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Amando a alguien con ansiedad por Daymin VIP

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Notas del fanfic:

Bueno, debo confesar que tengo esta idea desde hace varios meses, había comenzado a desarrollarla pero por alguna razón lo olvidé, y recién lo retomé, para traerles este pequeño OS C:

Está basado en los malos momentos que vivió SH con todo ese asunto del SM, los problemas legales, su inestabilidad emocional, etc...No busco evidenciar algo negativo, simplemente al ver que JY likeó la fotografía de un libro títulado "Loving someone with anxiety"  todo ésto nació.

No soy experta en el tema, pero investigué algunas cosas.

Amando a alguien con ansiedad

Daymin

 

El amor es difícil, cansado y angustiante. Sí, el amor es una perra, y no aquella que te mira con desdén cuando eres mejor, sino la que se hace tu amiga y te apuñala por la espalda después.

Ji Yong se sentía apuñalado.

En días como eso, los días “malos”, simplemente no sabía qué hacer. Seung Hyun se desmoronaba frente a él y sólo podía mantenerse observando, cada ataque, insomnio y llanto.

Ji Yong suspiró una vez más, reclinándose en el asiento acolchonado frente a su computador, eran poco más de las dos de la mañana así que todas las luces de su casa estaban apagadas, sólo su rostro era iluminado por el portátil, reflejándose en sus anteojos.

Era hora de dormir, lo sabía, tenía una agenda terriblemente ocupada ese día, pero aun teniendo eso en cuenta no iría a su habitación, no con Seung Hyun durmiendo en su cama.

Tuvo que encender un cigarrillo ante tan horrible pensamiento. Años atrás hubiera cometido cualquier estupidez con tal de tener a su hyung durmiendo en la misma cama, pero justo en ese momento sólo podía sentirse asustado.

Él mismo tuvo graves problemas cuando su carrera se vino abajo por su falta de cuidado, pero pudo salir adelante ya que en ese momento contó con el apoyo de sus seres queridos y la empresa, cosas que Seung Hyun no parecía tener del todo. Lo ocurrido recientemente le hacía sentir abrumado, como si de repente todos aquellos malos años superados regresaran, más fuertes, todo el odio, el grupo disolviéndose y todos los rumores que le circulaban. Y no era el único, el resto de los miembros estaban tan asustados cómo él, estaba seguro, después de todo ninguno de ellos se apareció recientemente a visitar al mayor, y eso estaba terminando con la poca cordura que le quedaba a Seung.

Dio una calada más fuerte, masajeando suavemente la sien de su cabeza, cuando dejó a Seung Hyun dormido se propuso distraerse de todo ese embrollo, sin embargo terminó pensando en lo mismo, sin obtener la respuesta correcta.

Seung se estaba desmoronando, justo frente a él, frente a todo el mundo realmente. Y era espantoso.

Estaba enojado, furioso, sí. Por el descuido de Seung Hyun, él siendo tan responsable siempre, y dando un fallo tan grande justo en su servicio. Ya no eran unos niños y la realidad estaba golpeándole el rostro.

Nuevamente estaban todos bajo el foco de atención de los medios, jodiendo más cada vez que tenían la oportunidad. Sacando estúpidas noticias sobre lo mismo cada día, sólo para no dejar descansar al mayor.

Ahora, incluso, le llamaban un hombre “inestablemente emocional”. Y, sí, lo era, por Dios que lo es, al menos últimamente, pero lo que no lograba comprender era como las personas creían que era un buen tema de conversación en las televisoras por las mañanas. Todos eran unos bastardos.

Incluso él era un bastardo, deseando ver a Seung Hyun bajo somníferos más que despierto.

¿Qué no veían a Seung Hyun hundiéndose? No, por supuesto que no, nadie lo veía, sólo él, porque estaba refugiándose en su casa. Y era una completa pesadilla.

