¡Jamás había estado en un escenario tan grande! Sin embargo y aunque le habían obligado a asistir como "ayudante de Kabuto", la verdad era que él ni siquiera quería estar allí.
¿Qué iba a presenciar? ¿Cómo Kabuto cantaba su canción? ¿Y si Naruto no se daba cuenta de que era una respuesta a su canción propia? Nadie había escuchado su canción excepto Neji, Gaara y él porque le ayudaban a componerla, así que... ¿Qué ocurriría cuando la escuchase? ¿Pensaría que era una simple casualidad?
Desde detrás del telón, Sasuke observaba a la gente entrar en el gran recinto y colocarse en sus lugares. Quería marcharse pero no podía hacerlo. Pese a que Orochimaru había conseguido grabar esa maldita canción y tenía todo a su favor, no le dejó estar en ningún otro sitio por si acaso algo fallase. ¿Qué iba a fallar? Si él siempre parecía tener todo bajo control.
- Ey – escuchó a su espalda, lo que hizo que se apartase de la apertura y dejase de ver al público.
Naruto estaba allí, cambiado con la ropa del espectáculo y la guitarra colgada en su hombro. Sonreía, porque él solía hacerlo y tampoco era consciente de todas las dudas que asaltaban a su novio.
- Ya veo que estás listo para dar guerra – sonrió Sasuke, intentando aparentar normalidad.
- Sí, supongo que sí. Aunque preferiría estar en ese escenario contigo que con Kabuto. A veces... tengo dudas si lo hará bien. Es el primer concierto importante con él como vocalista y no sé cómo irá la cosa.
- Irá todo bien, Naruto. Ya lo verás – animó Sasuke a su chico.
- Voy a terminar de arreglarme para el espectáculo. Te veo en unas horas.
- Sí, claro.
Sus ojos le miraron hasta que Naruto desapareció por el pasillo lateral. Por ahora, intentaban no mostrar señales cariñosas ni nada por el estilo, evitando tanto al representante de Naruto, como la mala prensa y sobre todo, a Orochimaru y su hijo.
Desde donde se encontraba, pudo ver cómo Orochimaru hablaba con los encargados, supuso que alguien de su total confianza o que le habría pagado bastante para poner esa grabación. Estaba arreglando todos los preparativos y eso mismo hizo que sonriera con incredulidad antes de darse la vuelta para irse hacia la parte de atrás. No pensaba estar allí delante cuando todo iniciase.
Media hora después, el espectáculo empezó. Sasuke se sentó en el suelo del pasillo, escuchando la música de fondo, escuchando su propia voz cantando las canciones del grupo.
Si alguien ahora mismo se hubiera acercado a preguntarle cómo se encontraba, sin duda alguna... habría respondido que bien cuando en el fondo, se sentía completamente derrotado, triste, impotente... una mezcla de sentimientos negativos que odiaba. Él debería estar allí como decía Naruto, pero no podía ser. Si le tocaba decidir entre su hermano y la música, siempre elegiría el bien de la familia.
La música se detuvo y el griterío de la gente se escuchó con fuerza. Pedían otra canción pero no podía escucharse ningún instrumento. Quizá estaban decidiendo qué canción tocar.
Alguien se sentó a su lado entonces. No le hizo falta elevar la mirada para saber que se trataba de su hermano. Había venido por él igual que Ino había sido invitada por Gaara tras bambalinas para ver la actuación. Aun así, no sabía dónde se encontraba ella en estos instantes. Seguramente cerca del escenario.
- ¿Cómo vas?
- ¿Qué crees? – intentó sonreír Sasuke, aunque al escuchar la siguiente canción iniciando, se dio cuenta de que era la suya.
- ¡No me lo puedo creer! ¿Esa no es tu...?
- Sí – susurró Sasuke.
- ¿Cómo narices tienen tu canción? Tú no la habías entregado.
- Déjalo, Itachi.
- ¿Que lo deje? – preguntó enfadado al ver que su hermanito se limpiaba una lágrima con la manga de la camiseta – estoy cansado de esto, Sasuke, y va a terminar. No vas a regalarles más canciones ni tu voz. ¿Queda claro?
- Tú no vas a ir a la cárcel. ¿Me oyes?
