Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lobo Protector por lotochoc

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aqui de nuevo. Intentando seguir la linea de la historia. Espero la disfruten

Me alejé y después del amargo llanto pude sonreír. Erland me miró sorprendido y alejó su vista tratando de ocultar sus mejillas sonrojadas.
-Bien. Me puse de pie y el repitió el gestó dejando ver la cabeza que me llevaba de alto. Aunque su altura no era muy intimidante por su delgadez, disimulé mi sorpresa tratando de buscar mi mochila, pero entonces recordé que la había dejado en la oficina de aquel hombre.-¡Demonios! Que estúpido.
-¿Ocurrió algo?- me dijo curioso, entonces pensé que podría ayudarme.-Necesito que me acompañes-tomé su mano, tratando de no hiper ventilarme-¿A donde vamos?- dijo tratando de seguir mi paso, pero no mencioné nada hasta que llegamos a la esquina frente de la clínica-¿Una clínica abortiva?-me sorprendió su pregunta.
-¿Como sabes que es eso?-dudé un instante si era el chico que podría 
-Mi hermana se a echo un par de abortos aquí y la he acompañado.-me miró poco orgulloso de lo que decía, pero entonces me miró con algo de miedo-No me digas que tu...
-Espera un momento aquí y te lo explico todo a la vuelta.-corrí a ese lugar del que había arrancado hace unos minutos. La mujer me miró con desaprovacion.-Disculpe...-antes de decir cualquier cosa me puso en la cara mi mochila, le eche un pequeño vistazo.-No hay reembolsos-dijo para luego volver su vista a la computadora. Lo que menos me interesaba era el dinero. 
Salí rápidamente y Erland me miró con una evidente cara de alivio. Vio la mochila entre mis manos, le hice un gesto y me siguió. Caminamos en silencio hasta que llegamos a una parte del parque mas solitaria, no quería gente intrusa escuchando nuestra conversación.-Bien-me acomodé para mirarlo lo mas de frente que podía. Di un largo suspiro.-Necesito saber si realmente tengo tu confianza.
-Te he seguido todo este tiempo. ¿No es obvio?-asentí-Mi padre es un político muy reconocido e intachable, yo, el hijo incorregible, odio realmente la vida que me hacen llevar mis padres. Creo que me gusta romper sus reglas solo por el placer de hacerlo, por que realmente nunca se enteran de lo que hago. Mi último error...fue una apuesta con mis amigos...debía conquistar a mi profesor de literatura, no fue difícil, el hombre esta bueno de verdad-noté algo de incomodidad en su mirada-Me di cuenta que caí enamorado como un imbécil y lo peor el fruto de ese grave error-toqué mi vientre-Noes algo de lo que me sienta orgulloso, pero mis padres nunca me dijeron que podía pasar en mi. Creo que ellos suponían que haría las cosas correctas.
-¿Querías acabar con el error en ese lugar?-me miró algo molesto, se notaba que era un chico de buenos sentimientos, aparté mi vista-Creia que quería, pero solo era la obligación que tengo con mis padres lo que me llevó a ello. Es ahí donde entras tu.
-¿Que planeas para mi?-dijo en un tono dispuesto-Ha sido un plan de ultimo minuto, pero es lo único que tengo hasta ahora. Voy a decirles a mis padres verdad con pinceladas de mentira. Les diré que me he enamorado perdidamente de un chico. Luego me iré contigo hasta los últimos meses de mi embarazo. Tendré al bebé, lo daré en adopción y esto acabará. Volveré con mis padres y todo quedará en el pasado.
-¿Crees que es así de fácil?- rió de manera irónica-¿Que hay del padre de tu hijo? ¿No piensas contarle?
-Es un hombre casado. No le interesa ser padre del hijo de un amante. De todas maneras acabaré con eso.-me excuse sin darme cuenta.
-Está bien. Te ayudaré. Solo...¿que ocurre si con el tiempo te arrepientes de tu decisión?
-Eso no ocurrirá. Ese pequeño nunca estará bien conmigo. Yo tengo un futuro diferente a esto.-Erland se quedó mirando la nada por un par de minutos-Entiendo si ahora te has arrepentido de querer ayudarme-dije pesadamente, veía como se derrumbaba la idea.
