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Notas del capitulo:

¿Alguien más está entusiasmadx con el comeback? Yo estoy que muero de emoción. El CD es maravilloso. *///* 

Aquí les dejo el segundo capitulo de este fic, ¿Namjoon ganará la apuesta? ¡Ya me diréis que os ha parecido!

La apuesta estaba hecha, si Namjoon lograba hacer aunque sea una vez bien la coreografía correcta, aquel chico con el que tanto había soñado, saldría con él. Inesperado pero cierto. Hay algo que no era capaz de entender; ¿por qué?, es decir, ¿por qué apostaría salir con él? Podrían salir en cualquier momento así que, ¿por qué eso? No iba a decirle que no, por supuesto, pero aquella duda inundaba su mente. No sabía cuántas horas habían pasado corrigiendo errores y mejorando los movimientos de su cuerpo, seguramente ya era más del medio día. Aquel joven con cara de ángel lo tocaba, movía su cuerpo como si tratara con una marioneta, intentando que entendiera que tipo de gesticulación corporal debía tener. Eso solamente conseguía despistar aún más al líder, ¿pero que iba a saber el más bajo acerca de eso? Él solamente trataba de ayudar de la mejor manera que sabía.

 

-  No. – Repitió Jimin deteniendo la música, desviando su vista nuevamente a su oyente. – No es correcto Nam. – Continuó la frase y volvió a acercarse a él. Lo miraba con dulzura, como si fuera un pequeño niño cometiendo errores en sus quehaceres del colegio. – Trata de ser menos un gorila y más como un ciervo. – Era la décimo novena vez que escuchaba la misma frase en las horas que llevaba en aquella sala a solas con su ajeno. Ahora más que nunca, deseaba que esa maldita coreografía se le introdujera por los poros de la piel, que saliera una simple vez, para tenerlo por una noche.

 

Volvió a intentarlo, una vez más, sin reprochar, no iba a darse por vencido tan fácilmente. La música se detenía y seguía, una y otra vez. El agotamiento era cada vez mayor hasta el punto de que por un momento la imagen que reflectaban sus ojos perdían color, se hacía más borroso, todo de daba vueltas. Tanto fue así que durante uno de los movimientos de baile dejó de ver y se notó tropezar con sus propios pies hasta caer al suelo, casi inconsciente, jadeando de cansancio. Era incapaz de moverse. Escuchaba al más joven llamarlo, pero no conseguía responder. Si no se movía, no podría practicar más y por supuesto, no tendría esa tan ansiada cita. <<Levantate. >> Se decía tratando de obligar a su cuerpo a sobrepasar sus límites. Poco a poco, gracias a la ayuda de su compañero, logró incorporarse en el suelo mientras el otro salió disparado como si fuera una bala a buscar rápidamente una botella de agua que poder ofrecerle. Namjoon aceptó enseguida, bebió asfixiado pero su cuerpo le pedía más de aquel fresco líquido.

 

-Vamos a dejarlo por hoy. – Declaró el chico del cabello rosado de manera tajante, como si no fuera a darle una oportunidad más.

 

Los ojos del moreno casi consiguen inundarse al pensar en la idea de perder aquella magnífica oportunidad por culpa de su propio cuerpo, era impensable, se negaba. Tenía que levantarse, una última vez, tenía que lograrlo ahora.

 

-Una vez más. – Dijo el más alto en un tono casi entre súplica, mirando a su escucha con ojos de ruego, pero el ajeno negó con su cabeza. Pensaba que si le dejaba continuar podía hacerse bastante daño y eso no es lo que quería, no quería volverlo a ver en el hospital debido a su constante sobre esfuerzo.

 

-Lo siento, pero no. – Volvió a añadir el más joven de manera seria, sin apartar la vista de la mirada del chico de cabello violeta. – Namjoon, siempre te sobre esfuerzas hasta el punto de hacerte daño, no voy a dejar que lo hagas esta vez. ¿No te das cuenta? Estuviste a punto de desmayarte.

 

El susodicho quedó cabizbajo, con una mirada extrañamente pesarosa, se sentía peor de lo que cuando se despertó. Tragó saliva y asintió con su cabeza, dando la sensación de que era un cachorro siendo reprendido por su dueño. No pasó inadvertido ante los ojos del menor, el cual le miró con una sonrisa tranquila y extendió su mano para ayudarlo a levantarse. El otro, volvió a subir su mirada y aceptó con cierta desgana la mano ajena.

