8 años después
Ritsu
Ya ha pasado casi 8 años desde que me mude y cambié de vida.
Durante estos años, fueron sucediendo acontecimientos que me llevaron un gran shock, como que mi familia biológica estaba muerta, siendo yo el único sobreviviente de -segun- un accidente automovilístico. En ese tiempo tenía 10 años, fue un gran shock para mi, porque siempre había pensado que mi familia solo había a un viaje, ya que nadie me decía la verdad, hasta que me contaron todo. Sinceramente, no recuerdo que hubiera pasado un accidente, me diagnosticaron que lo que provocaba esa falta de recuerdo, era amnesia, lógico, pero me parece muy raro, que solo me olvidará ese fragmento tan trágico de mi vida.
Mis hermanos Misaki y Takahiro fueron muy amables conmigo, y me aceptaron desde un principio como su hermano de sangre. Hay veces en la que la gente nos confunden a Misaki y a mi como hermanos gemelos. Mis padres también me tomaron como su hijo de sangre. Gracias a ellos pude superar mi momento de shock
Y el que más apoyo me dio durante estos 8 años, fue Takano-San. ¿Un momento? ¿Os mencione ya porque el cambio de apellido? ¿No?
Bueno, lo que pasó, es que hace 4 años que Saga Masamune pasó a Takano Masamune, ya que sus padres se separaron, además de que Takano descubrió que su padre nunca fue su verdadero padre. Verdaderamente, esto fue un gran shock para Takano.
Takano pudo superar cada obstáculo que se le interpuso, fue por el que pude seguir adelante.
Ahora mismo me encuentro en clases , estoy en 3 ESO, Takano es mi sempai, ya que esta en 2 de bachillerato, su último año.
Como el año que viene se va a la universidad, le quiero confesar todo lo que siento por él. Durante estos 8 años me tuve que callar por miedo a que me rechaze o que me diga que soy asqueroso. Sin darme cuenta el timbre me saco de mis pensamientos.
- hey Ritsu, que tanto piensas - dijo mi mejor amigo - llevas toda la clase en las nubes, tienes suerte que sensei no se dio cuenta - y se hecho a reír.
Tambien empezé a reírme - no pensaba en nada... So-solo... Shin-chan, te-tengo una pregunta - ni empecé a preguntar y ya me sonroje, que patético me siento.
- Adelante, mi princesa - Shin suele ser molesto.
Frunci el ceño mientras le asesinaba con la mirada, vi como se reía de nuevo, me calme - ve-veras, tengo un amigo
"es enserio Ritsu, ¿un amigo?" pense internamente
- Aja un amigo - rodó lo ojos en plan de "es obvio que hablas de ti"
Me avergonze - bueno, lo que pasa, es que... Pues... - empecé a jugar con las manos y cada palabra era un tono más rojo en mi cara.
- Ritsu, ve al grano - sentenciaba impaciente.
-... Me quiero confesar a mi sempai... - susurro apenado, en busca de alguna respuesta suya.
Suspiro - ¿solo era eso? - sonrio, aunque sonriera, podía notarle en su mirada tristeza.
- Co-como que sólo eso - me moleste por que se lo tomará se ese modo - además... - me acerque a el y le acaricie la mejilla -... ¿Porque te pusistes así de repente? - su mirada hacia que me entristeciera, de algún modo, siento que es por mi culpa.
- no es nada - negó, me acaricio la mano con la que estaba acariciandole la mejilla - ¿no hablábamos de que te ibas a confesar a tu sempai? - intentaba evitar el tema.
- S-si, bueno, verás, como el año que viene se va a la universidad, no tendré el tiempo suficiente para estar con el - suspire - por eso quiero confesarme a él para poder pasar este año con el todo el tiempo posible - una vez termine, Shin me miraba con ternura, de un momento a otro, me deprimi - pero también cabe la posibilidad de que me rechaze y que las cosas se pongan incómodas, e-eso es lo que me detiene cada vez que veo esa posibilidad
- Ritsu, diselo, si te acepta, todos felices... Pero si no, solo es un patán que no sabe que se pierde a una belleza.
