El miedo se apoderó de su cuerpo, sabía que las cosas cambiarian con esa información, el temblor de hacía más notorio y no podía controlarlo.
—¿Te encuentras bien?— pregunto el causante de todo —!No¡–exclamo con frustración – No me encuentro bien –Kenshi busco su abrigo
—Que haces— cuestionó Itachi mirando con tristeza al joven —Tengo que buscarlo—dijo como si fuera lo más obvio, Itachi lo tomo en sus brazos como cuando era niño, el sentimiento hizo que Kenshi sollozar entre los brazos del que hasta un momento era su padre —Sueltame— rogó con un hilo de voz que fue poco audible
—No te das cuenta, de lo que estás haciendo— reprochó Naruto, causando que Itachi lo mirará molesto, el rubio menor se deshizo del abrazo —Claro que lo sé, tengo que buscarlo— exclamó encarando a su rubio progenitor, volteó a mirar a Itachi con desesperación — Papá, tengo que encontrarlo, el debe estar destrozado— el llanto de Kenshi se hizo presente, Naruto se acercó hasta el lo tomo de los hombros —Es que no entiendes la situación— la frustración era evidente en Naruto
Kenshi aún con las lágrimas en los ojos y entre hipidos contesto — Oh claro que la entiendo, pero no lo veo igual, tenemos más ADN en común que desde el principio, pero mi amor no es igual al que siento por mi Papá –exclamo mirando a Itachi, el cual soltó un suspiro de alivio
— Yo lo amo como hombre— Prosiguió Kenshi, ganándose una cachetada de su progenitor — No puedes —grito Naruto
—!No¡— grito Kenshi que era detenido por Itachi — El que no puede eres tú; el no me seduccio como tú crees, el no busco enamorarme como parte de una venganza —el llanto se hizo presente de nuevo —Yo me descubrí amandolo, una tarde en la que hablas tú con el por teléfono, de donde escuché la dulzura con que te hablaba, el tembló de sus manos por la emoción de escuchar tu voz, la ternura en su mirada que desaparecía al colgar el teléfono; y entonces me Vi queriendo ser yo el causará todo eso en el, ser yo al que sus ojos mirarán con ternura, ser yo el que causará el temblor en su cuerpo, ser yo el que lo hiciera desbordar de amor.
Itachi miraba fijamente a Naruto, el cual lloraba en silencio, soltó el aire contenido —No lo acepto Kenshi— suspiro — Nunca lo aceptaré– desvió la mirada
Kenshi sonrió —No te pido que lo aceptes, solo no interfieras, el me habló de lo que ustedes pasaron, de lo que su orgullo y un sueño imposible pueden causar, Sabes el aún se arrepiente de sus decisiones, y apresar que su matrimonio le destrozos, les deseo mucha felicidad, y no se presentó con su familia, para que ambos no se sintieran mal o incómodos, Yo amo a ese hombre– finalizó Kenshi
—No Kenshi, ti no puedes estar con el de esa manera— Naruto intentaba hacer entrar en razón a su hijo
Kenshi miro con odio al rubio para salir de la casa, el hogar estaba roto, las cosas se les habían salido de las manos, Naruto sollozo dejándose caer en el suelo.
OoooOoooO
S
asuke había ido a su departamento en Tokio, había prometido llevar a Kenshi en algún momento.
Kenshi esperaba que Sasuke estubiera ahí, con miedo abrió la puerta encontrándose con el lugar hecho un desastre, jarrones esparcidos en pedazos por el suelo, libros, fotos parecía que un huracán había pasado por ahí, camino entre aquel desastre, hasta llegar a su destino la habitación principal, abrió la puerta y lo encontró sentado en el borde de la cama con una botella de jerez, se acercó, arrodillándose ante el, para quitarle la botella de las manos —Creo que debemos terminar— soltó en un suspiro Sasuke
Kenshi trago grueso, de todas las cosas que podrían pasar, esa era la que no quería —Yo, Sasuke— dijo con un hilo de voz
—Es lo mejor Kenshi— soltó Sasuke entre hipidos, por la posición en la que estaba, Kenshi no podía saber si era por el llanto o la borrachera, o si estaba siquiera llorando.
— Lo mejor para quien— grito Kenshi mientras dejaba caer las lágrimas con tenidas desde que llegó
—Para ambos— volvió a susurras Sasuke pasando las manos por su cabeza
—Sasuke yo te amo— soltó de golpe Kenshi
—Ken esto es demasiado, yo soy tu...— Kenshi tomo el rostro de Sasuke entre sus manos para verlo a los ojos, Sasuke estaba destrozado, si lo dejaba así jamás saldría de esa, así que no lo dejo continuar con esa frase, por qué si la oía de su boca, ya no abría marcha atrás, fue un beso tierno donde dejo ir todos sus sentimientos, al separarse susurro en sus labios —No lo digas por favor, porque no lo soportaría oír de ti— Sasuke lo abrazo contra su cuerpo, aspirando el olor a fresas de su cabello.
—Ken esto está mal— susurro de nueva cuenta Sasuke, Kenshi lo miro con ternura—Estaba mal desde un principio, ahora solo tenemos más en común que antes — sonrió — Yo no te veo como un– Kenshi no podía decir esa palabra (Padre) – así que tú tampoco me veas así, yo ya tengo uno, y lo ha Sido desde que nací.
Sasuke beso la frente del joven en sus brazos, suspiro su mente era todo un caos, y no sabía qué hacer, se sentía perdido, miro a Kenshi a los ojos y se hundió en el abismo de su mirada, si ya estaba hundído hasta el cuello, se dejaría arrastras solo por no verlo llorar, sería egoísta y se quedaría con lo que su corazón anela, con ese joven de cabellos rubios y ojos negros que desde el primer momento en que lo vio en su oficina lo llevó a las profundidades con su mirada, y como aquella vez lo sostuvo en sus brazos para no dejarlo caer.
Pero quizás ya fuera tarde el sueño se hacía presente en su cuerpo, tenía mucho sueño, sus ojos se empezaron a cerrar lentamente beso su frente
—Esto es un error Ken– dijo Sasuke y sintió temblar a Ken en sus brazos
—Se que si te lo pedía no me dejarías ir— sonrió con ternura, acarició su rostro, Kenshi tuvo un mal presentimiento —De que estás hablando— pregunto Kenshi levantamdo su mirada, viendo a Sasuke con los ojos cerrados, sus latidos era irregulares
—Sasuke, ¿Que hiciste?— grito moviendo su cuerpo que cayó de espaldas a la cama —Demonios Sasuke —lloro Kenshi
Busco entre sus pertenencias un celular, pero el Uchiha susurro —Te amo— Kenshi miro como la vida se iba del cuerpo de su amado, lloro su corazón lloro y el cielo lo acompaño, se abrazo al cuerpo del hombre y ahí descanso, imagino su final diferente, y durmió junto con el.
Su pesadilla aún no terminaba, así que se permitiría soñar solo una vez más en sus brazos.