- Prefecta ¿Estoy en problemas? – Se atrevió a preguntar una vez se hubieron alejado de la cafetería.
La Prefecta Irelia siguió caminando y hablo sin detenerse o siquiera voltearse.
-¿Problemas? ¿Hay alguna razón por la cual deberías tenerlos?
Hayden frunció el ceño confundido, y aliviado porque la mujer no pudiera verlo.
-Bueno, no lo sé. Supongo que… eh… no.
No dio una respuesta, hicieron un par de tramos de pasillos más hasta las puertas de un ascensor que se abrieron ante su presencia, la Prefecta se hizo a un lado invitándolo a pasar. Una vez dentro, el ascensor comenzó a descender. Hayden escucho como hablaba a través de su intercomunicador auricular. Eran palabras secas y objetivas, como si estuviera haciendo un inventario, o viendo las características de algún objeto. Hayden hubiese deseado poder escuchar también las respuestas de Tarrence, la IAT 307.
-Tengo entendido que pasaste de forma excelente tu examen de Lenguaje Informático Codificado. – Volvió a dirigirse la Prefecta Irelia hacia él.
Todo cobró claridad entonces. Estaba viendo su expediente académico.
-Eso es correcto, Prefecta. – Concordó.
-Bien. Estuve en tu test de factor Psi, y veo que posees un nivel 7. Nada mal.
Hayden se ruborizo, sintiéndose alagado.
-Bueno, eso también es correcto. – Dijo agradeciendo nuevamente estar en un ángulo ciego.
El elevador se detuvo, y volvieron a la marcha. Finalmente llegaron a su destino, aquel donde los pies de la prefecta Irelia los había llevado. Frenaron en la puerta que daba a una sala en forma de media luna, poseía una gran computadora con pantallas divididas en medio, junto con lo que parecía ser un panel de monitoreo, y lucía grandes ventanales en la pared opuesta de donde se encontraba Hayden. Aparentaba ser un punto de control, y supo sin adivinar que se trataba de una de las tantas salas de simulación.
-Bien, Hayden. Varios Prefectos quedamos satisfechos por tu rendimiento en tu etapa ingresante. Pero ya no estás mas en el ciclo inicial, si bien tu desarrollo individual es primordial, todo buen Fantasma sabe por excelencia, trabajar en equipo. Ahora, voy a presentarte a tus compañeros.
Hayden sufrió un subidón de emoción repentina, como azúcar en sangre, mezclado con nerviosismo.
Entraron en la sala, había distintos grupos de reclutas dispersos, y Hayden paseo la mirada por todos ellos, preguntándose cuál de todos seria. Ninguno le prestó atención especial, y se sintió un poco incomodo.
La Prefecta Irelia se detuvo frente a un joven que les daba las espaldas, era alto, de hombros anchos, y cabello negro y corto. Se encontraba junto con otros dos reclutas.
-Jonás. – Lo llamo la Prefecta Irelia tocándole el hombro.
El tal Jonás se dio vuelta, era lo suficientemente alto como para poder ver a la mujer directo a los ojos. Su rostro era cuadrado, con una fuerte mandíbula marcada, frente estrecha y nariz pronunciada, poseía una delicada tez clara. Hayden no estaba intimidado, solo un poco nervioso por tener que presentarse.
-Prefecta Irelia. ¿Sucede algo? – Pregunto el joven.
-Sé que es un poco más tarde de lo que prometí – Se disculpó – Pero aquí tengo al quinto integrante de tu unidad.
Por fin los ojos de Jonás giraron hacia él, eran elocuentes y estudiosos.
-Perfecto, ¿Quién es el afortunado? – Levanto ligeramente sus cejas al decir esto.
Hayden estaba a punto de dar un paso al frente y hablar, pero la Prefecta se le adelanto.
-Este recluta de aquí, su nombre es Hayden Kingston, nuevo ingresante. Su Factor Psi es de nivel 7. – Se hizo a un lado para que pudieran quedar frente a frente – Hayden, el es Jonas Moabs. Líder del equipo Delta. Ambos habéis recibido una ficha con todo lo que deben saber sobre los miembros del grupo. Pero ahora debo dejarlos solos. Confió en que todos trabajaran muy bien juntos – La Prefecta Irelia comenzó a alejarse, pero antes de hacerlo palmeo el hombro de Hayden y lo miro desde su altura – Buena suerte, Hayden.