Me sonroje y agacha la mirada apenado.
- Shin, te-tengo miedo a su respuesta.
- sea cual sea su respuesta, yo estaré a tu lado, aun si no quieres - sonrió divertido - ya te dije cuando nos conocimos, una vez que te haces mi amigo, va a ser muy difícil despegar te de mi, seré como un pegamento, así que no te librarás tan fácilmente de mi.
- Jajaja - Le abrace - gracias Shin, por todo.
Después del abrazo, finalmente me decidí a confesarme a mi sempai. Lo cite en el recreo, en la biblioteca, por suerte, el día de hoy no hay casi nadie. Lo vi cruzar el umbral, y los nervios vinieron a mi, impidiendo que emitiera algún sonido por el miedo.
- Ritsu - me llamo con aquella grave voz que lo caracterizaba, cuanto amaba como pronunciaba mi nombre con aquellos labios. Al día de hoy, todavía recuerdo como una vez de pequeños, le hice se-sexo o-oral. No sabía que era en ese tiempo y cuando lo descubrí, llore de la vergüenza y me acuerdo como Takano también estuvo sorprendido, ninguno de los dos sabíamos lo que hacia, y decidimos olvidar ese suceso. Takano me contó que también no sabía que era, y le creí, aunque tenía mis dudas.
- Se-sempai - sentí su cálida mano acariciando mi pelo - te-tengo algo mu-muy importante que de-decirte - arrastraba las palabras, no sabía si continuar.
Sonrió - que casualidad, yo también tengo algo que decirte - miro hacia la salida - creo que no tardará en venir - dijo volviendo su mirada a la mía.
Mis ojos lo miraba atento, espera, ¿acaso vendrá alguien?
- ¿eh? ¿Alguien ven- - antes de si quiera terminar la frase, alguien entró por la puerta, mire hacia allí y me sorprendí.
- ah, por fin - dijo Takano mientras le miraba y sonreía hacia el.
- ya llegue, siento por tardar Takano-san - dijo mientras se ponía a su lado.
- ¿oni-chan? - mire a mi hermano Misaki, sentí que vendría algo malo - ¿que haces aquí? - los miraba cada vez más confundido.
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Hasta que lo entendí, ambos se tomaron las manos, y sonrientes declararon su amor.
- estamos saliendo - dijeron al unísono, oí como un cristal se rompía, solté aquel preciado órgano vital, aquel que cada vez que veía a ese azabache, bombeada grandes cantidades de sangre, disfrutaba de aquel agradable palpitar que provocaba cada vez que estaba con el... Pero hoy, sentí como de un agradable badum paso a ser un gran dolor.
Mi corazón acaba de romperse en mil pedazos, dolía, dolía mucho. Vi a ambos, sorprendido. Notaba como mis ojos se llenaron de lágrimas, pero no se derramaban, agache la mirada, sonreí irónico.
"¿como pensé que me iba a aceptar? Que idiota fue al pensar que podía haber algo" sonreía irónico y triste.
Pestañee varias veces, intentado quitar las lágrimas, y cuando note que no iban a derramarse subí la mirada, y mire a ambos, con la mejor sonrisa fingida de mi vida. Note que ambos me miraban desde hace rato preocupados por mi silencio.
- ¡wow, que sorpresa que me disteis! - me hacía el sorprendido, sin quitar aquella sonrisa, ambos se relajaron con mi respuesta y sonrieron calidamente, como aliviados - mooo, que malo eres Misaki, nunca me contastes que te gustaba Sempai - intentaba actuar molesto.
- Es-es que me daba vergüenza - se había sonrojado, y se rascaba la nuca nervioso.
- Si me lo hubieras dicho te hubiera ayudado con Sempai "y podía haber sufrido menos"
- bueno Ritsu, la ver-verdad, ya llevamos como 2 meses saliendo - ¿acaso amaban humillarme y romperme en mil pedazos? Porque lo parece.
- ¡que! ¡Y nunca me entere! Wuah, que ciego fui "y vaya que si lo fui" - me hacía el tonto - Felicidades - abrace a ambos, y me sonrisa desapareció.
