Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor en Custodia por FictionLover

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hello babys ^^

Aquí presente yo con nuevo cap. de su dorama favorito xD

Pensaba actualizar ayer, pero estuve todo el día rindiendo en la uni y cuando llegué a casa estaba tan cansada que me fui a dormir sin siquiera comer e_e No estudien Derecho chicos, es la carrera más succiona vida del universo x'D

Lo bueno es que ya salí de vacaciones :D así que tendré todo el tiempo del mundo para escribir ^^

Quiero enviar saludos especiales a:

+Lulú

+Lady_9andree

+VidelFujoshi

Son re kawaiis niñas, de verdad me encantaron mucho sus rws ;'3 Este cap. va por ustedes ^^

¡Comencemos!

DÍA DOS

- Digas lo que digas, para mí no es sano.- espetó Broly al teléfono, resoplando fastidiado.- ¿Cómo puede ser que lo dejes tratarte así? Que yo sepa no eres de su propiedad como para que te esté custodiando todo el tiempo. ¡¿Qué se cree?!- volvió a resoplar y gruñó enojado.- Vegeta no es tu dueño, Goku. Una cosa es que sea tu novio y otra muy distinta es que se sienta con el derecho de controlarte a su antojo. ¡Y lo peor es que tú se lo permites! ¿Por qué no lo enfrentas de una vez?

- Porque lo amo.- contestó sin dudar el chico de melena alborotada, sintiéndose bastante atacado con las palabras de su amigo y compañero de universidad.- Su posesividad es un uno porciento contra todo lo demás que me encanta de su carácter, Broly. Vegeta es el amor de mi vida y eso que tú dices no son más que nimiedades sin importancia para mí. Puedo manejar perfectamente sus explosiones de celos, de hecho ese ya es un tema superado entre nosotros. ¿Nunca has oído que en una relación siempre uno de los dos suele ser el más celoso?- sonrió tiernamente, apoyándose en la baranda del valcón donde hablaba con el mayor.- Así funcionamos, es simple.

Broly gruñó otra vez, no cayéndole en la cabeza que su dulce amigo fuera tan ciego y testarudo.

- Bien, no me entrometeré ni te diré nada más.- sentenció serio.- Tú sabrás hasta dónde quieres aguantar.- se dejó caer pesadamente en la silla giratoria a juego con su escritorio, prendiendo su laptop para descargar el archivo que Goku acababa de enviarle.- Me pondré a hacer mi parte de la investigación, ¿vale? No creo que me tome mucho tiempo, el tema está bastante fácil. Mañana en clase juntamos todo, lo revisamos a ver si nos falta añadir algo y si no, se lo entregamos al profesor.- suspira.- Lo bueno es que este será nuestro primer y único trabajo teórico del semestre y por fin empezaremos con los laboratorios prácticos. ¡He estado esperando todo el año para eso!

- También yo.- lo apoyó Son, divisando a su novio aparcando su motocicleta en el estacionamiento del edificio, una sensación de felicidad máxima esparciéndosele en el pecho.- Luego hablamos, Broly. Vegeta acaba de llegar y quiero pasar tiempo con él.- sonrió enamorado, entrando al departamento a través del gran ventanal que llevaba al valcón.- Nos vemos mañana.

Sin esperar respuesta colgó, dejando el móvil sobre la encimera de la cocina y tomando su cámara para encenderla y mirar al lente con la expresión más radiante e ilusionada del mundo.

- Hoy es el día dos; ocho de enero de dos mil diecinueve y a pesar de la pequeña discusión que tuvimos ayer, las cosas están llendo mejor de lo que pensaba. Vegeta es muy dulce conmigo, se preocupa de mí en todo momento y me hace sentir el centro de su mundo. ¡Lo amo tanto! Estoy tan feliz con esta nueva vida que iniciamos… sé que ha sido la mejor decisión.- sonrió con innegable alegría, mientras la puerta de la estancia se abría y Saiyan entraba al departamento.