Hayden quedo a solas con quien estaría hasta el final de su adiestramiento fantasma, y quien sabe hasta cuándo más. No estaba seguro a donde eran asignados los reclutas una vez se graduaban de la Academia, pero confiaba en que seguían juntos.
Jonás estiro la mano para saludarlo, y Hayden se la acepto con un apretón enérgico. Al hacerlo, noto con fastidio que estaba pegajosa por culpa del jugo que el imbécil de la cafetería había derramado sobre él, pero lo oculto con una sonrisa. Jonás no pareció darse cuenta.
-Gusto en conocerte, Hayden. – Dijo
-Igualmente – Concordó.
Una joven recluta detrás de Jonás se acerco a la escena, era delgada y de estatura más baja que el propio Hayden, tenía el cabello color escarlata sujeto en dos trenzas que caían sobre sus hombros, y un rostro flaco y pequeño, cubierto de pecas. Sus ojos eran enérgicos, azules, y enormes.
-Ya era hora que alguien llenara este hueco. – Estiro la mano, y Hayden la acepto – Soy Grace. Pero puedes llamarme Kamikaze. Kamikaze Grace.
Hayden se extraño ante aquel sobrenombre que le provocó una sonrisa torcida.
-¿Por qué kamikaze Grace? Soy Hayden.– Se atrevió a preguntar.
-Oh, ya te enteraras de eso – Dijo el otro recluta detrás de ellos, sonaba molesto, y como los otros, saludo a Hayden con un apretón de manos – Me llamo Kay Sheky.
Era de estatura media, pero por su contextura física delgada y fibrosa, aparentaba ser más menudo de lo que era en realidad. Su rostro era pálido, de boca pequeña, y un par de ojos perspicaces.
-No le hagas caso a Kay. Sigue molesto por como salió la ultima simulación.
-¡¿Molesto!? ¡Termine cubierto por quien sabe que liquido adherente! ¡De pies a cabeza, y todo por salvarte de hacer una estupidez! – Refunfuño el joven a quien se le habían encendido las mejillas.
Hayden no tenía idea de que estaba hablando, pero sentía compasión, había sufrido una experiencia similar de primera mano hace tan solo unos momentos.
-No pedí que me salvaras, lo tenía calculado, hubiésemos terminado la misión con honores. – Se excuso Grace.
-Oh claro, si la misión fuera destruir todo el lugar y a tus compañeros con él, estoy seguro que levantarían una estatua en tu honor.
-¡Hey!, bueno, es suficiente. – Los detuvo Jonas - ¿Qué pensara Hayden si nos ve pelear entre nosotros?
Grace puso los ojos en blanco y cara de aburrimientos. Kay se cruzo de brazos y los miro con un gesto despectivo, pero no objeto nada.
-No pensara nada, Jonas. Es un novato. Los novatos rara vez piensan.
Hayden conocía aquella voz, se dio media vuelta para recibir a la primera persona que había conocido en su primer día como ingresante a la sección superior. Berttod Olwhys caminaba hacia ellos con las manos en los bolsillos de sus pantalanes. Ahora lucia ropa mas cómoda, adecuada para la clase de simulación.
-¡Todd! – Lo saludo Jonas – Te estábamos esperando. Tenemos buenas noticias, nos han asignado un nuevo recluta. Todd, el es…
-El novato Hayden Kingston. – Termino Todd por él – Nos conocimos en la clase de Orson. Vale, creo que la han atinado.
Hayden sonrió en forma de saludo, y Todd le palmeo la espalda.
-¿Qué te pasa Kay? Parece que estuvieras tratando de tragar un ladrillo.
-No es nada – Murmuró a dientes apretados.
-Sigue enojado por lo de la última simulación. – Dijo Grace en su lugar.
-Oh dios, acá vamos de nuevo… - Suspiro Jonas.
Las mejillas de Kay Sheky volvieron a encenderse furiosamente, contrarrestado con lo oscuro de sus ojos, parecía a punto de estallar. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, Todd intervino.
-Vale. Creo que ya habíamos solucionado este tema. Kamikaze, no vuelvas a comprometer la misión de tal modo, y Kay, no intentes controlar todo lo que pasa a tu alrededor. Para eso somos un equipo, para evitar desastres – Miro a Grace que se ruborizo y aparto la mirada – Y para cubrirnos las espaldas unos a los otros – Se enfoco en Kay, que liberó sus brazos y frunció el ceño, perdiendo el color de su rostro gradualmente.
