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¿Humanos o peluches? por Big Rabbit

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Notas del capitulo:

Sin comentarios... averiguadlo vosotros mismos. 

En un reino muy lejano llamado Marukawa, el joven heredero al trono Asahina Kaoru se casó con Nohara Kiyoshi, un doncel de gran belleza, y al cabo de poco tiempo tuvieron un bebé, un niño hermoso al que llamaron Twinkle.

Twinkle era un doncel de baja estatura, piel blanca, cabello plateado y unos ojos penetrantes de color rojo rubí. Su vida transcurría entre nubes, florecitas rosas, paz y tranquilidad, hasta que un crudo invierno Kiyoshi murió a causa de una fuerte neumonía.

Durante un año, tanto el rey Asahina como Twinkle iban como almas en pena por su castillo, pero el día en que decidieron salir, empezó lo peor para ellos.

El peligroso doncel Isaka Ryuichiro llegó a Marukawa desde el reino Onix, un lugar oculto entre montañas, donde habitaba gente extraña, con poderes sobrenaturales y tendencia a utilizar la magia negra.

Isaka no era la excepción. Se rumoreaba que poseía un laboratorio donde realizaba toda clase de experimentos y usaba la magia negra en muchos de ellos. También era extremadamente vanidoso y presumido, hasta el punto de haber encantado un espejo de cuerpo entero para que hablara y así preguntarle sobre su aspecto.

Nadie supo explicarlo, pero el rey de Marukawa acabó contrayendo matrimonio con Isaka Ryuichiro, que se mudó al gran castillo sin más pertenencias que su espejo parlante, al que solía preguntarle todos los días:

-Espejito, espejito, ¿Quién es el doncel más guapo del reino? 
-Es usted, Isaka-san.

Los días pasaron, y Twinkle fue creciendo hasta convertirse en lo que hoy consideramos un "buen partido". Además de su buen aspecto físico, era de carácter dulce y tranquilo y destacaba en sus estudios y en toda clase de deportes. Se notaba que llegaría a convertirse en un buen rey para Marukawa.

A Isaka Ryuichiro nunca le había gustado Twinkle, ya que el primero no podía tener hijos propios debido a un experimento fallido, pero pensó seriamente en librarse de él cuando el espejo parlante le dijo lo siguiente:

-Espejito, espejito, ¿quién es el doncel más bonito ? 
-Aunque Ryuichiro-sama es muy guapo, hay otro doncel que es bellísimo y se llama Twinkle-chan, señor.

Al principio pensó que el espejo se había averiado, pero después de repetir tantas veces lo mismo, en la retorcida mente de Isaka comenzó a gestarse un malévolo plan.

Llamó a uno de sus cazadores más expertos, Mino Kanade, y le dijo que se llevase a Twinkle al bosque, para luego deshacerse de él y entregarle su corazón como prueba.

Mino Kanade cumplió la orden de su señor y se fue a buscar al joven Twinkle, pero mientras se dirigían hacia el bosque, algo cambió en su interior y se dio cuenta de que no podría asesinar a um ser tan dulce e inocente como Twinkle.

-Twinkle-chan, escúchame... Me dieron la orden de llevarte aquí para matarte, pero no puedo. No obstante, tengo mis trucos y te ayudaré a escapar de Isaka. -Twinkle lo escuchaba atentamente. -En unos instantes, adoptarás la forma de un conejo blanco. Entonces, deberás irte hacia la casita que hay medio oculta en el lado izquierdo del río...

Cuando Mino terminó de hablar, Twinkle sintió que algo había cambiado en su cuerpo. Se miró y efectivamente, ahora era un conejito.

Corrió sin mirar atrás y llegó a la casita que le había indicado Mino, entró y vio que allí todo era muy reducido. Una pequeña cocina con una olla al fuego, una mesa con siete sillitas, siete platos, vasos y cubiertos. Se fue al piso de arriba y encontró una gran habitación con siete camitas, cada una con un nombre escrito en el cabezal.

Twinkle, de repente, se sintió muy cansado y se acostó en el sofá de la sala. Habían sido demasiadas emociones en un solo día. Cuando despertó, vio a siete personitas hablando entre ellas.

