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El conserje rockstar por Fullbuster

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¡Era la tercera vez que saltaba el contestador! Y fue en esa última cuando Naruto por fin abrió los ojos al escuchar el tono de voz de reproche de su representante. Parecía enfadado y no era para menos, porque al abrir ligeramente los ojos, se dio cuenta de la cantidad de luz que entraba por la ventana.


- Naruto, ¿dónde narices estás? Espero que estés llegando a la academia porque si no es así… - fue lo primero que escuchó que dejaban en el contestador.


- Oh, mierda – susurró al mirar la hora en el reloj de su muñeca.


Apenas quedaban quince minutos para que iniciase la primera clase y él no estaba preparado. Con la misma ropa con la que se había quedado dormido en el sofá, se levantó con rapidez, cogiendo un cruasán de chocolate de uno de los armarios y poniéndose la chaqueta mientras sostenía el bollo con su boca.


Con la mochila en sus hombros y cerrando la cremallera de su chaqueta de cuero mientras corría hacia una de las puertas laterales de su casa en dirección al garaje. Atravesó el patio trasero donde tenía una mesa de comedor bajo un precioso porche, con un camino de baldosas blancas junto al pequeño canal de agua que lo adornaba.


Al fondo, el garaje cuya puerta ya se abría tras haberle dado al botón del mando a distancia, observando el coche perfectamente estacionado y la moto a su lado. No tenía mucho tiempo, así que prefirió ir en moto, sería más rápido para pasar a través del tráfico de la mañana.


Se colocó el casco con rapidez y arrancó la moto, dando la vuelta hacia el patio delantero y abriendo la gran puerta de su casa. Salió a toda velocidad, sin siquiera esperar a que la puerta principal se cerrase tras él y conduciendo en dirección a la autovía. Tenía menos de diez minutos para llegar, así que debía darse prisa. Por suerte, conocía un atajo en cuanto saliera de la autovía, sin embargo, cuando estaba detenido en el último cruce del semáforo antes de pillar el desvío a la autovía, se dio cuenta de un chico que corría por la acera y se cruzaba frente a él por el paso de peatones. ¡Conocía a ese chico!


- Ey – levantó la visera de su casco – ¿Tú no eres ese chico de primero? ¿El que toca la guitarra?


- Sí – sonrió Kabuto al ver que realmente, todo el plan de su padre daba resultado y Naruto era capaz de reconocerle.


- ¿Vas a la academia? – preguntó Naruto al ver la guitarra a su espalda.


¡Si funcionaba! Sólo había tenido que darle “play” a la grabación con las canciones de Sasuke que llevaba en su bolsillo, dejando que Naruto creyera que él tocaba cuando no era cierto. Lo más complicado había sido aprenderse de memoria la posición de las manos que Sasuke hacía y sabía que alguna no estaba bien, por suerte, Naruto no se había fijado demasiado en ello, miraba al “limpiacristales” más que a él. Aun así, había conseguido captar la atención del rubio y ahora el siguiente plan de su padre… era un “encuentro fortuito” con él para ir acercándose lentamente. Estaba claro que no iba a llegar a la academia y ese chico lo sabía, menos si tenía que tomar el metro todavía.


- Sube, te llevo – le indicó Naruto dándole el casco que llevaba detrás.


- Gracias – sonrió el chico, subiendo a la moto y colocándose el casco antes de agarrarse con fuerza a la cintura del rubio.


Orochimaru, que miraba desde una de las calles de atrás, sonrió al ver cómo realmente su plan de haber metido a Naruto en aquella clase con su hijo, había funcionado bien. La música de Sasuke y que Kabuto había reproducido con su móvil en el bolsillo, había conseguido que el rubio al menos… le recordase como para poder dar el siguiente paso, ir hasta allí y fingir que llegaba tarde para ir juntándole un poco más a Naruto.


Cuando llegaron a la academia, no quedaba nadie en los alrededores, lo que indicaba que ya habían entrado todos en el edificio. Naruto aparcó la moto y bajó tras Kabuto. Ambos debían ir a la clase y mirando el reloj, se dio cuenta de que apenas llegaban con unos minutos de retraso.