Apagó el aparato y corrió hasta él, envolviendo su cuerpo en un fuerte abrazo de bienvenida, gesto que el otro no dudó en corresponder con ímpetu y necesidad. Sus labios se buscaron como atraídos por un imán, uniéndose en un beso profundo y acompasado que fue ganando intensidad conforme pasaban los segundos. Los brazos de Vegeta rodearon la cintura de su novio, mientras éste le enrollaba los suyos al cuello, afianzando la conexión entre sus bocas de manera deliciosa.

No hicieron falta las palabras, pues sus corazones se entendían a la perfección sin necesidad de decir nada y sus cuerpos lo único que deseaban fervientemente era fundirse en un mismo ser.

Fue cosa de segundos para que la chaqueta del peli-flama cayera al piso, acompañándola en su camino la playera azul que llevaba Son. Las caricias que se entregaban eran febriles y ansiosas, por  instantes rayando en la agresividad. Los besos se repartían en labios, cuello y hombros; una tras otra desperdigándose las prendas por donde fuera que no les estorbaran. Siendo jadeos ahogados, suspiros llenos de pasión y gemidos excitados, lo único audible dentro de aquel lugar.

El jugueteo previo duró varios minutos, seduciéndolos y descontrolándolos a niveles impensados.

Kakarotto sintió como su sensual novio de mirada profunda y penetrante, profanaba sin piedad su interior con una brutal y certera estocada, obligándolo a curvear su espalda y aferrarse con fuerza a sus brazos firmes y tonificados, mientras un gemido de genuino éxtasis huía de sus labios ya inchados de tantos besos compartidos. Sintió, también, como el maravilloso vaivén comenzaba entre sus cuerpos, disparando sus hormonas a tope y haciéndolo estremecer la excitante rigurosidad con que el mayor entraba y salía de él, una y otra vez… ¡Casi llevándolo a la locura!

Las miradas de ambos se conectaron, justo cuando Saiyan salía tortuosamente de su dulce novio para seguidamente entrar de nuevo con tal exactitud que tocó sin problemas su punto de máximo placer, lo cual lo hizo arquearse y gritar atacado por una electricidad maravillosa que lo recorría sin parar. Ahogaron los erráticos y vergonzosos sonidos que escapaban de sus bocas, uniéndose en un beso donde sus labios sólo se rozaban a medida que agarraba intensidad su ritual de entrega.

Goku era engullido por un bucle de placer infinito, dejándose ir ante la inmensa gama de sensaciones que lo invadían. Vegeta besaba sus labios con hambre, ardor y voracidad, mientras se deleitaba marcándolo con mordidas y fuertes succiones en toda zona visible que pudiera alcanzar de esa tez nívea y tersa. Cuello, hombros, pecho, abdomen; señas de propiedad eran dejadas por doquier, mientras éste gemía sin control y se sujetaba a su espalda preso de una excitación total.

- Veg-get-tah… m-más… ¡Más rápido! A-Ah D-Dios sí… ¡Justo a-ahí! ¡No pa-res! ¡Ah!

- Ka-karo-tto… sigues ttan… mghn… e-estrecho…

Aumentó la fuerza de sus envestidas, volviéndolas brutales y mucho más certeras. Kakarotto gritó de placer y rasguñó su espalda, acabando en un intenso horgasmo que lo hizo temblar y agitarse incluso más de lo que ya estaba. Sus paredes internas apresaron la virilidad de Saiyan tan deliciosamente, que bastaron sólo un par de estocadas para que terminara abundantemente en su interior. Cayeron exhaustos sobre el sofá de la sala, abrazándose para aplacar tantas sensaciones.

