Senju, ellos se encargaron de hablar con sus padres, yo no podía, Minato me conocía muy bien, por eso pedí a la doctora días de impedimento reportándome enfermó, cuando regrese al hospital visitaba a mi pequeño tormento cada vez que podía, éste sentimiento me estaba confundiendo mucho, tal vez era solo obsesión lo que sentía por Naru chan y quería comprobar eso pero antes de poder poseer su cuerpo el desgraciado de la serpiente, me ordenó regresar y no me quedo de otro que dejar a mi gatito otra vez.
************ Fin Flash back ************
Pero ahora que te he vuelto a ver donde pude sentir tu delicada piel, creó que es amor lo que siento por ti Naru chan – confeso Pain, se levantó y salió de su departamento rumbo al hospital – lo siento… pero no puedo y no quiero verte junto al maldito del Uchiha, me pregunto ¿que aras cuando tu noviecito muera?, pero igual no puedo dejarlo vivir, no junto a ti – subió a su coche y arrancó a toda velocidad con una sonrisa plasmada en su rostro.
Continuara..............................................................