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Nuestro peligroso secreto. por Alabama Now

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Notas del capitulo:

Saludos a todos !!

Espero que esten muy bien en este fin de año que se vine a pasos agigantados. Les traigo aqui otro capitulo de esta pequeña historia, algo nuevo y diferente que me ha emocionado escribir y me divierte. 

Deseo que les entrgue unos minutos de entretencion y encienda nuevamente su curiosidad por saber qué es lo que sigue !

 


Consumido por las llamas.


 


Con un gracioso salto hacia atrás logró esquivar aquel letal golpe que iba directo a su rostro. Tuvo que realizar el mismo movimientos dos o tres veces ya que los puños de su atacante no le daban tiempo a tomar espacio y voltearse. Hasta que este tomó tiempo para respirar. Con una sonrisa traviesa volvió a saltar con la ligereza que le daba su delgado cuerpo y de una patada mandó a volar varios metros a su adversario. A su extraña velocidad corrió tras él y comenzó a asestarle puñetazos en el vientre buscando quitarle todo el aire de los pulmones. Pero su adversario bloqueó un golpe crucial y le mandó un rodillazo en un costado de la pierna, con tanta fuerza que le hizo perder el equilibrio y trastabillar hacia atrás. 


Vio volar una patada hacia su rostro y solo se le ocurrió dejarse caer hacia atrás y sujetar el tobillo con habilidad. Soltó un jadeo de esfuerzo cuando, con toda su sobrenatural fuerza, tiró de aquel pie para hacer pasar a su adversario sobre él mismo y dejarlo de espaldas en el suelo. Antes de que el otro pudiera levantarse se sentó sobre su pecho, sujetándolo de la pechera y con el puño levantado directo hacia su rostro. 


-Veo que no has perdido práctica, Naruto. - le dijo con voz jadeante desde abajo. Y sin avisar hizo un juego con las piernas que arrastró al mencionado al suelo hasta intercambiar posiciones. - Pero no debes confiarte. - 


-Shikamaru. - jadeó el rubio. 


-Estas muy distraído últimamente, es problemático. - dijo el castaño levantándose y ayudando al mas bajo a ponerse en pie. 


-Vamos, una vez mas. - insitió con una enorme sonrisa. - Puedo vencerte en la siguiente. - 


Por respuesta recibió una patada en la parte posterior de los tobillos con el objetivo de hacerlo caer, pero sus rápidos reflejos lo hicieron saltar y luego lanzarse de nuevo contra el mayor en una pelea de práctica que duro varios minutos, agotándoles los músculos y dándoles la euforia de la pelea. Y fiel a su promesa esta vez fue el rubio quien logró reducir a su adversario con una agotada sonrisa en el rostro. 


-Punto para mi. - le dijo al castaño recostándose a su lado intentando recuperar el ritmo normal de su respiración luego de aquel extenuante entrenamiento. 


-¿Me vas a contar que te ocurre? - le dijo Shikamaru sentándose y mirándolo desde su altura.


-Tengo que estar muy mal para que te preocupes así. - se mofó el mas bajo. - La cosa es … que tengo novio. - le dijo ruborizándose.


-Tsk. - chasqueó la lengua. - Mientras no sea problemático. - miró por un segundo la expresión enamorada del rubio. -¿Y quien es? - 


-Un chico de mi clase. -respondió feliz. - Un chico muy guapo. - 


-Supongo que no nos iras a montar otra escena aquí. - dijo con dobles intenciones Shikamaru.


Y logró su objetivo. Rápidamente los colores le subieron por todo el rostro al menor quien se cubrió la cara con ambas manos, en un intento de evitar la vergüenza que sus propios recuerdos le traían una y otra vez a la cabeza. El castaño sonrió divertido con su actitud y se puso en pie.


-Nunca me dejaran olvidarlo. - se quejó Naruto aceptando la mano que le era ofrecida. 


-Jamas. - fue la escueta respuesta.


-¡Chicos! - llamaron desde la puerta del gimnasio una alegre voz femenina. - La cena esta casi servida. - 


-Espero que no hayas cocinado tu, Sakura. - le dijo el rubio con burla.


-¿Has dicho algo, Namikaze? - preguntó la muchacha de cabellos rosas alzando un puño en señal de amenaza a lo que su amigo solo agitó la cabeza negando todo.


-Oye, Sakura, buenas nuevas. - le dijo Shikamaru mientras los tres caminaban por el pasillo. - Naruto tiene novio. - 


-¿Enserio? - se emocionó la muchacha. - ¡Eso es fantástico! - le dijo dándole un abrazo sin importarle lo sudado que se encontraba. - Espera… no nos iras a montar otro numerito como el de la vez pasada, verdad? - 


-¡Oh, cielos! - se quejó el rubio. - ¡Fue hace meses! - 


Entres burlas y protestas los tres chicos se dirigieron hacia sus respectivos departamentos a cambiarse para luego cenar todos como habían acordado en casa de Naruto con Kakashi, quien había prometido cocinar esa noche. Si bien la noticia había alegrado a sus amigos, el rubio no tenía intenciones de develar mucho mas acerca del muchacho que le había robado el corazón. 


+ + + + + + + 


Sentir aquel delgado cuerpo sobre el suyo, serpenteante, pegado centímetro a centímetro a él, era enloquecedor. De forma juguetona aquellos labios le besaron con lentitud la mejilla y fueron haciendo un recorrido hasta la comisura de su boca donde con la lengua lamió todo su labio inferior, tentándole, haciendo que un suave calor se acomodara en sus entrañas. Sasuke tomó la traviesa boca de su novio con la propia y se dedicó a besarlo con calma, disfrutando del sabor de su lengua y de la suavidad de sus labios. Naruto le cedía paso y se dejaba hacer, disfrutando del silencio solo interrumpido por el sonido del beso y sus suaves jadeos. El mas bajo disfrutó de los labios del brujo que se deslizaron por su barbilla, bajando por su mandíbula hacia su cuello. Soltó un suspiro deleitado con sus atenciones. 