- Entonces intenta detenerme, porque voy a parar esa actuación.
Salió tan rápido por el pasillo, que Sasuke tuvo que levantarse también con rapidez y perseguir a su hermano, tratando de evitar que hiciera alguna de sus locuras. Así era Itachi, cuando se le metía algo en la cabeza y más por el bien de su hermanito, nadie le detenía. Sasuke sabía que sería casi imposible hacerlo.
Corrió tras él pero cuando llegó, toda música se había detenido incluso su hermano. Al ir tan rápido, chocó contra su espalda por el repentino frenazo. Itachi miraba algo al otro lado. Ino con la cinta de grabación en su mano dispuesta a tirarla al suelo y romperla.
Aquel gesto había hecho que todo se detuviera y que Kabuto se disculpase porque "el micrófono no funcionaba", una excusa terrible con la que se ganó el abucheo de la gente. Orochimaru ya llegaba hacia ella, notablemente enfadado y queriendo recuperar la cinta.
Por un segundo, Ino miró al otro lado, con un Itachi y Sasuke expectantes, antes de lanzar la cinta con fuerza al suelo y pisotearla con ganas para destrozarla todo lo posible. Aquello enfadó a Orochimaru, quien miró a los dos chicos al otro extremo. Sin embargo, no podía enfadarse con ellos porque estaba claro que Ino había actuado por su propia voluntad.
Frunció el ceño y desapareció de su vista. Kabuto intentaba mantener al público mientras los técnicos se acercaban a comprobar un micrófono que evidentemente... funcionaba pese a que él decía que no.
A los pocos segundos, Orochimaru había dado la vuelta por detrás del escenario y agarró a Sasuke con fuerza para llevárselo a otra parte más alejada de la gente, pero que estuviera próximo al escenario.
- Toma esto, vas a cantar.
- No pienso cantar – se quejó Sasuke, teniendo el micrófono en sus manos.
- Sí que lo harás, o esta cinta irá directamente a la policía – amenazó Orochimaru, enseñándole la cinta que siempre llevaba encima.
***
¡Enfadado! Así estaba Naruto al haber escuchado el inicio de aquella canción. Con esos ojos asesinos, se giró hacia Gaara, que intentaba disimular la sonrisa en su rostro al ver que Ino había cumplido su trabajo, lo que ambos habían hablado si esa canción salía en la actuación.
- ¡Tú! Empieza a hablar – se quejó Naruto, acercándose a Gaara con notable enfado.
- ¿Sobre qué?
- Sobre esa canción. Nadie ha escuchado mi canción, sólo tú, Neji y Sasuke, pero esa canción...
- ¿Te has dado cuenta?
- Era una consecución de la mía, una respuesta, con casi el mismo ritmo. Es de Sasuke. ¿Verdad?
- Kabuto no sabe cantar, Naruto, es la voz de Sasuke, siempre ha sido la voz de Sasuke.
- Seréis idiotas. ¿Lo sabíais y no me lo dijisteis? ¿Me dejasteis contratar a Kabuto?
- No tenía muchas opciones. Le están amenazando con su hermano. Tienen una cinta que mandarán a la policía si Sasuke no cantaba y entregaba sus canciones. ¿Creías que me apetecía ir a cenar con ese idiota? Buscaba la cinta. Pero la tiene Orochimaru siempre.
- Parece que ya está arreglado el micrófono, todos a sus sitios – escucharon a los técnicos, lo que provocó que Naruto regresase hacia su lugar pensando en aquello.
La música empezó a sonar una vez más y Naruto rasgó las cuerdas de la guitarra viendo cómo Gaara también lo hacía, sin embargo, cuando la voz de Kabuto inició, se echó hacia atrás, dejando de tocar y metiéndose tras los telones para buscar de dónde venía la auténtica voz. Aquello hizo que Kabuto se asustase al verle abandonar el escenario, pero al observar a su padre diciéndole que continuase y que él se ocupaba de detener a Naruto, se relajó un poco.
