Para Su MinShan era completamente inaceptable saber que Jin GuangYao hubiera preferido el camino de la redención antes que ayudarlo.
Se suponía que él se quedaría con el Omega como pareja y juntos harían caer las empresas de la familia Lan. Pero en su lugar, el solo hecho de ser repudiado por Lan XiChen y las palabras de su furiosa cuñada, fueron más que suficientes para que el Omega Jin buscará de alguna manera la redención. Obviamente no se lo permitió.
No fue para nada complicado “ayudar” al joven hermano de Nie MingJue a recolectar pruebas en contra del Omega que lo había hecho a un lado, aun cuando Nie HuaiSang no sabía de esa ayuda.
Incluso fue divertido ver como el hermano menor de los Jin, Mo XuanYu fue uno de los que más daño recibió al ser desechado por Nie HuaiSang. Más que nada, porque el joven Mo, era el hermano más querido de Jin GuangYao.
Pero aun cuando Jin GuangYao había perdido cara ante la familia Jin, y ahora no podía ser ni nombrado ante Mo XuanYu, él quería más.
Quería que Jin GuangYao sufriera tanto como él sufrió con su traición y con el rechazo de los malditos Lan. Pero más que nada, quería hacer pedazos a Lan WangJi y a Jin GuangYao. Quería verlos con deseos de morir.
Justo por esos oscuros deseos y esa férrea obsesión hacía el Lan, logró dar con el reciente paradero de Jin GuangYao. Después de todo, llevaba días siguiendo al Omega Jin por todos lados. Aunque se sorprendió de verlo ser raptado por el pristísimo Lan WangJi, aunque dedujo que el Omega embarazado que esperaba en el auto, fue el de la idea. Dejó eso de lado y decidió seguirlos.
Incluso admite que fue demasiado satisfactorio ver a la lejanía como era despedido, sin alguna oportunidad de ser contratado de manera fácil, gracias a los movimientos vengativos de Nie HuaiSang, sin duda se sorprendió como aquel idiota que siempre se ocultaba detrás de su abanico fuera alguien tan frio y calculador. Pero aún con todo eso, deseaba más.
Y justo por eso, vio su oportunidad de matar dos pájaros de un tiro, cuando vio desprotegido al Omega de Lan WangJi.
No fue nada complicado avanzar entre las sombras, él siempre fue minimizado por los Lan. Además, la oportunidad se le dio cuando Lan XiChen y Jiang WanYin comenzaron con sus dramas.
Pero solamente cuando tuvo a Wei WuXian entre sus brazos y un cuchillo siendo sostenido por sus temblorosas manos amenazando el gran vientre del Omega, supo que su locura había llegado demasiado lejos como para retroceder.
—¡¿Acaso perdiste por completo la razón?! —cuestionó completamente nervioso el Omega Jin.
Su MiShan se sintió por completo acorralado. Incluso un simple Beta como él podía sentir las feromonas de todos esos Alfas amenazando con degollarlo si llegaba a hacerle daño a Wei WuXian. Incluso el viejo amargado de Lan QiRen tenía esas ansias asesinas en su contra.
Sin embargo, ya era demasiado tarde para arrepentirse. Él ya había tomado un rehén y había quebrantado varias leyes en contra de los presentes, así que ya estaba por completo perdido, ¿qué más daba si hacía algo en contra de aquel Omega?...
—Es bueno ver que todo el mundo sea feliz, pero claro, yo debo sufrir mientras todo el mundo se burla de mí. Especialmente el perfecto señorito Lan y el sufrido señorito Jin…
Ya era demasiado tarde para dar marcha atrás. Apretó decidido al Omega rehén y no se tentó el corazón al posar la punta de su cuchillo hacia el vientre del Omega.
No quería, ni tenía las intenciones de soltar al Omega. Si no podía hacer sufrir a Jin GuangYao, al menos moriría con una sonrisa al saber cuánto daño le causaría al molesto Lan WangJi si le hacía daño a su Omega e hijo.
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“Loco Amor”
Los Alfas Lan y Jiang no buscaban la manera de acercarse y alejar a Wei Ying de aquel lunático. Lan Zhan sentía impotencia al ver la mirada aterrada de Wei Ying y de las verdaderas intenciones de Su MinShan, sin embargo, no podía moverse sin que el Beta apretara más su agarre y lastimara a su Omega.
—¡¿Es que acaso te has vuelto loco?! —preguntó alarmado el Omega Jin—. Si un rehén es lo que quieres, mejor tómame a mí y deja ir a Wei WuXian. ¡Él está embarazado!...
