Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El conserje rockstar por Fullbuster

[Reviews - 93]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

¡Era un idiota! Ese músico egoísta y egocéntrico era simplemente idiota. Y aun así, le dolía todo lo que le había dicho sin fundamento ni motivo, no le había dado cuartel ni tiempo para escribir lo que quería decirle. Por otro lado… tampoco podía culparle del todo, Kabuto lo había hilado perfectamente, aprovechando que no podía hablar para defenderse, haciendo creer a Naruto que huía del problema en vez de que buscaba algo para escribir, escondiendo aquella grabadora entre sus cosas de limpieza, porque Kabuto tenía llaves de toda la academia igual que él por ser el conserje. ¡Se lo había puesto fácil!

Y aún sabiendo que en parte era su culpa por no haber podido prever una bajeza semejante, otra parte tenía una espinita clavada, esa espinita que le decía de ir a gritarle lo imbécil que era a Naruto. Él se había podido desfogar, le había gritado e insultado, le había catalogado como un vulgar ladronzuelo pero Sasuke… no, él no había podido gritarle cuatro cosas para quedarse tranquilo y eso le carcomía. ¡Necesitaba y quería gritarle! El problema… es que no tenía voz para hacerlo.

Aun así, ahora mismo lo único que podía hacer era centrarse en fregar el suelo. En un día… ¡no! En unas horas, había perdido todo. No podía ni siquiera cantar y terminar su canción, Naruto le odiaba y volvía a estar como al principio… salvo que también le habían arrebatado la música. Al menos, tampoco Orochimaru ni Kabuto podrían quedarse su música ahora mismo, no con él sin voz.

Estaba absorto en la música, moviendo la fregona de un lado al otro, que sólo se dio cuenta de que alguien estaba a su lado cuando observó el agua bajo sus pies encharcando parte del suelo. ¡No tenía que ser un genio para saber que era Kabuto! Era el único que siempre le daba una patada al cubo y derramaba el agua por todos lados.

- Idiota – sonrió Kabuto al pasar por su lado – no sirves ni para fregar.

Sasuke sacó un papel de su bolsillo y dejando la fregona a un lado, escribió una simple frase.

¿Por qué no te vas a buscar meteoritos?

La sonrisa burlona de Sasuke hizo que el rostro de Kabuto se tensase en un odio acérrimo. Durante un segundo, el silencio reinó hasta que aquel impresentable sonrió nuevamente, sacando de su bolsillo una hoja y desplegándola frente a Sasuke.

- Voy a pasarte esa, sólo por esto, mira bien Sasuke… estás hablando con el nuevo integrante de la banda Kyuubi – sonrió pese a que Sasuke se tensó un poco antes de volver a escribir algo en el papel.

Enhorabuena, ¿cómo vas a cantar sus canciones? – preguntó Sasuke señalando su voz afónica – que te vaya bien y disfruta los ensayos.

¡Era incorregible! Le desesperaba, pero Kabuto sabía que tenía razón. Hasta ahora había llegado donde estaba con canciones de Sasuke, pero la banda tenía sus propias composiciones, necesitaba que Sasuke las aprendiera y las cantase, pero ahora mismo estando afónico, le sería imposible.

- Maldito cabrón – se quejó Kabuto, pero Sasuke sólo sonrió, volvió a ponerse los cascos de música y empezó a recoger el agua que Kabuto había esparcido.

Por suerte para Sasuke, Kabuto se marchó enfadado y seguramente, preocupado por no poder cantar las canciones que Naruto le obligaría a cantar para el grupo. ¡Eso le alegraba el día! No podía evitarlo. Quizá él perdiera la oportunidad de salir de todo esto, de dedicarse a la música pero fastidiar a Kabuto era una segunda recompensa placentera.

No fue hasta la hora de comer, cuando Sasuke finalmente pudo descansar un poco. Seguía teniendo el tema de Naruto en la cabeza y fue a peor cuando se sentó en la mesa a comer y le vio aparecer, tomando su bandeja y alejándose lo más posible de él como si fuera un apestado o le pudiera contagiar algo. Simplemente sonrió con incredulidad y pinchó una coliflor para llevársela a la boca. ¡Era mejor pasar del tema!

