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Accidentes Casuales por MDValentine

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Notas del fanfic:

¡Hola! Bueno, al fin este fanfic puede ver la luz de la noche(?) Lleva conmigo desde principios de Marzo de este año, lo hice con mucho cariño y amor a una pajarita muy especial para mí. Sí, tiene ~porno~ está todo fluff y la cosa. Un poquitín largo, ¡Pero! En ese entonces y aún cumple su cometido, gustarle a la persona que se los regalé.

Y hoy decidí que era hora de compartir el Graves x Twisted Fate que me tenía guardado y escasea mucho en español. Esperando les guste, pueden continuar~

 

Att. S

— Escalera real —.Desplegó las cartas sonriente, el abanico se abrió arrancando disgustos por toda la mesa mientras otras cartas eran lanzadas a la superficie con molestia, ninguna mano hubiese podido ganarle a esa.

— Hiciste trampa— señaló uno de los presentes. Lanzando su vaso al suelo, los vidrios rompiéndose contra la superficie atrajeron la atención de casi todos en la habitación.

Los hombres se levantaron a su alrededor, Twisted Fate sonrió desde su sitio sin moverse. Movió apenas su vaso de whisky, casi intacto, había aprendido con el tiempo a no beber mientras jugaba, no por cuidado a sí mismo, sino por lo que los otros podrían hacer.

—¿De que te ríes maldito estafador?—

— De tu incompetencia al jugar, tienes que culpar a alguien más de lo terrible jugador que eres —. Solo lograba verse su sonrisa, la confianza destilando por los bordes de esta sin humildad alguna. Claro que había hecho trampa, siempre que quería sacarles un poco más de dinero a todos, lo hacía; pero nunca nadie lo notaba. Twisted Fate era muy bueno jugando así que casi nunca tenía que incurrir a hacerlo.

Pero estaba claro, a esos pobres hombres les sobraba el dinero, y él, como buen samaritano que era solo quería ayudarles al quitar un poco de ese dinero de encima suyo.

—¡Maldita sabandija!—.

Una botella más fue rota ahora contra una pared, y se les lanzaron encima.

Él pateo la mesa, golpeando al viejo que había saltado primero. Se deslizó esquivando los golpes mientras movía una carta entre sus dedos. Un codazo en todo el hígado dejó a uno de los más atrevidos llorando de dolor, el escenario en aquel salón comenzó poco a poco a subir de temperatura y más personas empezaron a pelear por casi nada, tomando ese momento perfecto para desaparecer entre el griterío que lo buscaba para cortarle más que el cuello.

Una carta quedó atrás, y apareció en un callejón oscuro. Se peino el cabello hacia atrás y sacudió su gabardina de polvo y cualquier otra suciedad.

— Dijiste que saldrías sin problemas — murmuró una voz en la oscuridad. Fate formó una sonrisa mientras se acercaba a la voz.

Malcolm masticaba con cierta rabia algo entre sus dientes que Twisted Fate identificó como una rama de regalis, una que el mismo le había dado esa noche a modo de broma para sus crisis de ansiedad por la ausencia de nicotina.

—¿Y la pipa?—

— Se me acabó el tabaco y sólo me quedaba esta maldita cosa—

Fate, no, Tobias anulo las distancias entre ellos, y se pegó a el sonriendo travieso, por supuesto que estaba disfrutando de la pequeña escena, Malcolm rodeo su cintura, y antes de decir algo al respecto guardó silencio. Escuchó varios pasos corriendo por la calle. Fate solo subió sus manos al rostro de Malcolm, peinando su barba entre sus dedos, y quejándose cuando este le quito el sombrero y lo escondió tras suyo.

Callados, se besaron en medio del silencio de aquel callejón, escuchando como más personas se acercaban a su posición.

Graves no levantó la vista, solo seguía besando a Tobias, que respondía dulce al toque, pero estaba consciente que los hombres se habían asomado para ver si Fate había escapado ahí. Los pasos no llegaron hasta ellos, las sombras solamente jugaron aún más a su favor, con un gruñido y un metiche “Vayan a un cuarto” los dejaron solos. Los hombres continuaron corriendo por la calle mientras buscaban a Twisted Fate.