Estaban en el cuarto de Sasuke y era bastante tarde. Nuevamente Naruto se coló por su ventana y se había acomodado en la enorme cama del pelinegro simplemente a disfrutar de la compañía del otro como solo podían hacerlo entre esas cuatro paredes. El rubio le encantaba la libertad de mostrar la piel marcada de sus brazos y al moreno le agradaba poder hablar con alguien mas todo lo complicado que se volvía su vida con las cosas sobrenaturales que le pasaban. Y entre besos fugaces y bromas pesadas, ambos chicos se perdían en los ojos del otro con una pasión arrolladora. Naruto se había colocado sobre su cuerpo, dejando todo su peso contra aquel fuerte pectoral, apoyando las manos sobre el mismo, sintiendo el latido del corazón del Uchiha bajo los dedos. Al tiempo que el mas alto le rodeaba la cintura y se dedicaba a besarlo con toda la ternura de la que era capaz. 


En un arranque pasional Naruto cazó la boca de su brujo y le besó de forma ansiosa, poniendo su deseo en evidencia, sintiéndose repentinamente desesperado por el calor que parecía subírsele a la cabeza. Sintió el suave jadeo del pelinegro chocar contra sus labios y como las blancas manos comenzaron a ascender por su espalda en una caricia sobre la ropa. Llegaron a sus hombros y descendieron por sus brazos, donde las palmas absorbieron aquel enloquecedor contraste entre los fríos tatuajes y la piel que comenzaba a calentarse. El cazador se movió sobre su presa y su mano derecha inició un lento descenso por todo el abdomen hasta llegar al borde de la camiseta y colarse bajo ella, encontrándose con el tacto de aquella piel suave y cálida. 


Sasuke sintió un agradable hormigueo recorrerle el vientre junto con aquella mano que ascendía por su costado dispuesta a subirle la camiseta, y se separó de los labios del rubio. Se quedaron completamente quietos, mirando directamente los ojos del otro, con las mejillas sonrojadas y la respiración agitada, por largos segundos. El corazón del moreno parecía haberse disparado con su loco bombeo, y solo pudo bajar la vista apenado. 


-Yo…- comenzó a decir el moreno, pero la voz se le quebró a mitad de la frase. Sintió como el rubio retiraba su mano de debajo de su camiseta y se ocultaba en su pecho.


-Lo siento, me he dejado llevar. - le dijo con la voz amortiguada por su escondite. 


-No pasa nada. - le dijo Sasuke con voz ronca. El menor rodó hacia un lado y se quedo recostado junto a su novio mirando el inmaculado techo blanco de la habitación. 


-No estas seguro. - dijo suavemente Namikaze. - No te preocupes, lo entiendo. - 


Sasuke se volvió quedando de costado y apoyo su codo en la cama, sosteniendo su rostro, mirando a su cazador desde allí. Llevaban de novios casi un mes y cada día parecía que le costaba mas resistirse a ese precioso muchacho rubio. Quería decirle que no es que no estuviera seguro de querer ir mas allá, sino que simplemente le asustaba no saber que ocurriría con su cuerpo, o peor, con el de Naruto, una vez que dieran ese paso. No tenia idea como reaccionaria o lo que pasaría. Levantó una mano y acarició con los dedos uno de los brazos del mas bajo. A pesar de que no le encantaban aquellos escalofriantes tatuajes tenia que admitir que le fascinaba reseguirlos con las manos. 


-¿Tu hermano no esta en casa? - preguntó Naruto, disfrutando de aquellas sutiles caricias. 


-No, suele trabajar de noche. - 


-¿En serio? - preguntó interesado. - ¿A que se dedica? - 


-Es dueño de un club nocturno. - 


Aquello le arrancó una carcajada al cazador quien no podía imaginarse a un imponente brujo manejando un lugar de poca monta donde bailaban mujeres desnudas y se servía alcohol a raudales, aquello debía ser una broma. Uchiha le observó de manera cálida, fascinado con su reacción y los níveos dedos resiguieron su clavícula con curiosidad provocándole un estremecimiento placentero. De la nada una duda le asaltó, algo que antes no le había preguntado al cazador. 


-Naruto…tu… - dudó un poco cuando los ojos azules le miraron expectantes. - ¿Has hecho…? Bueno, esto. - terminó señalando con la cabeza la posición en la que se encontraban. 


El rubio se sonrojó con violencia por la pregunta tan inesperada. No era precisamente tímido, pero no era un tema que pensaba tratar con Sasuke. Sintió los nervios subirle por la garganta y volver su lengua pesada y torpe, simplemente no sabía si contarle algo así a su novio seria buena idea. Finalmente asintió sin querer mirar los ojos negros de Uchiha. Este último detuvo el paseo de sus dedos sobre el cuello tostado y sintió el movimiento cuando tragó con fuerza. No era como si no se lo esperara, pero fue igual de inquietante enterarse de que no había sido ni sería el primero para Naruto, que alguien mas le había besado y acariciado sin tener los reparos que el tenía a la hora de dar ese paso, de querer unir su cuerpo con el de su novio.


-Cuéntamelo. - fue el susurro del brujo. Los ojos azules se abrieron con sorpresa y miraron al chico a su lado.


-No creo… no creo que sea buena idea. - fue la escueta respuesta.


-Tengo curiosidad. - 


Los blancos dedos volvieron en su camino suavemente, recorriendo de una clavícula a la otra sobre la camiseta y rozando la piel allí donde la tela no la cubría, para luego ir descendiendo por su pecho, acariciando con la delicadeza de alguien enamorado. No era algo que Naruto creía correcto, si bien Sasuke no parecía alguien de mente precisamente muy cerrada, tampoco podía decirse que le gustara compartir. Parecía imposible que con todas las reglas que estaba rompiendo al estar tranquilamente recostado en la cama de un brujo, al permitirle acariciar sus tatuajes y contarle secretos de su familia; hubiese algo que le diera tanta pena decirle. Volvió a tragar con fuerza.


