Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

PROTCOLO: GHOST por J Young

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

-Apestamos a zerlings chamuscado – Dijo Grace, mientras rehacía una de sus trenzas que se había soltado en la corrida – Apuesto que es lo que comen en Tyrador IX.

El ascensor estaba subiendo de nuevo, y los cinco estaban a salvo. Aunque en realidad, nunca habían estado en autentico peligro.

Jonas estaba parado frente a las puertas, sumido en sus pensamientos. Todd iba apoyado contra la pared, frotándose el brazo en un intento de recobrar la sensibilidad, el uso de brusco de energía psionica parecía haberlo agotado. Pero el que peor estaba, era Kay, que se sostenía la cabeza con una mano, y no había dicho palabra en ningún momento desde que la simulación había acabado.

Hayden también tenía en que pensar, después de todo, se había salvado de morir bajo el peso de un Ultralisco mutado por pura suerte, o más bien, por la gracia divina de que Berttodd Olwhys se encontraba a su lado en aquel momento.

Había creído que estaban acabados en cuanto la cabeza del Infestador estallo en mil pedazos, pues contrario a lo que habían pensado, las criaturas zerg no se doblegaron a la voluntad del Ultralisco controlado por la IAZ 307, sino más bien todo lo contrario.

‘’Lo destrozaron. Fue una completa carnicería.’’

La pobre bestia había logrado machacar entre sus piernas y enormes fauces a varios zerlings antes de caer, pero no tenía ni una oportunidad frente a tantos. Hayden, que había disparado tal y como Todd le pidió, quedo en medio del fuego cruzado segundos antes de que comenzara la batalla. Hizo falta otra explosión cinética y un agarre desde el cuello de su camisa para sacarlo de allí.

-¡Hora de irse! – Le grito al oído Todd, haciéndose oír entre tantos chillidos y siseos.

En aquel mismo instante el ultralisco se levanto sobre sus patas traseras, volvió a bramar y cayo con todo su peso hacia delante; la destartalada base estelar tembló ante la fuerza brutal y casi los hizo perder el equilibrio.

Hayden y Todd pensaron en hacer un rodeo y salir por la entrada (que más bien era un enorme hueco lateral) pero cambiaron de idea al ver que estaba bloqueada por una hilera completa de hidraliscos que disparaban sin piedad hacia el ultralisco.

-¡Por aquí! – Grito esta vez Hayden, tironeando del brazo malo de Todd para que lo siguiera.

Se interno nuevamente en el pasillo oscuro por el que habían entrado, retornado el antiguo recorrido, y llego hasta la ventana que había cruzado de un salto, o por lo menos lo que quedaba de ella, ya que pudo caminar entre sus restos sin dificultad.

Una vez en el exterior, divisaron al resto de su equipo junto a un árbol centinela, Hayden no estaba seguro si era el que habían usado para resguardarse. Corrieron a su encuentro, y ellos al suyo. Una vez juntos de nuevos, las luces del recinto se encendieron con intensidad, y las criaturas alteradas genéticamente rehuyeron a su encuentro. La simulación había acabado.

-¿Qué ocurrió allí? – Preguntó Jonas.

Todd negó con la cabeza, intentaba recobrar el aliento.

-El dispositivo… El plan… No funciono… - Fue lo único que dijo.

Inmediatamente un vehículo automático pasó a recogerlos para llevarlos de vuelta a la cueva artificial. Se subieron uno a uno, y Hayden hechó un último vistazo hacia atrás antes de alejarse. El cadáver del ultralisco yacía mutilado en el centro de lo que aparentaba ser una base estelar.

-¿Qué le sucede a Kay? – Preguntó Todd.

Hayden se giro hacia él y noto que estaba más pálido que de costumbre, se sujetaba la cabeza con ambas manos.

-No es nada. No es nada. Estoy bien – Los tranquilizoó el joven.

-Al accionar la IAZ 307, descubrimos que una de nuestras mentes debía estar constantemente conectada a ella. – Explicó Jonas –  Por ser Kay el que posee mayor factor psi, de los tres, acordamos que fuera él, aun así…

-Estoy bien. – Volvió replicar Kay – Es solo que… no lo sé… se siente como haber recibido un tiro en la mitad de la cabeza. 

