Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El conserje rockstar por Fullbuster

[Reviews - 93]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Abrió los ojos con pesadez. Era la segunda vez que dormía a gusto y era muy raro. El colchón era gordo, suave y mullido. ¡Él no tenía un colchón así! Más bien solía dormir en uno inflable, incómodo y que se deshinchaba o hacía ruidos que no le dejaban pegar ojo en toda la noche.


- Por fin despiertas, mentiroso.


Aquella profunda voz casi le hace caerse de la cama del susto. No era posible haberse quedado dormido nuevamente en una cama ajena. La noche anterior fue en la de Naruto y ahora... con Gaara. ¿Qué le ocurría últimamente?


- Yo no...


- "Yo no", "yo no" ¿tú no qué? ¡Mentiroso! ¡Embustero! "Yo no sé cantar" – intentaba imitar la voz de Sasuke saliéndole una parodia – "sólo toco la guitarra", ¡bla, bla, bla! – se quejó Gaara.


- Gaara... - intentó llamarle.


- No intentes mentirme de nuevo, cada vez que abres la boca es para soltar otra trola. Ni se te ocurra abrirla, estás mejor calladito. Y pensar que Naruto siempre me habla de lo sincero que eres. ¡Oh, por Dios! Mientes más que hablas.


- No he mentido... sólo oculto parte de los hechos.


- Mentiras y mentiras – volvió a quejarse Gaara -. ¿Creías que no te pillaría? ¿Y a Kabuto? Lo que no entiendo es por qué. Llevo toda la noche aquí sentado en este sillón, viéndote dormir y pensando en el motivo para hacer algo así. Encima he dejado que duermas en mi cama tras descubrir tu mentira. ¿Dónde narices está tu cuarto? Nadie sabe dónde duermes.


- Yo duermo...


- Da igual, mejor cierra la boca, prefiero no escuchar más mentiras por tu parte.


- Te lo enseñaré – dijo finalmente Sasuke.


- ¿Qué me impide ir ahora mismo a la habitación de Naruto y decirle todo lo que he descubierto? – le preguntó Gaara, motivado en ese enfado que sentía por haber sido engañado de una manera tan ruin.


- Si me dejas, te daré una explicación razonable para todo esto. Te lo prometo, pero no se lo digas a Naruto, por favor.


- Ya puedes empezar. No quiero perder demasiado tiempo en este asunto y tengo ensayo con la banda en una hora. Si no me convences, te aseguro que diré todo allí mismo.


- Es todo por mi hermano. Se metió en un lío con la academia y Orochimaru, el director de la academia, tiene una cinta donde se nos ve a él y a mí haciendo vandalismo en los pasillos. Si le denuncian, irá a un reformatorio, no es su primer delito, no puede caerle otro más. Gaara... él es la única familia que me queda. No puedo permitir que le lleven a un sitio así.


- ¿Te chantajean?


- Sí. Me encantaría poder decirle a Naruto la verdad pero si lo hago... ellos mandarán a Itachi a la cárcel. No puedo permitir eso.


- Roba la cinta.


- Lo he intentado. La he buscado por todos los sitios y no la encuentro. Seguramente se la llevó a casa. Dudo que la dejase en la academia desprotegida sabiendo que tengo llaves de todos los lugares por ser el conserje. Nunca he ido a su casa, si está allí no tengo excusa para poder robarla.


- Sigue sin parecerme justo. Es tu plaza, yo acepté al chico de esa voz y si no es Kabuto, no lo quiero en la banda.


- No puedo hacer nada, Gaara. Mi hermano es más importante para mí, lo siento. ¿Vas a contárselo a Naruto? – preguntó algo cabizbajo.


Por un instante Gaara pensó qué hacer. No había tomado la vía rápida antes precisamente para escuchar su excusa y reconocía que era mejor de lo que esperaba. No podía discutirle nada, era su hermano, su familia, sangre de su sangre. Por un hermano se hacía cualquier cosa. Él lo sabía bien. Tenía dos hermanos mayores, ambos siempre preocupados por él.


- No voy a decírselo, por ahora – le aclaró – pero hay que hacer algo con esta situación. No puedes seguir así. Te están robando no sólo tu música o tu voz, sino todo tu futuro.