-Fue alguien de la familia. - comenzó. - Un cazador como yo. Nos conocemos desde muy pequeños y siempre creí que me gustaba muchísimo. Ya sabes, la adolescencia y esas cosas. Comenzamos esto que nunca tuvo nombre, solo salíamos y nos besábamos cuando el venía de visita a verme y simplemente sucedió. - la sonrisa nostálgica del menor atrajo los negros ojos. - Fue… especial. Él es alguien muy importante entre los cazadores y yo siempre quise estar a su lado. Pero era muy difícil poder vernos por su cargo y tiene que estar con los altos mandos. - 


-¿Lo extrañas? - 


-Si. - respondió con sinceridad. - Pero cuando te conocí, todo lo que creía sentir por él fue irrelevante. Yo… - volvió a  sonrojarse con violencia y sus manos comenzaron a articular de forma nerviosa. - simplemente estaba fascinado contigo. Cuando te vi mi primer día de clases me pareciste tan serio, te le parecías tanto, tan altanero. Eres un fastidio, sabes? - rió. - Cuando supe que eras un brujo tuve que usar toda mi concentración para no matarte después de clases. Estaba contrariado, no sabia qué hacer, me habías parecido un chico interesante así que simplemente me dedique a observarte, me gustaba estar contigo aun sabiendo todo. Creo que me di cuenta que me estabas comenzando a gustar cuando me dejaban faltar a la escuela después de una noche de caza y yo me empeñaba en ir solo para verte. - 


El calor se apoderó del rostro de Sasuke y pareció concentrarse también en un lugar de su pecho, justo sobre su corazón. Esa sinceridad de Naruto le dejaba sin palabras, esa entrega tan limpia de sus sentimientos era lo que le desarmaba y ataba su alma a la suya cada vez mas. Estaba perdido, enamorado de aquella personita tan alegre y llena de energía, quien poseía esa escalofriante habilidad de volver las frases mas letales en unas graciosas. Su mano subió rápidamente hasta la mejilla de Naruto y bajó su rostro hasta besar aquellos labios que se entreabrieron ansiosos para recibirlo. El rubio le atrajo con las manos en su nuca, enredando los dedos en su cabello. Besó aquella boca con calma, intoxicándose de su sabor, perdido en su suavidad y en la húmeda calidez de su textura. 


Una risita por parte del cazador les hizo romper el beso, los ojos negros le miraron curiosos interesado en saber que era lo que había provocado su repentina distracción. 


-Solo me estaba acordándo de algo terrible. - le dijo con voz risueña. - Hoy le he contado a mi familia que tengo novio. - el rostro del brujo mutó en una mueca de terrorífica sorpresa. - Tranquilo, tranquilo. Solo les he dicho eso, era difícil inventar excusas para escaparme por las noches. - 


-¿Y que te han dicho? - 


-Me pidieron que por favor no montara una escena. - y volvió a reír. Tras mirar los confundidos ojos oscuros le explicó: - La ultima vez que nos vimos este chico y yo, bueno, nos dejábamos llevar con bastante facilidad. Y estábamos en el gimnasio, pensando que nadie iría allí. Pero olvidé que ese día había entrenamiento en grupo y toda mi familia, incluyendo la suya, nos vio. - luego volvió a reír aun con el recuerdo fresco en la mente. - Fue tan vergonzoso. Aun recibo burlas por eso. -


Sasuke soltó el aire sonoramente por la nariz conteniendo la risa al ver ese rostro avergonzado e imaginarse la escena. Él no habría podido mirar a su hermano a la cara si le hubiera ocurrido algo así. Había recabado gran información de ese relato, haciendo aun mas interesante a aquel chico rubio bajo él, quien no se amilanaba con nada. Su eterna curiosidad saqueaba su mente con miles de preguntas sobre la familia de Naruto, como sería, quienes la conformaban. El pelinegro sabia por conversaciones anteriores que, al igual que él, Namikaze no tenía padres y que estos había fallecido cuando el era muy joven. Pero no sabia en que consistía la nombrada familia del mas bajo. Tampoco de la conformación de los cazadores como para saber que existía un consejo o  algunos mas importantes que otros, eran bastante jerárquicos. 


Y sobre todo la curiosidad de saber quien había sido aquel personaje tan importante en la vida de Naruto, el primero para él en muchos sentidos y con quien parecía haber vivido aventuras vergonzosas y otras no tanto. Además que parecía que entre ellos no había un final para su relación, sino mas bien una simple separación producto de la distancia. Una espina de celos se clavó en su pecho. Por mas que quisiera saber de aquel personaje no se atrevía a volver a preguntarle a Naruto y ver los ojitos de este brillando con nostalgia. 


-Eres mi primer novio. - fue el dulce susurro de Naruto mientras acariciaba el rostro de Sasuke. - Y solo quería que todos lo supieran. - 


Una corriente posesiva se propagó por su pecho, mezclado con una necesidad hasta entonces desconocida para sus dieciséis años. Se abalanzó sobre el mas bajo, juntando sus bocas en un arranque pasional que los llevo a estremecerse a ambos. Coló su lengua en la cálida cavidad del rubio buscando a su compañera que pronto se le unió con voracidad. Se movió hasta colocarse entre las piernas de él mas bajo que este separó presa de su deseo. Parecía estar intoxicado con el sabor de aquella boca, con el aroma del cazador que se filtraba por su nariz, sentía la cabeza nublada incapaz de percibir nada mas que ese asfixiante calor. El ritmo de los besos se volvió hambriento, sin poder determinar cuando terminaba uno y comenzaba el otro.