Nadie volvió a decir nada. Una vez llegaron a la base, la prefecta Irelia los esperaba dentro. Dejo que se acomodaran antes de comenzar a decir los resultados. Hayden apenas podía creer que tan solo habían transcurrido cuarenta y cinco minutos.

Se pusieron en fila, hombro con hombro, y aguardaron.

-Reclutas. Debo confesar de que estoy sorprendida… y muy decepcionada con los resultados de su prueba. Demostraron una gran capacidad de trabajo en equipo, e inteligencia, pero, aun así, no supieron explotar al máximo sus fortalezas

Jonas levanto una mano, pidiendo permiso para hablar. Fue concedido.

 

 

-Lo siento, Prefecta Irelia, pero lo que dice es injusto – La mujer levanto apenas las cejas ante aquello – El objetivo de la misión… no estaba del todo claro. Si, meter a los zerg en sus jaulas. Pero ¿Cómo? Sopesamos todas las posibilidades, pero aun así, no teníamos las herramientas necesarias, ni el tiempo suficiente. No quiero sonar como un quejica, pero hicimos lo que pudimos.

La Prefecta Irelia se tomo un momento para pensarlo.

-Acepto tu punto de vista sobre la simulación, Jonas. No hay problema en que lo compartas. De hecho, me parece bastante acertado. Pero quiero recordarles, reclutas, que estas pruebas son diseñadas para evaluar su desarrollo como fantasmas y su trabajo en equipo. Al final, los resultados se toman igual - Irelia levanto una mano y un objeto que parecía una avión de juguete con un enorme ojo óptico levanto vuelo a su lado – A continuación, procederé a decir el informe de cada uno. Tarrence, por favor…

-Recluta Jonas Moabs. Segunda Prueba se Simulación de Combate Zerg. Mejora de puntuación 40%. Puntos fuertes: Líder, estratega. Puntos bajos: Factor psi.

-Recluta Bertodd Olwhys. Segunda Prueba de Simulación de Combate Zerg. Mejora de puntación 60%. Puntos fuertes: uso del factor psi.  Puntos bajos: sin cambios. Observaciones: Trabajo independiente.

-Recluta Kay Sheky. Segunda Prueba de Simulación de Combate Zerg. Mejora de puntuación 50%. Puntos fuertes: uso del factor psi. Puntos bajos: Trabajo en Equipo. Observaciones: Factor Telepático de uso Avanzado.

-Recluta Grace Righte. Segunda Prueba de Simulación de Combate Zerg. Mejora de puntación 30%. Puntos fuertes: Manejo de armas de fuego. Puntos bajos: Uso del Factor psi.

-Recluta Hayden Kingston. Primera Prueba de Simulación de Combate Zerg. Mejora de rendimiento 30%. Puntos Fuertes: Trabajo en equipo, manejo de armas de fuego. Puntos bajos: Factor psi. Observaciones: Capacidad de trabajo bajo presión.

Treinta por ciento. A la par de Grace, y era su primera vez. Era bueno, muy bueno. Hayden se enderezo, sintiéndose vigoroso.

-Eso es todo por hoy, Reclutas. Buen trabajo.  – los felicitó la Prefecta Irelia – Bertodd, Kay, vayan a la enfermería. El resto puede retirarse.

Subieron hasta la sala de control, manteniendo una pequeña plática en el ascensor sobre los puntajes. Hayden se entero que Kay poseía un factor Psi de nivel 7. Y que, durante persecución del ultralisco, Grace había acertado varios golpes críticos en los puntos débiles de la criatura. No había fayado un tiro, corriendo por medio de la selva, a oscuras.

Al llegar arriba se extraño al ver que la unidad que aun faltaba hacer la prueba no estaba allí. Hayden preguntó por esto a la Prefecta Irelia, pero esta dio una respuesta vaga, que no lo terminó de convencer.

-Nos quedamos sin tiempo. No puedo estar aquí todo el día. Me necesitan en otros lugares.

