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broken » minvkook por YodaVirus

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Notas del capitulo:

Déjenme saber si les gusta :c

Están en una cafetería, en una de sus reuniones semanales de los miércoles, mientras siguen con la plática de la boda. Desde que JiMin le informó de su decisión de casarse en un mes, no ha sabido de qué otra cosa hablar con él.

Toma una servilleta, limpiando las comisuras de sus labios. —¿Cómo van los preparativos?

JiMin se encoge de hombros, sonriendo vagamente.

—Van bien, pero SunHee está molesta porque tuvimos que pedir el paquete más económico en el banquete para la fiesta.

—¿No habías dicho que no iban a escatimar en gastos? —está realmente aliviado de que JiMin al menos lo pensó un poco más. Ir despilfarrando el dinero que no tiene, solo lo dejará lleno de deudas, y como siga así, terminará sin nada.

—Sí, pero... cuando le pedí prestado a mamá, ella dijo que no tenía nada y que podía pedir un préstamo al banco, pero al explicarle que ya lo había hecho... se molestó y me obligó a comenzar a tener más cuidado con el dinero, así que el paquete más caro se quedó fuera de mis posibilidades.

—¿Y el hecho de no poder gastar más dinero, molestó a tu prometida?

La expresión tristona de JiMin cambia, y TaeHyung ve el momento perfecto en el que un muro invisible se crea entre ellos. Quizá sus palabras salieron con un mal tono, o tal vez debió formular la pregunta de otra manera, como sea, JiMin aprieta los labios y frunce ligeramente el ceño.

—Ella no es una interesada, si estás tratando de decir eso, Tae, solo quería tener la celebración más espectacular que se pueda imaginar, lo que toda chica con el sueño de casarse desearía...

TaeHyung toma su taza de chocolate, ya un poco frío, entre sus manos y la lleva contra sus labios, tratando de dar un trago, pero el nudo en su garganta, que a este punto ya parece permanente, le impide tragar demasiado.

—Disculpa, yo no quería decir que fuese una interesada...

—No, no —niega, colocando sus manos sobre la mesa mientras juguetea nerviosamente con las servilletas—, discúlpame a mí, estoy con los nervios muy altos esta semana.

—¿Por qué? —aprieta el agarre sobre su taza, sintiéndose mal por su mejor amigo, quien solo quiere una boda que recordar en el futuro—, pensé que era la semana de invitar a tu familia a la boda, y que iba todo bien.

JiMin aprieta los labios nuevamente y se aclara la garganta. —Bueno, en realidad no va tan bien, no todos se lo tomaron a buenas como tú. Mi prima, YoonAh, me dijo que estaba cometiendo un terrible error y no sé cuántas cosas más. Y mi tía Min se negó rotundamente, ella y SunHee nunca se llevaron bien, ¿te acuerdas cuando las presenté?

—Eh...

—¡Acuérdate! Fue en mi cumpleaños de hace dos años, mi tía estaba muy emocionada por conocer a mi nueva novia, y decidió meter vacaciones en su empresa para poder venir a mi fiesta, pero cuando las presenté al fin, fue como si tratase de mezclar agua y aceite, no duraron ni cinco minutos conversando cuando mi tía ya me estaba llevando del brazo hacia otro sitio para decirme que SunHee no le gustaba para mí.

TaeHyung definitivamente se acuerda. La tía Min y él habían estado dos meses enteros platicando en llamadas telefónicas sobre lo mucho que ella habría deseado tenerlo de sobrino a él y no a otra persona. Ella había sido la primera persona en saber su orientación sexual cuando era solo un chiquillo de catorce años, ella le había dado techo cuando su familia lo echó a la calle por el mismo motivo, su homosexualidad. El día de la fiesta, la tía Min había tenido la esperanza de que esa nueva novia de JiMin fuese la mitad de buena que era su apariencia, pero resultó que no a su parecer, la llamó interesada, y que no valía la pena.

La tía Min, además de una exitosa ejecutiva musical, fue una famosa actriz, cantante y modelo en sus tiempos mozos, y que, al cumplir los treinta y cinco años, cuando su carrera estaba en lo más alto, decidió abrir su propio sello discográfico y diez años después, terminó siendo la empresa musical número uno del país. Teniendo a esa mujer en la familia, la cual le proclamó su amor a su pequeño sobrinito en todos lados desde que nació, JiMin pasó gran parte de su adolescencia con gente interesada a su alrededor, gente que trataba de trepar sobre él para llegar a la famosísima Park MinHye, y según ella misma, SunHee quería exactamente lo mismo.

"—Créeme lo que te digo, como no consiguió pasar la audición para ser trainee, decidió entrar de otra manera, enamorando a mi JiMinnie." Eso dijo ella una semana después. "Ya la había visto antes por el edificio, se presentó frente a mí una noche cuando yo iba a casa, con su demo en manos y una grabadora, no me dejó subir a mi auto hasta que terminó su canción, e incluso cuando traté de darle consejos para mejorar y que pudiese presentarse nuevamente en otra ocasión, enfureció, lanzó su grabadora al suelo y se fue." Añadió luego.

