Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Luz en la oscuridad por Bichien

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Muchas gracias por seguir leyendo, se que aún no es muy interesante, paciencia :3, es mi primera vez publicando algo, me da hasta nervios jeje, realmente me hace muy feliz que sigas leyendo, un saludo para ti desde Chile. 

PD: intentaré subir el capitulo 3 lo más pronto posible, estoy de vacaciones y se me hace muy dificil escribir, pero nada que un poco de esfuerzo haga realidad.

 

Lo habían expulsado de su escuela, ninguno de sus profesores fue capaz de informarle a el director sobre el acoso que estaba recibiendo, no quería contarles por ningún motivo a sus padres lo que pasaba, pero después de el incidente, necesitaban una explicación de su parte; sintiéndose lo peor ingresó a su hogar aguantando las ganas de salir corriendo a su habitación, como sabía el excelente trabajo que su padre hacia como policía, tarde o temprano descubriría la verdad.

—Tai, se que reaccione un poco mal con el director, no le digamos a papá ¿vale? — decía rascándose la cabeza, el pequeño asintió sin mirar a el mayor. —¿Qué ocurre?, te hiciste daño ¿verdad?, ese niño me las pagará— seguía refunfuñando— Cuando Taiga llegue discutiremos todo ¿ok?, pero antes necesito que te quites la camiseta, algo me ha estado inquietando.

No quería, se alejó un poco de su padre, aumentando su preocupación, el chico intentó por todos los medios evitar que le quitaran su camiseta, más la altura y fuerza de su papá eran superiores, cuando Taiki tuvo su torso desnudo, el policía quedó en shock; su pequeño retoño estaba repleto de moretones, solo unos pocos eran recientes lo que alarmó de sobremanera al mayor, se agachó y revisó con detenimiento cada hematoma en el delgado cuerpo de su hijo. —¿C-cómo? ¿Por qué tienes tantos hematomas? Taiki, respóndeme en este instante— el niño miraba el suelo como si fuese lo más interesante del mundo, no podía hablar por el nudo en su garganta, sus ojos le quemaban, tenia tantas ganas de llorar, se avergonzaba tanto de ser expuesto de esa manera, el mayor seguía interrogándolo; abrumado corrió con todas sus fuerzas a su habitación y se encerró, no quería afrontar nada, solo pudo sentarse frente a la puerta y abrazar sus piernas, podía oír como su padre le gritaba que saliera, pero no lo haría, en su interior solo deseaba que todo terminara, el temblor volvió a estar presente, se estaba ahogando en la oscuridad no sabia como salir, tenia miedo de pedir ayuda para volver a la superficie, no quería molestar a su familia con sus problemas. Así pasaron las horas, el pequeño seguía en la misma posición, estaba inmerso en sus pensamientos, en su mundo, fuera de la habitación Daiki esperaba a su esposo, el sabría que hacer con el fruto de su amor ¿Desde cuando su hijo sufría? ¿Por qué no se había dado cuenta?, se sentía el peor padre del mundo, podía echar abajo la puerta del cuarto donde se escondía su pequeño, pero algo lo detenía, aquel sentimiento de fracaso que lo atormentaba no le dejaba pensar con claridad, cuando estaba por salir a buscar de una maldita vez a Taiga, el susodicho entró por la puerta principal casi corriendo, estaba muy preocupado. —Al fin llegas Bakagami, el pequeño se encerró en su cuarto, yo… no estoy seguro de que hacer, soy un fracaso— Le explicó todo al pelirrojo mayor, el cual escuchaba lo más tranquilo que podía, no quería angustiar aun más a su esposo.

—Tai, ¿puedes abrir la puerta?, acabo de llegar ¿no me vas a recibir? — Nada, el chico seguía en su misma posición, es más, no era ni capaz de escuchar la voz de su papi, estaba perdido en sus pensamientos, seguía cayendo más y más profundo, quería morir se sentía como basura, desechable e inservible, “mis padres merecen a alguien mejor” “no soy digno de ellos” las frases de su pupitre se iban arremolinando sobre su cabeza, escuchaba cada insulto dicho por sus compañeros como si fuesen balas que atravesaban su cráneo, se ahogaba bajo un mar negro, podía escuchar un ¡pum!, como si algo golpeara un cristal, pum,pum,pum, no se detenía hasta que finalmente un ¡CRASH! lo jaló y llevó a la superficie.