Hayden miro sobre su hombro a Todd, pero este se limito a encogerse de hombros. El resto de su equipo tampoco tenía mucho que comentar.

El segundo ascensor que los llevaba devuelta a la superficie de la luna se detuvo. Los cinco salieron, y las puertas se cerraron.

-No se ustedes, pero tanto zerlings quemado me ha abierto el apetito – Dijo Grace tomando la delantera – ¿Alguien me acompaña?

-Tal vez luego, Grace. – Respondió Jonas –  Pero no me apetece nada ahora mismo

Y como si esta fuera la palabra de todos, Grace se encogió de hombros y se marcho sola por el pasillo.

-Yo creo que acompañare a Kay a la enfermería. – Dijo Todd – Ya me encuentro mejor, pero él, luce fatal. Nos vemos luego, Jonas. Hayden.

Ambos asintieron, Kay no dijo palabra, solo se limito a seguir a Todd.

-Bueno, Hayden. Fue una buena prueba, de verdad supiste comportarte allí abajo – Lo elogio Jonas una vez se quedaron a solas – Ahora, tengo cosas que hacer, pero nos vemos en la cena ¿de acuerdo?

Hayden sonrió, sintiéndose bien por tan cálida bienvenida.

-Claro, Jonas. Gracias, por las palabras me refiero. – Agregó con torpeza.

Jonas hizo su tanto y desapareció dejándolo solo. Hayden se paso la mano por el cabello, y retiro polvo y hojas de él. Echo un vistazo a sí mismo y noto que su ropa se encontraba en un estado lamentable. Luego de tanto correr, disparar, escurrirse por la maleza en medio de tantos zerg, y de haber volcado una cantidad considerable de jugo sobre sí, todo su cuerpo pedía agua caliente y jabón. Y una siesta de unas cuantas horas.

‘’Una ducha caliente’’ si. Eso es lo que él haría.

Se alejo silbando, emocionado por el puntaje en su primera prueba.

‘’30%. Nada mal’’

 

Los baños quedaban junto al entramado laberíntico que eran los dormitorios, y como en toda academia, se encontraban separados, varones, por un lado, mujeres por el otro. Aunque había quienes contaban con uno privado, Hayden no era de los afortunados.

Hizo una pequeña parada por su cuarto, busco una muda de ropa, un par de utensilios y lo metió todo en un bolso, aquel que usaba para trasladarse dentro de la academia cuando debía cargar cosas consigo. Al entrar, la IAT 307, Tarrence, le dio la bienvenida y le comunico que tenía mensajes nuevos en su bandeja de entrada, pero decidió leerlos luego.

Se cruzo a varios reclutas en el camino, pero ninguno llamo su atención, aun tenia latente la simulación de combate zerg en su cabeza, pero confiaba en que el agua caliente pusiera en orden sus pensamientos.

Los vestidores se encontraban totalmente vacios, había ruido retumbante, como un flujo termal constante dentro de las paredes, pero además de eso no se escuchaba a nadie más allí. A su derecha se encontraban los cubículos y una línea de lavados. Y a su izquierda el ala de las duchas.

La luna Ursa había sido adaptada con la tecnología más moderna del dominio Terran, una casi completa remodelación con equipos de terraformacion que creó condiciones óptimas para la vida; Aunque contaba con bosques y paramos, la atmosfera había sido alterada para retener tanto el oxigeno como el hidrogeno en ella. Además, almacenando en napas artificiales, se encontraban toneladas de miles de litros de agua que fue transportada directo desde Khoral y mundos vecinos solo para la Academia, la cual se utilizaba, reutilizaba, y reciclaba por medio de un sistema biotecnológico, con una eficiencia del noventa y nueve por ciento.

Se trataba de uno de los proyectos más ambiciosos y costosos en toda la historia del Dominio Terran. Y por en cierto tiempo, también, ultra secreto. Pero el resultado lo superaba con creces: las hazañas de los agentes Fantasmas del Dominio eran conocidas, dentro de lo que cabía, en todos los rincones del imperio.