* * *

Día cuatro

Desde el quicio de la puerta, Goku veía a Vegeta estudiar. Sentado en la silla frente a su escritorio, leía con atención un grueso libro que en su portada decía: Derecho Procesal. De vez en cuando anotaba ideas sueltas en una hoja en blanco de su cuaderno; su expresión era seria, tenía los párpados entrecerrados y los labios fruncidos en una mueca de máxima concentración.

Es tan atractivo… Pensó Son, deseando lanzársele encima para comérselo a besos. ¡Lo amo tanto!

Pero en cambio se fue de allí, siendo consciente de que debía dejarlo estudiar en paz. Su novio tenía un difícil examen que dar mañana y lo último que necesitaba era que él lo distrajera con sus cursilerías. Llevaba varias noches estudiando para rendir como era debido, leyendo durante horas hasta tarde para llegar a obtener la máxima calificación. Kakarotto sabía que como siempre, Vegeta sacaría el puntaje más alto. A fin de cuentas era el alumno estrella de su generación, tan inteligente y aplicado como nadie. Era el favorito de los profesores, pues su inteligencia y sagacidad eran envidiables. Sin importar qué tan densa o compleja fuera la materia, Saiyan conseguía alzarse como el mejor.

¡Y esta vez no sería la excepción! Goku estaba seguro de ello.

Se recostó en la cama cuan largo era, tomando su cámara y encendiéndola para enfocar el lente hacia él con la intención de hacer una nueva actualización de sus aventuras de pareja. Llevaba dos días sin grabar nada, pues había estado tan metido realizando su primer trabajo práctico del semestre, que a duras penas había tenido tiempo de comer y dormir. No fue consciente de que sonreía embobado, hasta que vio su propio reflejo en la pequeña pantalla que incluía el aparato.

- ¡Hola! Aquí Goku otra vez. Hoy es el día cuatro, diez de enero de dos mil diecinueve y la verdad no tengo gran cosa que contar. Sólo estudio, estudio y más estudio…- hizo una mueca de fastidio, suspirando largamente.- Pensé que mis primeros días serían tranquilos, pero veo que la carrera se ha puesto bastante exigente ahora que estoy cursando el final de mi segundo año.- se cambió la cámara de mano, pues estaba incómodo con el brazo tan estirado para poder enfocarse bien.- Y para Vegeta no ha sido distinto, de hecho ahora mismo estudia para su primer examen y lo último que quiero es desconcentrarlo. Así que creo que me dormiré ya, porque mañana se viene un largo día para los dos. ¡Ya quiero que empiece el fin de semana!- hizo un adorable puchero y volvió a suspirar, acomodándose de manera que quedara recostado de costado sobre una de las almohadas.- De verdad el segundo semestre está siendo más pesado de lo que creí… ¿En qué estaba pensando cuando decidí estudiar medicina?- se le escapó una carcajada, sus ojos iluminándose con un brillo tan hermoso que eran dignos de fotografiar.- Como sea espero que la semana termine pronto, quiero pasar tiempo con Veg sin preocuparme de nada.

Cortó la grabación, dejando la cámara en el cajón de la mesita de noche a su lado. Apartó las mantas y se metió entre ellas, haciéndose un obillo sobre el colchón con un brazo bajo la almohada y el otro cubriendo su rostro. Cerró sus ojos y vació la mente, cayendo en un profundo y pacífico sueño instantes después.

* * *

DÍA CINCO

Eran pasadas las cuatro de la tarde en aquel invernal viernes once de enero, hacía un frío digno de congelador y Vegeta lo único que deseaba era ver a su dulce novio. Acababa de terminar su última clase del día, una sensación de satisfacción infinita recorriéndole la sangre al ser calificado, una vez más y como era costumbre, con el puntaje más alto de toda su clase. Caminó a paso tranquilo a través de los largos pasillos de la renombrada universidad en que estudiaba, siendo apenas consciente de las muchas miradas posadas sobre él. El chico de cabellos en flama era admirado y envidiado por igual, ya que poseía un carácter demasiado difícil de sobrellevar. Saiyan era por lejos el alumno más inteligente de su generación, lo cual aunado a su arrogancia y orgullo, hacían una convinación bastante particular que atraía a muchos y ahuyentaba a otros.