Hayden lo observo, admirado y extrañado al mismo tiempo. La Prefecta Irelia había señalado a Jonas como el líder de la unidad, sin embargo, en aquella situación, quien demandaba más autoridad era Berttod Olwhys, mientras que Jonas se limitaba a frotarse la barbilla con gesto pensativo.
‘’Curiosa dinámica’’ Pensó, preguntándose luego como encajaría él.
-¿Qué pasa Jonas? - Pregunto Grace que se había dado cuenta, aprovechando la ocasión para desviar la conversación.
El aire pareció cambiar en los rostros de sus nuevos acompañantes, que de repente estaban expectantes a lo que fuera que diría Jonas.
-Mmmh. No estoy seguro. Acabo de sentir un nivel muy alto de factor Psi – Dijo con voz profunda – ¿Ustedes no? – Paseo la mirada por la de cada uno.
Hayden trato de concentrarse, pero pudo presentir nada, frustrado, se pregunto qué seria.
-Sí. Yo también – Alego Kay Sheky – Como un arma de magma cargándose al tope.
Jonas y Todd intercambiaron una mirada que se mantuvo por unos segundos, y Hayden se pregunto si estarían hablando por telepatía, pero entonces Todd se encogió de hombros.
-Tal vez Irelia nos tiene preparada una sorpresa. – Dijo sin asomo de preocupación en su voz.
Al decir aquello las luces del lugar se atenuaron considerablemente, y los instrumentos electrónicos y mecánicos cobraron vida en su lugar. Los cinco se voltearon para poder ver que sucedía, varios reclutas de otra sección se estaban acercando al centro de la habitación.
-En ese caso, estamos a punto de averiguarlo. – Jonas comenzó a caminar, y sin esperar respuesta, agregó firme y autoritario – Tropa Delta, conmigo.
Todos los siguieron, de repente el ritmo de la situación los envolvió, olvidados ya los conflictos internos. La clase de Simulaciones estaba a punto de comenzar.
Lograron hacerse un lugar en primera fila, pero en el lateral izquierdo. Ahora que se implantaba cierto orden inconsciente, Hayden era capaz de distinguir con mayor facilidad los grupos por separado. Sin embargo, noto que no habría más de cinco, siendo un total de de veinte o veinticinco reclutas, en caso de que no hubiera alguna unidad incompleta.
Hayden estaba al lado de Kay y Jonas, estando este en el medio, y del otro a su derecha; Todd Olwhys y Grace quedaron rezagados unos pasos más atrás. Se oían murmullos provenientes de todos los lugares, a medida que la impaciencia y la intriga aumentaban.
La Prefecta Irelia estaba enfrente hablando con un par de sujetos con batas blancas, guantes negros y mascarillas que poseían más de un ojo óptico robótico, que les otorgaba un aspecto aterrador. Hayden sabía que eran Personal Científico, uno de ellos estaba sentado frente a la gran computadora, tecleando sin prisa, moviendo palancas, y ajustando uno que otro botón.
-No entiendo, ¿Qué es lo que sucede? – Pregunto a Kay Sheky a su izquierda, sin poder contenerse.
-No tengo idea, trate de leér su mente, pero como ya sabrás, todos usan Pantallas Psionicas…
Hayden también lo había intentado, valía la pena hacerlo. Pero no era eso lo que le preocupaba.
-Sí, yo también lo hice. Bueno, lo intente. Lo que no entiendo es ¿Acaso estas clases no son comunes? ¿Por qué parecen todos tan nerviosos? – Trato de sonar más curioso que ansioso. No quería parecer un cobarde.
-No. No es eso – Kay negó con la cabeza y lo miro a los ojos de forma confidencial – Hace semanas que esta área está en suspensión, algo así como… en remodelación… - Se encogió de hombros – Por mi estaba bien, no es de mis clases favoritas.
-¿A qué te refieres?
Kay torció el gesto.
-Mira el letrero de allí arriba, Novato. El rectangular.
Hayden levanto la mirada, la pantalla negra en cuestión estaba encima de la gran computadora, era estrecha, y mostraba un mensaje en letras naranjas:
Pruebas de Simulación de Combate Zerg
Hayden sintió como todo el bello del cuerpo se le erizaba. Sabía que esas clases existían, pero no esperaba que fuera el primer reto que tuviera que afrontar. De repente entendía el porqué de la tensión en la sala.
En años anteriores, durante la guerra, se utilizaban robots que simulaban habilidades y ataques zerg para ese tipo de pruebas. Eran, en cierto grado, inofensivos. Un área controlada que los preparaba para lo que siguiera. Pero los tiempos avanzaban, y una vez el Dominio recobro su relativa paz, los métodos en bioquímica y biotecnología habían evolucionado a tal punto, que comenzó a implementarse organismos Zerg clonados, pero alterados genéticamente para resultar menos letales que un zerg autentico.