 

.0.0.

Era muy avanzado en la madrugada cuando entraron al pequeño restaurante zaunita, uno de los pocos abiertos a esas horas, y uno de los que más le agradaba a ambos; discreto y humilde. Solo querían comer algo antes de volver a la habitación del hostal. Además, eso daba más tiempo a la brecha de búsqueda que continuaría por unas horas más tras el trasero de Fate. En un punto se cansarían.

El sitio estaba relativamente vacío, se acercaron para pedir una mesa, la más alejada de la entrada y la más oscura. Fate Insistió que quería una mesa relativamente privada. Acarició el brazo de Graves para afirmar su pedido. Entre mentira y verdad. Comer juntos era uno de sus muchos momentos íntimos.

Pidieron algo ligero para comer y se sentaron alejados en un rincón.

—¿Aun te queda?—. Preguntó Malcolm con cierto tono ansioso. No era tan fácil dejar el cigarro y los puros. Pero él lo estaba intentando. Tenía a Fate al menos para ayudarle.

— Creo que sí, por aquí...—. Se acercó a él, metiendo su mano por detrás de su cuello, acariciándolo con sus dedos ligeros, y pasando por detrás de su oreja.

Sacando como si nada otra rama de regalis.

Graves lo miro levantando una ceja, el bendito truco de la oreja. No se cansaba de él, pero estaba ansioso, tal vez por eso no tenía tanta paciencia, bueno, menos de la usual. Gruñó un suave “gracias”, mientras la tomaba y lo mordía con ahínco.

— Cuando subamos, buscaremos una de esas pipas de las que tanto hablan, hotshot—. Dejo una suave caricia sobre sus manos temblorosas.

Graves volvió a gruñir una respuesta; tan elocuente, así amaba al bastardo.

Mantuvieron una charla varios minutos hasta que Fate lo silenció, era pasada la madrugada, tarde para muchos, y temprano para otros. Pero ¿Que hacía el prodigio de Piltover, Ezreal, ahí abajo en Zaun, con compañía?

Y no una compañía cualquiera. Hubiese batido las pestañas y hecho a un lado la presencia de Ezreal si lo hubiese visto con una mujer, el muy malcriado tenía fama de casanova, no era la primera vez que se topaba con él.

Un hombre alto que bien cubría todo el cuerpo de Ezreal con el suyo, cabello largo y sedoso de un castaño solo un poco más claro que el suyo y ropa que bien no sabía identificar su procedencia, pero el hombre parecía todo menos Jonio, lo descarto rápidamente.

—¿Lo conoces?—. Preguntó Fate a su pareja al lado.

Graves le dio un rápido vistazo — En mi puta vida —.

Un completo desconocido entonces. Fate sonrió con cierta malicia y comenzó a llamar al rubio, silbandole desde su sitio. Graves a su lado le insistió que dejará al chico en paz. Pero Fate era un malnacido, si no estaba estafando a gordos ricos, en sus tiempos libres disfrutaba de gastarle bromas a sus conocidos, gozaba de avergonzarlos cuando estaba en sus manos. Malcolm era una víctima recurrente, actualmente era un masoquista, Fate apostaría todo a que Graves lo disfrutaba en silencio.

Claramente, Ezreal estaba ignorándolos mientras pedía algo. Fate no solo era bueno robando y estafando, era bueno jugando y actuando. Sabía leer el rostro de las personas, y desde su sitio notaba la forzada expresión neutra que Ezreal obligaba en su rostro, conteniendo la risa nerviosa que se marcaba apenas en sus mejillas. El hombre que lo acompañaba sin embargo respondió al llamado, saludando con su mano y sonriendo como si conociese a los forajidos de toda la vida. Una expresión clara y sincera que Fate no tuvo de donde desconfiar.