Vestido con un par de ajustados jeans grises, camisa entallada manga larga azul noche y chaqueta de cuero negro, lo que aquel joven peli-flama irradiaba era pura y genuina sensualidad.

Llegó al parquin de la facultad, saludando a un par de compañeros de camino a su motocicleta. Se trataba de una Harley Davidson decorada exquisitamente con detalles plateados, la cual era algo así como su segundo gran amor. Se sacó las llaves del bolsillo frontal de los jeans, subiendo a la moto con elegancia para enseguida echarla a andar.

Aceleró y salió del campus, sin siquiera molestarse en ponerse el casco. Sus oscuros cabellos danzaban al compás de la juguetona brisa, una sensación de libertad y descontrol absolutos embargándole deliciosamente el cuerpo. La rapidez con que conducía causaba que varios peatones se le quedasen viendo anonadados, ganándose más de un insulto por parte de los automovilistas al meterse entre ellos con total descaro e infringir en cosa de nada el manual de tránsito completo.

Pasados varios minutos fue disminuyendo de a poco la velocidad, ya que a unos cuantos metros de distancia se encontraba el plantel universitario donde su novio estudiaba. Ingresó a este a través de una enorme explanada cubierta de verde, aparcando frente a la facultad de Medicina y descendiendo del vehículo con una elegancia casi felina.

Ese día Kakarotto terminaba sus clases temprano, por eso Vegeta decidió pasar a buscarlo en cuanto acabó su examen de Derecho Procesal. Había planeado llevarlo al mirador que solían frecuentar cuando eran sólo amigos y que fue testigo del comienzo de su relación, pues su dulce novio le había insinuado tiempo atrás que tenía muchas ganas de ir. Al fin era viernes y ellos podían estar juntos sin restricciones, lo cual Saiyan pretendía aprovechar al máximo.

* * *

En el área de laboratorios, el segundo año de Medicina realizaba un taller práctico de anatomía. Sobre la mesa de operaciones yacía un esqueleto humano de plástico, en el cual los alumnos debían trabajar. La actividad consistía en descubrir la patología oculta en el cuerpo, algo que a los chicos les estaba costando bastante. Cada uno debía acercarse al sujeto de pruebas para evaluarlo como se les había enseñado, con el único propósito de descubrir qué afección padecía.

- Me rindo.- musitó frustrado Broly, dejándose caer sobre una silla.- Descarté un millón de posibilidades, incluidas las más raras e improbables, pero no logro saber qué tiene el paciente.

Junto a él Goku leía el manual básico de Anatomía, su concentración alcanzando el máximo nivel.

- No hay enrojecimiento de la piel, no hay erupciones visibles ni contracción muscular. Sólo se percibe decoloración en las pupilas, distensión abdominal y un agudo dolor que va y viene al costado izquierdo del abdomen. El paciente presenta fatiga, inapetencia y desorientación…- repasaba antecedentes el chico de melena alborotada, viendo hacia la nada con aire ausente.

- ¿Algún indicio de diagnóstico, joven Son?- inquirió su profesor, reparando en su concentración.

Éste echó un último vistazo al libro, una vaga respuesta dando vueltas sin parar en su cabeza.

- Falla epática.- contestó seguro, llendo hacia el esqueleto y explicando cómo llegó a tal resolución.- El dolor persistente que presenta, aunado a la decoloración en las pupilas, la inapetencia y la fatiga, son indicadores de un funcionamiento inadecuado del sistema epático.

- ¿Cómo confirmamos diagnóstico?- cuestionó el docente, sintiéndose increíblemente asombrado.

- Examen físico mediante ultra sonido para revisar el estado del hígado, cuenta de células epáticas en sangre y de ser necesaria, una resonancia para descartar alguna afección colateral.

