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Black & White (Remake) por SublimeNightmare88

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Notas del capitulo:

El capítulo estaba listo desde hace días y se que debí subirlo ayer... Pero quería hacer una ilustración para a compañarlo. El tiempo no me dio... ya lo subieré por Facebook en cuanto este listo. 

Por cierto el capítulo 3 tambien ya esta y lo subiré el lunes que viene si o si... 

En la version original el grupo de Chrsitan estaba formado solo por goticos... pero en esta ocasion decidi intercalarlos. Ademas con el tiempo senti que Amelia y Lilith quedaban mejor con el estilo punk.

La canción que toca la banda en este capitulo es:
Maldito sea tu nombre de Angeles del infierno.

https://www.youtube.com/watch?v=2Ecw7LrjyF4

MALDITO SEA TU NOMBRE- ANGELES DEL INFIERNO

 

Viendo oculto en tu disfraz
En mis sueños siempre estas
No lo puedo remediar
Te deseo cada vez mas
Al principio todo era paz
Y contigo llego la maldad


Príncipe de las tinieblas
Con fuego arrasador
Has escrito la historia
De la humanidad


Haces siempre lo que quieres sin tener piedad
Dios eterno todo lo haces a tu voluntad


Maldito maldito sea tu nombre
Maldito maldito sea tu nombre

 

Tan grande es tu poder
Que todo lo consigues
Cual es tu gran secreto
Que nada té prohíbe


Haces siempre lo que quieres sin tener piedad
Dios eterno todo lo haces a tu voluntad


Maldito maldito sea tu nombre
Maldito maldito sea tu nombre
Maldito maldito sea tu nombre
Maldito maldito sea tu nombre
Maldito maldito sea tu nombre

II

 

Todo se veía amarillo.

Noah daba vueltas y vueltas en sus sabanas ambarinas 100% algodón. Por más que intentaba no podía borrar las escenas de su hermanastra y su amiga —o quizás novia— en ropa interior dándose besos del tipo que solo había visto en las películas. Descubrió un poco su rostro y vio su viejo Pikachu de peluche, sacó su mano del poco efectivo y suave escudo de tela y lo atrajo hacia ella abrazándolo con fuerza. Estaba empezando a tranquilizarse cuando el sonido de alguien tocando la puerta casi la hizo gritar, pero logro sofocarlo con éxito. Gimió mientras se enderezaba en la cama y apartó su peluche dejándolo en la mesita de noche junto a su cama.

—Pase. —dijo deseando que no se tratara de Christian. Se sentía demasiado apenada aun para verla a la cara. Cuando la puerta se abrió y el rostro de Michelle fue el que se asomó una sensación de alivio le inundó e incluso le sonrió sinceramente al chico— ¿Qué pasa?

—Venía a decirte que llego la cena.

—¿Cena? —preguntó la castaña, volteo a ver el despertador digital en la mesita de noche junto a su peluche, confirmando que desde que se encerró en su habitación ya había pasado bastante tiempo. Su dormitorio era oscuro por lo que encendía las luces desde que se despertaba y eso contribuyo a que no notara que eran las 7:45 p.m. —Bajaré en un momento. —apartó las sabanas que ya solo cubrían sus piernas, y entonces recordó a Hatsune tapándose con las de la cama de Christian, volvió a sentir su rostro caliente y decidió que lo mejor sería no pasar tiempo con ellas aún.— Quizás tarde un poco en bajar ¿Por qué no te adelantas y comes con Christian y su amiga?

—Ella se fue hace un rato, así que… ¿le diré que nos alcanzas en un momento?

Noah lo dudo un par de segundos, pero terminó concluyendo que lo mejor sería comenzar a convivir con ellos, además ahora que la gótica asiática se había ido, esperaba que la situación no fuese tan incómoda— Voy en dos minutos.

—Ok. —dijo el chico saliendo del cuarto y cerrando la puerta detrás de él.