Jin GuangYao admitía que le aterraba la sola idea de ver que Su She le hiciera daño a Wei WuXian y a su hijo. Sabía cuánto daño le había causado al Omega Wei y no quería sentir más culpa si ese Beta le causaba más daño, mucho menos en su delicado estado.
Por su parte, Lan WangJi solamente se mantuvo quieto en su lugar, mientras miraba con impotencia como ese tipejo asustaba y lastimaba a su Omega. Wei Ying debería estar disfrutando de molestar a Jiang WanYin y Lan XiChen sobre la boda apresurada, pero en su lugar, Wei Ying pedía ayuda con sus asustadas feromonas, mientras el bastardo de Su MiShan amenazaba con hacerle daño.
—Por favor, no le hagas daño…
Aún si para otros era rebajarse, Lan WangJi solamente se arrodillo perfectamente frente al Beta, mientras suplicaba por la vida de su amado Omega e hijo. Para él no era perder el orgullo o doblegarse ante la humillación. Él veía ese acto como una manera de hacer que el Beta se sienta en confort para que recapacitara de hacerle daño a Wei Ying.
Claro que no espero que su tío, su hermano y Jin GuangYao hicieran lo mismo.
—Su MiShan, sé que en el pasado habrás sentido que los Lan te hicimos de menos, pero ten por seguro que eso jamás fue nuestra intención. En todo caso, si te ofendimos o humillamos, en nombre de la familia Lan, te pido unas sinceras disculpas —Lan XiChen no dudo ni un segundo en disculparse con sinceridad.
—Su MiShan esto no tiene por qué acabar así, piensa bien las cosas, ¿acaso piensas tirar a la basura tus esfuerzos por crear tu propia empresa?, por favor, deja ir a Wei WuXian y te juro que te daré la suma de dinero que requieres para salvar tu compañía. Incluso prometo que la empresa de los Lan ayudará en todo lo que necesites —Lan QiRen temía por la seguridad del Omega que su sobrino amaba y por la de su nieto no nato, tanto, que no dudo en poner la herencia Lan al fuego, con tal de que Wei WuXian saliera ileso.
—Su She, sé que te hice promesas que no cumplí, como la de ayudarte con tu venganza. Sin embargo, yo ya he pagado por todo eso. Sé perfectamente que ayudaste de alguna manera a que me despidieran de mi trabajo, incluso cuando sabías cuánto amaba ser médico. También sé que tuviste que ver con el desprecio que ahora mi hermano menor me tiene, incluso cuando sabías cuanto adoro a XuanYu. También sé que tuviste que ver con lo que ocurrió conmigo y Nie MingJue hace un mes, pero descuida, no guardo rencor, después de todo, eso último me lo merecía —Jin GuangYao alzó la cabeza con una mirada llena de determinación—. Aun así, sientes que tu venganza hacía mí está incompleta. No tengo amigos, mis hermanos me odian, perdí mi trabajo y no puedo encontrar otro, y, por si fuera poco, los hermanos Nie me odian a muerte. No tengo a nada, ni nadie, ¿no te basta con eso?, ¿en verdad tu odio es tan grande como para hacerle daño a Wei WuXian y a su hijo?...
Su MiShan se sentía indeciso. Por un lado, sentía que hacerle daño al embarazado le daría la satisfacción que creía necesitar, pero por el otro, sentía demasiado miedo de cometer algo completamente malo.
Aun así, decidió seguir adelante con sus intenciones. No tenía nada en contra de Lan XiChen, puesto que era el único que no le causó daño. Pero Lan QiRen siempre lo humilló y utilizó. Lan WangJi siempre le mostró una expresión llena de superioridad, incluso sentía que se burlaba de él. Y Jin GuangYao, él no lo aceptó jamás. Incluso cuando él le había ofrecido su ayuda para recuperar a Lan XiChen, algo ilógico si lo pensaba bien. Aun así, siente una tremenda rabia emerger, pues era ahora cuando los demás lo notaban y se disculpaban.
—Es ahora cuando en verdad notan mi presencia —murmuró completamente resentido—. No voy a desistir. Si le hago daño a este Omega y al bastardo que lleva adentro, ustedes siempre llevarán consigo la carga y la culpa por no haber hecho nada.
Su MiShan se sentía victorioso al ver las miradas llenas de pánico en los Lan y el Jin. Sentía que por fin obtendría justicia por todas esas veces en las que se sintió minimizado. Claro que hubo un detalle que pasó por alto. Los Lan y el Jin no eran los únicos que se encontraban en el lugar.
