- ¡Inútil! - se escucha la escandalosa voz de Danzo por los almacenes de la cafetería- Lleva servilletas a la mesa 5, rápido -
- ¡Ya voy! - dice alarmado tomando velozmente 3 tazas en una mano intentando no derramar el café, mientras que con la otra se las ingenia para tomar un puñado de servilletas – Dios... lo que me faltaba – suspira cansado, era martes y no comprendía como es que había tanta gente a esa hora, no era día de paga para nadie ni mucho menos había promoción de ninguno de sus productos, pero desde que entro, Danzo-sama le había aventado el mandil a la cara y lo había puesto a trabajar velozmente-
- Deja eso Itachi, tu lleva las servilletas, yo me encargo del otro pedido – dice amablemente Izumi mientras le regala una linda sonrisa y toma las tazas que estaban a punto de ser tiradas nuevamente y eso le costaría la mitad de su salario -
- Gracias – dice aliviado, apresurándose a llevar las servilletas -
Está semana no había iniciado como quería, se sentía sumamente agotado y no podría estar más molesto con su madre, pues ayer le había dejado un pedido excesivamente grande de ropa que entregar en la lavandería que no tuvo tiempo de checar nuevamente sus apuntes, ahora sumándole que Hidan lo arrastro a su casa para enseñarle su nueva colección de dinosaurios.
Si, su novio era un fanático de los dinosaurios y coleccionaba cada bendita figura que salía en una empresa.
No le molestaba pasar tiempo completo con él pero en esos días sentía que ni lo dejaba respirar, llamándole a cada hora, enviándole mensajes y enfadándose sino le respondía rápido, incluso llegaron a tener una pequeña discusión cuando Hidan le llamo en horas de trabajo y recibió un regaño por parte de Danzo-sama.
Además de sentirse sumamente frustrado por no haber podido aceptar ninguna de las invitaciones de salida de sus amigos, hacía ya tanto rato que no salía a divertirse que comenzaba a creer que así sería su vida de ahora en adelante. El poco tiempo que tenía libre era exclusivo para su novio o para su madre que necesitaba que cuidara de Sasuke.
Sasuke. Su pequeño y malcriado hermano, si bien cuando su padre aún vivía esté no permitía que el menor le faltara el respeto a Itachi ni que le molestara en horas de estudio, pero con la repentina muerte de Fugaku hubo un cambio muy drástico dentro de la familia Uchiha, más distanciamiento con su madre, peleas constantes con Sasuke pues esté parecía poco a poco dejar de verlo como su mayor y se daba libertades de molestarlo y mentirle a su madre para que le castigaran. Pese a todo, Itachi amaba a Sasuke y era esa la razón por la cual nunca asumía su papel como hermano mayor para reprenderlo, se creía incapaz de ponerle una mano encima a su hermanito.
En ocasiones que podía gozar de unos minutos a solas consigo mismo, solía recostarse en la cama y mirar a la nada, dejando que las memorias de su difunto padre le dieran una sensación melancólica y agridulce de cuan feliz había sido en ese entonces, era como una manera de recordarse porque seguía adelante pese a lo mucho que le doliera recordar que ya no estaba el calor y carisma que caracterizaba a su figura paterna. Solo un recuerdo.
Tienes un mensaje nuevo
Hidan:
¿Donde estuviste todo el día? Deidara no quiso decirme y Kisame estuvo ignorándome todo el rato
Apaga su celular, no estaba de humor para conversar ahorita con Hidan, además de que Danzo parecía estarlo vigilando con lupa a cualquier movimiento que estuviera haciendo, una falta más y estaba seguro que hoy regresaría desempleado a casa.
Los músculos los sentía engarrotados, los hombros le pesaban cada segundo que pasaba y sus extremidades estaban adormecidas a más no poder, quería irse a casa lo antes posible y estudiar aunque sea un poco, mañana tendría que llegar temprano a clases para recuperar apuntes.