- No puedo creerme que no esté aquí dándote la paliza – susurró Ino a su lado, tomando asiento junto al moreno – si era el primero que siempre quería sentarse en esta mesa para hablar contigo de cualquier cosa.

Sasuke elevó los hombros para indicarle que le daba igual y siguió comiendo.

- Así que no te ha vuelto la voz. Deberías ir al médico si continúas así.

Por la mirada que Sasuke le dio, Ino supo que querría decirle algo así como… sólo es una afonía, ya se pasará con los días. Pero realmente, Ino estaba preocupada por su garganta.

- ¿Vas a contarme por qué te está evitando? – preguntó Ino finalmente.

Sasuke no parecía muy dispuesto a abordar el tema y eso lo captó Ino al ver que seguía comiendo en lugar de escribirle una respuesta. Le conocía desde hacía unos años y aunque no era demasiado tiempo, Ino ya sabía suficiente de él como para saber lo introvertido que llegaba a ser en algunos temas.

- Pues no lo entiendo – continuó Ino para poder sonsacarle la información – hoy te esquiva cuando ayer te estaba besan…

Sasuke se abalanzó sobre ella como alma que lleva el diablo para bloquear aquel tema del beso. No quería que nadie se enterase de ese detalle y menos la escuela o Kabuto. Al fin y al cabo, sólo fue un error, ese hecho jamás debió pasar, era un limpiador y Naruto una famosa estrella del rock, dos mundos completamente diferentes y que jamás deberían juntarse.

Aun así, Ino consiguió lo que quería, que Sasuke volviera a escribir algo en aquella hoja. Estaba tomando su tiempo por lo que podía suponer que intentaba encontrar las palabras adecuadas para explicarle el asunto. Cuando el papel dio la vuelta hacia ella, había un párrafo notablemente largo, por lo que tardó un buen rato en leer todo lo ocurrido.

- ¿Qué te acusa de robarle? – casi gritó Ino haciendo un resumen de todo lo leído, ganándose otro “Shhhh” por parte del moreno – ni se te ocurra mandarme callar, ese capullo va a enterarse de lo que es bueno, voy a ir a decirle cuatro cosas.

Ino se levantó enfadada de la mesa, dejando su plato encima de la mesa y dispuesta a buscar con la mirada a ese rubio idiota que se atrevía a decir algo semejante de su amigo, sin embargo, la mano de Sasuke se agarró a su muñeca para impedir que se marchase, insistiéndole con la otra y con su mirada, que volviera a sentarse. Sólo por esos ojillos de “cordero degollado” que su amigo colocó, Ino respiró profundamente, y todavía enfadada, se sentó nuevamente.

- Estoy indignada con él – se quejó, haciendo sonreír a Sasuke antes de que tomase el bolígrafo de nuevo.

“No necesito que le digas nada, me ocuparé de esto en cuanto recupere la voz”

Aquello hizo que Ino sonriera, porque si algo sabía de ese chico… es que tenía una lengua afilada cuando se enfadaba y ahora mismo, debía estar deseando decirle esas cuatro cosas al insensato de Naruto.

***

Conducía la moto en dirección a la base militar. Estos días habían sido un infierno tratando de evitar a Sasuke, pero no podía pensar en otra cosa. Le había robado esa grabadora, que si bien era vieja, anticuada y nadie daría ni centavo por ella, para él era el objeto más importante de todos los que tenía, seguido por su guitarra. Aquella grabadora era el regalo de su padre, hecho cuando era un niño todavía. En su interior, cuentos infantiles que su padre grabó para que le ayudasen a dormir cuando él estaba en la otra punta del mundo sirviendo a su país.

Se centró en la carretera. Tan sólo los focos de su moto iluminaban el camino a seguir. El motor rugía con fuerza en el silencio de la noche y aunque era muy tarde y al día siguiente debía madrugar, no podía quedarse en casa ni dormir sabiendo que su padre llegaba por fin de su largo viaje para unos días de permiso.