Jiang Cheng aprovechó que ese lunático estaba prestando toda su atención a los Alfas Lan y al Omega Jin. Claro, se sintió ofendido de haberse convertido en alguien de fondo, pero lo pasó por alto, mientras se situaba detrás del Beta. Justo a tiempo, para impedir que le hiciera daño a Wei WuXian.
Wei Ying cayó justo en los brazos de Lan WangJi, quien reaccionó justo al mismo tiempo, en el que Jiang WanYin le dio un puñetazo a Su MiShan.
—Maldito envidioso —bramó furioso el Jiang—. Eres tan cobarde y poca cosa que tienes que escudarte de un Omega embarazado. Y no cualquier Omega, si no mi hermano.
Jiang Cheng lo vio como si no fuera nada más que una piedra. Al parecer el Beta había quedado inconsciente. No le tomo importancia. Justo ahora, le preocupaba su hermano, más cuando Wei WuXian había lanzado un grito de dolor.
—¿Qué sucede? —preguntó nervioso Lan WangJi. Su Omega se abrazaba con fuerza el vientre, mientras una expresión de dolor surcaba su bello rostro.
—Creo que el bebé ya viene —murmuró como pudo el Omega.
El pánico llegó entre los Alfas que rodeaban al Omega embarazado, especialmente en Lan WangJi y Jiang WanYin, quienes recordaban a la perfección que Wei WuXian solamente tenía ocho meses de embarazo y no nueve como debería ser.
—Esto es malo —murmuró demasiado ansioso—. Wei Ying, ¿estás completamente seguro? —preguntó con alarma el Alfa Jiang.
Wei WuXian solamente pudo asentir sin estar completamente seguro. Sentía dolor en la parte inferior de su vientre, aunque no era un dolor que no pudiera soportar.
—¿Cuántos meses se supone que tiene?...
Lan WangJi y Jiang Cheng miraron con desconfianza al Omega Jin, incluso Lan QiRen veía con desdén al Omega, sin embargo, Jin GuangYao ni se inmuto.
El Jin simplemente se le acercó al Omega embarazado y con sumo cuidado le tomó su pulso.
—Soy médico, ¿recuerdan? —GuangYao miró con severidad a los desconfiados Lan WangJi y Jiang WanYin—. No tengo malas intenciones, creo que hasta dije cosas demás cuando Wei WuXian era un rehén de Su MiShan. Así que ignoren que me odian o guardan rencor y respondan a mi pregunta, ¿cuántos meses de embarazo tiene Wei WuXian?...
Jiang Cheng no tenía intenciones de responder, pero aun cuando Lan WangJi dudaba en responder, lo hizo al ver a su hermano asentir con una sonrisa tranquilizadora. Lan XiChen le había contado que de todas las cosas que Jin GuangYao podía hacer mal, su trabajo de médico jamás se pondría a la par de una persona canalla y oportunista.
Jin GuangYao había decidido convertirse en médico, precisamente por su adorada madre. Y era tal esa devoción, que se esforzó al máximo para lograr graduarse con honores. Incluso había escuchado por boca de su hermano, que el Omega había negado la ayuda de su difunto padre y por méritos propios había entrado a trabajar a un hospital de renombre. Y justo por eso, fue algo sumamente sorprendente de escuchar que el Jin había sido despedido sin más.
Dejó de lado los chismes que rodeaban el despido del Omega y lo que el mismo Jin GuangYao había dicho a Su MiShan, y decidió confiar en su hermano mayor.
—Apenas cumplió los ocho meses —respondió preocupado.
Jin GuangYao asintió con calma, mientras tanteaba el vientre de Wei WuXian. Pudo suspirar con alivio cuando sintió la patada del bebé en el interior del otro Omega.
—A Pesar de que crean que no es normal que el joven Wei WuXian tenga a su hijo a los ocho meses, es algo muy común en Omegas primerizos. Tiene una leve taquicardia y probablemente tenga la presión algo elevada, eso más el estrés por el que acaba de pasar, pudieron adelantar la fecha del parto —con mucha calma, se quitó el saco que tenía puesto y lo dobló perfectamente—. Por el momento, lo ideal sería que llamarán a una ambulancia y mantener a Wei WuXian semi sentado y lo más calmado posible, así que Lan WangJi, deberá de entregar su teléfono a su hermano para que llame con urgencia una ambulancia en lo que usted le da apoyo a su Omega y usa sus feromonas para calmarlo.
—¿No podemos ir en el auto de Lan Zhan? —preguntó nervioso Wei WuXian.
—Jin GuangYao negó, mientras miraba a Su MiShan—. Tardamos demasiado tiempo con lo sucedido con la boda de Lan XiChen y Jiang WanYin, así que Su MiShan pudo haber aprovechado para hacerle algo al vehículo. Y dado a que usted y Lan WangJi decidieron ‘invitarnos’ tan amablemente como testigos, tenemos que esperar a que la ambulancia llegue. También sugiero que llamen a la policía o es muy posible que Su MiShan vuelva a causar problemas.