- No sé qué hacer, Gaara. He intentado ya muchas cosas pero...


- ¿Y si le cortamos la garganta a Kabuto?


La cara de asco que puso Sasuke le hizo reflexionar a Gaara, aunque claro, que luego sonrió. ¿Creía que hablaba de broma? Porque él rara vez lo hacía.


- Muy gracioso – sonreía Sasuke al creer que era broma.


- Hablaba en serio.


- ¡Dios, no! – se quejó Sasuke – es... muy sádico. No puedes ir por ahí cortando gargantas.


- ¿Y dedos? Así no podría tocar la guitarra y se desvelaría que eres tú.


- ¡No! – volvió a exclamar Sasuke al ver sus respuestas sádicas – no vamos a cortar nada.


- Vale. A ver qué te parece esto... puedo intentar colarme con Naruto en la casa de Kabuto y buscar la cinta allí. Es el único lugar que te quedaba por registrar. ¿No es así?


- ¿No levantaréis sospechas?


- No voy a decirle nada a Naruto, así que seguramente no deberían descubrirnos. Estará tan atolondrado como siempre y yo aprovecharé para colarme y buscar la cinta.


- Me preocupa que te pillen.


- No lo harán y si lo hacen, diré alguna extravagancia típica de los músicos. No sé... que me da suerte antes de los conciertos dormir en lugares nuevos, yo que sé – se inventó así sobre la marcha – y hablando de cosas nuevas... el ensayo. Tengo curiosidad por ver cantar a Kabuto. ¿Cómo narices va a hacerlo?


- Yo estaré detrás del telón cantando – comentó Sasuke – Orochimaru lo ha dispuesto todo. Me ha dejado una cámara para veros en la sala y yo cantaré en el momento indicado.


- Sí que lo tiene todo bien atado ese tipo. No pasa nada, encontraré la cinta. Por ahora ve al ensayo y que no sospeche nada. Ya me inventaré algo para acceder a su casa.


- ¿Me prometes que no se lo contarás a Naruto?


- Sí, te lo prometo.


- ¿Y si se entera?


- Por favor... hablamos de Naruto. Es un atolondrado. No se daría cuenta ni aunque cantases frente a él. Creo – dijo finalmente algo dudoso, aunque conocía a su amigo desde hacía años, era un caso perdido para percatarse de las cosas.


***


No pudo apartar su mirada de la cara de Gaara al mostrarle "su cuarto". La puerta ni siquiera abría del todo, hacía tope contra un armario y era incómodo tener que entrar allí. Además de eso, el olor a productos químicos, a detergentes y el ruido de las lavadoras. Un fino y mugriento colchón estaba tirado en el suelo pero lo que escuchó... le asombró.


- Ni siquiera sabía que teníamos lavandería – dejó caer Gaara – la colada la hace la chica de la limpieza.


- La conozco, suele venir por aquí – sonrió Sasuke – creo que todavía no se cree que éste es mi cuarto.


- Esto no es un cuarto, es... un zulo.


- ¿Un qué? – expresó Sasuke su sorpresa por la palabra.


- Un zulo, ya sabes, un agujero o habitáculo oculto, generalmente subterráneo y de dimensiones reducidas, que se usa para esconder a alguien o esconder algo.


- Pues... algo así.


- ¿Y en la academia también duermes en la lavandería?


- En la sala de calderas. ¿Por?


- Tu amigo estaba preocupado por tu tos y creo que empiezo a entender lo que ocurre. No es nada saludable que duermas al lado de productos químicos. Te estás dañando la garganta. Te llevaré al médico después del ensayo y no me rechistes – se adelantó Gaara al saber la posible respuesta negativa del moreno – al menos ahora no me siento tan culpable por haberte dejado dormir en mi cama. Más bien todo lo contrario, debo ser un santo.


- En serio, Gaara, no hace falta, sólo es un resfriado.