Hayden sabía que había todo un cautiverio de ellos en alguna parte de la Academia, sometido a un control y vigilancia constante, que contaba con un método de contingencia nivel 5, que, si fallaba, activaba la purgación automática y masiva de la luna Ursa capas de freír a todo organismo sobre la superficie, pero sin dañar la estructura del lugar.
La política era fácil de entender, los culpables de la avería sufrían las consecuencias, pero dejaban el lugar habilitado para que un nuevo personal y Reclutas más cualificados pudieran seguir con la Academia, previendo al sector de mejores y precavidos soldados.
Se le ocurrieron un par de preguntas más que ansiaban escapar de su boca sin mediación, pero antes de que pudiera formularlas, la Prefecta Irelia termino de hablar con el Técnico Químico que tenia al lado y se irguió en toda su altura de cara a los reclutas. Los murmullos se acallaron, reinó el silencio.
-Buenos días, Reclutas. A continuación, procederé a explicarle porque después de tanto tiempo en desuso, los he citado el día de hoy a este salón. – Su rostro estaba tenso al hablar, algo que a Hayden no le gusto nada – Luego de largos días de trabajo, ajuste e investigación, por fin logramos adaptar la sala de simulación zerg, para lo que tenemos preparado. Varios de ustedes ya habrán tenido pruebas allí abajo, y sabrán cual es el objetivo de cada una. Aunque estas varían claro. Lo que quiero decir es que, esto no es nada nuevo, nada de lo que deban temer. Se los pone a prueba, para mejorarlos, para perfeccionarlos, para eliminar sus debilidades, y fortalecer sus virtudes. Y como tal, es lógico que la dificultad de estas, vayan en aumento a medida que avanzan. A medida que ustedes se vuelven más peligrosos.
Hayden sufrió un escalofrió, todo lo ultimo había carecido de la mas mínima lógica para él. Era su primer día allí, y lo sometían algo para lo cual sentía no estaba preparado.
-Tranquilos, es coser y cantar- sonó la voz de Jonas dentro de su cabeza, y alarmado creyó que – Otra vez – habían estado leyéndole la mente, pero entonces supo que todos los miembros de su grupo habían recibido el mismo mensaje.
Uno de los hombres de bata blanca le tendió un objeto que la Prefecta Irelia sostuvo en la palma de la mano: emitía una luz roja, era ovalado con una pequeña cúpula y tres patas en formas de garras que emitían uno que otro movimiento.
-El dispositivo que tengo en mi mano, es un recientemente bautizado IAZ 307, esto quiere decir, Inteligencia Artificial Zerg. Tal vez hayan escuchado como en épocas de guerra, una facción Terran rebelde que poseía avanzado conocimientos tecnológicos y biología zerg – Ventajas de estar en primera línea de la batalla – Lograron fabricar, tomando como referencia una torre de señales, y clonando una cepa de la supermente zerg, una gran herramienta defensiva que imitaba las ondas Psionicas de dicha criatura, capaz de controlar de forma permanente un organismo zerg a elección. Esta tecnología, claro, demandaba una enorme cantidad de recursos, que, si se utilizaba erróneamente, podría resultar fatal o inutil.
>>Podríamos decir, que la IAZ 307 no es más que un modelo similar y portátil. El método de funcionamiento es casi exactamente igual a su predecesora. Solo que no utilizara energía mineral para activarlo. Para hacerlo será necesaria una cantidad precisa de energía Psionica. Reclutas, por favor, acérquense hacia las ventanas, miren el foso.
Todos obedecieron apresuradamente, pegaron su rostro al cristal, y vieron hacia los treinta metros más abajo. Hayden tuvo que hacerse un lugar un poco apretado entre Kay y Jonas. Al principio no pudo distinguir nada, todo estaba en extraña oscuridad, entonces las sombras comenzaron a cobrar forma en la estancia de casi un kilómetro cuadrados. Eran arboles, casas derruidas, muros…y criaturas, que acechaban, se movían con rapidez, o simplemente permanecían estáticas. Hayden sintió como su cuerpo se cubría de un sudor frio.
-Mierda, mierda, mierda – Murmuro Kay a su lado.
-Joder, y yo que pensaba que los Animas eran los locos. – Dijo alguien más en voz alta.
