Hatori Yoshiyuki miró su reloj, hastiado.
-Ya son las 00 h... Pero llegamos a tiempo. Voy a casa de Yoshino... Seguramente estará tumbado en el suelo, como siempre. Qué vida la nuestra...
Como editor, mejor amigo y amante de Yoshino Chiaki, alias Yoshikawa Chiharu, no sabía cual de las tres facetas predominaba en esos momentos.
Como siempre, había conseguido terminar su manuscrito a ultimísima hora, y Hatori había tenido que ir como loco por Emerald y negociando con la imprenta. Y ahora, al haberlo terminado todo, tenía que ir al piso de su amante y encontrarlo tirado en el piso, obligarlo a levantarse, ducharse, y hacerle la cena.
En fin, "sarna con gusto no pica". Y él lo hacía a gusto, aunque a veces se preguntaba si no sería mejor otro tipo de trabajo, otro tipo de relacion, otro tipo de vida... (suspiro)
No falló su presentimiento y tuvo que cuidar de Chiaki, como siempre. Después de cenar se acostaron uno al lado del otro, sin hacer el amor ya que estaban muy cansados. Chiaki se durmió en el acto mientras Tori lo contemplaba pensando en la sorpresa que tenía pensada para él...
La mañana siguiente...
-Tori... Tengo hambre...
-¿Eso es lo primero que dices cuando despiertas? -Dijo un Tori sonriente. -Levántate, vístete y ven a la mesa. Tengo una sorpresa para ti...
Chiaki no tardó en obedecer, cuando llegó a la mesa se encontró con un perfecto desayuno japonés y con un Tori vestido de manera muy informal.
-En cuanto acabes de comer, nos vamos a pasar todo el día a la playa. Has trabajado mucho... Y te lo mereces. -Tori dijo esto de forma tierna, luego se acercó a Chiaki para darle un suave beso.
Acabaron de desayunar, cogieron un par de cosas, entre las que no faltó el protector solar (véase: quemados) y se fueron en el coche de Tori.
Cuando llegaron, pusieron sus toallas y se fueron a darse un bañito hasta la hora de comer, para la que habían llevado sus bentos. Al caer la tarde, Chiaki se sentía con ganas de hacer cosas, por lo que se dirigió al puesto de alquiler de motos acuáticas.
-¿No quieres una tú también, Tori?
-No, yo paso. Me quedo aquí vigilando nuestras cosas y así aprovecho para leer el nuevo libro de la serie Junai Romantica.
-Como quieras, Tori.
Chiaki se fue hacia el puesto y escogió la primera moto acuática que vio, pagó y se adentró en el mar sin pensarlo mucho. No era muy buen nadador, pero hacía buen tiempo, el mar estaba bastante calmado y la moto funcionaba aparentemente bien, así que no había motivos de preocupación. De todas formas Chiaki es despreocupado como forma de vida.
No había mucha gente en la playa aquella tarde, y los que había se estaban empezando a largar de allí, aún no estaba oscuro pero no tardaría mucho.
Tori estaba muy concentrado leyendo su libro de Junai Romantica, una extraordinaria serie de temática BL situada dentro del top 3 de ventas de la editorial Marukawa, escrita por el misterioso autor o autora Akikawa Yayoi.
En esa novela se describían numerosas prácticas sexuales entre hombres, algunas de ellas le resultaban sumamente interesantes a Tori, así que tomaba nota mentalmente para poder recrearlas con Chiaki en cuanto tuviese oportunidad... Por eso se hallaba tan enfrascado en su lectura.
Chiaki a su vez, había perdido la noción del tiempo, y cuando se quiso dar cuenta de que era bastante tarde y tenía que volver a la orilla, se encontraba bastante alejado de ésta y... ¡Ups! La moto estaba empezando a fallar...
Tori, a lo lejos vio a un Chiaki frenético intentando atraer su atención. ¿Cómo podía ser tan irresponsable? Aunque fuese en una moto acuática, había ido demasiado lejos, y no sabía nadar muy bien. Encima lo estaba saludando... Un momento... ¿Saludando o pidiendo ayuda? Aunque no veía bien la expresión de Chiaki, le pareció que estaba asustado...