Encendió otro cigarrillo, pensando en todas esas veces que Seung le preguntó si aún lo amaba, después todo. Todavía lograba encenderse en furia al recordar la simple pregunta, odiaba ser cuestionado sobre su lealtad, más aún si era por el mismo Seung Hyun. Él había dado todo por su relación, arriesgándose a cada paso, teniendo que arrastrarlo a aceptar sus propios sentimientos, soportando malos días, uno tras otro, y, a pesar de todo, se atrevía a preguntar.

Le volvía loco, pero realmente lo amaba, y eso le hacía sentirse peor.

Movió el cursor por la brillante pantalla, mirando las últimas colecciones exclusivas y costosas de ropa, comprar sin medida siempre le alegraba. Nunca se dio cuenta en que momento su vida se llenó de preocupaciones al igual que su armario.

Había pasado tan sólo media hora desde que intentó distraerse y estaba comenzando a darse por vencido. Se sentía terriblemente solo, días atrás Dami se había quedado con él, ayudándole a mantener a salvo a Seung, pero ya no estaba y sentía que pronto se desmoronaría él.

Pero eso sería egoísta, y ya había agotado todo su egoísmo, sólo le quedaba ser fuerte para su novio. Estar a su lado y ser su fuerza. Pero, ¿debía doler tanto? ¿Tenía que sentirse tan abandonado en el proceso? ¿Tan vacío?

-Soy una mierda. -Se recriminó, secando la traviesa lagrima que se coló por su rostro.

Su voz sonó tan lastimosa que, el sólo escucharse, hizo que se quebrara finalmente, abriendo el paso libre al llanto desgarrador.

¿Por qué todo debía tratarse siempre de él? Seung Hyun estaba sedado en su habitación, porque de otra manera no logra dormir, y él está ahí auto-compadeciéndose como un niño llorón.

Pero estaba cansando y necesitaba fuerzas.

Se encogió en la pequeña silla, viéndose aún más delgado de lo normal, más frágil, más Kwon Ji Yong y menos G-DRAGON. Repitiendo en su cabeza el último diagnóstico que había obtenido Seung Hyun.

Ansiedad.

Cuando uno escucha esa palabra sólo puede pensar en alguien ridículamente nervioso. Ji Yong se hizo la tarea de investigar a fondo, no dejar nada al azar, él debía saber qué hacer en casos críticos, cómo reaccionar y que es lo peor que debía esperar.

“Las personas que sufren ansiedad, se preocupan por las cosas malas que puedan ocurrir antes de que sucedan, por lo que viven en un estado constante de alerta, y pueden llegar a aislarse de la sociedad y el mundo para no tener que lidiar con los problemas que, generalmente, no son más que fruto de su imaginación. Si sufres ansiedad, toda tu vida se ve afectada por ello. El pánico se apodera de cada paso, de cada decisión, de tu presente y tu futuro”.

Imágenes de Seung Hyun llorando sin parar, temeroso de marcharse al servicio militar, asegurando que todo el mundo se olvidaría de él, que se quedaría atrás y estaría solo.

Al inicio eran cosas divertidas, Seung había mencionado eso en sus reuniones con los fans tantas veces que había cometido el error de confundirlo con una manera linda de asegurar a las pequeñas adolescentes en su lista de fanáticas fieles.

Cuando se aisló antes de ir al entrenamiento no le sorprendió en lo absoluto, Seung Hyun es la clase de hombre que si necesita espacio se lo crea para sí mismo, apaga el celular, va a casa, toma un copa de vino y deja que le mundo ruede. Así funciona, y Ji Yong no tenía ningún problema.

“Palpitaciones, mareos, y dificultades para respirar hacen de estos episodios una verdadera pesadilla, tanto así que quien lo padece puede llegar a confundirlo con un ataque cardiaco”.

Cuando se dio cuenta, ya era tarde, Seung Hyun llevaba dos días en el hospital siendo monitoreado, tras sufrir extraños ataques y él ni siquiera se dignó en llamarle, a él, su pareja de años.

“No quería molestarte, sé que trabajas en tu álbum” Había dicho tranquilamente, como si aquello excusara la preocupación que se desbordaba de su cuerpo.