La escuela. Ese era otro de sus problemas y no porque no le gustara ir sino que su limitado tiempo le dejaban muchas opciones para pasar con buena nota, sus exámenes eran impecables pero siempre los benditos apuntes y revisiones finales eran las que lo tronaban. Y es que no era para menos pues tener a su novio en el mismo instituto no le dejaba para repasar nada, sus horas de descanso eran para él y sus amigos.
Pero desde ese lunes que todas las alumnas parecieron enloquecer en una junta de fanáticos locos alrededor de ese chico, su mente no descansaba, creía que era una especie de hechizo o algo por el estilo pues no podía sacarse de la cabeza los profundos ojos carmesí que le escrutaron en el pasillo de la uni.
-No entiendo porque las chicas se vuelven tontas en cuanto ven a un tipo carita, es como si se volvieran estúpidas – comentaba con odio Deidara -
- ¿Y no será que les tienes envidia a los carita? - se burlaba Kisame -
- ¿Envidia de que? ¿que tienen esos tipos que yo no? - se cruza de brazos indignado -
- No lo digas. - advierte itachi pero Kisame pareció despertar con el don de molestar al rubio todo el día -
- Buen cuerpo – suelta sin poder aguantar ni un segundo más la risa estridente -
- Ay no aquí viene – Itachi se lleva las manos a la cara en gesto de resignación -
- ¡Que has dicho, estúpido pescado! - grita a todos los vientos - ¡Ahora veras, pedazo de animal! - Con una cartulina que arranco de las paredes de la escuela va detrás del azulado que entre risas corre por el pasillo mientras la rectora sale enojada pidiéndoles entre gritos que dejen de vayan a dirección -
Itachi niega divertido y retoma su andar a su salón, ya tendría tiempo de ver el ojo morado que le dejaría Deidara a su amigo.
Sube las escaleras revisando sus mensajes, Hidan le dijo que le enviaría un pase vía mensaje para una convención de dinosaurios a la que quería que lo acompañara el fin de semana. Bufa resignado, esperaba poder ir al parque y hacer un picnic, ya sería luego.
- ¡Lo siento! - dice de inmediato en cuanto golpea contra un estudiante subiendo las escaleras -
Levanta la vista para fijar a quien agredió y sus ojos se abren desmesuradamente en cuanto el rojo le escruta en una mirada sin expresión alguna, su silenció era aún más sofocante e Itachi sentía que le robaba el aliento cada microsegundo que pasaba
Estuvieron así mirándose un largo rato hasta que Itachi sintió sus mejillas enrojecer y bajo la mirada avergonzado. Genial, su día empeoraba más.
- Lo lamento, estaba distraído.. -
- Deberías dejar el celular cuando camines. - es la cruda respuesta que recibe del pelinegro de hermosos ojos carmesí -
- Lo siento – susurra-
El otro no responde solo se hace a un lado para pasar rozándole suavemente el hombro con el suyo sin decirle algo más.
Un roce que fue suficiente para dejarlo con las mejillas rojas y el corazón latiéndole a mil.
Se talla los ojos y respira pesadamente, había sido muy incomodo ese momento, nunca se imagino que la primer conversación que tendría con el nuevo le sería tan bochornosa de recordar, ahora se sentía como un completo inútil y eso que no había ocurrido nada relevante más que un choque.
Se estaba comportando como colegial y eso no debía ser. El tenía a Hidan y estaba seguro de que lo amaba completamente, de otra forma no aceptaría ir a ningún evento que le invitara solo por complacerlo.
Pero entonces no comprendía porque su cuerpo reaccionaba de esa forma cada vez que recuerda el roce de ese chico, es como si su sola presencia le sofocara.
Como si con solo mirarlo pudiera....
- ¿Aún atienden? - la voz grave le despiertan de su viaje astral a sus memorias, solo que en está ocasión hubiese preferido seguir en su sueño porque ahora que tiene nuevamente esos ojos frente suyo es incapaz de articular palabra alguna.