Hayden metió un par de cosas en su casillero, sacó unos objetos de aseo, y se dirigió hacia el área de las duchas. Eran rectángulos de mármol dispuestos uno detrás de otros con puertas de vidrio. Cuando una persona entraba, el cristal cambiaba su composición, empañándose hasta crear una figura borrosa e indescifrable para resguardar su intimidad.

El lugar era ancho y espacioso. Brillaba con un resplandor blanco, producto de los azulejos y las luces. En el aire flotaba un aroma dulzón a desinfectante, y Hayden diviso a varios robots de limpieza, circulares de poco más de treinta centímetros de diámetro y ocho de alto, que filtraban los residuos en su interior; eran perezosos y lentos, pero cuando la situación lo demandaba resultaban de lo más eficientes.

 

Hayden busco una ducha alejada y se introdujo en ella. Cerró la puerta detrás de él y esta se ensombreció al instante. Marcó en el regulador de temperatura digital un poco por encima de la mitad; agua no muy fría, y lo suficientemente caliente para que sus músculos se relajaran.

Procedió a limpiar su cuerpo de todo lo que pudiera perturbarlo. La presión del agua era exquisita, poseía un sistema de surtidores de once tipos distintos que cubrían sus tobillos, muslos, abdomen, torso y cabeza. Hayden en más de una ocasión había pensado que si algún día era expulsado de la academia, lo que más echaría en falta eran sus duchas.

‘’Nada de perder la oportunidad de ser un fantasma del dominio. Nada de convertirse en un temible agente encubierto. Lo que mas echaré en falta es este lugar ‘’

Ya que era uno de los únicos lugares en donde su mente podía descansar, en donde la soledad y el presentimiento de un pasado terrible que lo asaltaba todos los días, lo dejaba respirar.

‘’No debes pensar en ello, no debes pensar en ello… Solo es un sueño. Solo fue un sueño’’

Apoyó su frente contra el blanco mármol y suspiró. La verdad era que no estabá claro. Cuando pensaba en ello, nada estaba claro en absoluto. ¿Era un sueño? ¿Un recuerdo? ¿Había pasado realmente? Le daba un fuerte dolor de cabeza al rememorarlo, aunque fuera mas una experiencia física que mental. Su cuerpo lo sentía mejor que su mente.

…Sangre caliente sobre la piel. Gritos lejanos. Músculos tensionados. Estar en medio de un fuego ardiente, en el ojo de una tormenta de fuego blanca como un rayo… y quemaba… quemaba…

‘’Solo que no se siente como si me quemara. Más bien a otra persona. Que, de alguna forma, me traspasa el dolor como si fuera suyo…’’

Se entretuvo un rato mas bajo la ducha, jugueteando con el agua en sus pies, no era la primera vez que especulaba, aun así, siempre quedaba el regusto amargo. Aquella roca en la boca del estomago. La incertidumbre.

‘’¿Asesine a alguien? Y si fue así ¿Por qué no puedo recordarlo?’’ No tenía manera de saberlo.

¿Qué crees que hacen los fantasmas, niño? ¡Asesinan personas! Para eso estas aquí, y será mejor que lo aprendas.

 

Se enderezó de repente y puso fin a la lluvia que lo rodeaba, la humedad sobrante fue  absorbida por el sistema de filtrado, haciendo que temblara por el cambio repentino de temperatura que abandonaba su lugar. Tomo una tolla guardada en uno de los compartimientos impermeables y seco de manera superficial su cuerpo, se la ato en la cintura y tomo otra para su cabello; lo llevaba corto, prolijamente alrededor y ligeramente más largo en el pico de nacimiento, pero sabía que, si no se lo recortaba, pronto vería un mechón rubio caer frente a sus ojos.

Con una orden el portal se abrió, y salió de la ducha distraído, pero quedo inmóvil sin apenas haber hecho un metro. De todas las cosas que le habían ocurrido aquel día, sin duda no hubiese esperado que aquella fuera una de esas.

El agua brotaba de una de le las duchas que se encontraban en la hilera frente suyo, la tercera si contaba desde donde estaba parado. Hayden era consciente que algunos reclutas no tenían pudor en exhibirse mientras se aseaban, eso quería decir, en no cerrar las puertas, sin temor a que alguien los viera. Algunos incluso, cuando iban en grupo, dialogaban, y reían entre ellos. De ducha en ducha.