 

- Quiero salir de todos modos. – Habló el menor y la mirada del fatigado cambió a una de extraña sorpresa y felicidad, ambas al mismo tiempo. - ¿Discoteca? Música, bebida… Mañana no tenemos que venir a ensayar, será divertido. – Continuó la frase en esta ocasión esbozando una sonrisa más amplia comenzando a recoger tanto sus cosas como las de su compañero. – Pero tengo una condición. – Se paró con seriedad volviendo a mirar al líder el cual le devolvió la mirada ladeando ligeramente su cabeza, dando a entender que prestaba atención. – Duerme unas horas al llegar a casa, come bien y salimos.

 

Jimin parecía verdaderamente preocupado respecto a la salud de su compañero de grupo, era algo normal, por supuesto. Entre los siete había muchísima complicidad y si algo le pasaba a uno es como si le hubiera pasado a todos, esto se aplicaba en todos los terrenos de sus vidas.

Salieron por fin, de aquel caluroso lugar, decididos a volver a casa en el vehículo que siempre tenían disponible para ellos. Durante el trayecto, el pelirosa parecía no poder dejar de mirar al moreno, como si vigilara su estado, por otra parte, el vigilado miraba a un punto fijo, estaba feliz de aunque no fue capaz de cumplir con su parte, el ajeno quisiera mantener aquella  cita intacta, pero a la vez, se encontraba extremadamente cansado. Así era que nada más llegar, sin ni quisiera comer decidió entrar a su habitación y allí acostarse en su cama en la cual no pasó ni un minuto sin quedarse profundamente dormido. Agradeció a su mente que no quisiera proponerle ningún tipo de sueño extraño, no recordaba haber soñado absolutamente nada hasta que le pareció escuchar aquella voz que enloquecía su mente, pronunciar su nombre.

- Namjoon. – Seguía escuchando decir al más pequeño, con una voz cálida, antes de abrir sus ojos volvió a pensar que era un sueño. Finalmente, logró despegar sus parpados y encontrarse frente a frente, muy cerca, con su compañero, el cual se había sentado en el borde de su cama con el propósito de despertarle. - ¿Has dormido bien? – Preguntó sonriente mientras el moreno se incorporaba en la misma cama.

- ¿He dormido mucho? – Estaba desorientado, sentía como si hubiera dormido por semanas, algo que de pronto le dio miedo al pensar que había perdido definitivamente su oportunidad.

- Unas dos horas, son las seis de la tarde. – Continuó para seguidamente tender sobre las piernas del líder una bandeja con comida, bebida y postre. – Pensé que te gustaría comer algo antes de salir.

 

¿Cómo se atrevía a ser tan lindo y mover de aquella manera su corazón? Ya era difícil para él ocultar lo que sentía por su vocalista como para que este tuviera detalles tan lindos con él. Pero sin duda, después de aquella siesta y la comida se sentía indudablemente mejor.

 

- Gracias. – Le dijo el moreno a su oyente recobrando su habitual sonrisa amplia, dejando ver sus dientes y sus característicos hoyuelos.

- Está bien. – Volvió a decir con casual amabilidad levantándose del lugar donde se había sentado momentos antes volviendo a retirar la bandeja que había traído, con la comida terminada. – Llevaré esto y comenzaré a prepararme, salimos a las nueve, ¿te parece bien?

- ¿La princesa necesita tres horas para prepararse? – Añadió el más alto, envolviendo su rostro en un gesto de burla, evidentemente tratando de que la respuesta ajena se volcara en atronadoras malas palabras. La verdad era que una de las cosas que más le gustaba en el mundo era ver rabiar a su pequeño.

- Necesito verme bien para mi príncipe, ¿cierto? – Después de aquella respuesta que el menor le dio como si su oyente fuera una de sus fans este rió, muy probablemente por la expresión de idiota que había tomado el rostro del moreno. Aquella respuesta se escapó de sus planes, normalmente hubiera sido una respuesta malhumorada, como la que siempre esperaba. ¿Qué le pasaba hoy al pelirosa? Estaba más apegado a él de lo normal, incluso en su manera de hablar había algo diferente.