-¡Toooooriiiiii! Ayúdame...
-¿Qué ocurre?
-¡La moto! No funciona y yo no sé nadar tan bien para llegar...
-Espera un momento, voy a hablar con el dueño.
Tori se dirigió al puesto de las motos y lo primero que encontró fue el cartel de "VUELVO EN 5 MINUTOS" colgado en la puerta principal, que seguía abierta.
Mientras tanto Chiaki se ponía más nervioso a cada instante que pasaba. Y para colmo, estaba empezando a oscurecer.
-Toooooriiiiii... TOOORIII...
-¡Enseguida voy, Chiaki!
No había tiempo que perder. Por suerte Tori era buen nadador, pero cogió otra moto acuática y en pocos minutos acudía al rescate de su amante y se plantaba delante de él para cogerlo y subirlo a su moto, que sí funcionaba.
-¿Qué hacemos con esto?
-De momento lo dejamos ahí. En cuanto lleguemos a la orilla iremos a pedirle explicaciones al dueño.
El dueño del puesto había llegado y se dedicaba a observar la hazaña de Tori como si estuviera viendo una película de acción o un episodio de "Los vigilantes de la playa", le faltaban la coca-cola y las palomitas.
Tori y Chiaki habían conseguido llegar a la orilla y se fueron directamente a hablar con ese señor, Chiaki aún asustado y Tori emanando un aura oscura...
-¿Qué tiene que decir a esto? Le alquila una moto defectuosa, se ausenta de su puesto y tengo que ir yo mismo a buscarlo. ¡Exijo una explicación!
-Lo siento, señores. Para compensarlos, les regalo los viajes... Además me han quitado el aburrimiento de golpe, no todos los días se ve a alguien tan resolutivo como usted. -Dijo el señor, refiriéndose a Tori. -¿Cuánto tiempo hace que son pareja?
-Eso a usted no le importa. Vamos, Chiaki. -Tori cogió a Chiaki y se lo llevó a su coche sin mirar atrás.
El viaje a casa transcurrió sin incidencias. Tori puso la radio, le apetecía oír un par de canciones y Chiaki no abrió la boca en todo el trayecto.
Al llegar al apartamento de Chiaki, Tori le mostró el libro que había estado leyendo hacía unas horas.
-Junai Romantica... ¿Es interesante?
-Muy interesante... Y tiene algunas cosas que quiero practicar contigo...
-¿Conmigo?
-¿Qué te parece si nos damos un baño relajante... juntos? -Dijo Tori mientras tomaba por la cintura a su amante para besarlo apasionadamente.
-De acuerdo...
-Llámame por mi nombre.
-Está bien... Yoshiyuki.
Y de esta forma, los dos hombres se fueron a la bañera a practicar las enseñanzas del gran maestro Akikawa Yayoi...
🐥🐥🐥
Esta noche voy a mimarte...
El baño, desde luego, fue una experiencia muy estimulante. Hatori había conseguido unas sales de baño con efecto afrodisíaco, que vertió en la bañera mientras Chiaki se desnudaba en su habitación. Aún después de un año de ser pareja, seguía siendo tímido y le daba reparo mostrarse desnudo tan abiertamente, aunque fuese ante Tori...
Ya estaban los dos en la bañera, cubiertos hasta el cuello, y se dedicaban a enjabonarse mutuamente... Más bien era Tori el que enjabonaba a Chiaki, teniendo cuidado de pasar por sus zonas erógenas, pero sin llegar al punto de la "excitación directa".
Cuando ya no pudieron aguantar más dentro del agua, Tori cogió a su amante en brazos, lo envolvió en una gran toalla y lo llevó hasta la cama de matrimonio situada en su habitación. Lo secaba con cuidado, como si fuera algo muy preciado que tuviese miedo de romper.
Si por él fuera, lo habría tomado ya en la bañera, pero sabía que eso a Chiaki no le daba muy buenos recuerdos, y no quería apenarlo. Además, quería intentar varias prácticas que aparecían en Junai Romantica y era mejor en la cama.
Retiró la toalla del cuerpo de Chiaki y empezó besándolo en los labios. Fue un beso tierno, pero al sentir la leve respuesta de Chiaki aumentó la intensidad, llegando a morderle suavemente el labio inferior para introducir su lengua en la boca del menor.
