Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El conserje rockstar por Fullbuster

[Reviews - 93]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

¡Le amaba! Ahora ya no tenía duda alguna. Deseaba sus labios, ansiaba sus besos pero... la idea de tener más problemas por aquella relación le hacía entristecerse. Venían de mundos muy diferentes y ya no era sólo lo que el representante de Naruto diría, o lo que la prensa o sus fans pensarían, sino el problema de su hermano y Orochimaru.

Si por él fuera, jamás se hubiera separado pero su mente le pedía una y otra vez que lo hiciera, tenía que alejarse, por su bien. Sin embargo, ¡era una promesa! Le prometió aquel beso y él siempre cumplía lo que decía, por lo tanto, prefirió dejarse llevar, pensando que sería la última vez que lo haría.

Con ese pensamiento en su mente, Sasuke llevó sus manos hasta la nuca de Naruto y profundizó el beso. Su lengua rozó el fino labio inferior del rubio, permitiéndole el paso y jugando ambos con sus lenguas. No sabía muy bien lo que estaba haciendo, no era experto besando y tan sólo se había dejado llevar por un impulso, por un deseo momentáneo. Él, en cambio, besaba muy bien y eso le indicaba que no era su primera vez, seguramente habría tenido sus rollos, posiblemente con fans o con otros famosos. Él pasaría a ser un número más.

Liberó el apasionado beso y se miraron durante unos segundos a los ojos. Aquella abrumadora intensidad hizo que Sasuke desviase la mirada con rapidez y tratase de escapar nuevamente. ¡Estaba realmente enamorado! Y no soportaba la idea de seguir enamorándose más de alguien que era un imposible.

Quería volver al trabajo, ya había pagado su deuda y todo terminaba allí. Ahora podían pasar página o eso creía Sasuke, porque Naruto tenía otra idea muy diferente. Lo supo en cuanto sintió cómo agarraba su muñeca y le impedía escaparse de nuevo.

- ¿Estoy perdonado? – preguntó Naruto con esos ojos de cachorrito.

- Sí – susurró Sasuke – lo estás. Pero ahora tengo que volver al trabajo y...

- ¿Y ya está? ¿No hablaremos de esto que ocurre?

- ¿Qué crees que ocurre?

- Creo que te gusto y sinceramente, también yo siento algo por ti.

- Por favor... ahora vienes con ese egocentrismo tuyo. Te crees el rey del mundo, ¿no? Que todo gira a tu alrededor, que todos están tras de ti y...

- No todos, sólo tú – sonrió – vamos... dime que no has sentido lo mismo que yo. Hay algo, tenemos una conexión, una química, es algo especial.

- Por favor... eso se lo dirás a todos tus ligues – se rió Sasuke con incredulidad – no me trates como a uno más, ¿quieres? Sólo ha sido un beso, habrás hecho esto cientos de veces, no es nada importante.

- Puede que yo haya besado alguna vez a alguien, pero sé que tú no lo has hecho, por eso mismo, soy consciente de que has sentido lo mismo que yo. Hay algo muy especial entre nosotros, es una sensación única y no puedes dejarla escapar.

- Naruto, por favor, son imaginaciones tuyas. No hay nada entre tú y yo, te debía un beso, sólo ha sido eso, una deuda que ya he pagado.

- ¿Qué es lo que te asusta de salir conmigo?

- ¿De salir con un rockstar? Venga, Naruto... eso sólo puede traerme problemas y todo... ¿Para qué? Para que cuando te aburras de mí te vayas corriendo a los brazos de alguien famoso o de algún fan o a saber de quién.

No podía rebatirle algo así. Le encantaría decirle que el amor era incondicional, que siempre le amaría pero no podía prometer una cosa semejante. Estaba completamente convencido de que le quería y que deseaba estar a su lado, iniciar una relación, pero la vida siempre daba muchas vueltas, no podía prometer estar toda la vida juntos, incluso podría ser el mismo Sasuke el que cambiase de opinión o dejase de estar enamorado, no conocía el futuro. Era un riesgo que debían tomar juntos y Sasuke no parecía estar conforme con la idea.