-¿Qué hacemos con él? Preguntaba Gruñón. 
-Dejemos que se quede aquí. ¿Habéis visto qué suave y adorable? -Decía Feliz sonriente. 
-Debemos pedirle algo a cambio. -Reflexionó Sabio. 
-Tienes razón. ¡ACHIS! -Secundó Mocoso. 
-D-deberíamos preguntarle... Cómo se llama, de donde viene. -Dijo Tímido en voz baja. 
-Tengo sueño... -Contestó Dormilón. 
Mudito sólo los miraba riéndose.

Sabio se acercó a Twinkle y le preguntó amablemente. 
-¿Quién eres? 
-Me llamo Asahina Twinkle y soy el hijo del rey de Marukawa... Mi madrastra envió a un cazador a matarme, pero en vez de hacerlo me convirtió en conejo y me envió aquí.

-Ah... Debe tratarse de Mino Kanade. Tengo entendido que es demasiado buena persona para hacer de psicópata. -Dijo Gruñón sin mover un solo pelo. 
-Está bien. Puedes quedarte aquí, pero debes contribuir. Harás la comida, arreglarás los cuartos y limpiarás la casa. Necesitamos alguien que nos ayude porque pasamos todo el día trabajando en la mina de carbón... -Sabio había asumido el papel de líder. 
-Te voy a presentar a mis compañeros. Yo soy Sabio, y este que habló antes es Gruñón, y los otros son, en este orden, Mudito, Mocoso, Tímido, Dormilón y Feliz. -Dijo señalando a cada uno de los enanos. 
-¡Encantado de conocerte, Twinkle-chan! Me alegra que estés aquí. -Dijo Feliz, mientras los otros murmuraban débiles saludos y Mudito se limitaba a mirarlo y sonreír.

Al día siguiente, los siete enanitos se levantaron pronto para irse a trabajar a la mina, y encontraron un suculento desayuno preparado por el lindo Twinkle, que ya había recuperado su forma humana.

-Ah, pues sí es el hijo del rey de Emerald. 
-Gruñón, eres un incrédulo. -Decía Feliz. -¡Está delicioso, Twinkle-chan! ¡Mocoso, deberías aprender! -Se ganó una mirada asesina por parte del enano.

Y llegó la hora de irse a trabajar. Iban cantando alegres canciones por el camino.

https://www.youtube.com/watch?v=qsgoSSVkvVU   

Twinkle se quedó solito en la casita y aprovechó para limpiar un poco y empezar a preparar la comida.

Mientras tanto, en el castillo de Marukawa... Ryuichiro se miraba al espejo como todos los días, y se le ocurrió preguntarle de nuevo:

-Espejito, espejito, ¿quién es el doncel más bonito? 
-No hay duda de que usted es un doncel muy guapo... Pero en la casa de los enanos vive un doncel de extraordinaria belleza, y se llama Twinkle-chan. 
-¡MALDITO TWINKLE! ¡MALDITO CAZADOR INÚTIL! ¡MALDITOS TODOS! ¡TWINKLE, VAS A SUFRIR LAS IRAS DE ISAKA RYUICHIRO! JAJAJAJAJA

Ryuichiro se fue hacia las mazmorras del castillo, donde había construido un laboratorio parecido al que tenía en su casa del reino de Onix. Una vez allí, se transformó en una vieja desaliñada y creó una manzana roja muy atractiva a la vista, pero envenenada. El único antídoto para su veneno era un beso de amor verdadero. 
-Pero no lo conseguirá, ¡PORQUE ESTARÁ MUERTO! JAJAJAJAJA

En la casa de los enanos, los días pasaban agradablemente. Los enanos iban y volvían de trabajar de muy buen humor al ver que tenían un sirviente... Es decir, un amigo que les ayudaba en las tareas de la casa. Twinkle se llevaba muy bien con todos ellos, y por encima de todo cumplía las indicaciones de éstos cuando le decían que no podía salir de la casa.