Cinco fueron los minutos que en realidad le tomaron a Noah reunir el valor para bajar las escaleras y unirse a sus hermanastros. Pero todo se fue por el caño cuando al llegar al comedor se topó con la mirada de Christian. A su mente saltaron una vez más todas las imágenes de lo sucedido durante la tarde de ese día. Cerró los ojos, frotó el puente de su nariz con su mano derecha un par de veces y suspiro. Tomó asiento frene a los gemelos e intercambio miradas con ambos. Ninguno de los dos dijo nada por lo que se sirvió una rebanada de pizza y comenzó a comer. El silencio era incomodo, pero gracias a Michelle no duró mucho tiempo.

—Al parecer tú y Kanade ya volvieron ¿No?

—No, y no creo que alguna vez lo hagamos. —una vez dicho esto posó su mirada en Noah, la castaña se removió incomoda en su silla mientras masticaba su cena.

—¿Ah? Yo pensé que como vino a visitarte ya estaban juntas de nuevo. —Michelle le sonrió pícaramente a su gemela. Noah intercaló su mirada de uno a otro.

—No. Quedamos como… amigas con beneficio. Nada serio, si yo quiero puedo estar con alguien más. —comentó Christian en un tono indiferente, pero con su mirada aun fija en su hermanastra. La castaña sintió que aquello era como una explicación del porque las encontré en una situación tan íntima si no eran nada más que amigas.

—¿Por qué mis exnovias no son así? —le preguntó Michelle a su hermana.

—Como si lo necesitaras. La mayoría de las chicas se te ofrecen. —dijo la gótica con un toque sarcástico en su voz.

—¡Ah! Sí, es cierto. —confirmó el rubio con una sonrisa tonta adornando su rostro.

Una vez más hubo silencio, pero ahora se sentía menos incomodo, aun así Noah se apresuró a terminar su cena sin comentar nada, esquivando la mirada de su hermanastra. Michelle fue el primero en terminar, pensaba en volver a decir algo pero notó que Christian miraba a la castaña como si quisiera decirle algo. Así que como buen hermano sonrió, llevo su plato al lavabo y subió las escaleras.

La menor quería gritar, pedirle que no se fuera, que no la abandonara. Pero en lugar de eso se quedó en silencio, mirando fijamente su plato con restos de pizza, sintiendo la mirada de Christian sobre ella, su corazón se aceleraba cada vez más hasta que el “tum-tum” resonó estridentemente en sus oídos.

—¿Qué? —cuestionó Noah en un tono que hizo notorio lo nerviosa que se sentía.

Christian negó con la cabeza— Nada. —respondió de manera seca y cortante— Deberías tocar la puerta antes de entrar en un dormitorio ajeno.

—¡Lo hice! —exclamó la castaña, al darse cuenta de su elevado timbre de voz, se sonrojo y bajando su tono a uno más normal, agregó— Pero la música estaba demasiado fuerte.

—Si no respondí, no debiste haber entrado.

—P-pero tú celular.

—Podía esperar.

—¡Muy bien! —Noah tomó su plato, se sirvió otra rebanada de pizza  y se levantó de la mesa— ¡Esta bien! — corrió a encerrarse en su habitación una vez más.

La menor tenía ganas de discutir, no estaba acostumbrada a ello ya que casi nunca socializaba, esa situación le podía dar dolor de cabeza. Era raro que una persona la desesperara tan rápido, normalmente les tomaba más que el breve dialogo como el que había tenía con su hermanastra. Debía ser algo en Christian, la gótica tenia rasgos bonitos, y su vestimenta le daba curiosidad y su voz grave que parecía indicar que al cantar podría alcanzar el timbre soprano o mezzosoprano. En su cabeza se formó una imagen mental de su hermanastra con un micrófono en sus manos cantando y una sonrisa se formó en sus labios. Se abofeteo mentalmente dándose cuenta de lo que su imaginación estaba haciendo. Acomodándose en su cama con el plato y el resto de su cena en él se apresuró a terminar. Más tarde cuando bajo las escaleras no estaba ninguno de los gemelos a la vista, cuando llego al lavabo los platos que ellos usaron estaban limpios. Lavo rápidamente el suyo y volvió a encerrarse en su habitación. Se dio un baño rápido y se cambio —por fin— su pijama de robots por una de platillos voladores. Se metió en la cama y su cerebro —para su fortuna— se apagó rápidamente.

