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Primary Instincts |STONY| por ByTaixX

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Suspirar. 

 

Así había pasado la restante hora sentado en uno de los tantos asientos vacíos que llenaban el pequeño autobús local. 

 

Luego de su salida mañanera, y de haber pasado la correspondiente hora realizando ejercicios, Steve regresó a casa para tomar un relajante baño que le ayudara a aliviar los aún entumecidos músculos que permanecían igual de tensos que cuando despertó en la fría madrugada. 

Sentir como el agua tibia se deslizaba por su piel le transmitía cierto grado de comodidad. ¿Cuantos días hacía que no habían podido tomar un buen baño? Tal vez desde mucho antes de entrar en celo, cuando fue enviado a una misión con el mismo Nick Fury, teniendo la única compañía de su inseparable escudo. 

Semanas antes, le fue asignada una misión en el Sur de Alemania. Nuevas pistas sobre HYDRA sin resolver que habían surgido de un día para otro. Trampa o no, el tener que ir a investigar era innegable y, como capitán, se le fue encomendada la misión junto a Natasha.  A pesar de todo, no podían los planes salir siempre como se esperaba. La joven Romanoff se había lastimado en uno de los entrenamientos, una simple fractura en la tibia al saltar y caer, apoyándose en una mala posición, sobre su pierna. No se encontraba grave, y la fractura tardaría unas semanas en sanar, sin embargo, seguía siendo una grave lesión que la incapacitaba para cualquier expedición al extranjero que significara un mínimo de peligro para su integra salud.

 

Recordaba la discusión con Natasha como si hubiera sido hacía apenas unas horas, negándole el poder participar en la expedición ante sus insistentes plegarías. Un debate que sin duda la pelirroja no ganó y mostrando al rubio como vencedor, que abandonó la sala para abordar el avión que Fury había dejado preparado para el largo viaje.  No podía dejar de sentirse culpable por el rostro afligido de su compañera, jamás le había negado nada a la rusa de rojizos cabellos, debía quedarse en New York, la torre Stark le ofrecería todo lo que necesitaba hasta que su pierna se recuperara, aunque fue más una obligación hacerla aceptar. Natasha se negaba, por todos los medios, tener que quedarse recluida en una habitación sin hacer absolutamente nada. 

 

Steve no pudo evitar que una suave risa escapara de sus labios cuando Bruce sorprendió a Natasha confirmando su próxima "cuarentena" en la Torre Stark, que con tanta "amabilidad", más bien fue una imposición para Anthony, el dueño había accedido a prestar mientras durara su recuperación. 

 

Sin embargo, si tan solo supiera que se mantendría encerrado apenas dos semanas después llegar al territorio alemán tal vez jamás hubiera accedido a realizar la misión. 

Fue en medio de una reunión con Fury que empezó a notarse extraño. Ambos permanecieron por las últimas horas en la nave del hombre de color, viajarían más hacía el norte debido a las nuevas coordenadas enviadas que mostraban una nueva ubicación de una de las tantas bases de HYDRA. Los distintos aromas a su alrededor empezaban a notarse demasiado molestos, incluyendo el de Nick que apenas se había acercado a su lado. ¿Caliente? No sintió la ya conocida sensación de sentirse abrasado hasta tomar asiento frente al hombre sin ojo, rascando su nuca con insistencia en un desesperado intento por dejar de sentirse molesto, extraño y acalorado.  

 

— Steve, estás entrando en celo. . . — Las palabras de Fury se sentían tan reales en su mente. El hombre beta con el parche abandonó la habitación mientras tapaba con una de sus manos su nariz, evitando oler al Capitán Rogers pues aún siendo un beta, aquel aroma se había intensificado demasiado. Tomaría el mando y cambiaría el rumbo de la nave hasta la base de SHIELD más cercana o, en todo caso, hacía uno de los tantos refugios en encubierto que poseía la organización.  

Fue así como Steve llegó a su siguiente destino, que lo mantendría encerrado los siguientes días. 

 

Bled, Eslovenia. 

 

La base más cerca se encontraba en territorio esloveno, un pequeño pueblo alejado de la ciudad. En concreto, una hostil cabaña de madera, con todas las necesidades cubiertas y capacidad suficiente para albergar al menos un pequeño escuadrón de siete personas en él.  Era un lugar pacífico, rodeado de verde naturaleza y un gran lago que dejaba reflejar la hermosa luna en la oscuridad del anochecer.

 Steve hubiera disfrutado permanecer mucho más tiempo en aquel lugar, sin embargo, el deber lo llamaba, y sus compañeros lo necesitaban tanto como la ciudad de New York. 

 

Al salir del baño, tomó todo lo necesario para vestirse y asearse, terminando en pocos minutos y, al asomarse por la ventana de la cabaña, vio al autobús llegar a la parada indicada. 

Sin olvidar nada importante, guió su cuerpo hasta la el lugar donde se estacionaba el autobús, abordándolo y sentándose en el asiento al lado de la ventana de la última fila. Quería estar alejado de todo, aunque tampoco se encontraban más de cinco personas, contándolo al conductor y a él mismo, en el vehículo. 