-Dije que te ayudaría. Soy hombre de palabra.
Entonces recordé que era una persona, nuevamente estaba utilizando a alguien sin importarme ni su historia, ni su vida real.-Cuentame de ti.
-Soy un chico ordinario. No tengo novia, ni novio si es lo que te preocupa, vivo con mi madre y mi abuela. Mi padre nos abandonó cuando yo tenia cuatro año, aunque realmente nunca me importó. Soy feliz, pero ahora estoy luchando por darles algo mejor, devolverles algo de lo que con tanto esfuerzo me han dado. Voy a uno de las escuelas publicas mas prestigiosas del país. Aunque soy un alumno regular, tengo dos mejores amigos que los conozco desde mi primer año de escuela. Son realmente lo único que tengo aparte de mi madre y abuela.
Analice un poco lo que me contaba, nació en mi un sentimiento de querer ayudarlo.-Puedo darte dinero por esto.
-No es necesario. Ya me comprometí en hacerlo sin nada a cambio.
-Te esperas ahí mismo. Yo soy el que pone las reglas. ¿Cuando puedes llevarme a tu casa para presentarme?-me miró algo sorprendido. Dame dos semanas para decirles que te he conocido.
-Oculta la parte de que soy hijo de ya tu sabes quien. Prefiero mantener esto lo mas discreto posible.
-Como tu digas. ¿Al menos puedo decirles tu nombre?
-Claro-tomé mi teléfono, me arreglé un poco y lo abracé sonriendo-Sonrie-nos saqué una selfie.-Dame tu numero para enviártela. Sígueme en mis redes sociales. Te las envió-intercambiamos números y nos dispusimos a retirarnos cada uno en su dirección.
-Entonces estamos hablando...-me miró algo descolocado, quizás ahora estaba cayendo en lo que acababa de meterse, me acerqué y le dí un ligero beso en los labios que el no se atrevió a corresponder.-Adios mi héroe.-me alejé aliviado, me apresuré en llegar a la calle mas cercana mientras llamaba a uno de los choferes de mi padre para que me recogiera. En el auto giramos por la orilla de la plaza. Vi Erland sentado en el banco donde estábamos, algo confundido, le entendía, pero esperaba que las dudas se fueran. Realmente necesitaba de él.
En la seguridad de mi dormitorio, luego de una gratificante ducha me observaba frente a un gran espejo, era delgado y pronto se comenzaría a notar mi barriga. Acaricié mi barriga dejando escapar una lágrima-Te encontraré una familia que te hará feliz. Te lo juro bebé.
El martes de la semana siguiente seguí el juego de mi amante y en modo de venganza cuando estaba excitado, lo detuve.-Basta ya no quiero. Me aburrí-traté de ser frio como siempre, de ser cruel-el rió no creyendo lo que decía-¿De que hablas Alex?-trató de seguir besándome-me alejé molestándome-Que se acabo esto. ¿No entiendes?- tomé mi ropa del suelo-Me aburriste anciano.-Comencé a vestirme, pero él me sujetó del brazo-Eso no es algo que puedas decidir en un momento como este.
-Puedo hacerlo cuando quiera.-decía mientras trataba de soltarme- Lo he decidido. Acabo contigo ahora mismo.
-No voy a aceptarlo-me lanzó a la cama, subiéndose sobre mi sin darme tiempo para reaccionar, presionando mis muñecas fuertemente, trataba de soltarme, pero mi delgada confección no me ayudaba en nada, lo vi sacar su miembro erecto, para cuando iba a penetrarme sin piedad, el terror recorrió mi cuerpo, no por mi, sino por mi bebe-¡¡Estoy esperando un hijo tuyo!!- grité cerrando los ojos y comenzando a llorar, no sentí mas que mi llanto, la fuerza que me detenía se volvió débil, lo sentí alejarse y abrí mis ojos incorporándome.
-¿Acaso estas mintiendo? ¡No te atrevas a jugar con algo así! ¿Por que no me dijiste que podías?
-¡Yo nunca supe que podía! ¿Crees que esto me hace feliz?- dije en medio de mi llanto-No te estoy pidiendo ayuda solo quiero acabar con esto-limpie mis lagrimas sin resultado, caían una tras otra.