- Quiero intentarlo, Sasuke – confesó al fin, justo cuando la mano de Sasuke tocaba la manivela de la puerta – no sé si funcionará o no, no leo el futuro, Sasuke, pero puedo asegurarte una cosa y es que haré lo que sea para que esto funcione, porque sé que no ha sido imaginación mía, sé que tú has sentido lo mismo que yo.

- No seas ingenuo, Naruto. Esto no funcionaría.

- Pero no niegas que has sentido lo mismo, eso está bien. Hablaremos de esto más adelante. Voy a dejar que vayas a trabajar pero... continuaremos donde lo dejamos.

- Claro, lo que tú digas.

¡Era incrédulo! Pero eso mismo le hizo sonreír a Naruto. Ese chico no había negado lo que sentía aunque tampoco lo había dicho directamente, así era Sasuke. Iba a tener que aprender a leer entre líneas como su padre le había indicado. No era como el resto de chicos o chicas con los que había salido, era diferente, inteligente, intuitivo, trabajador y tremendamente sincero a la hora de decir las cosas que le disgustaban y las que no, pero aun así, le rodeaba un aura misteriosa. Sabía que había cosas que no le contaba.

***

Eran las seis de la tarde cuando los dos caminaban hacia la entrada del metro. Ese fin de semana había sido imposible quedar con su amigo para sacar algo de dinero. La tos todavía continuaba por momentos, aunque era cierto que ese fin de semana había estado algo mejor.

- ¿Qué ocurre? – preguntó Sasuke al sentirse observado.

No podía ver a Suigetsu, él caminaba a su espalda, pero sabía que tenía sus ojos fijos en él, queriendo preguntarle algo que le carcomía la cabeza.

- Suéltalo de una maldita vez, siento tu mirada clavada en mi nuca.

- El chico del otro día, el que vino al metro... es que... creo que le he visto en una revista musical.

- Es rockero, sí, el guitarrista del grupo Kyuubi y al que ahora pertenece Kabuto también como cantante.

- ¿Kabuto? ¿Bromeas? Ese tipo no sabe cantar, ni siquiera entona, no diferenciaría un "La" de un "Do".

- Es lo que hay Suigetsu.

- ¿Hicieron un casting?

- Sí.

- ¿Y no te eligieron? – por la mirada que le dedicó Sasuke, Suigetsu supo al instante lo que ocurría – claro... no te presentaste.

- Estaba afónico.

- Ya, siempre tienes una excusa. Esa tos no tiene buena pinta, ya te lo dije. Deberías ir al médico.

- Aquí no tengo que cantar. Sólo tocar la guitarra, tú cantas genial.

- Tú cantas mejor que yo, siempre te lo repito y nunca te lo crees.

- Sí me lo creo, pero somos un equipo y tú no tocas la guitarra, así que yo toco, tú cantas.

- Creo que le gustas. Vi cómo te dio su bufanda y todo, qué romántico – sonreía Suigetsu, casi bromeando.

- No empieces con esas cosas. No le gusto, es un famoso, cambia de romances como de ropa interior. Sólo sería un pasatiempo para él.

- Cuanto más difícil te hagas, más rendido caerá.

- Ya... ¿Y qué ocurrirá si le dijera que sí?

- Bueno... quizá se aburriera como dices tú, pero yo creo que se enamoraría más de ti, porque eres un tipo genial. Lo que pasa es que ni tú mismo sabes el corazón que tienes, no confías en ti mismo.

Sasuke continuó su camino escaleras abajo, seguido por Suigetsu. No volvieron a hablar del tema, pero ambos sabían que el tema no se zanjaría ahí. Tocar un rato en la calle y sacar algunas monedas ayudaría a la familia de su amigo. Ahora sus fines de semana estaban ocupados con Kabuto y sus chorradas con el grupo Kyuubi, pero entre semana aún podía sacar algo de tiempo.