—Qué bueno que no derribé la puerta, tenías razón, Taiki podría estar detrás de ella— con mucho cuidado desbloquearon la ventana y la abrieron para entrar al cuarto, el pequeño miró sorprendido a sus padres que entraron como pudieron para abrazarlo, sin decir nada. solo un cálido y largo abrazo, el silencio solo fue interrumpido por el jadeo del pelirrojo menor, lloraba con todas sus fuerzas, suplicando que lo perdonaran por ser tan mal hijo. Así se mantuvo hasta caer rendido en los brazos de Morfeo, con sumo cuidado, Taiga cargó y arropó a su pequeño mientras Daiki besó su frente deseándole dulces sueños. Tras tapar la ventana con cartón y cerrando la puerta, los adultos se dirigieron al comedor, tenían mucho de qué hablar.

Se miraron fijamente, ninguno encontraba las palabras correctas, el moreno estaba aún molesto consigo mismo, como su esposo aún no había visto el torso de su hijo, no podía comprenderle, ver a el pequeño que por años se volvió tu prioridad número uno, al que viste crecer y morirías por él si fuese necesario, golpeado y desnutrido, era mucho por procesar. Desde el primer momento, al ver aquellos ojos tan azules observándolo mientras era cargado en sus brazos, supo que lo protegería por siempre, jamás permitiría que algo lo dañara, se lo juró a sí mismo y aun así su bebé estaba de esa manera, destruido física y emocionalmente, nunca se lo perdonaría. —vamos, no pongas esa cara Ahomine, solucionaremos esto como la hermosa familia que somos, cuando las cosas empeoran, nuestra fuerza es suficiente para cruzar cualquier barrera— el tigre intentaba consolar a su pareja, le dedicaba esa sonrisa que tanto le agradaba al peliazul.

—Dios, siempre sabes que hacer, ¿Qué haría sin ti? idiota de cejas raras— ambos rieron con lágrimas en sus ojos; estaban tristes, sentían exactamente lo mismo, pero no querían preocupar al contrario, solo deseaban que todo acabara.

Tras un largo y agotador viernes, el sábado sembraba una esperanza de que todo mejoraría, los padres solo trabajaban 5 días a la semana, tenían mucho tiempo para conversar y llegar a la raíz de todo el asunto. Mientras los papás aun dormían, Taiki miraba el cielo desde su ventana, por primera vez en meses pudo dormir más de 4 horas sin tener pesadillas, se sentía mucho más aliviado, hasta preparado para revelar la vida que les escondía con recelo a su familia, sin demorar mucho se acercó al cuarto de sus padres, los miró con orgullo y luego de unos segundos, les despertó. Sentados en la cama, el niño narraba absolutamente todo lo que tuvo que pasar, desde los insultos a las palizas que le propinaron, como sus maestros no hacían nada para detener el grupo de acosadores o el voto de silencio de sus demás compañeros, mientras más hablaba, menos le costaba contar todo, es más no sentía absolutamente nada. Los mayores anonadados, no podían creer lo que estaban oyendo, su enfado era demasiado evidente, deseaban destruir a todos los implicados, nadie tenia el derecho de lastimar a su pequeño pelirrojo. Daiki fue el primero en perder la paciencia, estaba por llamar a un abogado y denunciar al establecimiento, por otro lado, Taiga mantuvo la calma como pudo, pero sus nudillos se volvieron blancos de tanto apretarlos, apenas el pequeño termino de explicarse, recibió otro abrazo, pero muy corto ya que los padres se pararon de golpe, se vistieron y tras desayunar, llevaron a el menor al hospital.

Notas finales:

Los personajes de la serie Kuroko no basuke, pertenecen a su creador Tadatoshi Fujimaki.

¡Nos leemos pronto!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).