Aquella mañana llamaron a la puerta de la casa de los enanos. 
-¿Quien es? 
-Por favor, ¿puede ayudar a una viejecita que no tiene donde caerse muerta? 
-Ah... Lo siento, pero mi madre me ha dicho que no hable con desconocidos. 
-Si no abre la puerta me voy a morir aquí mismo, y pesará sobre su conciencia... ¿Está seguro de no dejarme entrar?

Twinkle se sintió mal y decidió abrir y darle alojamiento a aquella viejecita, que sacó un objeto de entre su ropa.

-Te voy a dar un regalo por haberme dejado entrar. Mira esta manzana roja... Es tuya. 
-Muchas gracias, señora. 
-Vamos, cómetela... Quiero ver como lo haces...

Twinkle mordió la apetitosa manzana roja por la parte donde había más veneno, y cayó fulminado al instante.

Así, Ryuichiro volvió a tomar su aspecto original y se fue por el bosque, riendo enloquecido.

-¡AL FIN, TWINKLE-CHAN! ¡Al fin me libré de tu molesta presencia! ¡AHORA SOY YO EL DONCEL MÁS GUAPO! JAJAJAJAJAJAJA

Los gritos y las risas alertaron a los siete enanitos que volvían de la mina entre canciones, y también alertaron al mismo rey Asahina, que envió a sus cazadores más expertos a capturar al desquiciado Ryuichiro.

Éste, mientras tanto, había empezado a correr hacia un acantilado y se encontraba al borde de éste, siendo acorralado por el rey y los cazadores.

Ryuichiro, al verse sin escapatoria y lejos de su laboratorio, se tiró por el acantilado, seguido por el rey Asahina.

-Ya no me queda nada... Ni siquiera mi hijo... Adiós mundo cruel.

Los dos cazadores se miraron el uno al otro y se marcharon como si no hubieran visto nada.

Mientras tanto, los siete enanitos no sabían que hacer con el lindo Twinkle. Aunque en apariencia estaba muerto, les daba pena enterrar un cuerpo tan bonito, así que decidieron construir un ataúd de cristal y meter ahí dentro al jovencito. 

###


Semanas después de estos hechos, Suzuki, príncipe del reino Emerald, iba de camino hacia su casa acompañado de sus  siete generales extremadamente guapos y atractivos (cada uno con el nombre de un pecado capital), cuando pasó por delante de una pequeña casita con un extraño ataúd de cristal en la entrada. Cuando se detuvo delante, vio dentro del ataúd a la criatura más hermosa que había visto en la vida. Entonces, llamó a la puerta de la casita y de ella salieron un par de enanos con cara de pocos amigos.

-¿Qué quieren? -Preguntó Sabio.

-Hola, soy Suzuki, el príncipe heredero de Emerald... y me gustaría llevarme a la criatura que tienen encerrada en el ataúd de cristal.

-¿Y eso por qué? ¿Y si no queremos? -Rebatió Gruñón.

-Pues nos los llevamos a ustedes también. -Contestó muy tranquilo uno de los generales del príncipe, llamado Avaricia. Los demás generales observaban con atención al resto de enanos, que habían salido a ver qué pasaba, y hablaban entre ellos.

(Con los generales)

-Me pido al que sólo mira y sonríe. -Dijo Lujuria.

-¡Pues yo al sonriente! -Dijo un hombre brillante llamado Soberbia.

-Pues yo quiero al de gafitas que salió el primero. -Contestó otro hombre brillante que se llamaba Envidia.

-A mí me encantaría despertar al que va con su almohada... -Dijo Gula

-Y a mí el que siempre está estornudando... -Contestó Pereza.

-Pues yo quiero al sonrojado. Quiero hacerlo sonrojarse aún más... -Susurró el llamado Ira.

-¡Yo quiero al oso gruñón! ¡Será sólo mío! -Confirmó el que habló primero, Avaricia.

(Con los enanos)

-¡Aaaaaay! ¡Mirad qué guapos! -Decía Feliz, obsesionado por las caras bonitas. -¡Pero a mí me gusta el que parece que brilla!

-Yo no quiero irme... pero hay otro hombre brillante de ojos azules que me está haciendo ojitos... -Decía Sabio en voz baja.

-¡Me gusta el mayor de todos! ACHÍS -Dijo Mocoso.

