Masamune con el rostro empapado creyó que estaba viendo a otro Ritsu de rodillas. ¿A caso esto era una alucinación? Seguramente el golpe de Hatori le aturdió los sentidos y por esa razón veía a Onodera de pie con el cabello alborotado y los ojos olivo se habían tornado esmeralda. Detalló el rostro ajeno, las facciones eran como de adolescente con la lozanía propia de un omega y que sin duda resultaron demasiado atractivas para sus ojos. El aroma a fresa era agradable y recordó olerlo cuando se encontró con Ritsu antes de viajar a Japón.
Masamune se incorporó de manera parcial al ver al chico abriendo la boca intentando articular alguna palabra, pero de esta no salió nada más que un ligero jadeo por el llanto.
Misaki quedó perplejo al ver ese fino rostro, hallando múltiples similitudes con su alpha fallecido, el cabello negro era el rasgo más notorio, mismo que hizo al omega estremecerse y abrir la boca sorprendido, el hombre frente a él era bello, sus ojos se conectaron por segundos y de este modo la idea de ver a Kyo de nuevo, se esfumó.
Los ojos del contrario eran claros y un tanto felinos, hinchados por un llanto prominente y que nada tenían que ver con el violeta de su amado Kyo Usami.
Misaki enrojeció y desvió la mirada hacia las manos de Ritsu, besó el dorso y como pudo, por fin logró que las palabras salieran de su boca
—¿Usted.. usted es Masamune Usami? Me disculpo por.. entrar de esta forma,no debí. Soy.. soy Misaki.
El alpha continuó estático apreciando al omega, el aroma cítrico de Ritsu hizo presencia por la habitación y Misaki sintió como su hermano presionó de forma gentil su mano, sorprendido miró a Ritsu y se incorporó de prisa.
—Ritsu.. estoy aquí
Masamune al oír la voz de Misaki emocionada también se puso de pie creyendo que era buena señal de parte de su omega.
Ritsu pareció dar un enorme respiro y exhaló de forma lenta con un par de lágrimas brotando de sus ojos.
—Hermano..
El aparato que mide la frecuencia cardiaca comenzó a hacer ruidos extraños y después un pitido incesante y largo que dejó en shock al alpha y omega.
—¡NO! ¡NO! ¡¡Ritsu no!!—Misaki soltó la mano de su hermano al oír como su corazón se detenía—¡¡Ritsu!! ¡¡¿Que está sucediendo?!!—Misaki descubrió al mayor creyendo que algún cable se había desconectado impidiendo registrar los latidos, revisó el cuerpo y con mucho dolor cayó en cuenta que no era así.—¡¡Ritsu reacciona!! ¡¡Vaya por el médico Masamune san!!
El castaño por fin dió con el botón de emergencia y lo presionó viendo como Masamune continuaba petrificado
—¡Masamune san!—volvió a gritarle sin obtener respuesta.
Él omega lo dejó ahí parado y salió de prisa para pedir ayuda, por suerte Aikawa venía del ascensor junto a Nowaki Kusama que de inmediato oyeron la alerta de emergencia y el pelinegro entró corriendo a la habitación 205.
—¡Apártese por favor!
Kusama jaló a Masamune que se había tumbado encima de Ritsu y lloraba desconsolado.Misaki quiso volver a entrar pero Aikawa le detuvo del brazo.
—No Misaki, no entres.
—Aikawa san.... ¿Por que?
La pelirroja negó apenada por no tener una respuesta a estas situaciones tan dolorosas para el castaño.El personal médico hizo presencia y Misaki no pudo hacer más que recargarse por la pared oyendo las indicaciones de Nowaki san.
El sonido del aparato continuaba con su fastidioso sonido, Misaki cubrió sus oídos y cerró los ojos.
—No.. no..— la respiración de Misaki se hizo pesada y volvía a llamar a quien tanto anhelaba—Kyo.. ven.. te necesito.. ven por favor. Ayúdame.. te lo ruego— sin embargo su súplica no fue atendida rompiendo su corazón.
Todo paso en cámara lenta, Misaki quedó perdido, no escuchaba nada y veía a un par de enfermeros sacar a Masamune que se resistía y golpeaba al personal. La pelirroja se acercó a al alpha y le impactó el rostro, un enfermero quiso evitar una pelea y Aikawa también le empujó dejándole en el piso.
