Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Diablo en el espejo por The_King_Under_The_Mountain

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Después de poco más de dos años, he vuelto. Dudo que alguno de mis antiguos lectores siga por aquí esperándome pero escribo esto con cariño y nostalgia, la página ha decaído mucho estos años y espero que si aún hay alguien, disfrute con esta lectura, no prometo actualizar cada semana pero sin duda no esperaré dos años y medio para subir algo nuevamente

(Estoy editando esto y ya me tardé una vida en actualizar, discúlpenme)

"Perdí al bebé."


"Nunca podré llevar un embarazo a término."


"Busca a otra persona que pueda servirte para eso."


Minato despertó jadeando en la oscuridad de su habitación, aun los ecos de esa voz triste resonaban en su cabeza y le aterraba saber que no eran pesadillas, eran recuerdos tan dolorosos que juró guardarlos en lo más profundo de su mente. Apretó los dientes retirándose el flequillo rubio hacia atrás mientras masajeaba su frente con sus cinco dedos, gesto que tenía al estar desesperado o abatido, y en ese momento se abrió la puerta y apareció su hijo agitado en estado de alerta, mirando a todas partes en busca de lo que le hubiera asustado.


"¡Mamá! ¿¡Gaara te está molestando!?", preguntó alterado moviendo sus ojos rápidamente, tras él se asomaron unos orbes color aguamarina y Minato volvió a pegar un salto, no acostumbrado a ver a ese ridículo muñeco de su hijo en su forma humana, aparentando ser un chico de la misma edad que Naruto.


"Yo estaba en tu cuarto..."


"¡Por Dios! ¡Largo de aquí! Asustas a mamá.", gruñó Naruto también habiéndose asustado por su repentina aparición, Gaara asintió y se marchó en silencio. Definitivamente, Minato prefería la versión mesurada y fría del pelirrojo que el muñeco desquiciante y horrible que no desaparecía por más que se deshiciera de él en secreto. "Mamá... ¿estás bien? Sentí que... estabas muy alterado dattebayo... si ese hijo de perra..."


"No, Naruto," interrumpió sonriendo dulcemente al ver que el ceño de su precioso hijo empezaba a fruncirse con furia, listo para bajar y enfrentar al demonio del sótano, "fue solo una pesadilla, estoy bien."


El rubio menor lo miró sin estar convencido, dudando entre si bajar y amenazar al odioso traga carbón o irse a seguir descansando en su cuarto, imposibilitado de dormir como un humano común.


"Ven.", palmeó el espacio a su lado sin haberse movido de la posición sentada que adoptó al despertar abruptamente, Naruto no demoró en subirse a la cama y enterrar el rostro en sus muslos abrazando con fuerza sus caderas, sin molestarse siquiera en correr las sábanas. Su hijo quizá era peor que Astaroth a ratos, pero él nunca dejaría de pensar que era su niño hermoso y sonrió acariciando los cabellos rubios enternecido.


"Lo siento, dattebayo...", murmuró contra él Naruto.


"¿Qué cosa?"


"Si no hubiera sido por mí, no estarías aquí asustado todo el tiempo y rodeado de tantas cosas locas y aterradoras..."


"Lamento si les resulto aterrador...", murmuró la voz de Gaara peligrosamente cercas, apareció sentado en la cama y Naruto apretó más al mayor como reflejo.


"¿¡Qué rayos Gaara!? ¿¡No te he dicho que no debes aparecerte así!? ¡Regresa a mi cuarto y quédate allí o te juro que te sello en ese maldito muñeco dattebayo!"


"Lo siento, no volverá a pasar..."


Y Gaara desapareció en silencio, traspasando las paredes como si fuera de humo.


"Maldita sea."


"Naruto..."


"Perdónalo, apenas está aprendiendo a comportarse, te prometo que no te asustará más."


"Cuando era un simple muñeco diabólico solía darme sustos de muerte, pero ahora que es humano me parece que le tienes más miedo tú...", sonrió divertido agitando el pelo de su retoño, de por sí desordenado.


"Era más fácil controlarlo antes...", refunfuñó enfadado. "Mami... lo siento dattebayo..."


"¿Qué es exactamente lo que sientes?"


"Que... que es por mí que estás en esta situación, con un bastardo loco acechándote, un muñeco embrujado viviendo bajo el mismo techo y un hijo maldito que te causa problemas, yo quisiera... volver en el tiempo y evitar que hicieras ese pacto para que tuvieras la oportunidad de ser feliz... si tan solo..."