Naruto observó cómo Kabuto tras agradecerle el acercarle hasta allí, se marchaba con rapidez intentando no llegar muy tarde a clase, sin embargo y pese a que ese chico se giró para mirarle una última vez antes de cruzar la puerta, sus ojos se desviaron con rapidez a ese moreno sentado sobre uno de los pequeños muros de las escaleras. Parecía concentrado en algo por la forma en que movía el bolígrafo entre sus dedos. No pudo evitar sonreír al ver cómo apartaba su mirada con rapidez al verse descubierto y volvía a su hoja.


- Buenos días – levantó la mano Naruto en señal de saludo, pero Sasuke, volviendo a mirarle al sentir que hablaban con él, desvió una vez más la mirada a su hoja.


- Buenos días – fue su seca respuesta antes de empezar a escribir algo.


Naruto decidió acercarse al entender que no sacaría nada más de ese chico y siendo sincero… era el que más captaba su atención en esa escuela. Quizá porque siempre estaba solo, o porque no era un estudiante, quizá por esa guitarra que tenía y porque no había intentado llamar su atención de ninguna de las formas, de hecho… le huía todo lo posible y eso nunca antes le había ocurrido.


- Así que compones – comentó Naruto al ver la partitura.


- No es nada del otro mundo.


- Te gusta la música, tienes una guitarra bastante conocida y compones… eres toda una sorpresa. ¿En serio no quieres apuntarte al casting?


- Me gusta escuchar la música, la guitarra era de mi padre y esto sólo es un pasatiempo para un amigo – respondió a todas las frases de Naruto – y…ya te he dicho que no me interesa nada sobre castings, ni concursos, ni contratos. Soy el conserje de la escuela, limpio el suelo – sonrió Sasuke – y además ya estoy empezando tarde. Hasta luego – comentó justo cuando cerraba la hoja y la apartaba de esos ojos azules que miraban el papel con asombro.


- ¿Te veré luego? – preguntó casi gritando para que le escuchase – comeré contigo – le agregó.


- Come mejor con Kabuto – fue lo único que Sasuke dejó escapar antes de perderse por la puerta, lo que hizo que Naruto sonriera.


- ¿Celoso? - aunque no obtuvo respuesta alguna ante aquello.


¡Se moría por escucharle tocar! Ese chico había sido el único que para no estar atento a la clase por estar limpiando las ventanas, realmente sintió interés por sus dedos y los acordes que tocaba, indistintamente que no fueran acordes demasiado llamativos como los que todos los alumnos querían escuchar.


- Llegas tarde y el manager está como loco – comentó Neji a su espalda.


- Es posible – sonrió Naruto, sin apartar la mirada de la espalda de aquel moreno que se marchaba escaleras arriba para entrar al edificio.


- ¿Qué ocurre con él?


- No lo sé. Es que siento que es… no sé, raro.


- ¿Raro o misterioso? – preguntó Neji con una ligera sonrisa.


- Ambas. Es como si no quisiera que supiera nada de él pero sé que toca la guitarra y estaba componiendo ahora mismo una canción, he visto su partitura. Sabe de música pero… es como si intentara ocultármelo.


- Quizá no toque bien y le dé vergüenza que le vea una estrella como tú.


- No creo que sea eso – sonrió Naruto – hay algo en él diferente a los demás chicos de esta academia. Ni siquiera está interesado en conocerme como tratan de hacer todos, sólo… se marcha cada vez que me acerco.


- Naruto… si quieres conocer cosas sobre una persona, hay un truco muy sencillo y eficaz al que todo el mundo recurre.


- ¿Ah, sí? ¿Cuál?


- A su mejor amigo o amiga – comentó Neji con una sonrisa – adivina quién es y hazte su amigo, así sacarás información que te interese.


- Podría funcionar… aunque siempre le veo solo y es el limpiador de la academia, no sé si tendrá amigos aquí.


- Nadie está nunca completamente solo, alguien debe haber que le conozca bien. Encontrarlo ya es tu faena.