No lo incomodaba, claro, el siempre había resguardado su intimidad detrás del cristal… el único problema era que cuando sucedía, inevitablemente, tenía que pasar frente a sus cuerpos desnudos. Y siempre había requerido de una gran fuerza de autocontrol y voluntad para hacerlo. Se lo había exigido como ninguna otra prueba antes.

Pero no había nadie más allí, solo él y aquel otro recluta, y tan solo tenía que pasar en frente, vestirse y largarse, pero, aun así, en aquella ocasión, opto por meterse en la ducha que tenía a un lado, y pegarse a su pared.

‘’Mierda’’ Pensó, sintiendo el corazón acelerado, lo había percibido tan solo segundos, y dio las gracias porque el otro tuviera los ojos cerrados mientras le caía el agua por el rostro, de otra forma le hubiese visto. No era cualquier recluta. Era aquel tipo que se había cruzado en la cafetería.

‘’El imbécil que volcó mi bebida’’ Hayden frunció el ceño, pero al instante siguiente cambio el gesto y se mordió el labio, sintiendo como las sangre de agolpaba en sus mejillas. Una idea se le había cruzado por la cabeza.

‘’No seas estúpido, Hayden. No lo hagas. Sera mejor que te vayas, aprovecha el momento. Pasa desapercibido…’’

Sin embargo, no podía seguir ningún pensamiento en su cabeza, abrió y cerró sus manos en puños, había bastado tan solo una mirada para alborotar el calor de su cuerpo. Y en ese momento, no podía parar de pensar en ello, sufriendo un repentino conflicto interior.

Se puso de cara a la pared y apoyo las palmas de sus manos en su lisa superficie. No, era una mala idea. Debía largarse de allí, debía obedecer a su cabeza. No podía dejarse llevar por... Aquello que era tan… Se inclino lentamente, y hecho un vistazo hacia el corredor…

En una milésima de segundo volvió a resguardarse tras la pared. Mierda. No. No sucedió nada. Tenía suerte, el tipo estaba de espaldas.

Podía echar otro vistazo…

‘’Demonios, Hayden. Para ya’’ Sabia que se haría caso nulo a sí mismo. No podía detenerse. Se dejo dominar por su más bajo instinto.  Y aunque más tarde se odiara por ello, y le produjera un profundo malestar, ¿Qué tenia de malo solo mirar?

Volvió a reclinarse hacia el pasillo, apoyando una mano sobre el borde, tomando el nudo de la tolla con la otra, y procurando esta vez, tranquilizar sus impulsos.

Le daba la espalda, de modo que no podía verlo, pero para Hayden no había nada mejor. Carajo... Sus ojos comenzaron a escanearlo posándose en todos los puntos de su cuerpo, y en ningún en particular, solo veía, testeaba, se inhibía en aquel sentido.

Antes, en la cafetería, había estado sentado y a una distancia considerable, sin embargo, ahora estaba a pocos metros y de pie… y totalmente desnudo… Por lo que pudo comprobar que era alto, delgado, y pulcramente musculoso, de tersa piel blanca que se enrojecía con el calor del agua. Su cabello era negro y oscuro, degradado con maquina alrededor; lo llevaba arrojado hacia atrás, y aunque daba cuenta de tener una gran mata, apenas alcanzaba a cubrirle la mitad del cuello.

Su espalda era ancha, y de hombros redondeados, su torso en forma de triangulo invertido que acababa en una estrecha cintura, sus muslos eran ligeramente más grandes, y sus piernas proporcionalmente largas.

Todo su cuerpo era delgado, proporcionalmente musculoso y largo, su cabello parecía absorber la luz, su piel blanca despedía vapor allí donde el calor la enrojecía. Y su trasero…

‘’Carajo. Carajo. Carajo’’ Hayden era incapaz de quitarle la vista del culo, era redondeado y equilibrado entre sus muslos, sus nalgas estaban enrojecidas, y tuvo terribles deseos de acercarse y tomarlo entre sus...