-Coser y cantar, grupo. Coser y cantar – Les comunicó Jonas nuevamente.
-Los huevos, Jonas. Nos van a coser los huevos – Replicó Todd por el mismo medio.
-Eso que observan, es un área infectada por los zerg, un distrito suburbial selvático, que tuvo la suerte de ser el nido de un nuevo asentamiento extraterrestre. – La prefecta Irelia hablaba desde detrás, no necesitaba que la vean para saber que todos la estaban escuchando con suma atención – Los zerg, sin embargo, incluso cuando son salvajes, están ligados a un sistema jerárquico de autoridad. Sirven a una sola entidad superior que los fracciona y dirige, como en su tiempo fue la supermente, y en su apogeo la terrible Reina de Espadas. Son una sola mente, un solo cuerpo.
Los reclutas comenzaron a voltearse, despegando su nariz de los cristales. Lo que fuera a decir la prefecta Irelia a continuación era de vital importancia.
-El objetivo de la misión es sencillo: replegar a los zerg a las jaulas de contención de las cuales escaparon, o limpiar el área de forma violenta en una ardua batalla cuerpo a cuerpo. Cada grupo bajara por turnos, valiéndose de su instinto, sus rifles C-10, con municiones contadas claro, y el apoyo mutuo de sus compañeros. Adicionalmente se les entregara un dispositivo IAZ 307, del cual podrán hacer uso libremente. El método que decidan utilizar, queda a su elección. Recuerden que las pruebas solo treinta minutos por grupos, y que al final se les dirá la puntación máxima e individual. Comenzaremos en cinco minutos, descansen, la primera unidad en pasar será el grupo Red.
Los reclutas se dispersaron, aprovechando el tiempo para hablar con sus compañeros, trazar algún plan, reunir valor, quizás.
-Están dementes, verdaderamente dementes, si piensan que bajare allí – Dijo Kay pasándose la mano por el pelo.
-Que pasa Kay ¿Te dan miedo un par de animalitos? – Lo provocó Grace, haciendo pucheros. Sin embargo, Hayden noto que ella también lucia alarmada.
Kay la fulmino con la mirada, Hayden decidió entrometerse antes de que todo tomara el tinte anterior.
-No entiendo, ¿acaso no tuvieron este tipo de pruebas antes? – Preguntó, haciendo gala de la ingenuidad novata.
-No. Para empezar, antes el recinto no era tan grande – Le comento Grace – Tampoco teníamos que meternos a un foso infectado de zerg, si querían matarnos tan solo me lo tendrían que haber pedido a mi– Soltó una carcajada aguda.
-No es gracioso. Mira, antes las pruebas eran cosas sencillas, resistir asedios de tantos zerg, utilizar tu energía Psionica en el transcurso, evitar la eclosión de huevos zerlings, pasar desapercibido en medio de vigías supremos. – Kay hizo un gesto despectivo con la mano – Nada que suponga un riesgo de… riesgo de ser devorado por un zerg.
‘’Así que por eso están tan nerviosos’’ Pensó Hayden, entendiéndolos. Habían aumentado la dificultad de uno a cinco en tan solo un parpadeo, y debían de sentirse inhibidos. ‘’De todas formas, debemos mantener la compostura. En una batalla real, no hay tiempo para tener dudas, y mucho menos para sentir miedo.’’
-No son Zerg de verdad. – Dijo Todd repentinamente – Solo una… una copia mal armada. Jonas, ¿en qué piensas ahora?
Todos se giraron hacia Jonas, que no había dejado de estudiar el foso ni por un segundo.
-Pienso en que, tengo un plan. – Dijo sin más.
Mientras esperaban su turno para bajar al abismo, pudieron ser testigos de los fracasos de otros reclutas. Para Hayden, sin embargo, esto no era nada alentador, sumado con el tiempo de espera, y lo que presenciaban sus ojos, los nudos de su estomago apretaban tanto que amenazaban con dejarlo completamente paralizado.
‘’Tranquilízate, Hayden. Solo es una prueba’’
Mientras, daba cuentas de los errores de otros reclutas, para recordar no cometerlos él. La división Red, los primeros en bajar, habían tenido un buen comienzo, pero habían detonado no saber exactamente cómo proceder ante aquella jungla, y antes de que pudieran reaccionar, tenían encima un enjambre de zerlings que lo rodearon obligándolos a retroceder nuevamente hacia la entrada.
