Ritsu
Después de haber secado esas lágrimas, mi madre nos llamó para ir a cenar.
- Ritchan, baja a cenar, también trae tu amigo - grito mi madre desde el primer piso.
Sin decir nada, bajamos y nos sentamos en el comedor. Saga se sentó a mi lado, y enfrente se encontraba mis hermanos, mi madre se encontraba en l cabecera de la mesa, quedando entre Misaki y yo.
Una vez terminada la cena, con algunas conversaciones personales entre mi madre y Saga, volvimos a mi cuarto para tomar un baño e ir a dormir y acabar el día.
- bu-bueno¿quien se baña primero? - pregunte tímidamente, con la mirada clavada al suelo.
-... Hmm... ¿Tu? - respondió con duda -... Bueno, si quieres nos bañamos juntos - dijo sin vergüenza alguna, con una mirada despreocupante.
- ¿¡Que?!? - me altere al escucharlo y con la cara super roja no paraba de decir incoherencias - Pe-pero... N-no... Nosotros... Pu-puedo... T-tu... Y-yo... Ver-vergüenza...
- JAJAJAJAJA - su risa hizo que parará de hablar - ay, Ristu, solo es una baño, no era para que te pusieras así - dijo esta vez más calmado y mirándome - bueno, claro si no quie-S-SI QUIERO -actúe rápidamente, no podía desaprovechar esta ¿oportunidad?
Sonrió y me arrastro al dentro del baño, me soltó la mano y se puso a desvestirse delante de mi, yo solo podía mirarlo muy sonrojado. Cuando terminó de quitarse esa bendita camiseta, iba a quitarse el cinturón que sujetaba su cintura, pero antes de que lo abriese, me miro.
- ¿acaso te vas a bañar con la ropa puesta? - dijo burlonamente mientras sonreía de lado.
- N-no, so-solo es que... me da vergüenza - a medida que iba hablando, también iba disminuyendo la voz, por la pena que sentía en ese momento.
Saga se fue acercando hacia mi, cuando ya estuvo de frente, me quito la chaqueta rápidamente. Cuando reaccione, grite como si me violaran, rápidamente me abraze a mi mismo, pero Saga era más fuerte, por lo que me sacó la camisa sin problema. Cuando me desnudo de arriba a abajo, iba quitarme la ropa interior, puso ambas manos en cada lado de la prenda e iba a pretender bajarla, pero antes de que lo hiciese. Sujete rápidamente sus brazos con mis manos.
- ¡Sa-Saga! - grite muertisimo de vergüenza - para, po-por favor, pu-puedo yo solo - dije mientras temblaba, pero no de miedo, sino a máxima vergüenza. Juraba que en ese mismo instante podía sentir que iba a morir de pena.
Asintió y me soltó, puso ambas manos en su pecho, cruzandolas, y me miraba, esperando que hiciese algo.
- ¿te lo vas a quitar o no? - dijo picaramente - yo no tengo ningún problema en hacerlo por ti.
- me-me bañare así - dije
- Ritsu, no tienes que sentir vergüenza, ambos somos hombres... Aunque la figura de tu cuerpo parezca mas a la de una mujer - dijo lo último susurrando para si mismo, aunque llegue a ezcucharlo, provocando ese sonrojo que ahora mismo tengo.
- no... Quiero - dije con un puchero esta vez.
Estuvimos así durante un rato, hasta que de repente estornude.
Suspiró - de acuerdo, venga vamos rápido o sino te resfriaras de verdad - vergonzosamente, fui metiéndome a la susodicha bañera. Escuche como Saga se desvistio finalmente y oía como sus pasos se acercaban más hacia la bañera en donde me encontraba. Cuando escuche que estaba lo bastante cerca, gire mi cabeza hacia arriba y me sonroje fuertemente, rápidamente gire mi cabeza hacia dentro de la bañera con la cabeza gacha, ya que lo primero vi, fue su... Su... Su miembro, la tenía bastante larga... ¡Wuah! ¡En que pienso, tonto Ritsu! Lo que me saco de mis pensamientos fue cuando sentí que el azabache se coloco detrás de mi, y podía sentir su miembro rozando la tela de la ropa interior.
Saga
Soy Saga Masamune, tengo 10 años y recientemente entre a una nueva escuela, debido a que el trabajo de mis padres fue trasladado en Tokyo.
Hoy, cuando empecé con mi nueva escuela, conocí a un chico bastante lindo, hasta llegué a confundirlo en un principio con una chica, ya que su piel blanca y sonrojada, junto a sus dos grandes ojos verdes, lo hacía lucir demasiado bello para este mundo. Sin saberlo, inconscientemente me senté a su lado, mientras no paraba de verle disimuladamente, el lápiz que se me había caído me sacó de mi mundo y cuando menos me enteré, el estaba entregando me de vuelta el bendito lapiz. Desde allí, nos hicimos rápidamente amigos, se llamaba Ritsu y al parecer también acaba de llegar a esta escuela.
Ahora mismo me encuentro en la misma bañera que ese chico. Hoy pude descubrir que tiene solo 7 años y que tenemos bastante cosas en común.
- Saga-San... - susurro adormilado "que mono" solo podía observar lo sin parar, al parecer se estaba quedando dormido.
- Ey... Ritsu, no te duermas en la bañera o te resfriaras - le susurre suavemente cerca de su oreja.