Sasuke comenzó a jadear, sin poder meter suficiente aire en sus pulmones. Tenia la apremiante necesidad de sentir la piel del mas bajo entre sus dedos. La ropa le estorbaba, le impedía el roce con aquel cuerpo bajo el suyo. Las manos de Naruto descendieron por su espalda hasta colarse bajo la camiseta del pelinegro y sentir el calor de aquella espalda contra los dedos. Subió poco a poco la prenda mientras su boca disfrutaba de aquellos hambrientos besos. Uchiha se acercó mas al cuerpo bajo el suyo, subiendo por él, acoplando sus caderas a la pelvis de cazador, haciendo que este levantaras las piernas para comenzar con un insinuante roce que le arrancó al rubio el primer gemido que murió entre sus bocas unidas.


Aquel sonido volvió loco al brujo, dejando su cordura reducida a nada.  Con una mano se aferró al respalde de su cama, intentando buscar un punto de apoyo, algo de realidad a ese torbellino de sensaciones. Su otra mano se deslizó por un costado de la delgada figura de Naruto y sus labios hicieron un húmedo recorrido por su mandibula hasta perderse en su cuello. Allí, donde el aroma del rubio era intoxicante y lamió con descaro su piel, fascinado con el sabor que encontró.


-Ah. - un gemido abandonado salió de la boca de Naruto. Las sensaciones estaban desquiciándolo. Ese cuerpo mas grande sobre él era una invitación a tomar todo lo que sus oscuros deseos querían. 


Comenzó un suave vaivén con sus caderas, buscando un roce que su ropa no le permitía tener. Una de sus manos bajo nuevamente por la espalda del Uchiha hasta aferrarse con descaro a su trasero y atraerlo mas hacia su cadera. El sonido ronco que dejó escapar el mas alto en su oido le erizo hasta las pestañas. Maldición, estaba perdido. Lo deseaba con locura. De pronto entreabrió los ojos y vio una luz que provenía de sobre su cabeza que antes no había notado y a su nariz llego el inconfundible aroma de algo quemándose. El calor parecía venir de otro punto que no eran sus cuerpos juntos. 


-¡Sasuke! - le llamó con urgencia. - ¡Sasuke, algo se quema! - 


Rápidamente ambos chicos se sentaron en la cama y vieron con sorpresa como el respaldo de la cama se había encendido y las suaves llamas del fuego se adherían a su madera. Se pusieron en pie con preocupación.


-¡Hay que apagar eso! - exclamó el rubio dispuesto a salir del cuarto y buscar algo con lo que detener el fuego que avanzaba por la cama de Uchiha.


-Dame un segundo. - fue la respuesta que recibió.


Vio como el moreno levantó una mano hacia las llamas y susurró algo apenas moviendo los labios. Los ojos azules se abrieron con sorpresa cuando las llamas comenzaron a retroceder y se hicieron pequeñas hasta desaparecer por completo. Luego Sasuke se acercó hacia la cama quemada y puso los dedos sobre las sabanas ennegrecidas y estas comenzaron nuevamente a recuperarse, desvaneciendo cualquier rastro de lo que allí había ocurrido. 


El pulso de Naruto no parecía querer volver a la normalidad después de aquel susto de verse envuelto en las sorpresivas llamas. Y menos después de presenciar como su novio realizaba magia con una enorme facilidad, dejando todo como si nada hubiese ocurrido. No era la primera vez que veía aquel desplante de poder de Sasuke, pero eso no evitaba que le pusiera la piel de gallina la magia. Como cazador, percibía la magia en los nervios que se le crispaban y en una fría corriente en la columna, así podía perseguir a un brujo mientras cazaba. Pero estar tan cerca le hacia un nudo en el estomago y le hacia sudar las palmas de as manos. 


-¿Que ha ocurrido? - preguntó con voz estrangulada. 


-No tengo idea. - decía absorto el moreno, tocando el respaldo de aquella cama, intentando comprobar de donde habia salido el fuego. 


-Me ha dado un susto de muerte. - Naruto se pasó las manos por el cabello en un gesto nervioso. - ¿Esto te suele ocurrir? - 


-No, nunca me había pasado. - 


-Sasuke… - la dubitativa llamada atrajo de inmediato la atención de los ojos negros. Y el rubio dio un respingo asustado, saltando ligeramente hacia atrás. Sin embargo, no pudo saber que iba a decirle Namikaze cuando el sonido de su móvil interrumpió el silencio de la habitación. - Diga. Ya no fastidies, ya voy. - se encaró nuevamente con los ojos negros. - Debo irme. - 


Había algo extraño en su tono de voz. Se acercó a la silla donde al llegar había dejado su chaqueta, la tomó y salió por el balcón sin siquiera despedirse de él. Parecía como si hubiera salido huyendo de la habitación. Sasuke se quedó helado unos momentos, sin entender muy bien que era lo que había pasado allí. Primero estaba besando a su novio en un arrebato pasional, finalmente olvidando todo excepto aquel enfebrecido deseo por poseerlo y de la nada la cama comienza a arder. 


Se pasó una mano por el cabello sin entender nada. ¿Que diablos había ocurrido? Y una idea comenzó a abrirse paso en su mente. Recordaba haber sujetado aquel respaldo con fuerza mientras besaba a su novio. ¿Él le había prendido fuego a la cama? Maldijo en voz alta al tiempo que se dejaba caer sobre el desordenado cobertor. Si había sido así, ¿como diablos iba a solucionarlo? 


+ + + + + + + 


Cuando Itachi entro por la puerta del apartamento fue recibido por el maravilloso olor de la comida que salía de la cocina. Su estomago gruñó con deleite ante la mesa del comedor perfectamente colocada para el desayuno. Dejó su chaqueta en el recibidor y se sacó los zapatos en la entrada. Vio como su hermano salía con la cafetera en la mano dispuesto a servirle una taza humeante al recién llegado. 