La mujer logró su objetivo y Masamune caía de forma pesada en los pies de Misaki.
El horrible sonido de la máquina se detuvo, la habitación quedó en silencio y varios segundos después la voz de Nowaki volvía a escucharse.
—Hora de la muerte 8:10
Misaki temblaba y esos ojos felinos le miraban con miedo y dolor, pudo ver en ellos como el alpha se resquebrajaba en cientos de pedazos igual que él días atrás.
—¡¡Ritsu!!—fue lo último que dijo y Masamune colapsó.
—¡Masamune!— Misaki le alzó de forma leve y palmeó el rostro—¡Masamune! ¡No tenias porque golpearle Aikawa!
La chica no respondió y veía hacia el interior de la habitación cubriendo su boca. Misaki dejó al alpha con uno de los enfermeros y se colocaba de pie para ver a su hermano mayor.
—Ri.. Ritsu.. no...no.
El rostro del omega era cubierto con la manta, Nowaki aún continuaba con las paletas para dar una descarga hasta que una chica las quitó de sus manos y el médico volteó apenado.
—Lo siento, no había más que hacer después de un primer infarto.
Misaki cubrió su boca y Aikawa le abrazó muy fuerte para que no cayera al piso.
—Ritsu.. Kyo..
Akihiko por fin veía la pista de aterrizaje y volvió a revisar su teléfono móvil en busca de algún mensaje de Masamune, pero fue en vano. El escritor se hallaba sumamente cansado después de viajar de forma consecutiva.
Ni siquiera se había despedido de su padre y mucho menos de Haruhiko que se comportó de forma rara durante la despedida a Kyo.El avión descendió y daba un profundo respiro, se pasó los dedos por su cabello y procedió a quitarse el cinturón de seguridad.
El piloto salió a su encuentro preguntando si todo estaba en orden a lo que él alfa asintió y buscaba su maleta.Akihiko sintió un ligero pinchazo en su estómago y después una voz se hizo presente.
...Ritsu....Kyo...
El alfa abrió los ojos sorprendido al ser la primera vez que esta situación se presentaba. Esa voz se escuchó muy dolida y suplicante, parpadeo varias veces pensando que oír los nombres de su hermano y él omega solo eran producto del agotador viaje.
—¿Usami Sama se encuentra bien?—Preguntó el piloto
Antes de dar una respuesta, Akihiko sacó su teléfono al sentir las vibraciones y recibía un mensaje devastador de parte de Aikawa san:
"Usami San, hemos llegado a Japón.
Nos encontramos en el Hospital de Narita. Lamento informarle que Ritsu Onodera, ha fallecido"
—Mi auto, necesito de inmediato mi auto—Akihiko bajó la maleta con nerviosismo y la voz un poco entrecortada.
—Ya lo están trayendo, por favor espere Usami Sama, relájese, ha estado en constante ajetreo.
—No tengo tiempo para eso—Akihiko descendió del avión, para su buena suerte uno de los empleados ya manejaba el Mazda estacionándose a lado suyo. Lo abordó y salió de prisa de la mansión Usami, directo al Hospital.
Fuyuhiko miraba al omega llorar en silencio, tal como se lo había prometido le había hecho una sepultura a su hijo Misaki a cambio de deshacerse de Ren Onodera.
Takahiro de rodillas colocaba unas flores blancas en la pequeña construcción, por un momento pensó que Fuyuhiko le daría sepultura junto a su hijo Kyo pero no fue así.
La lápida de Misaki estaba en un lugar muy apartado y escondido de la mansión, así que muy frustrado tuvo que reclamar
—Ni en la muerte los dejas estar juntos.. eres despreciable Fuyuhiko
—Es mi hogar y yo decido dónde y cómo doy sepultura a los que ya no viven, y te recuerdo que no estás en condiciones de reclamar; tal vez tenga que recordarte que tu otro hijo abordó un avión y que está en Japón, podría visitarlo.
—¡Deja en paz a Ritsu!
