Dos semanas habían pasado, dos semanas en las cuales no me había sentido solo gracias a Ritsu quien todos los días venia a verme, me traía cosas que me gustaban y aunque no lo admitiese en voz alta, el me hacia bien.
-¡no puedo creer que te gusten los mismos libros que a mi! pensé que….- su voz se calló mientras yo reía, sabia lo que pensaba.
-pensaste que no leía ¿cierto?- era común pensar que Takano Masamune es un ignorante que solo entrena y sale con mujeres. Estas tres semanas que había estado aquí me di cuenta lo mucho que me perdí a mi mismo.
-pues…no…solamente que creí que leías cosas de fútbol. Es bueno saber que no es así- el castaño me había demostrado su cariño, su amistad, su compañía, cosas que hace mucho no sentía o tenia, a pesar de a veces ser algo agobiantes.
- no te culpo. Todo el mundo piensa igual- nadie me había contactado, nadie se interesaba por mi, una vez que el rey fue reemplazado nadie se acordó de el.
-pues yo pienso que eres genial. Mi novio es genial- sus mejillas sonrojadas y sus ojos rebalsantes de cariño me conmovían ¿seria capaz de sentir algo por el Friki? ¡¿Pero que diablos estaba pensando?! solo lo utilizaba y nada mas.
- no me digas así . Solo salimos, no es como si tuviéramos una relación formal- no podía salir con un chico, no podía ser imperfecto, debía ser el rey y cuando volviese a la escuela me encargaría de demostrárselo a todos aquellos que me dieron la espalda.
-lo siento…es que…a veces siento que me utilizas. Pasaron dos semanas y yo lo estoy dejando todo por ti. Mi mama no sabe que no estoy yendo a mis clases de violín y me pelee con mis amigos- parecía querer llorar pero esas cosas yo no se las había pedido, no era mi culpa.
-yo no te pedí eso. Si lo hiciste fue por tu cuenta. No quieras hacerme responsable de tus actos-por un momento demostró enojo pero luego solamente suspiro y se sentó sin decir nada, saco un libro de música y se puso a leer ignorándome por completo.
-quizás quieras irte, no te ves cómodo con mi presencia- Ritsu era raro, realmente raro.
-pues tengo que esperar a que sea la hora de volver a casa. Mi madre cree que estoy con mi profesor- nunca lo había visto molesto. Generalmente no me importaba que alguien se enojase conmigo pero no se porque me sentía incomodo.
-entonces ¿pasaras la media hora que te queda sin hablarme? Ya te dije que yo no tengo culpa…- no pude terminar debido a que sin avisar Yukina , Ijuuin y Haitani aparecieron en la habitación totalmente felices.
- que alegría verte Takano. Quiero decirte que el entrenador decidió convertirme en el capitán definitivo. Cuando tu vuelvas…solo seras un triste jugador mas- el pelirrojo reía mientras los otros dos solamente miraban a Ritsu quien parecía querer desaparecer.
-vaya , tenia que desaparecer yo para asumir. Felicidades- mi comentario le afecto, sabia como herir a la gente.
- pues por lo menos el sabe jugar en equipo. Das asco Takano. Nadie te recuerda, en la escuela son todos mas felices…y…al parecer el único que se acuerda de ti es el Friki que tanto odias. ¿Son amigos?- Ijuuin era el mas callado pero jamas me espere que guardara tanto rencor.
-Ritsu no pierdas tu tiempo. Takano es un idiota con todas las letras. –Yukina parecía preocuparse por el pequeño ya que le acaricio el cabello, cosa que en lo mas profundo de mi alma me molesto.
- pues felicidades. Ahora váyanse. Cuando vuelva serán tres inútiles de nuevo- Haitani quiso golpearme pero nunca me espere que Onodera se pusiera frente mio
-ya por favor váyanse. El necesita descansar- ¿Qué estaba haciendo? Podría haber sido golpeado
-que risa Takano .solamente le importas al chico del que te burlabas. Ahora serán novios y vivirán felices en su casita de azúcar- Ritsu me miro y yo no podía dejar esto así.
-claro que no. Yo lo odio. Solamente lo utilizo de sirviente. Ya sabes. Ahora largo- ¿pero que estaba diciendo? Aunque al principio fue así…ahora el chico era mi compañía
-son unos imbéciles. Ritsu es mejor que todos ustedes- Yukina tenia razón…cuando vi sus ojos no pude evitar sentirme muy mal, pero no es como si supiese querer a alguien.
-¿ahora lo defiendes? Luego de todo lo que nos burlamos de el? Eres hipócrita- las voces de esos tres desaparecieron
-YA LARGO. ¡A ustedes tres los quiero fuera!- no los soportaba, no quería escucharlos.
-bien nos vamos- sin mas me quede solo con Ritsu quien no quería verme…
- Ritsu…- susurre y cuando se volteo, demonios, no soporte esas lagrimas
-¿eso soy para ti? ¿un simple sirviente? Si es así no pienso molestarte mas- fue instintivo, no puedo explicarlo bien pero lo abrace. Lo abrace muy fuerte, como si mi vida dependiera de aquello.
- lo siento. No eres eso para mi. estoy acostumbrado a estar a la defensiva siempre…pero…no quiero estarlo contigo…quiero aprender a querer- acaricie lentamente sus cabellos castaños mientras el me sonreía, su enojo pareció irse y yo me sentía pleno.
-pues te enseñare a hacerlo…pero si tu me dejas asistir a mis clases. Las extraño- había sacrificado tantas cosas por mi.
-esta bien. Prometo necesitarte menos- un lindo puchero se asomo en su rostro , de repente lo comencé a ver de una manera diferente
- y quiero abrazarte. Es mi condición numero dos- como habían cambiado las cosas en dos semanas, ahora el ponía condiciones.
-esta bien…pero no soy muy cariñoso- sin esperarlo me acaricio el cabello y rió
-lo se. Ahora debo irme…pero no quiero soltarte- ¿estaba bien si me permitía ser alguien diferente? ¿si no estaba todo el tiempo a la defensiva? Ya lo había perdido todo.
- pues debes irte pero prometo abrazarte mas seguido- cuando nos separamos y nos vimos a los ojos una rara sensación comenzó a recorrerme ¿Qué era esto?¿ era amor?