Todos hicieron caso a las sugerencias de Jin GuangYao, sin decir algo en contra. Lan Zhan permitió que Wei Ying le apretara la mano, todo mientras liberaba con calma sus feromonas y acariciaba con suavidad la espalda baja del Omega.
Lan Xichen hablaba lo más calmado posible para que llegara rápido la ambulancia, en lo que Lan QiRen lo miraba como si fuera a darle un ataque al ver cómo las cosas se habían salido de control.
Jiang Cheng entre tanto, veía a su hermano como si estuviera molesto. Cuando la realidad, es que el Alfa Jiang estaba más que alterado por cómo se dieron las cosas. Obviamente se sentía culpable, pues desde un principio, Wei Ying estuvo bajo mucho estrés en todo el rumbo de su embarazo, y lo que acababa de pasar, era en parte por su orgullo y terquedad. Decidió que debía confiar en las indicaciones del Omega Jin, después de todo, no es como si hubiera otro médico cerca de ellos.
Claro que todos estaban demasiado pendientes de Wei WuXian, y se habían olvidado del Beta.
Su MiShan despertó completamente enojado, y ya sabiendo que iría a prisión por lo que había hecho, decidió que al menos dejaría una desgracia detrás de todos esos años en los que los Lan lo habían humillado. Después de todo, ¿qué más podía perder?...
Para cuando todos se dieron cuenta de lo que pasaba, Jin GuangYao decidió que por una vez más, se sacrificaría para que Lan XiChen fuera feliz con el Alfa Jiang.
—¿Tú?... ¿por qué te interpusiste? —Su MiShan veía con horror sus manos manchadas de sangre—. Tú no eres alguien importante para la familia Lan. Ni siquiera le importas a la familia Jin…
El Omega Jin se interpuso justo a tiempo entre el cuchillo y el ahora esposo de Lan XiChen. Sus intenciones eran llevarse a la muerte a Jiang WanYin, así haría sufrir a los Lan y de paso, vengarse por el golpe que le había dado el Alfa Jiang, pero Jin GuangYao lo vio y no solo eso, también decidió salvar al Alfa, que le había quitado al mayor de los hermanos Lan.
—Eso arruina tus planes —respondió el Omega—. Tómalo como una venganza por haberme causado problemas con mi hermano menor.
Jin GuangYao hacía presión en su brazo izquierdo, aunque era obvio que él también necesitaría ayuda médica, solo esperaba que se la otorgaran de buena gana y no comenzaran con sus chismes nada discretos.
Jiang Cheng por su parte, decidió que dejaría completamente quieto a ese enfermo obsesivo, así que no midió, ni tuvo arrepentimientos cuando lo volvió a dejar inconsciente. Esta vez, usó las mismas sogas con las que fue secuestrado y amarro al Beta, imposibilitando que volviera a hacerle daño a alguien más.
Obviamente vio las intenciones de XiChen de ir y ayudar al Omega Jin, algo que no le permitió, pues estaba en plena llamada. Sin embargo, dejó su orgullo y rencor para ir a auxiliar al Omega. Después de todo, gracias a Jin GuangYao había decidido casarse con Lan Huan y de paso, el Omega le había salvado la vida, aún a costa de la suya.
—Supongo que no debo mover el cuchillo —murmuró preocupado.
El objeto punzocortante estaba justo enterrado en el brazo izquierdo del Omega, y por la cantidad de sangre, supo que, con el más mínimo movimiento, empeoraría el estado del Jin.
—Creo que es algo obvio, a menos que quiera ver más sangre derramada —respondió el Jin en un muy mal intento de broma.
Jiang Cheng no era tonto y había aprendido una que otra cosa en casos como esos. No es como si fuera alguna clase de médico, pero al menos pudo utilizar parte de su ropa para hacer un improvisado torniquete y evitar que la sangre fluyera aún más. Claro que, con ese cuchillo aún enterrado en el brazo del Omega, sabía que la sangre seguiría perdiéndose y Jin GuangYao no se veía nada bien.
—La ambulancia ya viene —avisó preocupado Lan XiChen—. Mi tío está ahora llamando a la policía. ¿Hay algo más que podamos hacer para ayudar?...
—Jin GuangYao asintió, mientras miraba al menor de los hermanos Lan—. Tu aroma es bastante similar al de tu hermano, y por lo que veo, aún está algo alterado por la situación. Podrías ayudarlo a calmar a Wei WuXian en lo que llega la ambulancia.