Pero claro, no podía contarle eso a JiMin, mucho menos ahora. Tenía casi dos años y medio saliendo con SunHee, y no parecía haber nada malo en su relación, pese al evidente problema de ella respecto a gastar dinero.

—Sí, me acuerdo. ¿En serio dijo que no iría a tu boda?

Sus hombros caen y suspira. —No dijo eso directamente, pero se dio a entender en sus palabras, ella aún no acepta a SunHee pese a que ha sido mi novia por tanto tiempo... ¡ella estaría más feliz si me casara contigo! No entiendo por qué sigue dudando tanto de ella...

Su cuerpo se tensa, "estaría más feliz si me casara contigo" sonó tan... mal, como si JiMin no se imaginara teniendo nada con él bajo ninguna circunstancia, lo cual en realidad no le sorprende, pero sí le duele.

—No te preocupes, será cosa de que te cases con SunHee para que ella se dé cuenta de que todo este tiempo estuvo equivocada, sabes lo sobreprotectora que es contigo, eres el hijo que nunca tuvo, y mucha gente te ha usado ya, es comprensible que te cuide tanto.

—Sí, pero no está bien que tache de algo a una persona que ni siquiera se da el tiempo de conocer, fue solo hablar con ella dos minutos para decidir que no era para mí, y a saber cuántas cosas más te ha dicho de ella en todo este tiempo.

—Ten paciencia, verás que las cosas van a cambiar.

No van a cambiar, él lo sabe, pero no quiere desanimarlo.

—¿Paciencia? Tae, he estado dos años esperando a que dos de las personas más importantes en mi vida al menos puedan estar en una misma habitación, no pido que se quieran ni nada de eso, solo pido que al menos no se miren como si quisieran que la otra desaparezca —se nota la irritación en su voz, trata de calmarse rápidamente y suspira—. Sin embargo, espero que seguir teniendo paciencia con ellas de buenos frutos... —su teléfono suena, y la mirada de JiMin se ilumina. Contesta la llamada frente a él, y conversa animadamente con SunHee, mientras la voz de ella suena un poco por sobre la bocina.

"Te espero en casa" la escucha decir antes de que termine la llamada, y pronto JiMin le mira con una sonrisa de disculpa.

—Me tengo que ir —dice, comenzando a ponerse de pie y sacando su billetera—, pagaré por todo —murmura, pero pronto su rostro se colorea. Posiblemente no tenga dinero para pagar, solo para el taxi a casa, así que TaeHyung se apresura en levantarse también, habían pedido la cuenta hace quince minutos, solo tenían que terminar sus bebidas para retirarse, así que solo es sacar dinero de su propia billetera y dejarlo en la mesa para que un mesero se presente y tome el dinero, mientras que otro comienza a limpiar la mesa.

—Tómalo como uno de mis regalos de boda —sonríe en cuanto nota la expresión apenada de su amigo—, ve con calma, nos vemos luego.

JiMin se despide con una sonrisa, y corre hacia fuera del establecimiento, subiendo al primer taxi que pasa cerca. TaeHyung suspira, viéndose ya fuera de su cafetería favorita y completamente solo. No quiere ni pensar más en la boda, así que solo camina hacia su departamento, forzándose a mantener su cabeza ocupada con lo que cocinará esta noche para cenar. Su trato con Jeon fue que estarían relevándose el cargo de la comida, y esta semana es él el encargado, así que debe esforzarse por hacer algo comestible.

Piensa un poco en aquel día, donde lloró como un bebé en brazos de ese tipo y se estremece. Luego de haber terminado su show, donde mostró más vulnerabilidad que nunca, Jeon se alejó de él y no le dirigió la palabra. No explicó nada, no lo miró siquiera, solo se alejó, dejándolo solo, con el rostro cubierto de lágrimas. Había pasado esa noche pensando en si debía comenzar a comportarse de manera más simpática con él, pero al verlo a la mañana siguiente, casi un poco más distante y frío que antes, decidió que era una pérdida de tiempo y siguió con lo suyo.

¿Habrá sido que Jeon logró empatizar con él por haber vivido una experiencia parecida? No lo cree posible, puesto que hasta donde sabe, Jeon considera a todo el mundo una basura, y si pudiera, sería el encargado del fin del mundo, pero quizá... quizá solo ha pasado malas experiencias y ha decidido recluirse a sí mismo. Tiene veinticinco años, así que quizá ya ha tenido sus buenas y malas experiencias, pero quizá hubo una que lo cambió por completo. Como sea, él tiene que cocinar algo comestible hoy para así no perder a su compañero de piso, puesto que la renta es cara y a pesar de tener la ayuda de la tía Min, quien ha sido como su madre desde los catorce años, no quiere aprovecharse de su bondad, así que Jeon, el único que no se quejó de las pequeñas fallas del departamento y el precio de la renta, es su salvación y no quiere perderlo.

Su salvación.

 

Notas finales:


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