Aquel día las clases transcurrieron lentas y, desde luego, cada nueva aula a la que iba, le resultaba igual de exasperante que la anterior. Todos los alumnos estaban obsesionados con que realizase y les enseñase aquel dichoso acorde que le había conducido directo a la fama y que él se negaba a enseñar a nadie. No porque fuera difícil o algo que sentía como suyo, sino por la poca entrega que tenían los estudiantes a aprender lo que fuera con tal de que fuera bueno, sólo querían ese acorde concreto y lo odiaba.


Al acabar la mañana, se marchó a la cafetería dispuesto a encontrar a Sasuke y comer con él tal y como había prometido, pese a que sabía que sería algo complicado. Ese chico tenía un carácter que daba asco y, sin embargo, también tenía algo que le llamaba la atención.


- ¿Vas en serio? ¿Ni comer tranquilo puedo? – preguntó Sasuke al verle esperando en la puerta de la cafetería.


- Te dije que comería contigo.


- Y yo que comieras con Kabuto – le añadió mientras se dirigía a la barra para pedir un plato.


- ¿Estás celoso o algo porque lo he traído esta mañana? – preguntó Naruto con cierta sonrisa egocéntrica.


- ¿Celoso? Por favor, eres más idiota de lo que esperaba. Primero, ni siquiera sabía que eras famoso así que no puedes darme más igual y, segundo… ya conocerás a Kabuto si es que aún no lo has hecho. Y hablando del rey de Roma – exclamó al ver a Kabuto, levantando la mano hacia él pese a que intentó desviar la mirada, hasta que vio a Naruto a su lado.


- ¿Qué quieres decir con eso? – preguntó Naruto algo sorprendido, pero no pudo seguir al ver cómo Kabuto se había acercado hasta ellos cuando Sasuke le llamó.


- Kabuto, creo que ya conoces a Naruto, se moría de ganas por comer contigo.


- ¿En serio? – preguntó Kabuto con una amplia sonrisa.


- Sí, está deseando hablar de música contigo, al fin y al cabo… eres el alumno estrella de la academia – Sasuke pasó al lado de Kabuto para irse hacia fuera con su bandeja de comida.


Desde cierta distancia, Ino observaba la escena, siguiendo a Sasuke a cierta distancia y saliendo tras él al patio exterior, sentándose a su lado en el césped bajo uno de los árboles más frondosos del jardín.


- ¿Estás bien, Sasuke? Pareces irritado.


- Ese chico me irrita. No hace más que seguirme.


- Quizá le llames la atención.


- Está empeñado en que toco la guitarra y sólo hace más que seguirme.


- Pero… es que tocas la guitarra.


- Ya, pero tengo que mantener esto en secreto. Kabuto tiene mi música, no puedo dejar que descubran nada de mi música.


- Sasuke, eres muy bueno, el mejor músico que tendrá esta escuela y ni siquiera eres un estudiante, ese contrato debería ser tuyo y lo sabes. ¿Por qué sigues aguantando a Kabuto? Podrías ir a ese casting y hacerlo.


- ¿Y que encierren a mi hermano por vandalismo? No, gracias – sonrió Sasuke – es mejor así. Sólo tengo que alejarme de Naruto.


¡Se la había jugado de nuevo! Ese chico era inteligente y sabía cómo librarse de él, pero su forma de hacerlo sólo le incitaba a seguir tras él y tratar a como diera lugar… llegar a descubrir qué era lo que ocultaba. No pudo evitar sonreír con ganas. Le gustaba ese tira y afloja con Sasuke, quizá porque era la única maldita persona en esa academia que no besaba el suelo por el que caminaba, ni intentaba acercarse a él, ni hablarle… de hecho, salía corriendo y le evitaba. ¡Era la primera vez que le ocurría algo así desde que era famoso! Era fascinante.


- ¿Por qué sonríes? – preguntó Kabuto.


- ¿Le conoces?


- ¿Al limpiador de la academia? Algo – dijo Kabuto – no suelo hablar con los chicos de la limpieza precisamente. Ese chico no tiene nada de particular, sólo sabe fregar.


Aquellas palabras y la forma en que Kabuto hablaba de Sasuke, le hizo pensar a Naruto que no se llevaban nada bien, pero también parecía estar intentando humillar a ese chico o infravalorarle, y lo que conseguía… era precisamente que él se interesase todavía más.


- Ya veo – sonrió Naruto.


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