El recluta comenzó a darse la vuelta, y a Hayden se le corto la respiración sabiendo con que se toparía en unos momentos, solo tenía que esperar, un segundo mas y podría ver su...

Recapacito repentinamente como una bofetada, y todo pareció ir despacio, un lento recorrido hacia arriba, pasando por su cintura, por un lado, de su abdomen plano y marcado, por sus pectorales, su nuez de Adán, sus ojos…

Como si una fuente eléctrica invisible lo hubiese golpeado se echo hacia atrás resguardándose en la bañera. En un movimiento desesperado, estiro la mano hacia el indicador táctil y ordeno a la puerta de cristal cerrarse.

‘’Mierda. Mierda. Mierda’’ Pensó, sintiendo como su respiración se aceleraba y la presión sanguínea abandonaba gradualmente su cuerpo al caer en cuenta de lo terrible que había resultado.

‘’Esta mal. Esta mal… solo estaba mirando… solo estaba mirando’’ Se maldijo a si mismo una y otra vez por haber sido tan imprudente. Claro que aquello iba a pasar, era obvio, solo hacía falta que el tipo se diera cuenta para que viera a Hayden totalmente colorado y cautivado por cuerpo.

Había sido descubierto embobado con el cuerpo de otro chico. Nunca había sufrido tanta vergüenza.

Se le ocurrieron miles de cosas que podían pasar a partir de allí, como que el recluta se enfureciera con él y lo esperara para partirle el rostro, o que esparciera el rumor de que a Hayden le gustaba espiar a hombres en las duchas, o incluso que…

‘’Tranquilízate, Hayden. Tranquilízate, esa solo son locuras’’ Cerro los ojos y trato de aplacar su agitada respiración. No estaba bien pensar con la cabeza descomedida, siempre desembocaba en problemas. No. Tenía que enfriarse. Tenía que volver a usar la razón.

Si. Cabía la posibilidad de que le hubiese visto. Pero ¿y que? Tal vez ni siquiera había reconocido que se trataba de Hayden. Tal vez tenía agua en los ojos y estaba enfocado y en su tarea y nada más. Y de ser lo contrario ¿Qué importaba? Hayden estaba en las duchas, todo el mundo acudía a las duchas, y eso no quería decir que lo estuviese espiando, incluso podía alegar de que acababa de llegar.

Si, podía ser esa su cuartada. Estaba llegando para dar una ducha, y apenas se fijo en quien estaba allí. Ni un vistazo a su cuerpo, ni un vistazo a su desnudez, ni a su torso, su espalda, sus piernas, su culo…

El sonido del agua contra el suelo ceso completamente, Hayden agudizo el oído y se ubico en el fondo de la ducha de pie frente al cristal, esperando que una figura borrosa e ilegible apareciera del otro lado, y se quedara todo el tiempo que fuera necesario allí para darle su merecido.

No sucedió. Pasaron los minutos, y Hayden tuvo la sensación de que volvía a estar solo. Relajo su cuerpo, y permaneció un rato mas dentro de la ducha, repasando lo que había acontecido hace tan solo unos momentos.

Sintiéndose como un estúpido, volvió a ruborizarse violentamente. Se mordió el labio y se dio cuenta de que a menos de que diera prisa antes de que alguien más llegara, o hiciera algo al respecto, no tardaría en quedarse allí encerrado por mucho más tiempo.

Miró hacia abajo, hacia la parte delantera de su toalla, dándole vueltas a su cuerpo desnudo… abochornado por su propia erección.

 

 

 

Por la noche Hayden tomo una rápida cena con su nuevo escuadro, y disfrutó escuchando como se relacionaban entre ellos y a la vez lo incluían de forma natural en la conversación. Rio con el sarcasmo de Kay, resistió las puyas de Grace, y dejo que Jonas comentara sobre su desempeño en la simulación a los demás, de forma elogiosa. Todd se mantuvo al margen participando con uno que otro comentario, y riendo ocasionalmente. Sin embargo, mas tarde daría su punto de vista sobre la última prueba, alegando que había algo que lo incomodaba, pero no alcanzaba a descifrarlo.