Cuando abrió sus ojos se sintió aturdida. Giró su cabeza y vio el reloj digital a su lado no pudo comprender en un inicio los números verdes que indicaba la hora. Pero no importaba. Aquel día era domingo. Se levantó y salió de su habitación al mismo tiempo que Christian. La gótica tenía un atuendo más completo que el día anterior, tenía muchos más accesorios puestos, junto con sus ya comunes botas —bastante parecidas a las de Hatsune— y esta vez en lugar de falda —como la había visto en todas las ocasiones anteriores— llevaba un elegante pantalón ajustado que parecía de cuero y tenía cierres en varios lugares estratégicos, además de una blusa con mangas de encaje negro con formas de rosas. Noah se sonrojo y aún más cuando se dio cuenta que Christian se percató que la estaba escaneando de pies a cabeza. La gótica sonrió satisfecha y bajo las escaleras. La castaña se cubrió su rostro caliente con ambas manos para reprimir el grito que amenazaba con salir de su garganta.

Entonces se dio cuenta de un detalle, el día anterior aunque vestía de negro su ropa era sencilla. Quizás ese día esperaba tener visitas que requerían que ella se arreglará más o tal vez iba a salir. Esperaba que se tratara de la segunda opción. Procedió a bajar las escaleras y encontró a Christian frente a la televisión. Ella no era mucho de ver anime, pero reconoció el estilo de animación y vagamente recordó a un sujeto en un foro usaba de avatar la imagen del personaje que estaba en ese momento en pantalla. “Saya” y el anime era “Blood: The Last Vampire”. Nunca paso por su mente que su hermanastra fuese del tipo otaku.

—No. —dijo Christian haciéndole dar un respigo— Pero me gusta todo lo que tenga vampiros. —con el control del DVD puso pausa a la película y se giró para verla.

Al parecer Noah se expresó en voz alta, era eso o la gótica era psíquica.

—Van a venir unos amigos míos. Y vamos a hacer mucho ruido. —le advirtió Christian, una sonrisa sarcástica se formó en sus labios y agregó— Te estoy avisando por si no quieres presumirles tu pijama.

—Voy a cambiarme. —Noah comenzó a subir las escaleras.

Su hermanastra volvió su atención a la televisión apretando el botón de play en el control— Aunque así te vez linda. —cuando dijo eso el pie de la castaña resbalo en el escalón que estaba subiendo, fue gracias al barandal que pudo evitar que su rostro tuviese un encuentro cercano con el piso. Miró a Christian quien seguía con la mirada fija en su película, pero la sonrisa burlona en su rostro la hizo darse cuenta de que su hermanastra solo la estaba fastidiando. Hizo un puchero que combinado con sus mejillas rojas la hicieron verse de por lo menos 10 años menos. Cuando se dio cuenta que la gótica no iba a voltear a verla subió corriendo las escaleras y entró a su cuarto.

Luego de cambiase la pijama por un atuendo más presentable, encendió su computadora, fue directo a su carpeta de música. Una vez que Daft Punk comenzó a resonar en su habitación, decidió matar el tiempo depurando archivos en su computadora. Minutos más tarde, el sonido de su música electrónica se mezcló con la de otro género, tomó aquello como una señal de que los amigos de Christian habían llegado. Mientras apagaba su equipo la música se detuvo, cuando salió del cuarto escucho varias voces causándole curiosidad, y fue a las escaleras para echar un vistazo.