—Ritsu no me interesa mucho, al parecer se largo con un tal Takano, pero si no obedeces, podría actuar
Takahiro volteó sorprendido al escuchar el apellido "Takano" ¿A caso Ritsu mintió al decir que sostenía una relación con Masamune? ¿Fuyuhiko sabe que abordó un avión y su hijo no estaba con el?
¿Ritsu terminó su relación con Usami e inició otra con ese nombrado Takano?
Otras preguntas se arremolinaron en el pecho de Takahiro, trató de mantenerse sereno, si Fuyuhiko creía eso, entonces era lo mejor, de ese modo podía proteger a su hijo y su nieto.
Un nieto que no tenía idea de cuándo nacería.
Muchas más lágrimas descendieron de sus ojos mientras veía el nombre de Misaki plasmado en el concreto, sonaba egoísta pero al menos su hijo menor ya no sufriría, no sufriría la ausencia de su alfa. Cuanto lamentaba no apoyar a su Misaki por su temor hacia Fuyuhiko, ese mismo miedo que sentía en ese momento.
—Bueno ya basta de despedirse, cobraré mi pago por esto Takahiro
—¿Que? Dij..dijiste que si Ren...
Fuyuhiko no contestó y jalaba a Takahiro de regreso a la habitación escondida.Le arrojó a la cama y el mayor le miraba con creciente deseo
—Desnúdate Takahiro.
Él omega sabía que le vigilaban, un movimiento en falso y podía quedar tirado inconsciente o muerto en el peor de los casos. Con lágrimas en sus ojos se desvistió de forma lenta con Fuyuhiko admirando cada centímetro su de piel, Takahiro se recostó y cerró los ojos.
Sus piernas fueron abiertas y en segundos sintió como su cavidad fue invadida y un gemido de parte de Fuyuhiko se escuchó por la habitación...
El alpha ingresó de inmediato al hospital, Nowaki ya le esperaba en recepción y Akihiko sintió un enorme pesar, el ambiente era triste y de inmediato varios aromas surcaron por su nariz, volteó de manera insistente buscando a una mujer, tal vez entre todas alguna era Aikawa Eri y por fin vería a Misaki.
Kusama notó la tensión en el alpha y se acercó para dar la mala noticia y Akihiko no hizo más que apretar los puños por la impotencia, la esencia de su hermano era amarga, y la de Ritsu, la de omega,ya no se percibía.
—Masamune.. ¿Donde se encuentra?
—Su hermano colapsó por tanto dolor y estrés, esta en una habitación, recobró el sentido y lo estamos hidratando, con un poco de reposo y alimentarse como debe, podrá recuperarse, claro, si él lo desea.
—¿Mi sobrino?
—El pequeño esta en perfecto estado, con el no hay mucho tema más que asistir a las platicas sobre sus cuidados. Se le han aplicado las vacunas correspondientes y se le realizó una prueba para descartar algún mal congénito.
Akihiko llevó su mano a la frente y un par de lágrimas surcaron por su rostro, en todo el desastre por lo menos Yuki era la prueba de amor, de esperanza entre un par de enamorados que se separaban de forma dolorosa. El escritor percibió otra esencia y se estremeció, causando que su piel se erizara por completo, Nowaki lo supo y brindó la información de inmediato.
—Dos omegas vinieron esta mañana, hombre y mujer, llegaron a tiempo para despedirse de Ritsu Onodera, lamento no hacer más por él
—No es su culpa, haré él papeleo de Ritsu para que me sea entregado su cuerpo.
—Una mujer de nombre Eri Aikawa ya lo está haciendo, pero debo informar que Ritsu donará sus órganos sanos, el hermano menor dio la indicación cuando el cuerpo fue trasladado.
—Quiero ver al hermano.
—Está afuera de la habitación de Masamune, piso 3,habitación 109. Lamento mucho esto, con su permiso.
Nowaki desapareció y Akihiko limpió su rostro, subió al ascensor directo a ver a Misaki.
Misaki se encontraba sentado en el suelo de la habitación, el cuerpo de Ritsu ya había sido retirado del lugar desde hace horas, pero él quería seguir aspirando el aroma de su hermano mayor que todavía prevalecía, de forma muy leve pero figuraba en el ambiente.
Poco le importó desobedecer las órdenes del personal médico de no ingresar a la habitación y se hizo ovillo en la esquina donde estuvo Masamune.