-Qué sueño... Creo que alguien me está mirando... ¡Qué guapo! -Dijo Dormilón sin pensarlo mucho.

-Hay un hombre muy atractivo que me mira como si fuera a comerme vivo... y tengo miedo... ¡Esto no es amor! ¡Definitivamente, ESTO NO ES AMOR! -Decía Tímido con la cara como un tomate maduro.

-¡Pues yo no me voy! -Finalizó Gruñón, desafiando al general Avaricia, que fue hacia él y se lo echó al cuello. Acto seguido los demás generales hicieron lo mismo, y el príncipe Suzuki se encargó del ataúd de cristal y su precioso contenido.

Llegaron al castillo de Emerald, donde los enanos se dedicaron a la vida contemplativa, estaban muy contentos de no tener que pasar todo el día trabajando dentro de la mina y estaban empezando a estrechar lazos con los generales... Hasta el punto de que algunos de ellos ya habían tenido encuentros nocturnos...

Mientras tanto, Suzuki pasaba muchas horas contemplando a Twinkle, su belleza tenía algo que lo atraía sobremanera y no podía dejar de mirarlo.

Un día, en un impulso, destapó el ataúd y le dio un suave beso en los labios... Y se llevó la mayor sorpresa de su vida al ver que Twinkle abría unos grandes ojos de color rubí y lo miraba sorprendido.

-¿Quién... eres?

-Soy Suzuki, el heredero del reino Emerald y tu futuro esposo... Claro, si me aceptas.

-¿Qué esposo ni que ocho cuartos? No me acuerdo de nada... Lo último que recuerdo es que un psicópata sonriente me convirtió en un conejo y tuve que hacerles de sirvienta a unos enanos...

-Tal vez sea mejor que te lo expliquen ellos. ¡ENANOOOOOS!

Los enanitos irrumpieron en la habitación donde estaban Suzuki y Twinkle, y se emocionaron tanto cuando vieron a este último despierto, que incluso hicieron hablar a Mudito.

-¡Twinkle-chan ha despertado! ¡Y MUDITO HABLÓ! -Chillaba contento el enano Feliz.

-Pues conmigo por las noches es bastante comunicativo... -Dijo por lo bajini el general llamado Lujuria, ganándose una risita por parte de sus amigos.

-El antídoto del veneno que contenía la manzana era un beso de amor verdadero. -Dijo Sabio convencido. -Lo busqué en un libro... -No continuó la frase ya que fue apresado por el joven general llamado Envidia.

-¿Y ahora qué hacemos? -Gruñón era demasiado práctico y Avaricia se moría de ganas de cerrarle la boca... a besos.

-¡Pues preparar nuestra boda! -Dijo Suzuki, que no se separaba de su Twinkle que aún estaba un poco desorientado.

-Ehh, espera un momento. ¿Cómo que una boda? Por lo menos, invítame a cenar primero, apenas nos conocemos.

-Ya te conozco lo suficiente. Estaremos juntos para siempre. Es el destino...

-¡EH! ACHÍS ¡Esa frase es mía! -Gritaba alterado Mocoso.

-Tranquiiilo, bebé... -Le contestaba el general Pereza.

Unos meses después, en el reino de Emerald tuvo lugar una multitudinaria celebración, ya que se celebraron OCHO BODAS. Pero la más importante, desde luego fue la del heredero Suzuki, con su lindo doncel Twinkle, que al final cayó en sus redes. El oficiante de la ceremonia, un hombre muy guapo llamado Ijuuin Kyo, dijo las palabras principales de la ceremonia:

-Suzuki-san, ¿aceptas a Twinke como legítimo esposo por el resto de tu vida?

-Sí, acepto.

-Twinkle-chan, ¿aceptas a Suzuki como legítimo esposo por el resto de tu vida?

-Sí... acepto.

-Yo os declaro, marido y marido. Lo que The Kan ha unido, que no lo separe el hombre. ¡Pueden besarse!

No fueron los únicos que se besaron, ya que todos los generales cogieron a sus parejas y les estamparon un apasionado beso, dejando claras las intenciones que tenían para aquella noche...

FIN

Notas finales:

...


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