"Naruto, escúchame...", el rubio alzó la cabeza de donde la tenía, se sorprendió por ver los ojos azules de su madre húmedos, como a punto de llorar. "Es cierto que hemos pasado por muchas cosas, pero nunca, nunca, me arrepentiría de haberte tenido, no somos una familia convencional y menos ahora que Gaara pasa a ser como tu hermano, pero yo te amo y ni siquiera él puede evitar que haga lo que creo que es mejor para ti, así que no te preocupes por mí y concéntrate en tratar de llevar de una vida normal siempre que nadie se interponga..."


Naruto sonrió enorme, también con los ojos húmedos. Su pulgar secó una lágrima ajena y Minato le tomó la muñeca, permitiendo que la acanelada mano de su hijo le acariciara mientras cerraba los ojos dócil. "Te prometo que mientras esté en este mundo nada va a separarme de ti, siempre voy a protegerte hasta de ese estúpido..."


Duraron abrazados unos cuantos minutos, finalmente Naruto lo soltó secándose el rostro y compuesto de ese breve momento emocional. Bufó fastidiado cuando vio a Gaara en una esquina, mirando con atención unas fotografías que su mamá tenía por ahí, y se preguntó si alguna vez su infernal compañero aprendería a ser un humano decente.


"Bueno, es mejor que sigas durmiendo, aun falta para que amanezca..."


"¿Tienes alguna tarea hoy?"


"El viejo me encargó unas cuantas estupideces pero no pienso salir y dejarte así, menos con Gaara apareciendo de la nada ahora que estás alterado.", fulminó al pelirrojo con la mirada, este lo notó y se esfumó de inmediato.


"Se enojará..."


"Que se enoje si quiere, ya veremos que intente tocarme un cabello."


Viendo que su hijo hacía amagos de levantarse, Minato le sostuvo del brazo. "Quédate conmigo, también tú estás alterado... ven, acuéstate."


Sin rechistar, el menor obedeció, y desde la misma esquina donde había estado desde hacía un buen rato observando la conducta humana (él no chismeaba, por supuesto), Gaara tomó nota de obedecer en todo al hombre de la carita bonita. Si no lo hacía, podían pasarle dos cosas. O ese hombre le daba un zape como había visto que le daba a Naruto, o el mismo Naruto se lo daba por desobedecer a la madre de ambos. Porque también era su madre ahora, ¿cierto?


[~]


Si se concentraba, aún podía oler la sangre derramada por el piso, manchando la inmaculada sal que los rodeaba a ambos, aún sentía el calor de las velas rojas, aún veía los ojos en el espejo que no lo habían dejado en paz ni un segundo desde ese día.


Un escalofrío recorrió su espalda, se le pusieron las manos frías y al voltear se encontró cara a cara con la personificación de ese maldito demonio que le había arrebatado la vida como él la conocía.


"Mh, ¿porqué tan estresado? ¿El mocoso te está causando problemas? ¿O es acaso tu nuevo hijo?"


Minato tensó visiblemente, sabía que ese horrible ente volvería a intentar aprovecharse de él como cada vez que Naruto no estaba cercas. Realmente, le sorprendía como es que su hijo había evitado todos esos años que esa cosa le pusiera un dedo encima.


"Vamos, putita, sírveme de algo...", murmuró con malicia acercándose a arrinconarlo contra la pared, sujetándole la muñeca para jalarlo, y aunque intentara forcejear, su resistencia no se comparaba a la fuerza demoníaca con que lo sometían.


"Déjame en paz.", se atrevió a decir soltándose del agarre, frunciendo el ceño valiente como pocas veces. Un puñetazo directo al rostro le hizo sentirse mareado, sintió de inmediato el sabor de la sangre. Pero no alcanzó a recuperarse cuando un segundo golpe en el estómago le sacó el aire y le hizo encogerse con los ojos bien abiertos.


"No estás en posición de negarte, perra, así que empieza a comportarte o te voy a..."


"¡Cállate!"


Minato alzó la cabeza sorprendido por la repentina entrada de su hijo, este de un poderoso empujón le quitó al demonio de encima y se apostó frente suyo, en aras de protección.


"¡Ja! ¿Qué haces aquí estúpido niño? Deja a los adultos arreglar sus asuntos."