-Esta bien. Esto acaba aquí. Te daré dinero para un aborto y no quiero saber mas de ti.-lo escuché vestirse e irse dando un portazo. Me sentí un idiota. Lloré por varios minutos mas. Me metí bajo la ducha, pensando que era la manera de quitarme sus besos, su aroma, su recuerdo, ¿como había llegado a enamorarme de este ser tan egoísta?, pero no podía decir nada, me había comportado de la misma manera.
Cuando salí llamé a la única persona que podía recurrir en ese instante. Llegó veinte minutos mas tarde, sin previo aviso me abracé a él, solo quería sentir el apoyo de alguien, el calor de un cuerpo junto a el mio. Erland, correspondió al abrazo sin decirme nada hasta que pude sentir que era suficiente. Nos sentamos en una pequeña plazuela.-Le dije. Le conté que estoy esperando un hijo de él-no quería mas lastima y evite contar la parte donde había intentado abusar de mi. Quizás pensaría que era aun mas idiota de lo que seguramente ya pensaba que era.-Terminó rápidamente lo nuestro, me dejó, prometiendo dinero para el aborto.
-¿Era lo que esperabas?
-Era obvio que esa seria su reacción, pero mi yo enamorado tenia la leve esperanza de que quisiera estar conmigo al fin, que dejara a su esposo y pudiéramos ser felices los tres juntos-acaricié mi vientre-Quizás...sea lo correcto. Haciendo lo que voy a hacer solo nos meteré en problemas, te incluiré a ti cuando no tienes nada que ver. Te estoy dando esta pesada carga.
-No lo siento así.-miró al suelo-Mi hermana, había quedado embarazada por tercera vez del mismo idiota, sin futuro, sin dinero, estaba agobiada y recurría a mi, yo cabreado por su actitud le dije que buscara hacerse un aborto como siempre lo hacia, fui todo menos amable con ella. Trató de abortar con drogas, pero solo provocó tener una sobredosis, causándose la muerte a ella y a su bebé. Por mucho tiempo me sentí culpable, y aun hoy seis años ya de ello esa pequeña voz me dice que fui el culpable. Lucho con ella, con la culpa de haberla orillado a eso, de no haberla apoyado como buscó en mi desde un principio.-me miró con sus ojos aguados.-Te ayudaré, por mi hermana, por ti, por que ese bebé no tiene culpa alguna de ese error, por que me lo debo.
Suspiré apoyándome en la banca, tratando de asimilar, que allí no solo había un alma herida, eramos dos, dos corazones rotos por errores que pudieron evitarse, pero que ya era imposible resolver, solo debía afrontarse, con el poco de valor que a ambos nos quedábamos.
-Eres realmente un ángel Erland. Gracias por estar aquí.-le miré de reojo sonriendo.-Hubiera caído en un abismo si no fuera por ti. 
Volví a casa mas calmado, pero en medio de la noche mi corazón dolía, volví a derramar lagrimas, en el silencio de la noche, en la oscuridad, tratando de entender, de asimilar, que mi vida estaba solo dando una pequeña punto y coma para volver a la normalidad, debía ser fuerte. Mi teléfono móvil sonó, lo tomé con miedo pensando que podría ser el profesor insultándome, pero no. Era Erland consolándome, dándome palabras de aliento, volvió esa pequeña paz y pude volver a dormir.
Mientras me alistaba en la mañana siguiente llamé a mi cómplice.-Gracias por lo de anoche. Me ayudó bastante.
-Debes terminar con la culpa y el miedo. Estoy contigo y estaré hasta el final. Ahora recuerda que lo que te pase a ti, le afectará al bebe, supongo que no quieres un bebe con alteraciones, para que sea rechazado.-toque mi vientre asintiendo para mi-De acuerdo tratare de estar mas tranquilo.
-Bien cualquier cosa me llames. Estoy 24/7 para ti.
-Gracias otra vez Erland-dije sinceramente, ya necesitaba su abrazo.-¿Puedes pasar a buscarme luego de clases? Estar contigo me calma.
-Por supuesto. Te llamaré antes de salir.-su afirmación me hizo sentir mas aliviado.
Notas finales:

Les agradeceria su opinion y como les gustaria que siguiera.Acepto sugerencias y reclamos. Que tengas un lindo dia. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).