Fate contuvo la risa como el experto jugador de póker que era, al ver como el extraño traía a Ezreal a la mesa, sobre todo por la expresión incómoda que este traía, por supuesto Ezreal no olvidaba que le debía dinero a Fate, pero no lo llamaba para cobrarle. Eso lo dejaría para luego.

¿Nervioso? Sí, Ezreal compuso un saludo chueco, ignorando al principio la presencia de Graves, que también lo ignoro mientras mordía su regalis.

— ¡Hey Fate! Oye, Creo que no es un buen momento para hablar sobre ya sabes que—

Fate solo se acomodó el sombrero y sonrió, si el chico pudiera estaría sudando balas, al parecer no quería que nadie lo viera justo en ese momento, pero se puso mejor, el extraño puso su mano sobre el hombro de Ezreal y le dio un suave apretón.

— No tienes por qué avergonzarte de hablar con tu ex —

Ezreal pareció ahogarse en su saliva mientras le daba una mirada que Fate conocía bien, esa que decía “¡No es él!”

—  No, nunca hemos tenido esa clase de relación— Afirmó Fate, sonriendo como un maldito.

— Le debe dinero— agregó Graves claramente molesto, su humor habitual para cualquiera que lo conociera.

—Ah, es eso — El extraño sonó calmado al respecto. Palmeando suavemente la espalda de Ezreal. Qué al notar la presencia de Graves la uso para cambiar el tópico rápidamente.

—¿¡Que diablos haces aquí Graves!?— Miro al susodicho y luego a Fate sin entender nada.

— ¿Qué diablos haces tú aquí, en Zaun, a estas horas?— Hotshot al fin y al cabo no era un apodo al azar.

— Y con compañía — añadió Fate, metiendo cizaña como todo un experto.

Pero Ezreal se dedicó a evadir los tiros.

—¿...Qué haces aquí con Fate?—

El  gruñido de Graves no se hizo esperar como respuesta. Rápidamente Fate respondió, tomando la gruesa mano de Malcolm y dándole un afectuoso apretón muy disimulado. Después de todo, no era cariñoso públicamente.

— Ya arreglamos todo — lo soltó de la mano y continuó molestando a Ezreal—¿Por qué no se sientan aquí con nosotros?— Graves a su lado se comportó, sin agregar más nada, de momento.

— Eh, no, no — trastabilló Ezreal al responder, pero su acompañante, el cual aún no se presentaba respondió por el.

—No se preocupen, nosotros ya pedimos una mesa—

Dicho y hecho, alguien en caja llamó al extraño. Taric, ese fue el nombre que todos escucharon. ‘Taric’ los despidió con un saludo y dejo a Ezreal por un momento a solas.

Aquella sonrisa peligrosa se paseó por el rostro de Fate. El escrutinio fue silencioso. ¿Qué hacía Ezreal ahí, con esa clase compañía? Una muy sincera según él, pero continuaba siendo muy interesante. Ezreal disparó primero.

— No sabía que ustedes...Salían — Sabía que le faltaba medio libro de historia con esos dos, pero conocía la parte que muchos conocían; ellos se odiaban a muerte.

O eso fue así alguna vez.

— Desde antes que tú leyeras tu primer mapa chico — Fate lo despidió con un gesto de mano— ve con tu chico, nosotros no diremos nada — le guiñó el ojo.

Ezreal quiso despedirse con palabras pero ya estaba claramente abochornado, formuló un gesto con su mano, una ‘despedida’ y se fue a la mesa donde estaría con ‘Taric’.

Fate y Graves esperaron a que estuviera lejos, hasta Fate rompió un momento la compostura y comenzó a reírse a lo bajo, seguidamente Graves con una carcajada ahogada. No podía creer lo que habían presenciado con sus ojos. Se compusieron tras unos segundos, manteniendo las fachadas y recibiendo la comida.

Cuando alzaron la vista de sus platos lograron percibir una nueva escena.

Ezreal se mostraba un poco odioso y arisco como un gato ante los claros avances de ‘Taric’, mas que desanimarlo con sus avances, parecía que solo lograba que este insistiese más con una enorme sonrisa.