El grupo había empujado los muebles para acomodarse con sus instrumentos en la sala, vio a una chica con vestimenta tipo punk en la batería;  Su cabello castaño rojizo corto y alborotado, dejaban a la vista una perforación en su ceja izquierda, sus ojos marrones tenían un curioso brillo juguetón que la hizo comenzar a descender la escalinata lentamente. La joven desconocida llevaba puesto un short de mezclilla azul corto y desgarrado, una camisa de franela a cuadros gris amarrada en la cintura, una playera negra sin magas que dejaba al descubierto sus brazos bronceados—parecía ser que en ese grupo era quien más salía a tomar el sol—, tenía muñequeras de cuero con remaches en cada mano que iba bien con la botas cortas que llevaba decoradas de la misma manera. Notó a otra chica con ropa similar ocupada afinando una extraña guitarra mientras negaba con la cabeza a algo que le decía la baterista; su brillante y larga cabellera negra estaba igualmente despeinada, por la posición en la que estaba, Noah no podía distinguir sus rasgos faciales, pero sí su pantalón de mezclilla rasgado por partes, con cadenas colgado a cada lado de su cintura y un par de botas largas por encima, eran más sencillas que las de Christian, pues no tenían más adornos que sus agujetas, aquellas iba mejor con su tipo de ropa. La camisa manga larga de red dejaba ver la blusa de tirantes negra que tenía debajo, sus muñecas estaban cubiertas por varias pulseras delgadas de cuero con picos y remaches. Ya en el último escalón vio a Christian mostrándole unas hojas al único chico del lugar, tenía colgando una guitarra y cambiaba la posición de sus dedos en ella —supuso la castaña que eran acordes— mientras asentía a lo que su hermanastra decía. Se sintió sofocada por la vestimenta del chico. Sus pantalones negros pegados, con botas largas, una larga gabardina negra que le cubría el cuello y bajaba hasta llegar a las rodillas. Su cabello largo estaba sujeto con una liga de cabello negra, y sus ojos ridículamente cubiertos por lentes de sol. Con la temperatura tan elevada de ese día Noah cuestionó la salud mental del sujeto. Ninguno se dio cuenta de su presencia ya que Christian —que cargaba un bajo— indicó que volvieran a empezar.

El sonido de las guitarras la hizo sobresaltarse ya que no era del tipo de música que ella solía escuchar. Para cuando la batería se introdujo en la melodía ya se había acercado más al grupo. Al escuchar la voz de Christian por fin pudo clasificarla como mezzosoprano y quedó fascinada por ella. Cuando su hermanastra la notó le sonrió y continúo cantando. Al entrar el solo de guitarra su atención de desvió a la chica guitarrista y por fin pudo verle el rostro. Tenía un aro metálico en su labio y un par de perforaciones en las orejas, más de las que normalmente se usaban. Sus ojos parecían ser de color azul, pero por la distancia no estaba del todo segura. Volvió su atención a Christian quien seguía observándola. Sintió sus mejillas calentarse y aceptó que quizás su hermanastra le llamaba un poco la atención. La gótica volvió a cantar un poco más para concluir la canción.

—Buen ensayó. —le dijo Christian a sus amigos— Creo que estamos casi listos para tocar la próxima semana. —se acercó a la menor y tomó su mano para llevarla de regreso con su grupo— Bueno mi querido aquelarre, les presento a Noah, es hija del hombre con el valor suficiente para casarse con mi madre.

El chico no perdió tiempo para dar un paso al frente y extender su mano con una sonrisa que incomodo a la menor enseguida.

— Mucho gusto, me llamo Syd.

La castaña tomó su mano— Igual. —respondió Noah dándole un leve apretón y soltando su mano al instante, el chico se le figuraba tanto a un vampiro que la hizo sentir aún más incómoda.