XiChen no estaba muy seguro de aquella petición, sin embargo, Jin GuangYao tenía razón y su hermano y Wei WuXian parecían más ansiosos que calmados. Tal vez porque por poco y le hacían daño a Jiang Cheng y claro, por el herido Omega Jin.
—Antes de ir… ¿A-Cheng, estás bien? —preguntó demasiado preocupado.
—Tranquilo, gracias a Jin GuangYao no me pasó nada —respondió el Alfa Jiang—. Ahora ve con tu hermano o le va a dar algo.
Ya más calmado, Lan XiChen decidió hacer caso y fue directamente a ayudar a su hermano y cuñado.
Ya con el Alfa Lan alejado y los demás ocupados, Jiang Cheng decidió encarar al Omega. No era tonto, era obvio que Jin GuangYao quería alejar a Lan XiChen, aunque no sabía la razón.
—Quisiera que esto quede entre nosotros y obviamente entre el doctor…
Jin GuangYao miró con calma al Alfa Jiang, quien obviamente haría preguntas sobre lo que acababa de ocurrir. Y como sentía que terminaría por desmayarse por la falta de sangre y su anterior estado, no le quedaba de otra que confiar en la palabra de Jiang WanYin.
—Necesito que, al llegar al hospital, pida absoluta discreción y sobre todo, secretismo. Nadie puede enterarse de mi estado, o al menos de lo que no concierne a la herida.
—Jiang Cheng lo vio con duda—. ¿Acaso estás muriendo y no quieres causar lastima? —preguntó. Claro, no es como si deseara que ese fuera el caso, pero el Omega estaba demasiado raro y eso le estaba preocupando.
—Estoy embarazado —respondió sin más. No se sorprendió cuando vio esa mirada incrédula en el Alfa—. Y antes de que crea que es de ese loco de Su MiShan, le informo que nunca anduve de esa manera con él. Se cual era mi reputación, pero puedo asegurarle que los únicos Alfas con los que estuve, fueron su ahora esposo y Nie MingJue. Obviamente, este bebé no es hijo de Lan XiChen, así que puede vivir tranquilo con saber eso.
—¿Entonces me pides que guarde tu secreto, porque Nie MingJue no quiere darte lo que quieres? —preguntó con fastidio.
No entendía cómo había creído que aquel Omega había cambiado, pero al escuchar aquello, solo podía sentir rabia una vez más.
—Se lo pido, porque él me… —tan repentinamente sintió nauseas de solo recordar aquel día. Por un momento creyó que podría reponerse y fingir, pero haber hablado de más por culpa de Su MiShan, pudo demasiado.
—Seguro dirás que rechazo tu loca propuesta o que no quiso saber nada de un matrimonio contigo —comentó con ironía—. Nie HuaiSang es amigo mío y de Wei Ying, ¿aun así esperas que guarde ese secreto?, aunque claro, permíteme dudar sobre tu alocada historia.
Jin GuangYao no sabía porque había creído que el Alfa Jiang lo escucharía y le creería. Es decir, ni sus propios hermanos querían verlo después de lo sucedido el día de la fiesta de compromiso. Después de todo, Jin ZiXuan ni siquiera se había molestado en apoyarlo, cuando Nie HuaiSang había tirado el rumor de que se acostaba con todo el directivo del hospital donde trabajaba. Aun así, tenía que decir la oscura razón para confiar en el Alfa frente a él, o no solo él sufriría las consecuencias.
Y no podía permitirse contarle a Lan XiChen, no cuando ya era feliz con el Alfa Jiang y podía causar una ruptura su amistad con Nie MingJue.
Juro guardar ese secreto, pero no podría hacerlo. Al menos esperaba que Jiang WanYin no contara el secreto. Aunque no es como si pudiera seguir guardando ese secreto, al menos no cuando su hijo podía correr peligro.
—Nie MingJue me forzó —respondió en susurro.
—¿Qué?... —Jiang Cheng dejó de reír en ese momento—. Conozco al hombre y él no es capaz de hacer tal cosa. Aún si estaba enojado contigo, Nie MingJue sería incapaz. Literalmente es un hombre lleno de justicia.
No es como si no le creyera al Omega, después de todo, aquella mirada rota la había visto solamente una vez. Aquel día en el que le rompió el corazón a su hermano.
Así que no creía que Jin GuangYao estuviera mintiendo, pero tampoco podía creer que Nie MingJue fuera de esos Alfas que violan Omegas y no se hacen responsables de sus actos.