- Así es.- felicitó el mayor, palmeándole el hombro de forma cordial.- Diagnóstico acertado, Son.

Kakarotto sonrió pletórico, recibiendo también las efusivas felicitaciones de sus compañeros.

El profesor Nappa les hizo una corta cátedra sobre el reciente diagnóstico, pidiéndoles tomar apuntes y haciendo inca pie en las formas más factibles en que podían detectarlo. Hasta que la hora finalmente terminó, haciendo que los chicos guardaran sus pertenencias para salir de allí.

Goku tomó sus cosas y se encaminó hacia la puerta, pero la voz del docente lo frenó en seco.

- Son, me gustaría discutir algo contigo.

- Claro.- accedió, acercándose hacia el escritorio y dejando la mochila sobre una silla cercana.

- ¿Eres consciente de que lo que hiciste hoy está muy por sobre el avance normal de un estudiante de segundo año?- le preguntó, quitándose los lentes para dejarlos junto al grueso libro de empaste duro que en su portada decía “Anatomía Avanzada”.- No es común que a tu edad se determine tan certeramente una patología,. Por regla general se espera que se acerquen al diagnóstico real o a lo mucho tengan una idea vaga del mismo. Pero tú…- sonrió complacido, mirándolo con gran orgullo y admiración.- Tú lo hiciste tan rápido que me haces cuestionarme.

- Yo…- Goku se cohibió, sintiéndose alagado e incómodo a la misma vez.- Yo sólo encajé las piezas, profesor. He leído bastante sobre patologías generales y… creo que se me hizo muy fácil.

- ¿Se te hizo muy fácil?- repitió el mayor más que sorprendido, mientras tomaba una lapicera y su ajenda.- Con lo que he visto de ti, Son, dudo muchísimo que debas esforzarte para pasar mis exámenes. De hecho ni siquiera sé si debería evaluarte, considerando el alto nivel que tienes.

- No diga eso.- respondió Goku bastante avergonzado, rascando su nuca de manera nerviosa.

- Lo que intento decirte, Goku, es que de verdad estás muy por encima de tus compañeros y eso puede darte ventaja.

- ¿No más tareas?- bromeó el chico de mirada alegre, trazando en sus labios una tierna sonrisa.

- Yo diría que más bien deberías estar ya en tercer año de la carrera…

* * *

Vegeta bajó con calma las escaleras que conducían a los laboratorios, desprendiendo una rebeldía y seducción tan grandes que eran dignas de admirar. Jugueteaba entre sus dedos con las llaves de su motocicleta, la mochila que llevaba colgada de forma descuidada al hombro haciéndolo ver aún más cautivador. Varias personas se le quedaban viendo, entre las que estaban un par de crías aparentemente de primer año, las cuales parecían estar fraguando alguna especie de estúpido plan para raptarlo o algo así. Les dedicó a los curiosos una mirada despectiva, sonriéndoles de medio lado a las chicas que de inmediato se sonrojaron hasta la médula. Patéticas pensó, riendo por lo bajo y continuando su camino.

Al llegar al laboratorio tres, pudo notar que todos los estudiantes salían. Sin embargo Kakarotto no se encontraba entre ellos, situación que no le agradó en lo absoluto. Por ende, e importándole una mierda si alguien le decía algo o no, se aproximó hasta la puerta y asomó la cabeza para mirar dentro, topándose con una imagen que le revolvió el estómago e hizo que sus entrañas ardieran, retorciéndose de ira cada fibra en su ser.

* * *

Goku abrió desmesuradamente los ojos, al escuchar lo dicho por uno de sus profesores favoritos. De verdad no consideraba que lo que hizo fuera para tanto, pero no le desagradaba en lo absoluto la idea de rendir materias libres para poder avanzar al año siguiente sin tener que asistir a todas las clases que le enseñaban solo lo que él ya sabía. Le parecía demasiado bueno para ser cierto y claro, no dejaría pasar la oportunidad que le estaban dando por nada del mundo. Terminar la universidad o alivianar cargas significaba pasar más tiempo con Vegeta, lo cual no dejaba de ser algo más que genial.