-Buenos dias. - dijo el menor.


-Buenos dias. - Itachi tomó asiento y se dispuso a comer con avidez. La noche había sido larga y complicada en el club.


The Full Moon, el club nocturno del que era dueño el mayor de los Uchihas, era el lugar de diversión tórrida mas lujoso de la ciudad. Era un club donde los mortales eran atraídos con facilidad y también donde los brujos de la ciudad podían reunirse lejos de ojos curiosos y dar rienda suelta a su naturaleza. La noche anterior hubo una reunion entre los principales hechiceros de la zona, preocupados por el reciente aumento de los ataques de los cazadores en las noches de luna llena. Las bajas que estaban experimentando no alcanzaban a ser alarmantes, pero si eran importantes. La discusión había subido de tono ante los que planeaban un ataque directo contra los cazadores y quienes preferían aumentar la seguridad de los suyos en las noches de luna. 


-Itachi…- le llamó su hermano menor sacándolo de sus cavilaciones. - ¿Te puedo hacer una pregunta? - los ojos negros del mayor le miraron curiosos. Si le pedía permiso es que era una pregunta que no le iba a gustar. 


-Claro. - 


-Bueno, veras… - la voz del menor se volvió insegura. - yo… quería saber… si nos sucede algo cuando lo haces… por primera vez. - soltó tan rápido como pudo, con el rostro ardiéndole de vergüenza por lo que acababa de preguntarle a su hermano. 


La cara de Itachi era todo un poema. La sorpresa deformó sus facciones generalmente inmutables en una clara expresión de asombro. Era algo que no se esperaba a primera hora de la mañana y menos de su antisocial hermanito, pero si había formulado aquella pregunta era porque algo había sucedido, quizás el menor se había interesado en alguien, después de todo eran preguntas normales de su edad, se dijo. Compuso nuevamente su mueca tranquila. 


-Si tu pareja es un brujo no debería suceder nada. - fue la escueta respuesta. Se imaginó que quizás los esfuerzos de aquella muchacha Karin habrían logrado finalmente algún avance en Sasuke. 


-¿Y…si no lo fuera? - 


-Oh. - dijo confundido. Si no era un brujo o hechicero la cosa se complicaba mas. Una idea preocupante comenzó a rondar por su cabeza. Nunca antes Sasuke le había preguntado algo así por lo que dedujo que la historia era mas larga de lo que el menor parecía dispuesto a contar. -¿Tienes algo que contarme, Sasuke? - 


Vio como el rostro de su hermano se volvía de un notorio tono escarlata y ocultaba la mirada tras algunos mechones de cabello. Dejó su taza de café a un lado y espero con paciencia una respuesta. El silencio se alargó y alargó, pero Sasuke ya había abierto la boca con su maldita curiosidad, no podía echarse para atrás ahora. Ademas que no tenia a quien mas recurrir con esa duda. Sus amigos no pararían de fastidiarle y estaba seguro de que todos ellos eran vírgenes todavía. 


-Tengo…tengo… un novio. - fue todo lo que salió de su boca. Itachi no paraba de sorprenderse. ¿Sasuke un novio? ¿En que momento sucedió aquello que él no se había enterado? Ni siquiera recordaba que el menor le hubiera mencionado a un amigo en especial. Sintió tanta curiosidad que tuvo que morderse la lengua para no atacarlo con preguntas.


-¿Y? ¿Que ha ocurrido? - la tranquila voz del mayor solo hizo que se sintiera mas avergonzado si se podía. 


-Le prendí fuego a mi cama. - listo. Lo había dicho. No había necesidad de especificar que estaba haciendo con Naruto, Itachi era perfectamente capaz de entenderlo. 


“Así que era eso.” Itachi apoyó el mentón en su mano, mirando con atención el sonrojado rostro de su hermanito. Sintió una gran ternura al ver los problemas que había tenido para preguntarle algo como eso. Lo cierto es que hacerse responsable de él como figura paterna conllevaba todas aquellas enseñanzas incomodas de tener un cuerpo sobrenatural. Lo pensó unos segundos, intentando recordar qué sucedía en esos casos ya que era poco común que un brujo se interesara por un mortal y mucho menos al punto de desear mantener una relación con él. Pero Sasuke era joven y estaba en una edad donde sus deseos se parecían mucho a los deseos humanos. A su mente vino vagamente lo que su madre le había dicho hace tanto tiempo atrás e intento expresarse lo mejor que podía. 


-Las relaciones entre nosotros los brujos son sencillas porque el poder de uno neutraliza al otro. - comenzó Itachi. - Pero cuando se trata de un mortal, este no tiene energía mágica, por lo que se requiere algo mas. Los hechiceros poseen magia conectadas directamente con sus almas, por eso la agitación de las mismas puede causar destrozos sin que seamos conscientes. - luego con la intención de fastidiarlo agregó: - Debe gustarte mucho este chico si fuiste capaz de prender fuego de la nada. - el efecto fue el deseado, su hermano tenia roja hasta las orejas. Itachi sonrió de medio lado, no todos los días tenia un motivo para fastidiar al menor. - Pero debes saber, Sasuke, que si piensas dar ese paso con un mortal, debes entregarte por completo. - 


-¿Entregarme? - repitió, alzando finalmente la vista hacia su hermano.


-Así es. Si ha ocurrido esto es que no estas entregándote por completo a esa persona, o ella no lo esta haciendo. No podemos mantener relaciones de mero placer con los mortales, porque nuestras almas no congenian y se revelan. Debemos estar conectados. - 


-Ya veo. - aquella información no le ayudaba en lo mas mínimo, sino que planteaba en su cabeza miles de dudas mas. ¿Porqué tenía que ser todo tan complicado? 