Hayden quedo aliviado al notar que estos no atacaban con garras y dientes, sino que se limitaban a escupir pequeñas astillas que, como le comento Kay mas tarde, solo causaban un ligero entumecimiento, que podía agravarse al recibir más impactos si no hacías algo al respecto.
-Aparecen, te disparan, y luego de un rato solo se marchan. Nadie ha sido devorado… aún…
La segunda unidad en afrontar el reto fue una que llevaba consigo cuatro mujeres y un solo recluta hombre. Optaron por una confrontación más violenta, y haciendo gala de una particular coordinación física, causaron un completo caos en pocos minutos. Pero las balas se acaban, e increíblemente, lo que el grupo Épsilon poseía en bravura, los zerg mutados lo superaron en inteligencia; se limitaron a esperar a que el fuego se acabara, para luego presentar una ofensiva que los empujo hasta un árbol de vainas infectadas, que liberaron un gas adherente al contacto con el entorno, anulando su capacidad de acción.
El efecto solo duro alrededor de un minuto, luego las luces del foso se encendieron replegando a las criaturas, y dejando el camino libre para que los reclutas volvieran a resguardarse.
El equipo que logro sorprender a Hayden, no específicamente por su excelencia, sino porque fue el único que hasta ahora había utilizado la IAZ 307, fue la división Beta. Los reclutas aprovecharon la oscuridad y el sigilo y se infiltraron aun mas haya que los demás en el recinto. Sin embargo, no todo salió a la perfección. Si, utilizaron la IAZ 307, pero no como cabía de esperar, y al final de la prueba lo único que obtuvieron fue el cadáver de un zerlings que sus compañeros habían machado en proyectiles al notar que ya no pertenecía a la red neuronal de la colmena. Incapaces de hacer algo mas, la división Beta se dedico a pasar inadvertido hasta que el tiempo se hubo acabado. Por lo menos salieron ilesos.
Y ahora, era el turno del grupo Delta. Su división. Era turno de Hayden.
-¿Qué vamos a hacer? – Pregunto Kay – Ninguno ha superado la prueba hasta ahora.
-Te digo lo que haremos – Le respondió Grace abriendo los ojos desmesuradamente – entraremos allí, te atamos como carnada, y le metemos un tiro al primer zerlings que veamos.
-Eso no es gracioso… Y no son zerlings – Masculló Kay.
Estaban esperando a que el ascensor que los llevara abajo se abriera para dejarlos entrar. Todd y Jonas no habían parado de platicar en todo momento a solas, y Hayden por su parte se limitaba a estar en silencio, esperando indicaciones.
No lo olvides, niño, estas solo en esto, pero eso no quiere decir que te encuentres solo. Aprende, observa, escucha. No seas un dolor de culo.
‘’es solo una simulación’’
Las grandes puertas de acero y plástico se abrieron, y un ceñudo grupo Beta bajo del ascensor, dejando a solas a la Prefecta Irelia que aguardaba pacientemente.
-Unidad Delta, ustedes siguen. – Los invitó a subir.
Los cinco esperaron un segundo, intercambiaron una mirada y finalmente avanzaron. Jonas fue el primero en subir, luego Todd, Grace, Kay, y por ultimo Hayden. Las puertas se cerraron y comenzaron a descender.
-Aquí vamos – murmuró Hayden por lo bajo.
-Muy bien, reclutas. Quiero que recuerden que esto no es más que otra prueba de aptitud, coordinación, y trabajo en equipo. No olviden que trabajaran constantemente en un entorno controlado, y monitoreado. Los estaré viendo desde la sala de control en todo momento. Al llegar, encontraran una mesa con todo el equipo que requieran. Los fusiles C-10 que usaran, no operan con municiones reales, para evitar accidentes.
Las puertas volvieron a abrirse como una enorme boca negra, la prefecta Irelia se paro en medio dándole la espalda a la oscuridad.
-El objetivo de la misión, como ya dije, es sencillo, replegar a los zerg a sus jaulas de contención. Contaran con el dispositivo IAZ 307, o pueden optar por la batalla cuerpo a cuerpo. Ustedes deciden, poseen cinco minutos a partir de ahora. – La prefecta Irelia se hizo a un lado, señal de que debían bajar. Jonas, como antes, fue el primero en hacerlo, y una vez todos lo hicieron, se voltearon para verla por última vez – Eso es todo, reclutas. Buena suerte.
Dicho esto, desapareció detrás de acero y metal.