— En realidad es Sydney. —comentó la baterista acercándose, el chico enseguida protestó, pero la punk lo ignoró— Yo soy Amelia. —tomó las manos de la menor entre las suyas. Ella parecía mucho más amable y amistosa que gótico, por lo que se pudo relajar.

Cuando se soltaron la otra punk se le acercó— Lilith. —dijo la guitarrista estrechando su mano. Ahora que Noah la veía de cerca pudo examinar bien el color de sus ojos y quedó maravillada al notar que era una bonita combinación de verde y azul.

Dándose cuenta que ya había pasado demasiado tiempo perdida en los ojos de la chica más alta la soltó y lo único que pudo decir por los nervios fue:

—E-este… Hola

—Bastante linda tu hermanastra “Tormented Trauma”. —comentó Lilith en un tonó burlón mirando a Christian quien solo hizo un gesto de fastidio.

—¿Tomented Trauma? —cuestionó Noah bastante confundida.

—Es el nombre con el que me presento en la banda. —respondió la gótica— El de Syd es Sedated Sadism, Amelia es Scarred Psyche, y Lilith es Devil’s Plaything.

El rostro de Noah reflejaba tanto desconcierto que Christian decidió explicar— Es uno de los métodos que usamos para llamar la atención. Le da curiosidad a la gente, es decir atrae más público a nuestro grupo.

La menor asintió con la cabeza sin realmente comprender el motivo por el cual usaban apodos— ¿Y cómo se llama su banda?

—Necrotic Obsession. —respondieron en coro los cuatro integrantes del grupo.

Todo aquello para Noah extraño y raro, pero sobretodo interesante— Cantas bien.—le dijo a Christian.

—Lo sé. —respondió al instante con una sonrisa arrogante adornando su rostro.

—Toquemos una más. —pidió Syd pasando su mano por las cuerdas de su guitarra produciendo un sonido un tanto desagradable. El chico solo hizo ruido por que sí.

—No lo sé. —dijo Lilith haciendo a un lado su guitarra con forma de flecha y dejándola reposar en uno de los sofás que movieron— ¿Por qué no tomamos un descanso?

—Pues yo quiero tocar. —insistió el gótico esta vez tocando varios acordes que hicieron chillar su guitarra, algo bastante Heavy metal.

—Estoy de acuerdo con descansar un poco, no quiero terminar hastiada. —Amelia se sentó en otro de los sofás.

—Creo que lo estamos haciendo lo suficientemente bien como para tomar un respiro. —Christian volteo a ver a su hermanastra— ¿Te gustaría ir a vernos tocar la próxima semana?

—Bueno yo… —dudo unos segundos.

—Michelle también va. —agregó la gótica por si lo que la menor no quería era estar sola.

—Está bien, sí voy.

—Que bi… —Christian no pudo continuar ya que fue interrumpida.

—¡Que bien! —exclamó Lilith emocionada y con una sonrisa coqueta.

Teniendo a ambas chicas una a lado de la otra Noah se dio cuenta de que la guitarrista era igual o incluso más bonita que su hermanastra, además parecía más amigable. La castaña no dijo mucho más solo se despidió para volver a su “fortaleza de la soledad”. Cuando cerró la puerta de su dormitorio escucho que alguien tocaba con su guitarra una melodía que —a diferencia de la escucho antes— pudo reconocer. Aunque ya era algo vieja, “Engel” de Ramstein era una canción que todos habían escuchado por lo menos una vez en su vida. Estaba por encender la televisión en su cuarto cuando escuchó que alguien estaba tocando. Pensó que tal vez se trataba de Christian o Michelle, pero al abrir se encontró con Lilith.

—Hola, Angelic Disgrace. —la saludó entrando y cerrando la puerta detrás de ella.

—¿Perdón? —preguntó Noah balbuceando justo antes de que los labios de la punk se posaran sobre los de ella.

Notas finales:

Gracias por leer.

Hasta la proxima semana.


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