- ¿De verdad?- inquirió atónito, la alegría y la vergüenza todavía presentes en su voz, mientras se inclinaba distraídamente sobre el escritorio, poniendo sus codos en la superficie de madera.

- ¡Por supuesto que sí! Vamos a programar y preparar exámenes para que los tomes y de esa forma puedas pasar al siguiente año, sé que no te será difícil con esa inteligencia.

Goku se sonrojó y sonrió pletórico una vez más, sintiéndose verdaderamente alagado y contento. Mientras el profesor Nappa escribía cosas en su agenda, seguramente referentes a los exámenes libres que le aplicaría, junto al contenido de los mismos.

- Aquí anotaré para ti los temas y las materias que deberás estudiar, después programaré una reunión con los demás docentes que te dan clase para exponer tu caso. Sé de buenas fuentes que eres igual de sagaz en todas las asignaturas, así que no habrá problemas para calendarizar una pauta de exámenes libres. Si todo sale bien, te vería con los de tercero a más tardar en un mes.- concluyó sonriéndole afablemente al menor.

- Muchas gracias, de verdad.- Kakarotto recibió el papel y lo guardó en uno de sus bolsillos, inclinándose nuevamente en el escritorio; estaba cansado de estar sentado, pero estar parado tampoco era cómodo.- Comenzaré a estudiar ya mismo, profesor.

* * *

Fuera del laboratorio, Vegeta sentía como un fuego abrasador le subía desde la punta de los pies hasta el último de sus cabellos. La decepción, la rabia, la frustración y un odio inexplicable e imposible de evadir se adueñaban de su actuar, llevándole a entrar sin permiso al lugar, la puerta estrellándose sonoramente contra la pared al ser abierta de manera brusca.

Y es que Kakarotto… ¡Su Kakarotto! Estaba de pie en una esquina, las manos apoyadas sobre el escritorio del profesor, sus brazos doblados en un ángulo que le permitía recargarse en este de tal manera que quedaba en pose casi acechante, mientras miraba con sonrisa complacida y ojos anhelantes al sujeto sentado en la silla tras el mueble, sus mejillas teñidas de un carmín que, pensaba, sólo él era capaz de provocarle.

- Kakarotto…- pronunció, la voz oscurecida por la gama enorme de emociones negativas que sentía, sus ojos declarando más de lo que él mismo era capaz de expresar con palabras.

- Disculpe, joven, pero no puede entrar aquí de esa forma.- dijo para empeorar las cosas el profesor, parándose de su asiento y observando al peli-flama con semblante molesto.

- No, eh… espere, es mi… Veg, hola…- titubeó el chico de cabello rebelde, sintiendo como la preocupación e inquietud iban ganando terreno en su interior.

Notaba los nervios a flor de piel al ver la furiosa mirada de su novio, quien de seguro había captado una mala y muy errónea imágen de lo que sucedía en realidad.

Era un hecho que nada saldría bien a partir de ahora…

Notas finales:

Pobre de mi Gokucito ukecito bonito T-T se le armará el drama de su vida y él no ha hecho nada para causarlo u-u son las desventajas de tener un novio tan sensual y horriblemente celoso e inseguro >:c

¿Qué creen que pase en el siguiente cap.? ¿Vegeta le armará a Goku el escándalo del siglo? ¿Llegarán a algo más que gritos en caso de que las cosas se salgan de control?

Averígüelo en el próximo episodio de "Amor en Custodia", su telenovela de las cinco x'D

Prometo actualizar a más tardar el viernes, ya que igual quiero ponerme al corriente con los otros fics que tengo en hiatus :v

Gracias de antemano por sus leídas y rws :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).