Y cuando, después de muchos estudios médicos, el doctor dio el diagnóstico, se sintió perdido. Por alguna razón, las enfermedades emocionales siempre le habían asustado, más que las físicas. Un cáncer puedes tratarlo, una depresión se te escapa de las manos junto a la vida.

El médico había sido amable con él “Sólo asegúrate de que respire profundamente, que sepa que tiene tu ayuda y que le brindas protección” Presionó su hombro y le dejó, con un Seung Hyun ausente y tembloroso.

“Trata de ser empático, cordial, pero no sientas lástima por ellos. No les hagas sentirse todavía peor por la situación de la que ellos ya están más que conscientes. Alguien con ansiedad puede vivir una vida completamente normal mientras aprenda a manejar sus miedos”.

Ji Yong se aferró a ello tanto como pudo. A la idea de que él le hacía bien a Seung, de que podía seguir a su lado y el mejoraría.

Pero la vida era tan injusta algunas veces, Seung parecía empeorar, lo alejaba asustado, pidiéndole tiempo y espacio, para, al siguiente instante, rogarle que no lo dejara.

La ansiedad era complicada, y estaba cansando.

Cuando el reloj marcó justo las 3:17 am, apagó el ordenador, diciéndose que había tenido demasiado de nada y la cajetilla de cigarrillos estaba vacía.

Se puso de pie, estirándose en el proceso, escuchando y sintiendo sus huesos crujir al estar en la misma posición tanto tiempo. Caminó al dormitorio, Seung Hyun aún dormía, sorprendentemente. Se fue de pasó, directo al baño, lavó su rostro y dientes, dándose cuenta de lo horrible que lucía su piel, reseca y llena de marcas por la falta de sueño.

Alejó la mirada de su reflejó y regresó a la habitación. Aún en las penumbras veía el cuerpo de Seung Hyun, envuelto entre mantas, su respiración tranquila y marcada, como si todo estuviera bien de nuevo.

Se arrastró hasta recostarse a un costado de Seung Hyun, al sentir la calidez ajena fue que se percató de lo helado que estaba su propio cuerpo. Y cómo alguna clase de llamado divino, Seung Hyun se removió, hasta girarse hacia él y mirarle desorientado en la oscuridad.

-Disculpa, te he despertado. -Murmuró bajo, intentando eliminar los rastros del daño en su garganta por llorar.

Seung negó, acurrucándose contra su costado, dándole la confianza de rodearle con su brazo y sujetarlo con dulzura. Ji se sintió nervioso, Seung Hyun no aceptaba su cercanía tan amistosamente últimamente.

-Te estaba esperando. -Murmuró el más grande, sonando aún perdido, seguramente debido al medicamento, pues balbuceó más cosas incomprensibles y, a cambio, Ji lo abrazó con más fuerza, hundiendo su rostro en el suave cabello negro.

Era como regresar al Seung Hyun de siempre, el tonto que adoraba dormir y era difícil despertarle, por lo que le abrazaba y fingía estar despierto murmurando cosas sin sentido. Ji se sintió casi feliz.

-Lo siento. -Logró comprender, entre tantos murmullos. -Por hacerte esto…por hacernos esto…yo te amo.

Ji Yong tragó con dureza, obligando al llanto mantenerse guardado. Había pasado un largo, largo tiempo desde que Seung Hyun le dijo que lo amaba. Aún lo amaba, a pesar de todo.

-También te amo, cariño. Ahora vuelve a dormir.

La respiración de Seung se volvió profunda y lenta, había acatado su orden. Fue entonces que Ji Yong pudo llorar con tranquilidad.

Amar a un hombre con ansiedad, era algo espantoso, pero amar a Seung Hyun, bajo cualquier condición, siempre sería lo único que haría bien en la vida.

Fin.

Notas finales:

Realmente sólo es una idea vaga. Estudio psicología, así que todo este tipo de situaciones me atraen mucho, y comprendo la importancia del apoyo de tus seres queridos en situaciones dificiles.

Gracias por leer y comentar ♥


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