 

 

— No puede quedar tanto tiempo. . . — El blondo miró con por primera vez el reloj en su mano. Habiendo transcurrido ya una hora de viaje, se le hacía extraño que no hubiera parado el autobús en Kranj, una ciudad en donde debía hacer el siguiente transbordo para llegar al aeropuerto. 

 

Debido a que Bled se encontraba alejado del Aeropuerto de Ljubljana, no existía un transporte desde el mismo para llegar a la capital y, sin contar con un vehículo propio, la tarea de llegar se le haría mucho más difícil. 

Tampoco podía permitirse el correr hasta el lugar señalado debido a su reciente celo y estado de fatiga, mucho menos delatar a Nick Fury y su escuadrón de SHIELD implorándoles que vinieran a recogerlo. Seguían estando demasiado cerca del enemigo como para tomarse la molestia de ser descubiertos. 

 

El rubio se levantó de su asiento, cargando con una mano la bolsa en donde llevaba el poco equipaje que había tomado para la misión, y caminó tomándose de los asientos para no caer hasta el lugar en donde el conductor se sentaba, prestándole demasiada atención a la carretera. Daba gracias a dios por haber tomado clases de esloveno e italiano, podría comunicarse con mucha más soltura. 

 

— Oprostite, koliko časa je še do Kranj? (Disculpe ¿Cuánto queda para llegar a Kranj? ) — Preguntó el Capitán con la lengua algo trabada. Cruzaba los dedos para que el conductor lo entendiera. 

 

— No te preocupes, muchacho. — El buen hombre respondió con un ingles bastante fluido. Suspiró agradecido de poder comunicarse con su inglés nativo y no dar uso de un lenguaje que aún no dominaba. — Pásamos Kranj hace dos paradas. 

 

— ¿¡Qué!? — Tapó su boca con ambas manos, el grito salió involuntariamente de su boca. Estaba stado tan metido en sus pensamientos que involuntariamente había pasado la parada en donde debía detenerse para tomar otro autobús que llegara hacia la capital de Eslovenia. — Por favor, pare aquí. — Steve suplicó con la mirada al buen hombre, que sintiendo pena por el chico rubio detuvo el vehículo, permitiendo que este bajara con más prisa que cuidado, trastabillando con uno de los escalones. 

Sus buenos reflejos y equilibrio impidieron que su cara chocara de bruces contra el sucio pavimento. 

 

"Que voy a hacer, que voy a hacer. . ."

 

La presiónera demasiado grande, tanto que cuando menos se dio cuenta ya tenía la bolsa colgada a la espalda y corría como si su vida dependiera de ello hasta llegar no a Kranj, sino al aeropuerto. El mismo aeropuerto no estaba cerca del lugar en donde había bajado del autobús, a miles de metros, era imposible poder llegar a tiempo a tomar el correspondiente avión que lo llevaría a casa, con sus compañeros, su hogar. 

 

Corría todo lo que le era posible, su cuerpo aún cansado por tantas noches de desvelo y dolor a duras penas podía aguantar la velocidad con la que solía ejercitarse en las mañanas. Si, tal vez era un soldado, si, también el super suero hacía sus procesos de recuperación mucho más cortos y amenos. Pero seguía existiendo un rasgo en su cuerpo que el suero del Super Soldado jamás había podido cambiar, mucho menos tocar: su condición de omega. 

Era por esa razón que, por mucho que el suero actuara en su cuerpo, restableciendo y reconstruyendo tejidos, sanando heridas y brindándole energía extra, mucho más rápido que a cualquier mortal, jamás pudo hacerse cargo del dolor físico y emocional que ocasionaba antes, durante, y después de cada período de celo. El suero jamás había podido actuar sobre su lado omega, manteniendo en un estándar "común" todo aquello que derivara del mismo, tan solo camuflando su olor, el exterior, pero jamás lo interior. 

 

Duro. 

Steve pasó correr a estar tirado en un lado de la carretera. Había sentido el fuerte tirón en su hombro, viéndose incapaz de mantener el equilibrio o defenderse se encontró echado sobre el suelo, con un tenue dolor en su trasero al haber caído sobre él.

Frente a el, una motocicleta derrapaba para dar la vuelta y encararlo de frente, reculando hacia atrás para levantarse, Steve se sentía observado por el hombre que la conducía. 

No podía mirar su rostro, sería imposible descifrar sus facciones debido a las gafas de sol que llevaba, que en cierto modo le recordaban a Tony Stark, y un pañuelo grisáceo con un dibujo de calavera negra en el centro que cubría parte de su nariz y su boca, recordaba las películas que una vez vio con Bruce en la que los pistoleros del viejo oeste escondían su identidad con mascaras y un pañuelo para ir de encubierto. 