—Nos habíamos citado en su apartamento, al menos, yo le pedí que me dejara verlo. Mi intención era solo disculparme con él y dejar que me insultara si así lo quería. Sin embargo, entró en celo de manera repentina —de solo recordar aquel día, hacía que le dieran unas inmensas náuseas. No era un día que quisiera recordar, pero debía hacerlo para dejar en claro que no mentía—. Obviamente sé que él sería incapaz de hacer algo como lo que hizo, al menos cuando está en sí, pero tu como Alfa, sabes que una vez en celo, desconoces lo que es estar en sí y coherente de lo que haces. Él ni siquiera se acuerda de lo que hizo.
—Jiang Cheng se sintió pésimo al juzgarlo—. ¿Por qué no lo denunciaste?, aún peor, ¿por qué no abortaste a ese bebé?...
—Jin GuangYao solamente rió con ironía—. ¿Denunciarlo?, eso es lo que merezco por todo lo que cause. Wei WuXian sufrió, le hice daño a Lan Huan y a usted. Incluso perdí el respeto y cariño de mi hermano menor. En cuanto a la otra pregunta, creo que, hasta alguien como yo, le teme a la soledad. Quiero tener, aunque sea a alguien a quien llamar familia. Mi madre está muerta, mis hermanos me odian y, por si fuera poco, el abuelo Jin quiere quitarme el apellido que mi madre peleó para que yo portara. Este bebé es lo único a lo que puedo aferrarme.
Jiang Cheng no sabía qué hacer, de repente el Omega Jin comenzó a llorar desconsoladamente. XiChen pareció darse cuenta, pero no tuvo tiempo ni de acercarse a ver qué ocurría, porque los paramédicos llegaron justo a tiempo para ver como colapsaba el Omega Jin.
Obviamente decidió que confiaría en las palabras del Omega y pidió discreción a los paramédicos, quienes de manera inmediata comenzaron a hacer su trabajo en torno a los dos Omegas.
Jiang Cheng supo de inmediato, que tal vez, y solo tal vez, tenía cierta debilidad por los Omegas que estaban por completo indefensos. Así que, por esta vez, dejaría de lado las cosas malas, y ayudaría al Omega Jin.
∞.ÖŽ.∞
La familia Jiang fue llamada, y con la pareja llegó Jiang YanLi junto a su esposo Jin ZiXuan, quien fue jalado lejos de su amada Omega por su cuñado.
—A-Jiè, ¿me permites unos minutos a tu adorable esposo?...
Jin ZiXuan sintió algo de temor con esa manera de preguntar por parte de Jiang WanYin. No es como si le temiera a ese cuñado suyo, por supuesto que no.
Solamente era la manera tan empalagosa con la que se dirigía a su mujer, quien en lugar de defenderlo o negar ese permiso, preguntó por su otro cuñado.
—¿Cómo está A-Ying? —YanLi ni siquiera le prestó atención a su esposo, ella solamente pensaba en su dulce e inocente hermano menor.
—Él está bien, pero debido a la presión algo elevada y los dolores de parto, le están haciendo una cesárea. Puedes ir a preguntarle a A-Huan, porque dudo mucho que Lan WangJi pueda responderte, él está más ido que nada.
No es que le importara menos su hermano, es que literalmente Wei WuXian había llegado al hospital ya más calmado y sumamente sonriente. En cambio, Lan WangJi, estaba completamente ido y asustado de que algo saliera mal, aun cuando Lan QiRen y Lan XiChen le habían explicado cuál era el procedimiento y como estaba el estado del Omega.
Wei WuXian se encontraba mucho mejor que Jin GuangYao, quien había perdido demasiada sangre y con alto riesgo de un aborto. Y justo por eso, hablaría seriamente con Jin ZiXuan, quien era el único hermano Alfa entre los Jin.
—Supe que estaban con GuangYao —comentó al ver que estaban demasiado alejados de la familia—. Lamento si hizo algo para que esto ocurriera.
—¿Asumes que él tuvo algo que ver con lo ocurrido? —preguntó con irritación—. ZiXuan, si no mal recuerdo, tú y mi A-Jiè estuvieron a favor de Wei WuXian cuando todo estaba en su contra. Incluso me llamaste mal hermano.
—Obviamente porque te viste como un verdadero imbécil —rebatió un tanto fastidiado el Jin—. Pero supongo que no estamos escondidos para hablar de cómo te viste en el pasado. Ya dime, ¿qué hizo ese ingrato?...
Jin ZiXuan no se esperó el golpe que le llegó de lleno a su rostro. Vio como si su cuñado se hubiera vuelto completamente loco y decidió encararlo con furia.
—¡¿Qué rayos te pasa Jiang WanYin?! —cuestionó con enojo, claro, sin llegar a los gritos.