Finalmente y tras unos minutos conduciendo por la estrecha y abandonada carretera hacia la base, la barrera apareció frente a él. Se detuvo frente a la garita y elevó la visera del casco antes de entregar su documentación al militar al otro lado. Éste comprobó los datos y abrió la barrera, cuadrándose ante él y dándole acceso a las instalaciones.

Se puso en marcha de nuevo y condujo hacia la pista de aterrizaje. Para cuando llegó, el avión ya estaba en pista y no le dejaron acercarse más hasta que apagase completamente los motores. Aprovechó el momento para bajar de la moto y quitarse el casco mientras esperaba a que su padre saliera. ¡Había sido realmente puntual! Pero casi todos los militares lo eran.

Los motores se apagaron, los técnicos acercaron las escaleras y las puertas se abrieron, dejando ver a los primeros soldados bajar del avión. Su padre, sin embargo, sería el último en bajar. Era lo malo de ser piloto pero no era lo peor… lo peor era que ser el mejor piloto de combate le obligaba a ausentarse grandes temporadas por trabajo.

La mayoría de la gente a su alrededor esperó pacientemente a sus familiares y tras abrazos y cálidas bienvenidas, fueron abandonando la pista. Naruto aguardó unos segundos más, hasta que observó a su padre en lo alto de las escaleras para bajar a la pista, cerrando la puerta del avión tras él tras comprobar que todo estaba en orden en el interior. Fue entonces, cuando salió corriendo hacia él y se fundió en un gran abrazo. Llevaba meses sin verle y por fin, ahora tendría unas semanas con él.

- Cómo ha crecido mi niño – sonrió Minato, todavía abrazando a su hijo.

- Tú no has crecido nada.

- Yo voy para abajo ya – confirmó su padre.

- ¿Cuánto tiempo te quedas?

- Un par de semanas mínimo, pero estoy tratando de quedarme al menos un mes.

- ¿Y aceptarán la propuesta?

- Eso espero – sonrió Minato, revolviendo el cabello de su hijo.

- Creía que no llegarías a tiempo para el concierto.

- Tonterías, no me lo perdería. Además, creo que estabas de audiciones buscando un nuevo cantante.

- Ya tenemos cantante – dijo Naruto algo decaído.

- ¿Y por qué suena como si se estuviera congelando el infierno?

- No sé… es que es un chico muy raro.

- Como casi todos los músicos, sois algo extravagantes – le afirmó su padre, llevándose un pequeño puñetazo en el hombro por parte de su hijo.

- Papá… - se quejó, pero Minato sólo reía junto a su hijo.

- ¿Qué es lo que ocurre con el cantante?

- No sé… no me convence del todo, su actitud es extraña, cuando hablo con él me da la sensación que no sabe nada de música pero luego cuando sube al escenario… es genial. Toca realmente bien y tiene una voz… como nunca antes había escuchado, pero en parte, su estilo de música me recuerda a otra persona con la que he estado ensayando.

Minato pensó unos segundos la información que su hijo le estaba dando y trató de pensar en algo.

- Quizá ensayan juntos ambos y por eso tiene un estilo similar.

- También lo pensé, pero se llevan muy mal, así que lo dudo.

- ¿Y si le ha escuchado tocar y está imitando su estilo?

- Es otra de mis teorías y explicaría lo de la guitarra pero… nunca he escuchado al otro chico cantar y creo que no lo hace. Si buscase un guitarrista… te aseguro que habría contratado al otro chico pero…

- Necesitabas un cantante.

- Sí, y era el mejor de la prueba, pese a mis dudas en ciertas cosas. Y para colmo… el otro chico parece que le da por robarme cosas.

- ¿Y ese chico tiene nombre?

- Sasuke – confirmó Naruto – es brillante para la música, en serio, pero eso de que me robe, lo raro es que no me lo esperaba de él, sobre todo porque le di mi bufanda dos veces y las dos me la devolvió incluso cuando le dije que se la podía quedar, sin embargo, la grabadora apareció en su cuarto. Me confunde mucho.

- Habla con él entonces.

- ¿Tú crees?

- Si es tan bueno como crees y podría haber optado a una plaza en tu grupo, ¿no crees que otros músicos podrían estar celosos y jugarle una mala pasada para que le descartases?

- No lo había pensado, pero sí, podría ser también.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).