No pudo evitar traer recuerdos de su infancia con Ritsu, los juegos, las peleas, el instituto, la forma en que los confundían, hubo un tiempo que ambos estuvieron de la misma estatura y fue muy divertido hacerse pasar el uno por el otro.
El castaño comenzó a sollozar, no podía creer tanta desgracia junta, primero el amor de su vida le fue arrancado en un incendio y ahora su hermano. Liberó su aroma y veía de nuevo el anillo de matrimonio
—Kyo... si tan solo estuvieras aquí, ayúdame o me volveré loco.
Una ligera brisa se hizo presente acariciando su rostro, Misaki miró hacia la ventana viendo la luz
...Todo estará bien amor....
—Kyo...
Misaki cerró los ojos y se abrazó a sí mismo simulando un contacto deseado por su corazón y después sonrió de forma ligera al saber, que el alpha le seguiría cuidando donde quiera que se encontrara.
Akihiko salía de prisa del ascensor con el corazón latiendo fuerte, buscaba el número de la habitación esperando encontrar al omega como se lo mencionó Nowaki.Al llegar al piso indicado fue todo lo contrario, no había nadie.
Abrió de prisa la puerta, Masamune miraba la luz de la ventana sin inmutarse por su presencia; él omega tampoco se hallaba adentro y creyó que se habría retirado del Hospital.
—Masamune..
El escritor rodeó la cama y abrazó a su hermano, el pelinegro seguía perdido viendo hacia la ventana, aceptó el contacto y lloró en los brazos del mayor.
—No sabes cuanto lamento esto, quisiera ser capaz de cambiar las cosas hermano...
Akihiko acarició su cabello como otras veces cuando fueran niños, el pelinegro al ser el menor de los cuatro fue mimado por los tres mayores mientras vivieran en Londres.
Masamune arrugó el traje de Akihiko y con el nudo en la garganta preguntó lo inevitable
—¿De.. de verdad Kyo también falleció?
—Es.. es cierto.. incluso Haruhiko fue a despedirse, tampoco se encuentra bien, y al parecer el ya conocía a Misaki.
Masamune dejó escapar su llanto como niño y Akihiko le estrechó mas fuerte.Quedaron abrazados consolándose por al menos 5 minutos.
Un aroma agradable hizo presencia, Akihiko abrió los ojos muy sorprendido al reconocer la esencia de Misaki. Masamune también la percibió y se separó de su hermano.
—El niño aún continúa en el hospital.. tal vez debería buscarlo y mostrarle a mi bebé.... preguntó por Yuki..
Masamune se sentaba por la cama y Akihiko lo volvía a recostar.
—No te esfuerces.Iré yo a buscarlo
El escritor sonó demasiado ansioso, revolvió el cabello de Masamune y salió apresurado buscando el rastro del aroma de Misaki
Él omega estaba recostado boca abajo con los brazos extendidos, las lágrimas fluían por sus ojos, sintió un poco de incomodidad por estar presionando su pecho y recordó a Kymi y Yuki. Entre su dolor olvidó preguntar por su sobrino a Nowaki san, deseando con todo su corazón que el bebé estuviera vivo.
Un fuerte aroma a chocolate le llegó a la nariz y el sonido de pasos tras la puerta le hizo crispar, la esencia era muy agradable y quedó estático, no tenía caso huir de la habitación después de desobedecer la orden de no ingresar así que continuó recostado.
La puerta fue abierta y el alpha ingresó con cautela, las lámparas estaban apagadas y la luz se filtraba por la ventana, caminó despacio y lo primero que vio fueron un par de brazos extendidos, un cabello oscuro enmarañado frotaba la alfombra y seguido a esto pudo oler a la perfección al omega.
El aroma a fresa fue cautivante, escuchó un sollozo proveniente del omega y sin pensarlo se agachó para acariciar su cabello
Misaki abrió los ojos y de forma lenta se incorporó al sentir el frío por su piel, en un par de segundos encontró los ojos del contrario, era violetas, igual al color de su amado.
Él omega entre tanto dolor y añoro de su parte hacia Kyo se lanzó a los brazos del visitante.
Akihiko muy sorprendido aceptó el contacto y estrechó en sus brazos al frágil omega.....