-Quizás aun es muy pronto para ustedes. - agregó el mayor. - Aun eres pequeño, no es necesario que—


-Gracias por la información. - le cortó el menor. No quería volver a pasar por la misma charla bochornosa sobre sexo que habían tenido cuando el era pequeño. 


-¿Porque no lo traes a casa? - 


Sasuke estuvo a punto de derramar su taza que hizo un estrepitoso traqueteo sobre el platito. Miró a su hermano con cara de horror por lo que acababa de decir, no se podía siquiera imaginar lo que haría Itachi si supiera que su novio era ni mas ni menos que un cazador de brujas. Maldijo el momento en que le dijo que estaba viéndose con alguien. 


-¿Qué pasa? - cuestionó el mayor. -Preferiría conocer al mortal en el que estas tan interesado, antes de que decidan ustedes conocerse mas a fondo. - y sonrió al ver el brillante sonrojo que adornó las pálidas mejillas. 


+ + + + + + +


Se encontraba en la cocina americana secándose las manos luego de haber lavado los platos de su cena esa noche. Distraídamente miraba el agua correr por el grifo, la cual se retorcía en graciosos espirales, víctima de su alma intranquila. Sasuke había pasado todo aquel sábado de un humor terrible. El día anterior, cuando había conversado con su hermano, no se encontraba nada tranquilo con la información y para colmo Naruto había faltado a clases y contestaba sus mensajes con escuetas respuestas, sin darle la menor pista de lo que había ocurrido cuando salió de su casa huyendo. No quería pensar que simplemente así el rubio se había rendido con su relación, era muy pronto para ser pesimistas, pero tampoco había recibido la menor señal de vida de parte del cazador durante todo el día. 


Ya era de noche y Sasuke solo podía pensar que estaba sumamente claro que él y Namikaze no congeniaban. Sus almas no lo hacían, había algo que faltaba. Pero quería conversar también con él, poder expresarle sus preocupaciones y lo que su hermano le había contado. También decirle que Itachi se había mostrado ridículamente firme con la idea de conocer al misterioso novio de su hermano. Aquella había sido una batalla perdida, incluso el mayor de los morenos le dijo que el miércoles parecía un buen día y que él mismo prepararía la cena. Todo se estaba volviendo complicado. 


-Vaya, vaya. - resonó una suave voz tras su espalda. - Un libro sobre cazadores de brujas. Interesante. - 


Se volvió tan rápido como pudo solo para encontrarse con Naruto sentado en uno de los taburetes del mesón de la cocina, con el rostro apoyado en su mano mientras hojeaba el libro que antes había sacado del despacho de su hermano con intención de instruirse un poco mas sobre los cazadores y averiguar si daba luces de algo que le ayudara en esa extraña relación. El rubio se veía relajado mientras hojeaba con curiosidad las imágenes impresas en el tomo. Venía con una camiseta de manga corta y cuello en v, dejando al descubierto los tatuajes de sus brazos. 


-¿Qué haces aquí? - fue el escueto saludo que le dio el brujo, girándose para cerrar el grifo del agua y acercarse al mesón. El otro levantó sus azules ojos y cuando chocaron con los negros el brujo este pudo notar que no estaba tan tranquilo como parecía, sino mas bien nervioso. 


-He venido a pedirte una disculpa. - dejó de lado el libro y se sentó derecho. - Por la manera en la que huí. - 


-Admites que saliste corriendo de aquí. - le dijo con enfado cruzándose de brazos, regañando con el ímpetu de su mirada al menor. - ¿También vas a disculparte por no contestarme en dos días? - 


-Yo…- demonios. Se sentía avergonzado. - Me asuste, vale? - 


-¿Asustarte? - le espetó. - ¿Con un poco de magia? ¿Que clase de cazador eres tu? - 


-¡Teme! - exclamó enojado. - Tu jodida magia no me asusta. Fueron tus ojos. - 


-¿Mis ojos? - 


-Si, - volvió a bajar la vista apenado con su debilidad. - estaban rojos. Como la sangre. - 


Esa había sido la razón de aquel repentino respingo que había dado el mas bajo y el motivo de que saliera huyendo sin querer acercársele. Soltó un suspiro mucho mas tranquilo. Había estado carcomiéndose la cabeza por las razones de que Naruto ya no quisiera verlo, pensando hasta que su fallido intento de dormir juntos había afectado la relación de manera incomoda. Compuso una sonrisa de medio lado. 


-Dobe. - le dijo. - ¿Solo es eso? - 


-¿Te has visto alguna vez así? Te ves horrible. - fue la sincera respuesta. 


Sin poder resistirse mas, Sasuke se inclinó sobre el mesón de la cocina y tomó la barbilla de su novio con delicadeza, y lo besó como llevaba ansiando hace dos días. Acarició esos labios con los propios con movimientos suaves y encajó sus bocas cuando la mas pequeña se abrió para recibirlo. Ese maravilloso sabor volvió a inundarle los sentidos, haciendo polvo cualquier enfado o resentimiento que pudiera tener. Se separó apenas, mirándole directamente a los azules ojos,  que se habían vuelto brillantes. 


-Nos pasa cuando nuestra alma se agita. - le explicó Sasuke en un susurro. - Y créeme que en ese momento, la mía estaba muy inquieta. - 


La comprensión brilló en los enormes ojos azules al entenderlo. Simplemente le había impactado. Ni siquiera en sus peleas mas fuertes con los brujos los había visto cambiar los ojos a aquella tonalidad terrible y amenazante. Luego sonrió complacido pensando que habia desbaratado el control de su brujo a tal punto que este había mutado sus pupilas. 