- gracias por entender Ritsu - agradeció Takano - cuando se lo contamos a Takahiro, nos dio la charla - dijo recordando - Bueno, que es lo que querías decirme Ritsu
Ahora menos se lo voy a decir, me acaba de rechazar indirectamente, y ni llegue a decirle nada, que gracioso es todo esto - solo vine a decirte si me podías ayudar con las matemáticas, la próxima semana tengo examen y como eres un as es eso, decidí preguntarte a ti - es mentira, no hay ningún examen, la hicimos ayer, pero no voy a decirle "hey Takano, me gustas, ¿salimos?"
- ¿Qué? - dijo alargando la "e" - ¿eso era lo importante que tenías que decirme, que hasta me citastes privadamente? - suspiro cansado - pensé que era algo más importante.
- Je, je, - reí falsamente nervioso - ya sabes como soy de dramático con los exámenes.
- si, verdad. Mañana si quieres te ayudo
- Hai, ya me voy ahora, Shin-chan debe de estar esperandome desde hace rato - me despedí al dúo, y salí corriendo de la biblioteca con las lágrimas en las mejillas, salí corriendo en busca de aquel pelirrojo que prometió consolarme en caso de que esto no saldría bien.
En cuento lo visualize, lo vi con sus amigos. Noto mi presencia.
- ¡Hey Ritsu como te sa- - antes de si quiera terminar lo abrace fuertemente, poco me importo que me vieran sus amigos, oculte mi cara en su pecho, note como me abrazaba y me llebava a otro lado - Chicos, ahora vuelvo.
Cuando estuvimos lejos de los demás, me separo levemente de su pecho y limpio mis lágrimas con sus dedos.
- hey...- susurro suavemente - ¿acaso quieres ser más lindo llorando? Porque lo estás consiguiendo - reí mientras todavía lloraba, sonrio ante mi risa - venga, ¿desde cuando mi princesa se volvió llorona? - intentaba animar el ambiente, y agradezco que tenga su apoyo.
Cuando me calme, me guio hasta unas bancas y nos sentamos - Gracias Shin-chan
Tenía los ojos rojos, y la cara sonrojada después del llanto.
- cuéntame que sucedió - intentaba calmarme con su sonrisa.
- me-me rechazo indirectamente - mi voz se quebraba recordando aquello, y hay voy de nuevo, mis ojos se cristalizaron -... No llegué a de-decirle nada.
Shin estaba confundido - Si no le llegaste a decir nada, ¿como das por hecho que te rechazo?
- Mi hermano apareció y ambos me anunciaron que estaban saliendo... Hace más de 2 meses - mi voz arrastraba cada palabra con dolor - me-me siento idiota, ¿como no note que ambos estaba saliendo?
Abrí mis ojos sorprendido, ahora que veo con más detalle el pasado, ambos están muy obvios cuando estaba juntos.
Cada vez que Takano iba a mi casa, siempre invitaba a Misaki, este se sonrojaba con cada detalle del azabache.
Cada vez que había que salir a comprar, ambos querían irse juntos. ¿Como no me di cuenta? Ahora me siento mas idiota. Pensaba tanto en el, que ignoraba esos pequeños detalles.
- hey, ¿Porque te pusistes tan triste de repente? - me abrazo mientras acariciaba mi cabeza.
- a-ahora que lo analizo, ambos eran muy obvios con su relación - note como me abrazo un poco más fuerte
- tu también eras bastante obvio, con tu sonrisa de enamorado y como te quedabas embobado con ese patán
- Shin... Me duele... - agarre con mi mano la zona de mi corazón, mi corazón latía violentamente, un dolor más doloroso que una herida física, mis lagrimas salieron como las cataratas del Niagara -... Me duele mucho.
Cerré los ojos en un intento de parar las lágrimas, pero en un fragmento de segundos, sentí unos labios tibios posarse sobre los míos. Abrí los ojos con las lágrimas saliendo todavía, veía impactado como el pelirrojo me besaba tiernamente. Sin evitarlo, le correspondi, sin dejar de llorar en ningún momento.