Se sentó en el lugar donde siempre lo hacían y sacó la guitarra para poder afinarla. Tocarían cualquier cosa que fuera rock, a ambos les gustaba. La última vez, habían elegido temas de Linkin Park, hoy se decantaron por "Highway to Hell" de AC/DC. A Sasuke siempre le habían gustado sus acordes, para él, eran los "influyentes del heavy metal" pese a considerarlos Hard Rock.

Tras un par de horas tocando, los ojos de Sasuke divisaron una figura que conocía bien. Gaara estaba allí, frente a ellos, observando a Suigetsu cantar y a él tocar al famoso grupo. Terminó la canción y le pidió a su amigo un momento. Ni siquiera sabía cómo Gaara había llegado hasta allí.

- Tu amigo canta muy bien – sonrió Gaara.

- ¿Cómo...?

- Naruto me dijo que solías tocar en el metro. No es un sitio muy recomendable pero... allá tú y tus hábitos.

- Su madre está enferma, al menos tocando unas horas sacamos algo de dinero para la medicación y eso.

- Así que ahora eres un buen samaritano en ayuda de su amigo.

- Algo así. Es mi amigo desde el parvulario. No iba a dejarle tirado.

- Lo entiendo.

- ¿Puedo preguntar qué haces aquí?

- Sólo quería verte tocar. Quizá podría encontrarte un grupo donde encajases.

- Gracias por la oferta, pero tengo mucho trabajo.

- ¿Como conserje? Con el talento que tienes para la guitarra, no sé qué haces trabajando de conserje.

- Ya, bueno... asuntos propios. Tengo que ir al aseo. Si me disculpáis.

Sasuke guardó la guitarra en la funda y se alejó para poder ir al baño. En aquel instante, Gaara miró a Suigetsu, guardando también el micrófono y los altavoces que utilizaban junto a las monedas recibidas.

- Me ha dicho que os conocéis desde hace mucho tiempo – comentó Gaara.

- Desde el parvulario, sí – sonrió Suigetsu.

- Toca genial, su padre le enseñó bien.

- Sí, fue un duro golpe para él cuando falleció. Su padre dejó el grupo para cuidarles, sobre todo cuando Sasuke estuvo ingresado en el hospital. Yo iba a verle de vez en cuando, cuando podía escaparme pero... fue duro. De hecho, soy su único amigo. Apenas fue unos años a clases y luego... estuvo unos años hospitalizado. Estaba tan aburrido que su padre le daba clases de música para entretenerle.

- Toca genial la guitarra y me ha sorprendido lo bien que cantas.

- Si yo te impresiono, deberías escuchar a Sasuke, es increíble. Tiene una voz y una entonación únicas.

- Espera... ¿Sasuke canta?

- Claro que canta, nunca he escuchado a nadie mejor que él. ¿No le has oído cantar?

- No, la verdad es que jamás he tenido la oportunidad. De hecho... me dijo que no cantaba.

- Ya no suele hacerlo. Siempre me dice que como yo no sé tocar la guitarra, me deja cantar a mí y en el lugar donde trabaja... no sé, no habla mucho de ese tema.

- Entonces, supongo que tendré que escucharle cantar.

- Y de paso convencerle para que vaya al médico a examinarse la garganta. Tiene una tos horrible. A mí no me hace ni caso, quizá a ti te haga caso.

- Lo dudo, apenas nos conocemos pero puedo intentarlo. Además, ahora tengo curiosidad por escucharle cantar.

- Buena suerte, como te digo, ya apenas lo hace.

- Tú eres su mejor amigo, ¿no conoces algún truco para que cante?

- Quizá si le emborrachas, pero es complicado. Le gustaba el karaoke pero apenas podía ir, sobre todo cuando estuvo ingresado en el hospital.

- Interesante. Creo que tendré que idear un plan para escucharle cantar.

Gaara sonrió al ver que Sasuke regresaba. Sí iba a idear algo, porque ese chico le había mentido, estaba ocultando que sabía cantar y no pensaba dejar las cosas así. Que Kabuto tocase tan parecido a él era sospechoso y ahora enterarse que también cantaba, era más sospechoso todavía. Descubriría lo que ocurría y lo tenía que hacer cuanto antes.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).