YoonGi se sentía de buen humor esos últimos días, puesto que la Academia Art&You no solo era buena en sus cursos dados, sino que también tenía unos alumnos estupendos.
Había asistido temprano esa mañana, quiso preparar algo especial para sus alumnos; un juego basado en los artistas más destacados de la era del Renacimiento. Era una de sus etapas especialmente favoritas, esa época representaba la revelación contra el arte anterior, siendo todo más dichoso, contario a la Edad del Barroco.
El no era muy fan de hacer cosas así de entretenidas por sus alumnos, pero es que ellos se lo merecían por su buen trabajo y esfuerzo en los pocos días que llevaba allí de profesor.
Pero antes tenía que pasarse por la sala de profesores principal como se le había avisado el día anterior.
Cuando llegó pensó que se encontraría un ambiente serio o cargado por la presión del comienzo de las enseñanzas en sus clases o por el mal humor mañanero que él suele tener (aunque en realidad su mal humor como el culo hay veces que se prolonga hasta después de la mañana).
Sin embargo, se encontró algo totalmente distinto; la profesora de twerk Hyuna, riendo y hablando animadamente con SuRan, amiga de YoonGi y jefa de estudios, y junto con otro chico pelirrojo al que no le pudo ver la cara porque estaba de espaldas, pero también se veía animado. Después una mujer de corto y liso pelo negro, piel nívea y de complexión delgada, conversando con tres hombres, esta vez más calmados, pero el aura entre ellos se notaba alegre.
YoonGi entró bastante inseguro y se acercó a SuRan para llamar su atención, cosa que consiguió y esta se dio la vuelta hacia él. Entonces hizo un ademán con la mano y todos le prestaron atención.
—Buenos días compañeros.
Un "buenos días" se oyó de la boca de los presentes allí algunos haciendo leves reverencias.
—En este corto tiempo desde que empezaron las clases no he podido presentaros como se debe a nuestro nuevo compañero de profesorado, debido al comienzo de proyectos y montones de documentación que... Por cierto aún me queda por revisar.
Se oyeron algunas risas a causa del comentario.
—En fin... Vamos, presentate cielo.
YoonGi asintió y dio un paso al frente teniendo sus manos cogidas detrás de la espalda.
—Soy Min YoonGi, soy profesor de piano y también del arte de la asignatura Música, espero tener una buena relación con ustedes estos próximos cursos.
Todos empezaron a decir algo como: "encantado" o "bienvenido", hasta que la Sala quedó en silencio y esta vez ellos se fueron presentando uno a uno.
—¡Hola! Mi nombre es Jung HoSeok, soy profesor de baile, especializado en Hip-Hop, Poppin, Boogaloos, Baile Urbano, Locking y Animation. Encantado de conocerte.—le dedicó una sonrisa de labios.
—Yo soy Lee JiEun, profesora de canto y actuación.—dio una pequeña sonrisa y reverencia, era la mujer tan bonita de antes.
—Yo soy Byun BaekHyun, maestro de canto.—era uno de los hombres que hablaba con la profesora JiEun.
—Yo soy Park ChanYeol, profesor de guitarra, bajo, djembe, batería y también piano, como tú. —le dedicó una mirada extraña, entre lo neutro y lo desafiante. YoonGi le miró igual, no quería empezar mal con los profesores pero aquí el único que comenzó fue el Chanchol ese.
—Uuuh~ tensión de teachers.—se oyó una voz algo irritante por allí, el rubio busquó con la mirada y encontró a un chico de aspecto joven mirándolo con una sonrisa.
—Me llamo Moon Bin, soy maestro de canto y actuación, y también estoy aprendiendo a tocar el piano.
YoonGi lo miró con la ceja alzada. ¿Ese chico era profesor? Lucía bastante joven, a ojo le echaba unos... 20 años, más o menos.
Los demás también se presentaron, y por fin tras acabar de hacerlo, se sentaron juntos todos y conversaron hasta que dieran comienzo las clases.
Pero YoonGi se marchó antes, ya que aún tenía que acabar de preparar aquello para sus alumnos.
Fue a su aula, sacó las llaves y abrió la puerta de esta, dirigiéndose directamente a su mesa para empezar a sacar unos cuantos folios llenos de resúmenes e ideales para dar su clase de ese día. Estaba entusiasmado con la idea, se había quedado hasta tarde organizandolo todo y ya quería comenzar su explicación.