"Na-Naruto, ¿no deberías estar en la escuela?", preguntó desde el suelo donde había caído por el puñetazo en el estómago, limpiándose la sangre de la boca con la manga de su camisa.


"Olí tu sangre... vine a ver que este bastardo no estuviera lastimándote...", dijo en un gruñido mirando amenazante al demoniaco hombre, listo para saltarle encima. "Tú, imbécil, si quieres una puta te traeré una, a mi mamá déjalo en paz."


"Muy valiente, escuincle, pero no debes olvidar que esta zorra me pertenece.", sonrió burlón, sabiéndose superior.


"Me importa un carajo, si te atreves a ponerle un dedo encima te devolveré al infierno a patadas, me vale si me tengo que ir contigo con tal de que lo dejes en paz.", el otro sonrió malignamente, sacándole un gruñido como el de un animal salvaje al joven blondo.


"No hables por hablar, eunuco, nunca sabes lo que puede pasar...", centró sus ojos de poderosa mirada en Minato, este apenas se movió incómodo. "Tu estúpido hijo casi se mete en líos, cóntrolalo mejor o lo haré yo. Y tú, miserable, aprende a guardar tus amenazas antes de que te tome la palabra y te arrastre conmigo al infierno."


"Cállate y lárgate.", volvió a gruñirle el Namikaze menor, cambiando por un segundo sus ojos azules a unos rojos que denotaban su sobrenatural origen. Viendo esto, el demonio dejó de sonreír y se puso serio, desapareciendo en forma de un humo pesado y negro que dejó marcas de carbón en el suelo.


[~]


"Ese... imbécil... empiezo a creer que lo mejor es arrastrarme con él de vuelta al agujero de donde salió.", bufó Naruto, limpiando todo lo amable que podía el labio partido de su madre con un algodón y alcohol. El mayor se encogió ante el ardor. "Lo siento..."


"Está bien... ¿dónde está Gaara?"


"Le pedí que se quedara en la escuela, se supone que debe estar allá... aunque no sería una sorpresa que aparezca por aquí en cualquier momento..."


"¿Me llamaron?", preguntó la voz casi muerta del pelirrojo, Gaara los observó desde el marco de la sala. "¿Quién lastimó a mamá?"


"No es tu mamá, es mía, y fue ese estúpido demonio bastardo, como lo odio dattebayo.", terminó de poner la cinta en el labio herido, besó con suavidad la frente del rubio mayor. "Tenemos que volver a la escuela, mami, no queremos que se pregunten donde estamos..."


"De acuerdo, vayan pronto, pórtense bien y Gaara por favor no aparezcas de la nada, asustas."


"Lo siento...", murmuró acercándose a Minato, con la intención de imitar a su hermano mayor y besar la frente cubierta por el flequillo.


"Hey hey, ¿qué crees que haces?", refunfuñó Naruto empujándolo del pecho, empezando a caminar a la puerta de entrada. "Gaara, tú y yo necesitamos aclarar algunas cosas ttebayo.", fue lo último que escuchó el Namikaze y sonrió levantándose de la mesa de centro con algo de trabajo por sus costillas doloridas.



[~]


"Nunca se te va a quitar lo bastardo, ¿cierto? Teníamos un maldito trato.", reclamó con furia contenida el joven Namikaze, expulsando un poco de su poder que hizo titilar las llamas de las velas rojas.


"No puedes culparme por querer tener un poco de diversión, además, tu adorable mamita necesita cariño...", se burló el demonio paseándose por ese sótano oscuro y húmedo, rodeando al chiquillo que le encaraba molesto.


"Deja de decir sandeces. Estoy cumpliendo mi parte, y más te vale respetar los términos o te juro que..."


"Sí, sí, te irás conmigo al infierno, ya me lo sé, mocoso, no dejas de repetirlo como si fuera tu maldito mantra.", se tomó un segundo para suspirar. "Estás jugando con cosas que no te corresponden niño..."


"Me vale dattebayo, mantente lejos de él.", decidió que la visita había terminado, dirigió sus pasos a las escaleras. "Por cierto, ya sé como rompiste los sellos, y te tengo una sorpresa, para ver si vuelves a intentar subir a acosarlo.", le dirigió una sonrisa cargada de maldad y por fin salió, escuchando el grito furioso del demonio al descubrir que estaba sellado en ese cuarto sin ninguna grieta para escapar. "Disfrútalo imbécil."

Notas finales:

Bueno, muchas gracias a todxs


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).