-Tal vez solo continua en la fase de experimentación – Opinó Kay frotándose un ojo – Tienen una idea en mente de cómo probarnos, pero no saben cómo implementarla.

Sus palabras los dejó pensando, pero para romper la tensión, Todd dejo caer una broma ocasional relacionada con los zerlings chamuscados y la carne que estaba comiendo Grace. Esta, que había estado entretenida poniéndole un tipo de salsa picante, dejo caer su tenedor en seco.

-Ya no es gracioso cuando luce tan bien. – Dijo, con la vista clavada en el plato. – Hasta huele como zerg quemado. Gracias, Todd. Muchas gracias.

Hayden y los demás rieron. Y la conversación volvió a tomar un ritmo diferente y más ligero. Al finalizar todos tomaron rumbos diferentes, ya sea hacia sus habitaciones, o hacia el aseo, o a donde quiera que fueran cuando la luna Ursa daba hacia la oscuridad del espacio.

Hayden quedo solo de camino a su cuarto, y solo cuando estuvo arrojado sobre su litera individual, pudo relajarse. No había bajado la guardia en ningún momento, esperando impaciente, que una figura entrara por la cafetería, se fijara en él, y entonces descubriera que…

‘’Esto es patético. Seguramente, ya lo habrá olvidado’’ pensó, restándole importancia. Hasta cabía la posibilidad de que ya hubiese marchado de la Academia. No era un recluta, el mismo lo había visto con un autentico traje de Fantasma; a él y a sus acompañantes.

Seguramente solo estaban de paso, y nunca más volvería a verlo.  Con él, se iba su indiscreción, con él desaparecía aquel error fatal.

Torció el gesto y abrió los ojos. Con una orden, la luz de su camarote cambio gradualmente tomando un tono azul oscuro. Luego se estiro hacia el estante que iba de extremo a extremo por un lado de su cama y tomo la IATT-307 Portátil en sus manos.

Una luz parpadeante le indicaba que tenía nuevos mensajes, quito la seguridad con su huella dactilar y amplió su bandeja de entrada. Algunas eran noticias, pero solo leyó los títulos superficialmente ‘’extrañas desapariciones en el espacio’’ ‘’Umojianos, ¿Cuál es su interés en el Emperador Valerian?’’ ‘’Rebeldes y mercenarios: Peligros de enlistarse’’ Las salteo, y paso a una recibida directamente desde la red de la Academia, siendo su fuente la Prefecta Irelia Akhil. En su interior, encontró cuatro archivos, uno por cada recluta en el equipo Delta, su nuevo grupo.

Estaban codificados, lo que lo extraño, sin embargo, sorteo su seguridad fácilmente al introducir su huella nuevamente en la ranura de lectura. La pantalla se ilumino con un cartel verde, Identificación confirmada, acceso concedido. Abrió el primero y leyó su contenido sin mucho interés. Era información elemental sobre cada uno: Nombres, Edad, Factor Psi, Nivel de Instrucción, División, puntaje porcentual en sus pruebas de aptitudes Psionicas, etc.

Eran datos genéricos y superficiales, los verdaderos archivos serian altanamente confidenciales. Los ojos de Hayden estaban cansados, y aunque hacia un esfuerzo por mantener sus parpados abiertos, su mente ya estaba comenzando a divagar a la deriva, y todos sus pensamientos eran pesados y amenos, demasiados inconexos para seguirlos, desalineados, insignificantes…

 

 

Algunas veces, Hayden odiaba estar dormido. Detestaba ceder ante sus necesidades mundanas, y rendirse al cansancio físico, que lo liberaba de su existencia corpórea, pero lo dejaba flotando, trascendente mas allá de todo sentido coherente, dejándolo a la merced de solamente uno: su mente.

Al principio, había creído que se trataba de un efecto adverso de los extenuantes ejercicios físicos a los que era sometido, día tras día, luego de su primer pie en la Academia. Una correlación de no poder mover ni un musculo, pero tener la cabeza tan alerta y a la vez ida, que se sentía como flotar sin levantarse de la litera.