Estaba tranquilamente ordenando todo hasta que oye que alguien golpea la puerta suavemente, así que sube la mirada y se encuentra con una persona que realmente no se esperaba para nada allí.
—Hola profesor... ¿Cómo está?
En frente de YoonGi estaba el chico de la otra vez, era de la clase de Hyuna, lo recordaba perfectamente.
Éste se acercó un poco más y sonrió alegre.
—Estoy... Uh... Bien, gracias por preguntar... ¿Y tú?
El ensanchó su sonrisa, y sus ojos se convirtieron en unas finas y lindas líneas, cosa que llamó bastante la atención del mayor.
—Bien...—su voz salió dulce, tan suave y dulce que casi lo saborea. Sintió un pinchazo en el abdomen cuando lo escuchó.
—Quería ver qué tal se encontraba, como es nuevo y todo eso... Hay maestros que se ponen muy nerviosos.
El de cabellos cenizos le miró neutro, sin saber si debía continuar con esa conversación con el menor que le hacía perder tiempo o mandarlo a su clase; claro que tampoco quería ser borde, así que decidió seguirle la corriente un poco más.
—Je, descuida, yo, no me pongo nervioso.—dijo altivo, porque era cierto, él no se ponía nervioso dando clases, es más, se sentía muy cómodo.
—Mmh, eso está bien.
Él se quedó mirando al mayor, que ya empezaba a estar intranquilo, mientras, el rubio más bajito se había sentado sobre su mesa, mordiendo su labio inferior con delicadeza observando a YoonGi,a lo que de nuevo captó su atención.
—Eh... A ver... ¿Eras... Cómo? ¿JiMin o algo, así?
El nombrado asintió sonriendo.
—Park JiMin, profesor YoonGi.
Él suspiró, y lo miró directamente a los ojos.
—Sí, eh... Joven JiMin, ¿se puede saber qué está haciendo?
El otro movió sus piernas un poco con la mirada en el suelo, y, joder, ahora que se fijaba ese niño llevaba unos shorts dejando al aire buena parte de sus muslos, con unas rodilleras y calentadores que supuso que serían para dar sus clases de twerk con Hyuna en unos momentos, pero coño, era demasiado caliente.
—Ya... Es que, me duelen un poco al estar de pie, porque ya sabe, yo bailo twerk y a veces tengo unas agujetas horribles...—detiene el balanceo de sus piernas y vuelve a hacer contacto visual con el mayor.
—¿Usted me ha visto hacer twerk, profesor YoonGi?—le pregunta inocente pero con una sonrisa ladina en el rostro, que no pasa para nada desapercibida para el interrogado.
—Umh, sí, pero no me fijé mucho...—rascó su nuca incómodo apartando la vista de la de Jimin.
—Mmh, si me viera hacer twerk se sorprendería, sé mover muy bien mis caderas, hyung... Y más cosas.
El chico cruzó sus piernas y volvió a morder su labio, esta vez de manera provocativa, y era más que obvio que estaba coqueteandole, pero qué le iba a hacer, el niño recién estaría con las hormonas, y bueno, él era un yogurín, así que no culpaba al joven de fijarse en alguien tan bello como él... En realidad no se consideraba tanto.
—Hyung...—de un momento a otro, sus labios están unidos con los del mayor, sus lenguas ya encontrándose y los manoseos no se hicieron de esperar.
Joder, quiso controlarse, pero el muchacho era muy caliente y por desgracia, él, un tanto irresponsable, porque ahora le costaría mucho detenerse.
—¡YoonGi!
Se separaron enseguida, con las respiraciones agitadas y mirándose, pero reaccionaron rápido y Jimin bajó de la mesa acomodando su ropa algo revuelta por la ida de pasión de hace un rato.
La voz femenina se acercaba, y Jimin ya iba a irse, aunque no sin despedirse, claro.
—Adiós profesor, vendré más tarde a verle.
Dio otro beso fugaz a YoonGi y este sentido quedó estático en su sitio.
¿Qué había sucedido? ¿Había dicho ese chico que volvería a verlo más tarde?
—YoonGi, tengo unos recados para ti, espero que no te moles... ¿YoonGi? ¿Estás bien? Estás... Como más pálido, ya da miedo...
Él miró a SuRan, que se veía preocupada, y solo negó con la cabeza...
—No, no lo estoy... Al final, no he acabado mi plan para clases de hoy...