-Supongo que deberé acostumbrarme. - le dio un fugaz beso en los labios. - ¿Y lo de prenderle fuego a la cama? ¿También va con el lote si quiero seguir con lo que empezamos? - al pelinegro se le agitó el pecho ante aquella coqueta insinuación. Se irguió y rodeo la mesa hasta sentarse en un taburete a un lado del cazador.


-Eso es algo mas complicado. - gruñó.


-¿Tiene solución? ¿O es algo así de brujos como “Tengo que llegar virgen al matrimonio”? - se burló. Sasuke puso los ojos en blanco pero le agradó que Naruto le restara importancia al asunto, al menos pretendía seguir con él a pesar de ese problema. 


-Si puedes resistir unos años… - soltó con casualidad.


-¿Años? ¿Estas loco? ¿Te has visto siquiera? ¡No puedo esperarte años si sigues teniendo ese cuerpo, Uchiha! - lo dijo tan enserio que le arranco una carcajada al moreno, definitivamente no había nadie como Naruto en el mundo entero. 


-Dobe. - le sujetó una mano y acarició con su pulgar el dorso. 


-Oye, ¿Y este libro? - señaló el enorme tomo de cubierta dura. - No pensé que pudieras conseguir este tipo de cosas. - 


-Es solo un instructivo. Ya sabes, “Conociendo a tus enemigos naturales.” - 


-Pues esta equivocado. - le dijo Naruto mientras ojeaba con su mano libre las paginas. 


-¿En serio? - se acercó la tostada mano a los labios y repartió cálidos besos en aquella piel. - ¿En qué esta equivocado? - 


-Bueno, partiendo por que nuestra sangre no solo se purifica con los tatuajes. - Comenzó a explicar. - Nuestra sangre es pura de por si. La sola sangre de un niño podría quemarte como el oro blanco. El tatuaje es para expandir los sentidos, por eso soy tan veloz y tan fuerte. Puedo escuchar con facilidad a metros de distancia y sentir tu aura sobrenatural mucho antes de verte. Y sí que me afectan tus hechizos, solo que ninguno que me ataque directamente. - los ojos negros se volvieron interesados de pronto. - Sé que puedes hacer que alguien deje de respirar, que los puedes volver locos o reventarlos desde dentro, incluso prenderles fuego. Pero a mi no me afecta aquello. En cambio si embrujas algo para herirme el objeto puede atacarme. 


-¿Me estas diciendo como atacarte? - 


-No es eso. - el rubio bajó la vista hacia sus manos unidas. - Pero me gustaría que lo supieras si tienes que enfrentarte a algún cazador. - 


-¿Que mas? - dijo con voz ronca, inundado de la ternura que le provocaba su preocupación.


-No somos una secta. - dijo con el ceño fruncido. - Somos una familia. Todos nos definimos asi. Yo no tengo padres, pero tengo un tutor que era pupilo de mi padre y él ha cuidado de mi desde niño. Vivimos todos juntos en diferentes departamentos pero en un mismo edificio. Y no nazco con un instinto asesino, simplemente me gusta matar brujas porque soy bueno en ello. Y no es verdad que solo nos dedicamos a la cacería, hay de todo en nuestro circulo, podemos hacer la tarea que se nos plazca al cumplir los 18. Sí, entreno todos los dias, pero es parte de ser un cazador. - 


-¿Y las armas? - 


-Bueno existen de todo tipo y es verdad que son de oro blanco bendecido. Pero solo recibimos una pistola con balas de oro cuando somos mayores de edad y se prueba que no dispararemos a un compañero por error. - le explicó el rubio. - Debes entrenar mucho para recibir una. Podemos elegir nuestra arma a los 14 años y entrenas con ella hasta la mayoria de edad. - 


-Como tu puñal. - puntualizó el pelinegro recordando el terrible dolor de ser rozado con esa cosa.


-Si, era de mi madre. - le confesó en un susurro. 


-Muy instructiva su clase, profesor. - se burló Sasuke poniéndose de pie y cerrando el libro. - Me pregunto si a mi hermano le parecerá igual de interesante. - 


-¿Que? - preguntó tontamente el rubio, completamente descolocado con el cambio de tema. 


Tuvo que ahogar una exclamación de sorpresa cuando el moreno lo tomó de la cintura y lo levantó, sentándolo en el mesón y colocándose entre sus piernas. Le gusto mucho el rostro sonrojado del rubio que le miraba con sorprendido ahora desde su propia altura. Naruto se quedó quieto ante aquellos ojos que le miraban con repentino deseo, absorviéndolo por completo. 


-He tenido que contarle a Itachi lo nuestro. - le dijo con su rostro a un palmo del otro. - Y quiere conocerte. - 


-¿A mi? - 


-Por supuesto, dobe. ¿A quien mas? - 


-¿Itachi Uchiha quiere conocerme? - preguntó incrédulo. - ¡No puedo hacer eso! ¿Como sabes que no se dará cuenta de qué soy? - 


-Al menos piénsalo. - 


Uchiha no le dejó responder juntando sus labios con los del rubio en un beso hambriento. Sintió como el cazador le enredaba los brazos en el cuelo y dejaba que lo acercara todavía mas al borde de la mesa, encajando sus cuerpos en aquella perfecta armonía que solo ellos parecían poseer. Besar a Naruto desde esa altura era excitante y le daba la libertad de mover la boca a su antojo, degustando la contraria con total dedicación, dejándose intoxicar con su sabor. Había tantas cosas que le gustaban de ese pequeño asesino. La sinceridad que poseía al hablar y que rallaba casi en la insolencia, su total entrega a la hora de revelarle sus secretos, la alegría permanente de sus facciones, lo enormes ojos azules, tan brillantes como el cielo. Ese silencio terrorífico con el que se movía, la fuerza descomunal de su delgado cuerpo, la figura espigada entre sus manos, la temperatura cambiante de su piel. Todo le encantaba. 