 

Cuando la princesa aludida salió de aquella habitación, cerró tras de sí, dejando al líder con la expresión que había tomado momentos antes, ante aquella inesperada contestación. Volvió a agitar su cabeza, manía que tenía cada vez que se quedaba sorprendido con algo y volvió a pensar en que si de verdad estaba soñando, quería dormir para siempre  y que sin lugar a dudas, este era el mejor sueño que había tenido en meses, teniendo en cuenta que el de anoche fue bastante explícito. Le gustaba la idea de hacerlo suyo de aquella manera tan íntima, no era algo que pudiera negarse a sí mismo, pero le gustaba aún más la idea de pasar una noche a solas. ¿Y si terminaban haciendo “cosas de adultos”? Se rió para sí ante su propio pensamiento. La realidad era que no tenía ni idea de que orientación sexual tenía cada uno de sus compañeros, pero se hacía una idea debido a los comportamientos de estos y podía asegurar casi a un cien por ciento que ninguno era de una acera diferente a la común. Aunque si lo planteaba de la manera en que él mismo si lo era y nadie lo sabía, podía darse el caso de que otro de sus compañeros tuviera el mismo problema, algo que sería maravilloso si tenía en cuenta que por fin, podría contárselo a alguien. Pero no, no tenía tan buena suerte. Gastaba toda y cada una de las gotas de su suerte en su grupo, y con esto estaba bien. Hacía años que no tenía un romance, el único amor que podía demostrar era la música. Por supuesto, durante su época de estudiante y hasta antes de conocer al susodicho platónico, no le faltaban hombres con los que lucirse una noche, pero desde que lo conoció a él, era impensable tener otro cuerpo entre sus brazos.

Nuevamente se levantó de la cama, esta vez notaba que podía mantenerse en pie, ya no estaba tan cansado como aquella mañana, al contrario, estaba de tan buen humor que era incapaz de tomarse algo a mal en aquel momento. Disfrutó que una ducha tibia y se dispuso a observar detenidamente su armario por dentro, ¿qué era adecuado? Algo elegante, pero no tanto, no quería que pensara cosas extrañas. ¿Y si le preguntaba a Jungkook? Él tenía bastante buen gusto para la ropa pero,… Nunca le había preguntado a nadie que debería ponerse, así que sería extraño hacerlo ahora. Idea descartada.

La siguiente hora se le fue entre pruebas de vestuarios, la mayoría descartado hasta que al fin, seleccionó uno con el cual tenía dudas, pero era el más decente. Ya que irían a una discoteca, lo más normal era ir medianamente adecentados, así que, eligió un traje de vestir de un bonito color crema. Sí, así estaría bien. Una vez seleccionado el vestuario y había conseguido arreglar su cabello miró el reloj, 20:58, ¿cómo se había pasado el tiempo tan rápido? ¿En qué momento pasaron casi tres horas? Ahora entendía el por qué aquel margen de tiempo tan exagerado, le hizo falta, así que lo agradeció. Miró su reflejo en el espejo, estaba nervioso, le temblaban las manos y sentía como si su estómago se comiera así mismo, ¿acaso era una adolescente en su primera cita? Sentía como si hubiera retrocedido en el tiempo, a sus quince años, como si nunca hubiera salido con nadie hasta ahora. Respiró hondo, una vez más y abrió la puerta. Allí estaba él, radiante, agraciado, espléndido y tantos halagos más que su mente se bloqueó en pensar lo bien que se veía en aquellos pantalones negros algo ajustados, lo suficiente para mirarlos e imaginar.

 

- ¿Terminaste? Pensé que no saldrías nunca. – Dijo el pelirosa en un tono de burla, seguramente devolviendo el comentario que su compañero le había hecho antes de salir de su habitación.

-  Te ves fantástico. – Le salió del alma aquella sinceridad, enseguida reaccionó ante la expresión sorpresiva de su oyente, no supo cómo eludir su propio comentario, pero no quería tornar un silencio incómodo.- ¿Vamos?

 

El más joven aceptó, nadie los vio salir de la casa así que seguramente recibirías mensajes para saber dónde estaban aunque realmente aquella noche quería olvidar su teléfono móvil, olvidar sus obligaciones, sus responsabilidades, olvidar que era Rap Monster de BTS y tan solo disfrutar de aquella escena tan irreal.

 

 

 

Notas finales:

Aunque realmente no consiguiera "ganar" a Jimin se le ve muy entusiasmado por esa cita, ¿no creéis? ¿Tal vez a Jimin también le gustara Namjoon en secreto? :O ¡Nos vemos en el siguiente capitulo! 


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