De nuevo Fate y Graves se descuajaron de risa en su mesa tratando de ser lo más silenciosos posibles.

 

.0.0.0.

Apenas llegaron a la habitación en el hostal, tocaron la cama y cayeron inmediatamente dormidos. Se quitaron apenas las botas y las correas, el sombrero fue puesto cerca de la cama en la mesita de noche junto a un vaso con agua. Era una cama matrimonial, pero se hicieron un espacio uno encima del otro hasta perder la conciencia a favor del sueño.

Cuando todos comenzaron a despertar, ellos ya llevaban varias horas dormidos, pero el sonido de algunas botas chocando contra el suelo de madera del pasillo y algunas voces conversando los despertaron.  Graves bostezo abiertamente mientras Fate pestañeaba algo flojo. Dormirían luego unas horas más.

Fate llevaba el cabello un poco alborotado, estaba desparramado contra la almohada, se quitaba de la boca un mechón y volteaba a mirar a Graves que no dejaba de bostezar, unas bolsas se formaban abajo en sus ojos. Era por el cambio de horario, su vida transcurría el mayor tiempo de noche. Se encimo sobre su pecho, metiéndose entré sus piernas hasta hundir su nariz entre su pecho peludo. Inhalando del aroma con gusto y decidiendo que lo mejor era dormir un poco más, Graves pareció concordar con el.

Era lo mejor, habian dormido muy poco y tratar de levantarse así solo empeoraría el mal humor de Malcolm. Una hora más, se dijo a si mismo Tobías, mientras cerraba los ojos y disfrutaba del ritmo suave del corazón de Malcolm.

 

Habían abierto los ojos cuando un ejército de pasos salió del hostal casi a trote de caballo, el sonido de las suelas contra el piso fue atronador y ahora ellos miraban fijamente el techo mientras el ruido pasaba, era un hostal de poca monta, nadie los buscaría ahí. Por más que Tobías quiso uno un poco más lujoso, Graves se negó rotundamente.

Ahora seguramente estaría arrepentido, ¿Quizas? Y lo más probable es que su mal humor empeoraría tras despertar así. Tobías murmuró, subiéndose de nuevo al pecho de su pareja, inhalando su aroma lento hasta que comenzó a mover sus caderas encima suyo, frotándose descaradamente sobre el bulto que consistía en su miembro, se habían quitado los pantalones hace una hora tal vez, tratando de huir del calor del día.

Odiaba esa truza que Graves llevaba puesta, tenía un hueco en una de las nalgas, y ni hablar de otro par que tenia por ahí que tenía un hueco en donde caían los testículos. A veces se le antojaba meter el meñique por ahí y fastidiarlo. Lo hacía cuando lo veía usándolos.

Graves no dijo nada, había cerrado los ojos y mantenía los brazos extendidos, seguramente invocando paciencia de donde no tenía. Sabia como despertaba cuando no dormía bien. Se sentó en su ingle, y acarició su pecho por encima de la camisa medio abierta. Se levantó de encima suyo y se metió entre su piernas, hasta bajar a su miembro, y besarlo por encima de la ropa.

Primero fueron besos, tras unos minutos ya lo metía en su boca a través de la tela, no completo, pero si lo suficiente como para lograr que se tornara duro. Excitado, Malcolm habían empezado a jugar con su cabello.

Tenían que empezar el día de algún modo ¿No?.

La cama de cabezera de madera pero cuerpo de hierro rechinaba mucho cuando Tobías bajaba sus caderas para volver a penetrarse con el gordo miembro de Malcolm. Este se agarraba con una mano del espaldar y con la otra sostenía a Tobías de las caderas, a veces bajaba y le daba unos rápidos pero precisos toques al miembro de Fate, que no tenía que envidiarle mucho al suyo, se compensaban a su manera.

