"Encuentro"
-Detén el auto- ordenó Clair a Jyobanni. Al parecer había visto algo interesante. Bajó del transporte y con rostro calmo se sentó a observar el río junto a una persona.
-Que sorpresa- dijo Daisuke al ver al Vampiro sentado a su lado.-Pensé que mirar el río no era tu estilo.
-No lo es, solo vine aquí porque estabas tú- ¿Acaso necesitaba ser tan directo?
Daisuke se sorprendió un poco, pero lo disimuló bien.
-Y dime, es extraño que en un día como hoy no estes con tu noviecita¿acaso se pelearon?- quiso saber.
Daisuke lo pensó por unos momentos.
-Ah! Te refieres a Kyoko. No, no somos novios.- contestó mirando al mar.
-Desde que la primera vez que la vi supe que estaba detrás tuyo. Se ve que la tienes enamorada.- comentó con un poco de desgano. Al no obtener respuesta de Daisuke agregó- No me digas que no te has dado cuenta.
-Sí, ya lo se, pero ella no me interesa.- Esta vez Daisuke giró la cabeza hacia donde estaba su acompañante y le clavó la mirada.-¿Acaso estás celoso?
Clair sonrió.
-Claro que no, ya se que tú y yo somos el uno para el otro.- contestó en tono de burla.
Daisuke sonrió también.
Se quedaron un rato mirando nuevamente el agua que se movía apasiblemente.
-Bueno, creo que es hora de irme, si Mauro vuelve y no me encuentra, me va a sermonear.- Sacó una pequeña caja y se la ofreció a Daisuke.-Toma-
-¿Para mí?- preguntó sorprendido. Clair asintió.-No es ningún tipo de bomba ni mensaje mafioso ¿verdad?-
-Descúbrelo por tí mismo- Daisuke dudó un poco si aceptar o no el paquete. -Descuida, no hay nada que pueda volarte en pedazos... hoy- Daisuke tomó el paquete.
-Gracias... supongo-
-Nos vemos-
El rubio vio como Clair se metía en un auto negro y se alejaba de allí. Entonces dirigió su atención a la pequeña caja. Pegó la oreja a la caja. Al parecer no había ningún tic tac. Entonces la sacudió con un poco de desconfianza. Por el sonido dedujo que había un solo objeto dentro.
-Parece que no es nada peligroso- se dijo para sí y se dispuso a abrirla. Primero desató el moño, luego rasgó el papel y por último sacó la tapa. Se quedó mirando aquel objeto por unos segundos, sin poder ocultar su sorpresa.
Entoces estiró la mano y tomó el objeto: un pequeño chocolate con forma de granada. Si no se equivocaba, aquel día era 14 de febrero...
Daisuke sonrió y se dispuso a comer aquel chocolate tan especial.