—Te regreso lo que me hiciste en el pasado —respondió como si nada—. ZiXuan, ¿sabes acaso la situación de tu hermano? —le preguntó de brazos cruzados—. ¿Sabías que fue despedido por chismes sin pruebas?, ¿sabías que tu abuelo decidió quitarle el apellido?, vamos Jin ZiXuan, respóndeme, ¿sabías que está embarazado?...
—¿Qué?... —Jin ZiXuan no podía creer en lo último. Por un momento temió que su desvergonzado e hipócrita hermano se hubiera metido con Lan XiChen, pero no parecía que su cuñado estuviera reclamando por esa razón—. Supongo que ese bebé es de Su MiShan o de cualquier otro. WanYin, no debes tomar en serio a GuangYao, él gusta de llamar la atención y francamente, me sorprende que tu precisamente, cayeras en sus artimañas.
Por un momento, Jin ZiXuan creyó que su cuñado entraría en razón, pero al ver la mirada furiosa de Jiang Cheng, supo que sólo lo había hecho enojar todavía más.
—No pensé que tú fueras tan bajo para pensar de esa manera —Jiang Cheng sintió su sangre hervir al escuchar las palabras de ese cuñado suyo. Pero más furia sentía al entender que Jin ZiXuan actuaba como una vez lo hizo en contra de Wei Ying—. No era mi intención revelar los secretos de tu hermano, pero dadas las circunstancias y el estado en el que se encuentra, no me queda de otra —por un momento vio preocupación en la mirada de su cuñado, tal vez y solo tal vez, Jin ZiXuan no estaba tan perdido como creía—. Jin GuangYao no estuvo involucrado con el ataque de Su MiShan, de hecho, gracias a que él se interpuso es que yo estoy hablando contigo. Él está grave, perdió mucha sangre y debido a eso, su embarazo corre el riesgo de volverse un aborto si no se tiene los cuidados y atenciones requeridas. Sobre el padre, ZiXuan, eso a mí no me corresponde decirlo, pero debo advertirte, que tu hermano necesita demasiado el apoyo de su familia. Literalmente él cree que ese bebé es lo único que tiene y que puede llamar familia.
Jin ZiXuan por un momento sintió temor con la mención del padre de ese bebé, casi como si su cuñado le escondiera algo de gran importancia.
—Llamaré a Qing Su y a XuanYu —murmuró afligido—. XuanYu puede que no quiera venir, después de todo, Jin GuangYao ocasionó que Nie HuaiSang terminará con él.
ZiXuan no era estúpido, sabía por la cara de su cuñado, que la familia Nie estaba más que involucrada con el secretismo del Alfa Jiang, pero no sabía de qué manera.
—Te sugiero que no menciones a los hermanos Nie —mencionó el Jiang—. Nie HuaiSang podrá ser un amigo mío, pero lo que ocasionó con sus chismes fue demasiado infantil e inmaduro de su parte. En cuanto a Nie Mingjue… creo que deberías hablar con calma con ese hermano tuyo.
Jin ZiXuan se preocupó aún más. Obviamente tenía las intenciones de hablar con su hermano. Sentía que debía estar muy cerca de Jin GuangYao, casi como sí lo necesitara ahora más que nunca.
Jiang Cheng por su parte, solamente se retiró al ver que su cuñado comenzaba a llamar a sus otros hermanos. Puede que haya roto la confianza que el Omega Jin le tenía, pero al menos sus hermanos le darían el apoyo, antes de que se arrepintieran como él una vez lo hizo.
∞.ÖŽ.∞
Horas más tarde, Lan WangJi pudo por fin conocer a su pequeño hijo. Mientras Wei WuXian era llevado a una habitación, él fue llamado por una amable enfermera, quien había preguntado al Omega por el padre Alfa de ese pequeño bribón.
Obviamente A-Yuan había sido puesto en una incubadora, por protocolo y seguridad. Si bien el bebé estaba estable y con una salud buena, eso no descartaba el hecho de que había nacido antes del lapso establecido. Se le harían más estudios minuciosos y solo después de asegurar al cien por ciento que estaba estable, se le podría dar de alta.
El Alfa Lan solamente podía sonreír, mientras veía completamente enamorado a su pequeño hijo dormir.
—No es muy seguro, pero todo parece indicar que este pequeño caballerito es un Omega —comentó risueña una enfermera.
El Lan asintió un tanto preocupado. Su pequeño tesoro podría ser Omega, y para su desgracia, un hermoso Omega. Ahora no solo debía cuidar que nadie le quitara a Wei Ying. También tendría que cuidar que nada, ni nadie mirara con ojos enamorados a su lindo bebé.