Trataban de ser lo más callados posibles, la experiencia les había enseñado a serlo, nada más engorroso que ser atrapado haciéndolo con su pareja. El pecho inmaculado de Tobías subía y bajaba con respiraciones elaboradas, rojo y perlado. Cerrado de ojos jadeaba en voz baja el nombre de su pareja “Malcolm” y solo eso. En cambio, Malcolm, podria hacerse pasar por un dalmata si lo intentara, su cuello, su pecho y sus pectorales estaban llenos de chupetones. Sus hombros tenían las uñas marcadas de Tobías que se movía como todo un campeón encima suyo.

Movía las caderas, apretaba sus glúteos, lo molestaba con la forma en la que lo tomaba. Era delicioso, Tobías sabía lo que hacía, pero este le daba su mérito a Graves y su bendita estamina. Nunca se había sentido tan bien y tan unido con alguien como cuando lo hacía con Malcolm.

Después de todo, ellos hacían el amor.

Tobias empezó a jadear con la boca abierta, con los ojos entrecerrados miraba a Graves, pidiéndole mucho más, ya se sentía llegar.

Su pedido no fue ignorado y ambas gruesas manos callosas lo sostuvieron de las caderas, guiando por completo el ritmo al encontrarse con las estocadas que retomaba Malcolm con sus caderas. Tobías se llevó la mano a la boca para ahogar el gemido que arrancó de su garganta.

Del cuello para arriba graves estaba rojo como un tomate, su pecho sudaba gotas gordas, seguramente sería media mañana y ellos estaban ahí encerrados disfrutandose el uno al otro.

Graves aumento las estocadas y uso una de sus manos para masturbarlo, Tobías apretó la boca. Mientras menos se hicieran notar mejor, pero era imposible contenerse cuando se sentia tan bien. Un cosquilleo fue subiendo desde su vientre y recorrió su espalda con un destello, logrando que llegara a su orgasmo.

Graves frotó su semen sobre su propio sexo, sacando un gemillido ahogado de la boca de Tobías, ya hipersensible por el orgasmo.

Graves lo acostó contra la cama levantando sus piernas para arremeter contra su intimidad. Esta vez Tobías tuvo que morder su antebrazo para no llorar de placer cuando Malcolm finalmente llegó a su orgasmo, jadeando profundo y ahogado, buscando aire con la boca.

Tomaron el ritmo frenético del éxtasis hasta que poco a poco fueron deteniéndose.

Malcolm volvió a acostarse, llevándose a Tobías encima suyo, estaban húmedos y pegostosos, el sol se colaba por la persiana de la habitación y no había ni un alma por los pasillos. No necesitaban de nada más en esos momentos.

 

.0.0.0.0.

Tobías estiraba los pies sentado al borde de la cama, moviendo los dedos juguetonamente mientras veía a Graves rascarse la nuca mientras recogía la ropa del suelo, en su camino se acercó a él y compartieron un dulce beso, prometía un poco más, pero sabían que no podían pasar todo el día en la cama, al menos, no de momento.

Por unos segundos estuvieron charlando entre susurros hasta que Tobías escucho algo.

— Shh Shh alguien se acerca—.

Ambos afinaron el oído. Pasos apresurados por las escaleras y de repente se detenían en el pasillo, dos personas. Caminaban, y se detenían, así lentamente. Ambos hombres buscaron sus armas mientras se preparaban para cualquier situación.

Mas no esperaron aquella.

Escucharon un cuerpo golpeándose contra una pared y unos gemidos ahogados. Tobías, afino el oído.

— Conozco esa voz—.

— No quiero ni saber cómo demonios lo sabes —. Susurró Graves poniéndose la truza matapasiones.

De nuevo los pasos aumentaron y se detuvieron cerca de su puerta.

—Ahh, Taric… abre la puerta, ábrela ya—

De todos los hostales y hoteles, ellos habían elegido ese.

Tanto Malcolm como Tobías guardaron absoluto silencio, no por que debieran de guardarlo. Si no porque si llegaban a reírse aquel par de calenturientos escucharían sus carcajadas desde su habitación. 

Notas finales:

¡Gracias por leer! Déjanos un review si te gusta, y si te gusta LoL date un paseo por nuestro perfil <`3


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