Orochimaru se puso en medio, tratando de impedir el camino de Naruto, pero éste, notablemente enfadado con que estuvieran robando a su novio de esa manera y frente a sus narices, enganchó al primer cámara que vio y le tocó el hombro, consiguiendo que le enfocasen a él. Una vez tenía el interés del cámara, le hizo una señal con los dedos para que le siguiera. Todo eso era visto por el público, quien había dejado de mirar el escenario para ver la gran pantalla de atrás donde salía Naruto y el cámara siguiéndole por los pasillos.
Por momentos, Orochimaru dudó si debía intentar detenerle o no ahora que todo el mundo estaba viendo aquello. La última puerta desde donde se escuchaba la voz se abrió, enfocando la cámara directamente a Naruto y a un Sasuke en un extremo, con micrófono en la mano, asustado y que quiso parar de cantar hasta que Naruto le indicó que siguiera haciéndolo con la mano.
¡Sorpresa para todos! Incluido los managers del grupo que observaron aquello. Gaara al darse cuenta de que su compañero estaba en pantalla grande, dejó de tocar, lo que hizo que Kiba y Neji cesasen también y Kabuto tuviera que callarse. Tan sólo la voz de Sasuke continuó desde la sala escondida donde se encontraba.
¡Humillado! Así se sintió Kabuto, un farsante encima del escenario, abucheado por todos y cuya única salida fue salir corriendo y resguardarse de las miradas de los presentes. Enfadado como se encontraba, no perdió ni un segundo en recorrer el pasillo que poco antes había caminado Naruto y al llegar donde estaba todo el enredo, buscó la cinta en el maletín de su padre.
Aquello fue visto al instante por Sasuke, quien dejó de cantar y salió tras él, dándose cuenta de que ese tipo iba a ir directo a la comisaría más cercana con ella. Al ver a Sasuke salir tras Kabuto, Naruto suspiró con resignación antes de salir también corriendo detrás de ellos.
Evidentemente, Sasuke no llegó demasiado lejos y era normal. No había hecho deporte en su vida y se agotaba con facilidad, sin embargo, al pasar al lado del moreno, Naruto intentó calmarle diciéndole que él lo arreglaría. No se detuvo y continuó tras Kabuto, viendo cómo iba en dirección a la salida.
- Gaara – gritó Naruto al pasar tras él, quien salía del escenario y se descolgaba la guitarra – tiene la cinta.
- Guárdamela – susurró Gaara, dejando la guitarra en las manos de Ino y saliendo corriendo tras Kabuto también.
¡En la calle! Naruto abrió la puerta con rapidez y salió corriendo por la calle, seguido de cerca por Gaara. Mientras el rubio seguía los pasos de su compañero, Gaara prefirió tomar otra calle e intentar cortarle el paso por otro lado.
Por mucho que ambos intentaban alcanzarle, reconocían que era un buen deportista, porque no les dejaba acortar las distancias. Tras tres minutos corriendo por la avenida y esquivando peatones, Naruto vio cómo Gaara salía de una de las calles de la derecha y se incorporaba a la avenida, corriendo delante de él tras Kabuto.
- Síguele – dijo Gaara al ver cómo se metía en la boca del metro.
- ¿Y tú?
- Le espero en la próxima parada – comentó Gaara, deteniéndose frente a un par de chicas que caminaban arrastrando sus bicicletas.
Seguramente su plan era pedirle prestada la bici y era probable que se la dieran puesto que era famoso. Sólo con que Gaara les prestase un segundo de atención hablando con ellas, serían felices.
Naruto no se esperó a ver la respuesta de las chicas, sino que empezó a bajar las escaleras del metro y al llegar a la barra de metal, apoyó las manos en las máquinas y elevó las piernas, pasando por encima de la barrera. Por fin empezaba a acortar algo de distancias y aunque escuchó que alguien les llamaba o más bien... les gritaba, siguió corriendo y colándose en el metro que iba a cerrar las puertas tras Kabuto.
Con el metro en movimiento, sabiendo que ese imbécil no tenía salida hasta la siguiente estación, se relajó unos segundos, calmando su respiración y volviendo a tranquilizar su acelerado corazón. Una vez conseguido, empezó a caminar por el vagón en busca del idiota de Kabuto, con certeza absoluta de que Gaara llegaría a la siguiente parada y si no... él le llamaría por teléfono para explicarle que fuera a la siguiente.