- ¡N-no me estaba durmiendo! - musitó sonrojado y más activo. Su reacción provocó que me riera de su inocencia.
Cuando terminamos de bañarnos, salimos y nos secamos, yo en el baño y el en la habitación, insistencia del castaño. A este chico le da vergüenza todo, pero me gusta así. Una vez que termine de secarme y vestirme con una pijama prestado de su hermano mayor, sin avisar, salí y me encuentro con que Ritsu solo estaba vestido con un largo camisón. Inconscientemente cerré lentamente la puerta y deje un pequeño espacio, lo suficiente para ver el exterior. Me puse a verle, y podía notar como se ponía los boxers y finalmente el pantalón corto, sin saberlo note que estaba sonrojado y sentía algo duro ahí abajo. Así que cerré la puerta del todo en silencio, colocando de paso el cerrojo.
Pude notar que mi miembro estaba muy duro. "¿¡Que?!" fue lo único que pensé cuando lo vi. Mi padre ya me dio la "charla" raro, pero me lo dio cuando tenía 9 años, me pareció demasiado apresurado, pero ahora le agradezco.
Está era la primera vez que me ponia erecto, sabía lo que tenía que hacer, y sabía que la única solución para que se me vaya es "hacerlo". Bueno, eso fue lo que me dijo mi padre.
Tuve una idea bastante excitante, así que con una sonrisa, salí del baño y pude ver a Ritsu sentado en su cama, como esperándome.
- Saga-san, te tardaste mucho - acotó con un sonrojo, eso hizo que mi miembro creciera más.
- Ritsu tengo un problema, y si no lo soluciono, me enfermare - se le notaba preocupado y me dijo que haría lo que sea, una sonrisa se asomo en mi cara, me senté al borde de la cama, y señale a mi miembro que se notaba bastante, pude ver como el castaño abrió los ojos y se sonrojo -... Bueno, lo que tienes que hacer es simple... Tienes que chuparlo hasta que se vaya - se que lo que hago esta mal, solo tiene 7 años, también se que puedo solucionarlo yo mismo, pero la idea de que me lo hiciera el, me éxcito bastante que no pude resistirme.
El deseo de que me lo hiciera, era tan grande, que de solo pensarlo me ponía más duro. Soy bastante pervertido para tener solo 10 años, pero esta faceta la acabo de descubrir hoy, solo Ritsu provoca que tenga tales pensamientos.
- Y-yo... - aún con los ojos abiertos, musitó avergonzado -... Pe-pero no hay o-otra solución - dijo esperanzado.
- No... Ritsu, por favor, hazlo por mi - dije inocentemente.
Sin nada que decir, se arrodilló en frente de mi miembro, yo me quite el boxer y el pantalón y el cada vez abría más los ojos - Sa-Saga, co-como se te puso así - dijo rojo y sorprendido, al parecer era bastante inocente.
- Bueno... Tampoco se - me hice el tonto -... Ritsu, ya puedes empezar - sinceramente estava bastante excitado que no podía esperar mas.
- Ha-hai - cerró fuertemente los ojos y abrió la boca, cogió con sus dos manitas mi miento y se lo metió. Sentí como mi miembro crecía más por la calidez de su boca.
Empezó sacando y metiendolo, luego empezó a chuparlo con la lengua de arriba a abajo. No podía parar de jadear y suspirar, para no saber que es lo que está haciendo, es bastante bueno, además de que la cara que pone, solo hace que pensamientos oscuros aparezcan en mi cabeza, y no creo que acepte esta vez.
- RI-Ritsu... Ah... Eres bas-bastante bueno, ah... pa-para ser tu primera vez - joder, no podía ni decir una frase completa de la agradable sensación. Sus movimientos con la boca eran bastante certeros. A medida que iba moviendo su boca, cada vez iba más rápido, note un frío en mi espalda y sin quererlo, me corrí en su boca. El solo estaba sorprendido, no me extraña, no sabe ni lo que acaba de hacer, como sabrá que es el semen.
- Tragatelo - mi voz sonaba muy demandante, pero la idea de que se lo tragase era una sensación confortante.
Se lo trago todo lo que pudo, ya que su boca era bastante pequeña. Se notaba algunos rastros blancos cerca de sus labios. Iba a decirle que se limpiase los restos, pero antes de llegar a decir algo, se relamio los labios.
- ¿Y-ya es-estas mejor? - pregunto con inocencia.
"¡por dios, como puede ser tan inocente!" pensé exitandome nuevamente.
- ¡wuah, Saga-san, te ha vuelto a pasar! - exclamó mientras que rápidamente volvió a hacer lo mismo que hace unos segundos atrás.
Joder, Ritsu esta seduciendome inconscientemente. Cuando acabé -de nuevo- me subí los pantalones y ambos ya nos íbamos a dormir. Como solo tenía su cama, dormimos en la misma, en toda la noche le di la espalda y evite mirarle, ya que tenía miedo de ponerme duro nuevamente. Cuando le veo, el provoca cosas en mi.
- joder, eres condenadamente sexy Ritsu - susurre, viendo como estaba durmiendo, abrazando a su peluche. Si no recuerdo mal, se llamaba "Twinkle". Verle en esa posision era malo para mí, por lo que, sonrojado, me di la vuelto e intenté dormir, hasta que finalmente, después de una hora, pude conciliar el sueño.
"creo que... Me enamore de Ritsu sin querer" fue el último pensamiento antes de caer rendido.