DÍA 5: Seducción
Charasuke estaba metido de nuevo en una de sus filosóficas reflexiones buscando una respuesta a una enorme duda existencial.
―¿Cómo convenceré a Menma de que entregue sus nalgas? ―cuestionó al aire estando tendido en su cama.
Con el estrepitoso fracaso del parque de diversiones estaba buscando otra forma de declararse. El universo conspiraba en su contra para evitar su cursilería. Esa explicación era mucho más razonable que auto considerarse un fracaso en el plano amoroso. ¡¡Él!! ¡Justamente él! A quien se le consideraba un playboy, un romántico empedernido, no podía ser el problema para declararse. Según una película que vio, primero venía el sexo, confesión en la mañana y listo. Declaración y noviazgo al instante. Por lo cual su misión estaba más clara. Decidió que era buen momento para pasar a la ofensiva, primero lo seduciría y en cuanto cayera rendido ante sus encantos, se confesaría y serían novios. Era el plan perfecto en su cabeza.
Uzumaki estaba revisando las nuevas canciones de Charasuke y las siguientes presentaciones que tenían programadas, cuando repentinamente apareció por la puerta el susodicho. Estaba sólo con una toalla y mojado recién salido de ducharse. El cantante estaba jugando con su cabello mientras se hacia el desentendido respecto a su nada decorosa vestimenta. Menma arqueó una ceja mirándolo curioso a la espera de sus razones para ir con él. No era sorpresa verlo desfilando semi desnudo por la casa. Mas la diferencia recaía en que era natural verlo pasar del baño a la cocina para buscar una cerveza, leche o cualquier estupidez que hubiera leído en una revista. Odiaba bastante esos artículos atrapa tontos, pues Charasuke caía en cada uno de ellos y terminaba haciendo dietas raras por la promesa de ser hermoso eternamente.
―Espero te dignes a secar el suelo luego ―dijo Menma volviendo a fijarse en las canciones delante suyo.
―¡¿Sólo eso dirás?! ―gritó sonrojado mientras lo miraba con molestia.
―¿Esperabas algo más? ¿Qué exactamente? ―inquirió el moreno alzando una ceja.
―Nada en especial ―respondió desviando la mirada sintiéndose apenado de un momento a otro.
Se dio la vuelta ofendido. Molesto de no haber logrado hacer a Menma embobarse con su figura. Caminó rápido queriendo huir de allí luego de semejante metida de pata, cuando resbaló. El agua que él mismo estaba goteando por su baño le jugó en contra haciéndolo caer al suelo. Charasuke oyó un largo suspiro de parte del otro y pronto sintió sus brazos alrededor de su cuerpo.
―¿Estás bien, idiota? ―preguntó serio mientras lo ponía de pie.
―Me duele un poco el pie ―dijo por el golpe recibido durante la caída.
―Ven ―pidió haciéndolo abrazarlo por la cintura para guiarlo a la habitación―. Espero que ahora aprendas que no debes dejar el suelo mojado ―regañó.
―Sí, ya entendí ―bufó Uchiha aun de mal humor.
―No quisiera que algo te sucediera ―confesó Menma sonriendo.
Los labios de Charasuke mantenían un rictus firme por el enojo. Era una molestia dirigida hacia sí mismo por haber fallado en su tan esperado plan. Sin embargo, su expresión cambió drásticamente al sentir algo suave sobre sus labios. Estaba siendo besado por Menma. Un sueño hecho realidad. Sus labios suaves cual terciopelo lo rozaban castamente contra los suyos dejándolo sin habla. Estaba paralizado ante la acción del otro y con el corazón latiendo de forma casi dolorosa.
―¿Por qué? ―preguntó lentamente Charasuke.
―Porque así dejaras de hacer el ridículo para llamar mi atención ―respondió con una sonrisa pequeña.
Luego de decirle eso, Uzumaki simplemente salió de la habitación, no sin antes recordarle que debía vestirse. El joven de ojos oscuros llevó sus dedos a sus propios labios y los tocó no creyendo lo sucedido.
―Supongo que lo seduje con mi torpeza ―se dijo a sí mismo con más alegría.
No necesitaba hacer todos los pasos de su anterior lista. Menma con ese simple gesto ya le dejó en claro todo respecto a su relación.