Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lobo Protector por lotochoc

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bienvenid@s

Desperté asustado aun con las imágenes del día anterior en mi mente, me senté en la cama de golpe y mire a mi alrededor buscando a mi bebé, vi la cuna y me levanté para encontrar en el interior a mi hijo, lo tomé en brazos acurrucandolo en mi pecho, casi instantáneamente un suspiro fue arrancado de mi corazón. En ese momento me di cuenta de la mirada dulce que Erland tenia sobre ambos; estaba junto a la cama, evidentemente había dormido junto a mi. Me acerque y el se puso de pie para abrazarnos a ambos, apoyé mi cabeza en su pecho. Me sentí pequeño en sus brazos, pero protegido. En un par de horas había tomado desayuno y me habían tomado los signos vitales. -Ya estás mucho mejor. Si me prometes que te alimentaras como te sugerí podrás estar en tu casa esta misma tarde.-dijo la doctora muy sonriente, yo respondí asintiendo calmadamente.-Bien entonces...-miró a Erland que estaba expectante como un niño impasiente.-...pueden ir llamando a alguien para que venga por ustedes, saben que siendo menores ambos no los dejaran salir con el pequeño. -No hay problema. Mi madre vendrá luego del trabajo.-la mujer se retiró Extendí mis brazos en un gesto para que Erland me acercara a mi bebé. -Mi madre está muy ansiosa. Yo igual.-sonrió como un niño acariciando a mi pequeño. Luego de la hora de merendar Erland me estaba enseñando las fotos de la cuna y las demás cosas que le había comprado. -Erland, parece que me conocieras aun mas de lo que yo me conozco. -Solo mirándote a los ojos lo supe. No serias capaz de entregarlo, o si lo hacías te arrepentirías. -No puedo creer que haya sido capas de sobornar a la religiosa. -Este tesorito jamas estaría mejor con nadie mas que tu. -Solo si tu me lo dices me convenzo. A pesar de mi decisión no dejo de tener miedo. -Ya te dije que no estás solo. Siempre estaré a tu lado.-me besó suavemente y correspondí acercándolo a mi, pero entonces fuimos interrumpidos por un golpe en la puerta. Ambos nos miramos, la madre de Erland no vendría hasta mucho mas tarde y su abuela no podía salir sola. Erland se acercó extrañado a la puerta ya al abrirla un arreglo floral arroyante se abrió paso. Tras el sorpresivamente estaba mi madre, seguido de ella mi padre. Dejó el arreglo a un lado con un rostro evidente arrepentido. Miró al pequeño en mis brazos abriendo sus ojos sorprendida, hizo un gesto para tomarlo y yo lo apreté contra mi pecho, desconfiado, miré a Erland quien seguía junto a la puerta, luego a mi padre que desvió su mirada, la volví a ella y con un poco de miedo la deje lentamente que tomara a mi tesoro mas preciado. -Dios bendito, es tan hermosamente perfecto-lo acurrucó entre sus brazos acariciándolo suavemente, Erland que ya estaba a mi lado, luego de haber cerrado la puerta observaba como yo desconfiado a la pareja mayor embobados por la pequeña criatura. Mi madre entregó a mi padre al pequeño y se arrodilló tomando mi mano-Perdoname hijo. Perdona porque he hecho lo que una madre no puede hacer jamas. Darle la espalda a su propia sangre, al fruto de su vientre. -Madre-la inste a que se pusiera de pie.-Te perdono, porque soy padre y no se que errores cometeré con mi hijo y no quiero que mi pequeño crezca en medio de la disputa y el odio. Luego de una visita, de un par de horas, donde hablamos mucho, como nunca lo habíamos hecho. Insistieron que volviera a casa, incluso invitaron a Erland a vivir allí conmigo y mi hijo, pero no era el momento. Se retiraron y aun no lo podía creer. Esta pequeña criatura, este pequeñito ser había logrado que la distancia que se había alimentado por año con mis padres se acortara en un par de minutos. Quizás yo le había dado la vida, pero él me había dado felicidad plena. Llegamos a casa y no podía dejar de estar ansioso por mi pequeño. Me senté junto a la cuna por un par de horas, simplemente mirándolo hasta que se durmió. A poco rato llegó la madre Erland con una bandeja con una abundante cena.-Si no vas a la mesa, te la traeré hasta ti. Tienes que alimentarte para estar bien por tu pequeño-mientras yo me acomodaba para comer ella lo acariciaba.-Es tu viva imagen, es perfecto. -Mi madre me dijo que idéntico a mi cuando nací.-comencé a devorar la deliciosa comida. -Me alegro que hayan alegrado las cosas con tus padres, pueden venir a visitarnos cuando quieran. -Gracias-dije con comida en mi boca, ella sonrió y salió del dormitorio. Casi al mismo tiempo llegó Erland sonriendo, acomodó la colcha de mi bebe y se acercó a mi.-Mañana me dieron permiso para ir a inscribir al niño. Lo miré y me atoré un poco.-¿Ya quieres hacerlo? -Supongo que ya pensaste en algún nombre.-miré al cielo buscando respuestas. -Realmente no se me había pasado por la cabeza. -¿Tienes alguna idea?-me miró y se acomodó para acostarse. A la mañana siguiente luego de terminar de alistarnos estábamos los cuatro tomando desayuno, entonces me vino el nombre perfecto. -Luka Erland Wolff Buenaventura.-todos me miraron algo sorprendidos. -Es perfecto-dijo la madre de Erland. Fuimos al registro e inscribí a mi pequeño sin dudar un segundo. Antes de volver a casa pasamos por un hermoso parque. Erland llevaba la carriola, yo puse mi mano sobre la de él, nos miramos sonriendo y apoyé mi cabeza sobre su hombro. Lo que durara esto me hacia inmensamente feliz y quería disfrutarlo a concho. Me sentía realmente encantado. Trataba de no hacerlo, pero muy seguido me quedaba por largo rato simplemente observándolo. Volvimos a la rutina de siempre. En cada visita mi madre me ofrecía volver, argumentando el espacio, pero me sentía grato con la familia de Erland, y sobre todo él. Sin darme cuenta pasamos el primer mes del nacimiento de nuestro pequeño. Erland y su madre se habían retirado a sus respectivos trabajos, la abuela estaba por irse a su club del adulto mayor. Yo comencé a asear la casa, ya me había hecho todo un experto. Mi pequeño Luka estaba dormido plácidamente luego de comer. Comencé a organizar su ropa que ya empezaba a invadir los cajones de la ropa de nosotros. Al dar vuelta un cajón con mucha ropa revuelta quedaron encima cuatro cartas, estaban abiertas, pero le habían vuelto a poner su contenido dentro, reconocí el logo de varias universidades, las mas importantes del país, abrí una al azar, me bastó solo leer unas pocas líneas para que mi mundo se desmoronara completamente

Notas finales:

Gracias por leer!!

Que tengas un excelente dia.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).