Hayden inspecciono el lugar en donde estaban ahora. Parecía una cueva ovalada iluminada por tenues luces rojas dispuestas en su techo abovedado. Había una mesa en el centro donde se distinguían los Rifles C-10 que deberían usar. Más allá, en un extremo alejado, flanqueado por enormes plantas, se encontraba la puerta hacia el recinto.
-Muy bien, querido Jonas. ¿Cuál es el plan? – Pregunto Grace, que se había acercado para tomar uno de los rifles C-10, mirando por la mirilla, apunto con su laser verde hacia lo que era el pecho de Kay Sheky.
Jonas se acercó con una zancajeada, y desvió su trayectoria directo desde el cañón, negando con la cabeza lentamente, aunque tenía una sonrisa en el rostro. Luego levantó la mirada hacia los demás.
-Antes que nada, todos, tomen su rifle correspondiente y pónganse las botas para el lodo. – Dijo, haciendo lo suyo propio – Estas puertas se cerrarán en cinco minutos, y si uno de nosotros queda dentro, la misión fracasara. ¡Muévanse!
Acataron la orden sin decir palabra. Hayden se sentía extasiado de poner su cuerpo en movimiento después de haber sido un mero espectador. Cuando hubo acabado de calzarse la bota izquierda, el resto de su equipo ya se estaba alejando hacia la entrada del recinto.
‘’Mierda’’ Se apresuró para alcanzarlos, provocando ecos en las paredes lisas de la cueva artificial.
-Okey, equipo Delta. A partir de ahora, ni una sola palabra – Les comunicó Jonas.
-¿Cuál es el plan? – Insistió esta vez Kay Sheky.
Berttod Olwhys se había adelantado, he inspeccionaba los alrededores, barriendo con el laser de su rifle C-10.
-Okey. Todd y yo lo hemos estado charlando. Y tal vez ustedes también debieron darse cuenta. ¿Recuerdan lo que dijo Irelia sobre los zerg? – Sus ojos parecían más penetrantes ahora que sus palabras revotaban solo en su mente.
-¿Que matan de forma despiadada y horrible? – Aventuró Kay de forma irónica.
-No, Kay.
-Lo tengo. Dijo que todos respondían a una sola entidad superior – Se animo a decir Hayden – Una mente de la colmena.
-Exacto, gracias Hayden. Esto es lo que estuvimos pensando, la IAZ 307 es capaz de asimilar esas ondas, pero por lo que pudimos ver con el equipo Beta, debemos ser cuidadoso de a que zerg decidimos implantárselo.
-Ya, pero entonces, ¿cómo lo hacemos sin que lo despedacen los demás? Si es que no nos despedazan ellos antes. – Volvió a intervenir Kay – No ustedes chicos, pero yo no note ninguna reina dando vueltas, o siquiera un vigía supremo.
Permanecieron en silencio, pensando, repasando todo lo que sabían sobre los zerg. Hayden se fijo en Todd, que seguía alejado del grupo, estaba arrodillado con una mano apoyada en la tierra, estudiando la espesura.
-Tal vez no haya ninguno más inteligente… tal vez solo sea uno más… grande. – Aventuró Grace – Vi por las pantallas, a una enorme mole moverse en la oscuridad, parecía un ultralisco, pero más pequeño.
Hayden también lo había visto, vagaba por el flanco superior izquierdo del recinto. Los otros reclutas sabían de su existencia, sin embargo, ninguno hizo asomo de acercarse. Hayden tampoco sentía el mínimo deseo de hacerlo.
- He visto grabaciones contra zerg reales, en donde grupos de zerlings salvajes seguían a un gran ultralisco y atacaban asentamientos Terran. – Dijo Kay, aunque no sonaba muy convencido.
-Podrían estar en lo correcto. Irelia dijo que se trataba de un ambiente controlado. Que no podíamos ser verdaderamente dañados. Ninguno de los otros reclutas se atrevió a acercarse a lo que sea que esté dando vueltas por aquel sector. Y la criatura tampoco hizo asomo de acercarse cuando resonaron los disparos del grupo Épsilon. Tal vez… Tal vez podría funcionar.
Hayden estaba aun asimilando la idea de que allí estaba el truco de la verdadera prueba, cuando Todd Olwhys volvió a acercarse e interrumpió con sus propias conjeturas.
-He terminado de hacer un mapa mental del recinto, en base a todo lo que he visto y hemos visto hasta ahora, escuche su conversación, sin embargo, tengo una pequeña oposición al respecto – Dijo mientras se sacudía el polvo de las manos.
Hayden percibió como una imagen iba cobrando nitidez en su cabeza, y supo que eran los planos que había confeccionado Todd con un sondeo Psionico de la zona. Increíble, era casi tridimensional.