El beso se volvió mas hambriento, mas demandante. La lengua del rubio respondía con tal pasión a sus besos que se estremecía de gusto. El calor comenzó a subirle a Sasuke por la espalda, alojarse en su cabeza y luego volver a bajar hasta su vientre. De pronto sintió la necesidad de tocar todo el cuerpo ajeno, de besarlo por cada rincón, de volver a sentir ese sabor desquiciante contra su lengua. Deslizó las manos de su cintura hasta los muslos, apretando las torneadas piernas con deseo, notando los duros músculos bajo la tela. Movió las caderas de forma insinuante y el roce le provocó un jadeo al cazador quien rompió el beso buscando respirar. La boca del pelinegro bajó por su cuello lamiendo aquella intoxicante piel, disfrutando del temblor del otro bajo sus manos. 


Deslizó las manos por debajo de la camiseta del rubio y la fue subiendo despacio, recorriendo con los dedos aquellas formas definidas del cuerpo en extremo trabajado de un cazador. Se separó de su cuello cuando tuvo que quitarle la prenda y se quedó completamente perdido viendo a su novio desnudo de cintura para arriba. Naruto se echó hacia atrás apoyándose en sus brazos y ocultando el sonrojado rostro tras su flequillo. La mirada de Sasuke se había vuelto roja como la sangre y le miraba con una intensidad como si se lo quisiera comer. 


Uchiha pensó que nadie podría ser tan perfecto como Naruto. Se admiró de aquel torso bien definido, de los abdominales marcados y las pequeñas cicatrices y cardenales que le cruzaban la piel interrumpiendo su perfecto tono bronceado. Sobre el pectoral izquierdo tenia un tatuaje curioso, un circulo con varias flechas en distintas direcciones, como una brújula que apuntara muchísimas direcciones. Estaba hecho con tinta blanca, tan diferente a las marcas de caza en sus brazos. Levanto una mano y lo rozó con los dedos, el tatuaje era cálido como su piel y le transmitió a Sasuke el bombeo frenético del corazón de su dueño. Con cierto temblor en su mano acaricio el pezón izquierdo notando como se erguía, ganándose un gemido. 


Fue todo lo que necesitó.   


Volvió a besar sus labios con el hambre nublándolo todo, quemándole las entrañas. La respuesta del mas bajo fue tan ansiosa como la propia y sintió como tironeaba de su camiseta para deshacerse de ella lo antes posible y poder sentir sus pieles en contacto. Rompió el beso para dejar caer la prenda al suelo y las manos curiosas de su novio recorrieron su blanco pecho en ansiosas caricias. 


-¡Ah! - Naruto soltó un gemido de puro placer cuando la boca del moreno lamió y succionó en punto sobre su clavícula que le erizó todos los vellos del cuerpo. 


El brujo fue bajando poco a poco, a base de besos dulces y lamidas húmedas hasta los pezones erectos. Pasó la lengua sobre uno siendo recompensado por otro gemido igual de enloquecedor que el anterior. Lamió repetidamente aquella porción de piel, deleitando con el suave vaivén que las caderas del rubio habían iniciado. Inclinó por completo el cuerpo del cazador hasta recostarlo sobre el mesón de mármol. Naruto gimió ante la sensación de la fría piedra contra su ardiente piel. 


Sintió como Sasuke dejaba caer la frente contra su pecho que se agitaba con su jadeante respiración y lo escuchó soltar una maldición entre dientes. Sin saber muy bien lo que ocurría intentó enfocar la mirada en el techo y notó de inmediato la iluminación danzante de las llamas y el olor a quemado tan característico de un incendio. Soltó una risita resignada al tiempo que ponía sus manos sobre los hombros de aquel brujo que tenia oculto contra su pecho.


-Lo has vuelto a hacer. - 


-Lo sé. - se lamentó. 


-Apágalo antes que alguien llame a los bomberos. - le dijo con dulzura, intentando calmar la impotencia que reconoció en la profunda voz de su novio.


Contra todos sus deseos Uchiha se levantó del cuerpo tostado y se volvió hacia el salón donde uno de los enormes sillones había comenzado a arder con vigor y las llamas se extendieron de prisa. Naruto bajó del mesón, recogió su camiseta y se la puso nuevamente. Entendía a la perfección la frustración del moreno, aquel balde de agua fría cuando nadaban perdidos en el torrente de la pasión no consumada. Vio como el moreno hacia desaparecer las lenguas de fuego con aquel conjuro susurrado entre dientes y después volvía a rearmar el sillón solo tocándolo con los dedos. La fascinación que sentía por él era ridícula, casi asfixiante. 


En un par de silenciosos pasos, Namikaze se acercó a su brujo y le rodeó la cintura con los brazos, posando la mejilla mimosamente contra aquella amplia y perfecta espalda. Sasuke se sobresaltó un segundo por lo sorpresivo del movimiento, para después relajarse y tomar las manos del mas bajo con las suyas. 


-¿Vas a contarme que es esto? - le preguntó el rubio.


-Parece que tendremos que conocernos un poco mejor. - fue todo lo que respondió. 


-Bien. - dijo resignado, sabiendo que no era un tema que el moreno quería tocar en ese momento. - Pues si me va a ayudar a conocerte mejor, dile a Itachi que acepto la invitación. - 


Sasuke simplemente sonrió de medio lado dejandose envolver por la magnifica calidez de ese cuerpecito en su espalda y prefirió ignorar el pánico de presentarle a su hermano, uno de los mas poderosos brujos de su época, a su novio experto cazador de brujas. 


 


-XxX-

Notas finales:

Que emocion!

Quien sabe que deparara el futuro para estos amantes secretos! Me encanta el suspenso leve, aquel que crece con los dias ante la espra de saber que ocurrira. Como dije la historia no es larga por lo que el desenlace puede estar a la vuelta de la esquina. 

Gracias por pasar a leer, espero sus reviews con ansias. !


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