‘’los huesos deben romperse para fortalecerse, las fibras de tus inservibles músculos deben cortarse para poder crecer. Sacrifica tu miserable cuerpo, niño. Sacrifícalo, o muere en el campo de batalla’’

Que no era más que soñar, que soñar cuando todo su ser estaba muerto…

Pero luego… cuando el tiempo paso, y se curtió tanto o incluso más que las rutinas militares de ejercitación. Cuando solo dolía, pero lo necesario como para recordarle que el trabajo estaba hecho, y no como para obligarlo a trabajar más. Luego de haber superado su etapa ingresante, su cuerpo se endureció, pero su mente, siguió transitando aquellos caminos que creyó temporales.

Era como estar, como ser solo un par de ojos, percibir con todo el cuerpo, todo a su alrededor, y nada en realidad. El vacio del espacio, su lugar en la litera, la academia bajo suyo, a miles de kilómetros, y envolviéndolo como el enorme sol que deslumbro por instantes antes de que un hilo de voces lo trajeran a la superficie de nuevo.

Atravesando paredes, muebles, acero y hormigón… compuestos por suaves y ligeras partículas de nubes.

Era un fantasma. No. No un fantasma del domino, no un tipo con traje de camuflaje, explosiones Psionicas en su mano izquierda, y un Rifle C-10 en la otra. No, era un verdadero fantasma. Una verdadera transposición astral que vagaba más allá del mundo tangible.

Vagaba en su litera. Vagaba por el laberinto de habitaciones. Admiraba la academia desde arriba. Toda Ursa estaba a sus pies, bajo suyo. Mientras ascendía, y ascendía, cada vez más, fuera de la atmosfera, fuera del espacio estelar, cayendo y cayendo hacia el planeta en el que orbitaba, absorbido por una fuerza centrifuga e invisible de él. Por la atracción electromagnética, por su cabeza mutilada, el tiempo, sus recuerdos, el pasado.

Hayden no quería ir. No quería. Debía. Sabia a donde se estaba dirigiendo, y no podía detenerse. Hacia el sueño… el sueño… la sangre, los gritos, la carne ardiendo sobre sus huesos.

No podía gritar, no podía mover ningún musculo, no los tenía. Su cuerpo estaba ya muy lejos, muy lejos. Y su mente, su mente solo podía ver, sentir, y no actuar. No importara cuanto se resistiera.

 

 

 

Empezó a gritar sin ruido alguno, pero con todas sus fuerzas, en cuanto la explosión lo asalto por dentro, cuando aquel dolor que no le pertenecía lo acribillo como un millar de cuchillas saliendo por todo punto interior. Pidió que se detuviera, pidió morir allí mismo, y a su vez, sabía, que nada de eso era real para él. Nada de eso le estaba sucediendo a él.

Todo se paralizo, el fuego en sus venas, la sangre corriendo, la agonía amortiguada. Y en un abrir y cerrar de ojos, la escena cambio. Había luz blanca en todas partes, una humedad reinante, y el sonido del agua al impactar suavemente contra el suelo.

Supo que estaba desnudo, y aquel aroma dulzón de las duchas lo envolvió cuando dio la primera bocanada. Miro sus manos, sus pies, su torso, y comprobó que era su cuerpo. Sin embargo, al levantar la mirada, noto que no estaba solo allí dentro.

Había otro cuerpo a escasos centímetros, compartiendo el espacio. Alto, delgado, y con una espesa mata de cabello negro, y el agua fluyendo por los surcos de sus músculos. Hayden encontró sus ojos y a pesar del calor que lo envolvía sufrió un escalofrió al toparse con aquellas pupilas negras, imperturbables, calculadoras…

…conscientes…

Aunque no entendía lo que sucedía, sintió como se ruborizaba completamente. Eso tenía que ser un sueño. No había duda. Abrió la boca, para preguntar. ‘’¿Esto es un sueño?’’

‘’¿Estás aquí realmente?’’

Pero antes de que pudiera hacerlo, su voz retumbo dentro de su cabeza. Apagada y carente de emoción.

-Despierta, Hayden.

Notas finales:

Korhal IV es el mundo central del Imperio Terran, siendo su capital Augustogrado, y Ursa su unica luna.  


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).