-¿Qué sucede, Todd? – Pregunto Jonas.
-Irelia también dijo algo de vital importancia. Esta simulación se trata de una zona urbana Terran infectada. Aun así, no he visto ningún colmenar por el terreno.
-Vamos Todd, no creerás que instalaran uno autentico ¿verdad? – Objeto Kay.
-No, verán, como ya han dicho. No hay reinas ni superamos dando vueltas. Por descarte, podríamos decir que el zerg con más dominio en el lugar es aquel ultralisco de la base superior. Pero tengo otra teoría.
-Esta es…
-Un Infestador Zerg. Una criatura volátil, inteligente, y repugnante. Capaz de crear plagas a partir de la biosfera del lugar, sin necesidad de larvas. También es capaz de extender cierta cantidad de talo, y poseen alto rango en la jerarquía colmenar.
-Ya, pero de ser así, tampoco vi nada que se le asemejara dando vueltas por aquí – La voz de Grace sonaba seca e impaciente. - ¿Lucen como enormes orugas, no?
-No lo hemos visto, porque se esconden bajo tierra cuando no están en combate. Y creo saber donde se encuentra el nuestro: Una base de estelar derruida, cerca del centro del recinto, del lado derecho. He notado que los enjambres de zerlings hacen rondas periódicamente por allí, también, hay una decena de Hidraliscos vigilando desde lo alto de una ladera baja.
Todd los vio uno a uno, esperando que sus palabras surtieran efecto. Esta vez, Jonas tomo la palabra.
-Creo que tu teoría es bastante acertada, Todd. Pero la opción del Ultralisco también es muy fuerte. Y tenemos un problema…
-Solo contamos con un IAZ 307. – Concluyo Hayden por él, captando todo el panorama del asunto.
-Exacto, y no sabemos cuanta energía Psionica nos demandara, tal vez requiera la participación conjunta de los cinco, no podemos saberlo. Estamos en una encrucijada.
Los cinco guardaron silencio cavilando las posibilidades, sintiendo el corren del tiempo incesante. Los minutos se agotaban, y ellos seguían allí parados.
-Tengo una idea. – Dijo Grace – Primero vamos hacia el supuesto, encontramos al zerg, y de existir, le metemos un tiro.
-Ja, ja – Rio sin ganas Kay. - ¿Alguna otra idea? Una de verdad esta vez.
-No, es una buena idea – La respaldo Jonas.Grace esbozo una enorme sonrisa de agradecimiento – Escúchenme. Tengo un plan. Vamos a tener que dividirnos, dos por un lado, y tres por el otro. Dos de nosotros buscara el nido del Infestador. Y el resto, iremos junto con la IAZ 307 en busca del Ultralisco.
-Espera, Jonas. ¿no sería mejor llevar la IAZ 307, directo al nido? – Se adelanto Todd –Estoy seguro que hay un Infestador allí, si logramos dominarlo acabamos con todo esto.
Jonas negó con la cabeza.
-No. El lugar está demasiado vigilado para que podamos ir sigilosamente los cinco. Además, cabe la posibilidad de que solo sea una treta. Perderíamos tiempo movilizándonos. Y de no ser así, de todas formas, tenemos las de ganar…
-¿Cómo? – Pregunto Kay.
-Tres de nosotros bastara para hacer funcionar la IAZ 307, la cual llevaran hacia el ultralisco. Y de estar el Infestador en casa, como dijo Grace…
-Le metemos un tiro, y subordinamos a los demás a la voluntad de nuestra nueva mascota. – Acabo Todd en su lugar. – Podría funcionar.
En ese mismo instante las puertas de la cueva se cerraron con un sonido silbante. Se habían acabado los cinco minutos. La simulación acababa de comenzar.
-Bien, el tiempo de hablar se termino. – Dijo Jonas poniéndose las gafas de visión nocturna – Grace, Kay, nosotros tres iremos en busca del Ultralisco. Todd, Hayden, les queda infiltrarse en la base estelar, y de haber alguien en casa, eliminar a cualquier inquilino. En marcha.
Jonas comenzó a caminar adentrándose en el recinto, Grace y Kay intercambiaron una mirada y luego lo siguieron sin decir palabra.
Hayden se fijo en Todd que lo miraba con media sonrisa.
-Vamos, novato – Dijo en voz medidamente alta – Coser y cantar.
Atravesaron la primera línea de espesura, y se perdieron en la oscuridad.