Lo único que podía distinguir del sujeto era la larga cabellera oscura que caía por sobre su rostro y la complexión del mismo hombre. No podía decirse que lucía débil.  A primera vista, parecía mantener el mismo nivel de estructura muscular que el mismo Steve, era ancho, de brazos marcados y, aunque no podía ver las piernas, tampoco dudaba que así fueran.

 

Alzó su mirada, dispuesto a retar al hombre que lo había empujado cuando un aroma llegó a sus fosas nasales. Era extraño, y a la vez, muy dentro de él, sentía que podía conocer la procedencia del mismo. Su mente estaría causándole malas pasadas, malos pensamientos en pensar que aquel hombre podría estar utilizando sus feromonas de alfa contra él. El cuerpo que poseía, el olor que poseía, no era característico de un omega ¡No olía a omega, a pesar de serlo! y tenía la certeza de que ese chicho, en motocicleta y frente a él, era un alfa.

 

— ––––– — Habló el desconocido por primera vez. — –––—––—— — ––––– –——–.— Tan pronto como habló, dio media vuelta con la moticicleta y se marchó, dejando a Steve con la palabra en la boca y mucho más apurado que en un inicio. 

 

— Maldito motero. . . — "Lenguaje, Steve" Internamente, se regañó a su mismo, por cometer los mismos errores que día tras día le reprendía al egocéntrico de Stark. Pero como no estar molesto, si estaba por perder un avión y, además, lo tiraba al suelo un motero con cara de maniático. 

 

 

Apresuró su pasó lo más que pudo, no le importaba su su ropa se mojaba de sudor ante el esfuerzo realizado, o que terminara todo despeinado debido a la brisa que chocaba contra su rostro al correr mientras que llegara al aeropuerto sin ningún contratiempo más.

Fue golpe de gracia que los vuelos se atrasaran una hora. Al llegar al aeropuerto, podían apreciarse como el rubio chorreaba, aunque no literalmente, de sudor, y su respiración agitada daba a entender que no volvería a correr de esa manera en mucho tiempo. Deseaba con todas sus fuerzas que al terminar el día su cuerpo ya se hubiera recuperado por completo y el suero volviera a actuar en él como normalmente solía hacerlo. 

Ingresó en el gran edificio y caminó por los amplios y poco poblados pasillos hasta que finalmente llegó al cuarto de baño más próximo a la salida que debía tomar para abordar, por última vez, un vehículo, aéreo en este caso, en la gran ciudad eslovena. 

 

Al ingresar en el primer cubículo vacío, se deshizo de la ropa sucia que llevaba, cambiándola por la única polera limpia que seguía guardando en aquella  pequeña bolsa de viaje, arrepintiéndose al rato de haber traído semejante prenda. 

Nada más y nada menos que aquella camiseta de blanco color le pertenecía a Stark. No sabiendo en que momento la había tomado y metido en su equipaje, prefirió olvidar la cuestión de la prenda de Stark y dirigirse a paso rápido hacia el avión que en pocos minutos despegaría. 

 

El pasillo era largo, entró por la puerta más cercana a la cabina del piloto. Probablemente tocaría descender del avión por la puerta trasera, en donde también se encontraban los baños y la salida de emergencia. Deseaba mil veces que el lugar en donde pasaría las siguientes nueve o diez horas estuvieran cerca de los baños y ventilado. Por suerte, así había sido, tocándole un lugar en última fila y al lado de la ventana, sin embargo, buscando su asiento, se dio cuenta de una agradable fragancia que llegaba a sus orificios nasales. 

 

— Que bien huele. . . — Olfateo el ambiente repetidas veces, cuando encontró de donde provenía no podía mostrarse más sorprendido. — Espera, no puede ser cierto. — Hasta ahora, había ignorado que tan bien olía la ropa que Anthony solía llevar, era un toque así como a chocolate puro mezclado con el refrescante olor de la mente, hierba buena tal vez. Embriagador y refrescante. 

 

No podía estar pensando de aquella manera sobre Anthony, seguramente estaba demasiado agotado como para pensar con claridad y alucinaba, tener hambre podría ser una opción, por eso se imaginaba un rico chocolate, uno que se deshiciera en su boca como aquel penetrante aroma se deshacía en sus fosas nasales. 

Steve permaneció las siguientes horas de viaje con su nariz prácticamente pegada a la prenda que le pertenecía al hombre de hierro, sin permanecer atento a cuando despegó el avión y mucho menos cuando sus ojos optaron por cerrarse y caer en un profundo sueño. 

l

 

El dicho dice "No hay peor ciego, que el que no quiere ver" y cegarse a creer lo que tu cuerpo reclama es negarse a los instintos la capacidad para lo que fueron creados, sobrevivir.

 

Notas finales:

AQUÍ REGRESÉ, EN TIEMPO RECORD Y CON UN NUEVO CAPÍTULO. 

 

ESPEREN LA SEMANA PRÓXIMA PARA EL REENCUENTRO DEL STARKROGERS. 

 

No duden en comentar que tal les pareció el capítulo y voten positivamente si fue de su agrado ¡Gracias por leer!

¡Hasta dentro de una semana! 

 

ByTaixX


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