- Eso no es un resfriado. No te he oído estornudar, ni te duele la garganta, tampoco estás ronco ni nada así, no tienes mocos... esa tos estoy seguro que es algo más grave y no me extrañaría nada que fuera por dormir en lugares así. Además no voy a discutir contigo. Vayamos al ensayo, fingiré que Kabuto es el que canta y cuando acabemos el ensayo, te llevaré al médico. Luego convenceré a Naruto para ir a cenar a casa de esas dos víboras y probaré suerte para encontrar la grabación.


Gaara era mucho más cabezón que él y eso era mucho decir. Sasuke nunca había conocido a nadie que pudiera mandarle hacer algo, pero se había tropezado con la horma de su zapato. Ese pelirrojo tenía mucho carácter, puede que incluso más que él y sí estaba acostumbrado a salirse con la suya. No pudo rechistarle.


En el ensayo, Kabuto estaba realmente feliz y todo parecía ir sobre ruedas. Naruto no se había percatado ni por un segundo de que esa no era su voz, pero la verdad era... que si Gaara no supiera la verdad, quizá también a él se la hubieran colado. Sasuke iniciaba siempre a cantar en el momento oportuno cuando debía hacerlo y Kabuto movía los labios.


¡Otro gallo hubiera cantado si le hubieran dicho de tocar la guitarra! Porque el pelirrojo estaba convencido de que si le pedía tocar, no sabría ni cómo colocar los dedos ni qué cuerdas tocar. El único problema con todo aquello, era que sólo necesitaban un vocalista. No había forma de descubrirle, al menos no en ese instante. Sin embargo, esa noche pondría en marcha su plan.


- Oye, Naruto – le llamó Gaara mientras guardaba el bajo en la funda tras el ensayo – estaba pensando que... quizá podríamos cenar un día con Kabuto en su casa. Ya sabes... por conocerle mejor y eso ahora que es un integrante más de la banda.


Naruto le miró pensando que estaba loco. Ya le había contado sus aventuras con él, esas conversaciones triviales y en las que parecía no entender de música o hacerse el gracioso. No es que le entusiasmase la compañía de Kabuto, así que mucho menos cenar con él y su padre.


- Pues... no sé la verdad – intentó escaparse Naruto de aquella nada tentadora oferta al ver que Kabuto seguía allí en la sala y les miraba – no quiero importunarles con algo así, quizá sea mejor...


- No es ninguna molestia, de hecho, seguro que a mi padre le encantará recibirnos en casa para una cena.


- Genial – sonrió Gaara – podríamos ir todos. ¿Cuándo os viene bien? ¿Hoy mismo?


¡Bueno, era algo más ameno! Es lo que Naruto pensó. Mejor ir con toda la banda a estar él solo allí. Aun así, los ojos de su mejor amigo le indicaban que ocultaba algo. Él nunca hacía nada porque sí y menos con Kabuto. Desde que se había unido al grupo, él era el primero en no hacerle el menor caso y ahora proponía una cena con él... era muy raro.


Al final quedaron para el siguiente fin de semana puesto que esa misma noche les parecía precipitado, lo cual, no gustó a Gaara y fue otra señal para Naruto de que ocultaba algo importante.


- ¿Vas a contarme qué tramas? – preguntó cuando todos se marcharon.


- ¿Quién dice que tramo algo?


- Venga ya... ¿Cenar con Kabuto? Tú soportas menos que yo las conversaciones absurdas, sólo te interesa la música y ambos sabemos que Kabuto de lo que menos habla, es de música.


- Hablando de música... ¿Qué tal con Sasuke? – preguntó Gaara para cambiar de tema -. ¿Ya te ha dado la recompensa por el dinosaurio?


- Le asusta mi representante o eso creo. Yo le insisto en que quiero salir con él...y él huye.


- Naruto, es normal. Tú eres una gran estrella y él... no es nada. Tendrá miedo a que no sé, hagas una canción con cualquier otro artista y te enamores, a ser él algo pasajero, algo de lo que aburrirás.


- Y eso es lo que quiero quitarle de la cabeza. Yo no soy así, tú me conoces.


- Yo sí, pero él no. Supongo que tendrás que demostrarle que tus sentimientos van en serio. Siendo sincero, yo tampoco me fiaría de lo volubles que son los famosos, cambian de relación como de ropa interior, entiendo que esté asustado.


- Supongo que sí.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).