Obviamente y algo en contra, tuvo que despedirse de su retoño hermoso, para ir a ver como se encontraba Wei Ying. Claro, no es como si no le interesara ver al Omega, pero muy seguramente, el Omega aún estaba demasiado convaleciente e indispuesto, y él no quería arruinar su descanso.
Wei WuXian en cuanto vio al Alfa, sonrió a más no poder, aun con el terrible dolor que tenía en su vientre.
—¿Viste a A-Yuan? —preguntó animado—. Es muy lindo, casi como si fuera un delito ser tan lindo —comentó con orgullo.
—Lan Zhan asintió completamente de acuerdo—. Hermoso.
—Y parece que será un Omega muy codiciado —mencionó con coquetería.
Wei WuXian quiso reír a carcajadas al ver la ensombrecida mirada del Alfa. Sin embargo, su propia maldad llegó con karma, puesto que en seguida le dolió reírse del vinagre que bebía Lan WangJi.
—¿Estás bien? —preguntó alarmado el Lan.
—Sí, es solo que mi veneno me cobra factura —respondió con una sonrisa un tanto dolida—. ¿Cómo está el bebé?...
—Está estable, pero quieren descartar que tenga algún mal. Un mero protocolo del que estoy de acuerdo que se haga —respondió.
—Wei Ying asintió de acuerdo—. Yo también estuve de acuerdo, aun cuando mi Omega interno quería arrancarle la mano al doctor en cuanto se lo llevó —explicó un tanto apenado.
Lan WangJi no dijo nada de sobre el tema, puesto que él también tenía ese problema con su Alfa interno. Un instinto primitivo que les dictaba proteger al cachorro recién nacido.
—Por cierto, ¿cómo llevaremos esto de ser padres?
—Lan WagJi miró preocupado al Omega—. Con lo que decida Wei Ying, yo estaré de acuerdo.
Wei WuXian asintió un tanto nervioso. Por un lado, sentía que no podía regresar a la relación que tenía con el Alfa, pero por el otro, sentía que no podía dejar a su hijo sufrir al ir de casa en casa o ver como mami y papi luchaban por su custodia.
Afortunadamente, veía que el Alfa no tenía intenciones de forzarlo o chantajearlo. Por el contrario, Lan WangJi estaba esperando escuchar la decisión del Omega y respetarla sin alguna objeción.
Fue justo por eso, que Wei Ying por fin tomó una decisión. Solo esperaba que fuera la correcta.
—Podríamos vivir juntos los tres —comentó nervioso—. Claro, sin llegar a estar tan juntos como solíamos hacerlo antes de la llegada de A-Yuan.
—¿Vivir en la misma casa por el bien de A-Yuan? —preguntó algo triste. Por un momento había pensado que las cosas entre ellos ya se habían solucionado.
—Lan Zhan, no es que no pueda confiar en tu palabra. Por el contrario, me demostraste que estás dispuesto a todo con tal de ser parte de la vida de A-Yuan —Wei Ying se apresuró a explicar sus razones al sentir las agrias feromonas del Alfa—. Pero aún me siento dolido e inseguro. Ya no tanto, pero lo suficiente para poner un alto a tus expectativas. Se que, con el tiempo, sea muy probable que al final pase lo inevitable, pero por el momento, solo puedo pensar en que no quiero que el bebé se la pase de casa en casa y eso afecte en su desarrollo.
Lan WangJi pensó en su cachorro. Wei Ying tenía razón, primero estaba el bienestar de A-Yuan. Después de todo, el Omega le había dado una vaga esperanza.
Tal vez con el tiempo su relación vuelva a ser como antes, incluso más fuerte, pero por ahora, ambos debían pensar en el bienestar de su pequeño cachorro.
—Creo que debo hacer unas llamadas…
—Wei Ying lo vio algo intrigado—. ¿Estás enojado? —inquirió nervioso.
—Lan WangJi negó—. Estoy de acuerdo con lo que dices —respondió—. Pero hay que tener listo el lugar donde criaremos a nuestro cachorro.
Wei Ying sonrió de acuerdo con esas palabras. Tal vez no estaba tan equivocado con su decisión.
Lan Zhan haría todo lo posible para mantenerlo a él y al bebé en confort, y eso solo hacía que su corazón latiera con gran intensidad.
Tal vez, ese loco amor no estaba tan a la deriva como había creído.
Tal vez, y solo tal vez, esa pequeña separación, no les duraría tanto tiempo como creía. Esto, solamente era el comienzo de una nueva etapa en la que ambos estarían para el pequeño A-Yuan.
Fin …ž°~