Cuando les faltó el aire, se dirigió a su cuello y empezó a besarlo por ahí, sabía que era un punto sensible y quería hacerlo sentir muy bien. Siguió con los pezones, que ya se hallaban duros y rosados. Los rozaba con la lengua, para luego apretarlos un poco con los labios. Mientras tanto, con las manos, iba bajando por su abdomen, hasta su ombligo y más abajo, para comprobar el estado de cierta parte de la anatomía del menor.
En efecto, el menor ya estaba duro. Pero Hatori quería disfrutar un poco más de su cuerpo, por lo que bajó la lengua hasta su ombligo y jugó un rato con él, mientras con las manos acariciaba las nalgas y los muslos de Chiaki. Éste último ya no podía contener su voz y de vez en cuando emitía algún gemido que motivaba a su pareja a seguir torturándolo.
Hatori bajó con su lengua... Y se desvió hacia los muslos y las ingles de Chiaki, mientras que con las manos acariciaba otro punto sensible, situado detrás de las rodillas de su amor.
Chiaki se encontraba ya muy excitado, a pesar de que su amante aún no lo había tocado directamente. Tenía tendencia a correrse demasiado pronto, y si lo tocaba, no duraría demasiado y no podría disfrutar de él tal y como quería...
Al final, Tori fue subiendo su boca hasta llegar a los testículos de Chiaki, que rozó con la lengua provocando un estremecimiento en este último.
Entonces decidió estimularlo doblemente. Le dijo que se pusiera a cuatro patas, y cogió su miembro con la mano, dispuesto a masturbarlo. Y con la boca, empezó a estimular su pequeña entrada, besando, lamiendo y metiendo la lengua dentro del orificio.
Chiaki no soportaría aquello mucho más tiempo... La doble estimulación le hacía emitir gemidos cada vez más altos, y eso sólo motivaba a Tori a aumentar el ritmo, tanto de sus manos como de su boca, hasta que al final Chiaki, con un altísimo gemido, dejó ir su esencia en la mano de su novio, que se alegró ya que eso serviría para que estuviera más relajado... Y porque había llegado su turno de disfrutar.
Tori volvió a tumbar a Chiaki en la cama. Acto seguido, levantó una de sus piernas hasta acomodarla en su hombro, en la postura llamada "el árbol". Por suerte, Chiaki tenía un cuerpo menudo, delgado y muy flexible que le permitía acoplarse a cualquier postura sexual.
En esa postura, Tori tenía una visión privilegiada de la entrada de Chiaki, ya bastante húmeda, dilatada y preparada para lo que venía a continuación.
Tori se introdujo lentamente en el cuerpo de Chiaki, sin perderlo de vista, viendo su expresión de placer mezclado con dolor. Porque al principio, siempre dolía... Pero cuando movió tímidamente las caderas, Tori supo que era el momento de seguir.
Siguió embistiendo, con una vista magnífica del cuerpo de su dulce amante, sonrojado y con pequeñas lágrimas saliendo de sus ojos, debido al intenso placer que sentía.
En una de tantas embestidas, dio en un punto que hizo a Chiaki contener la respiración. Lo había encontrado. Siguió dando en ese punto, la próstata del menor, hasta que éste intentó anunciar, entre gemidos, su próximo clímax.
-Tori... No puedo más...
-Yo tampoco...
Siguieron de esa forma unos momentos más, y sin previo aviso Chiaki volvió a correrse, esta vez sobre el abdomen de Tori, que sólo tuvo que dar un par de embestidas más antes de hacer lo propio en el interior de Chiaki.
Tori salió de su pareja con cuidado y acomodó su pierna al lado de la otra. Estaban cansados para una segunda ronda, y seguramente a la mañana siguiente le dolería el cuerpo... Pero podría hacerle un masaje... Que seguramente acabaría con erótico resultado.
Mientras pensaba en esas cosas, Chiaki se había dormido abrazado a él. Antes de dormirse también, pensó lo siguiente:
Tengo que conseguir más libros de la serie Junai Romantica... 🌚
FIN