Capítulo Seis: Inconsciencia
Pasaron dos semanas desde que alguien observó con sus propios ojos a Thor, nadie supo qué fue lo que sucedió para que el Rey de Asgard de pronto se aparte de todo, incluso de sus obligaciones, por suerte Valkyrie tomó el asunto en sus manos, logrando que todos trabajen sin distracciones. Carol intentó razonar con él, pero, no consiguió nada.
Aquella situación estaba arruinando los planes de Valkyrie y Carol, pensaban escapar una semana, ir a visitar a Loki y Jör, y pasar tiempo a solas, ahora todo se complicaba, si Thor no salía de su cueva, no podrían hacer mucho, más que seguir trabajando en Nuevo Asgard. Y ante la decepción de sus planes arruinados, Carol recibió una llamada para asistir a una reunión en las oficinas de SHIELD, por lo que, tras comentarlo con su novia, se marchó.
Thor estaba por terminar con toda la reserva de alcohol de Nuevo Asgard, sabía que era una estupidez beber hasta el cansancio, pero, ¿qué otra cosa podía hacer?
Pasaron tres meses desde que vio a Loki junto a su nueva familia, al principio, aunque se sentía triste, intentó encerrarse en trabajar para levantar Asgard, se levantaba temprano, se ocupaba con responsabilidad de sus obligaciones como Rey, nadie notó nada, incluso él llegó a concluir que estaría bien sin Loki.
Sabía que estaba vivo, sabía donde podría encontrarlo en caso de necesitarlo, Loki se veía feliz con su hijo y su esposo, aunque la palabra aún le causaba cosquillas, y un regusto amargo, era lo que es, el esposo de Loki.
Fue un día que, paseando por las calles de Nueva York observó a Loki de lejos, él caminaba tranquilamente llevando en un porta bebés a su hijo, el pequeño jugaba con los cabellos de su madre sujetos débilmente por una goma. Quiso correr hacia él, sin embargo, antes de que pudiera hacer cualquier cosa, el esposo llegó a ellos con un par de helados, ofreció uno a Loki y él probó el otro, el bebé estiró sus manitas para tomar algo de aquel que sostenía Loki, por sus intenciones terminó manchando el rostro de su madre, el esposo se apresuró a limpiarlo y siguieron su camino entre risas.
Aquello era demasiado para el pobre Thor, se había resignado en superficie, sin embargo, parecía que aún mantenía esperanzas de que Loki esté a su lado. Thor jamás fue el tipo de persona que analiza sus sentimientos, él actúa por impulso, pero esa noche, al volver a casa, los analizó.
Siendo niños, hizo un berrinche tan fuerte porque no le dejaron jugar en el Trono, que causó una tormenta terrible, a pesar de las dulces palabras para convencerlo de que olvide el asunto, Thor corrió hasta su habitación hecho una furia, no estaba dispuesto a dejarlo pasar tan fácilmente. La lluvia caía sin clemencia acompañada de horribles truenos. Para la cena, Thor tampoco salió de sus habitaciones, Frigga se preocupó que intentó una vez hablar con él, sin embargo, nadie respondió a sus intentos de conciliación.
Cuando todos se habían dado por vencidos, Loki se acercó a la puerta de su hermano y, cerrando los ojos, se proyectó en el interior de la habitación —Thor, ven a comer— dijo con esa dulce voz de niño, ¿cuántos años tendrían? Aún no entraban a la adolescencia, seguían siendo solo unos niños.
—No— dijo aún molesto sin siquiera voltear a ver a su hermano.
—Entonces me comeré toda la carne— anunció Loki comenzando a volverse transparente.
—¿Tú? Pero si no te gusta comer más de un trozo— se burló volteando a verlo por fin, al ver que la figura comenzaba a desaparecer corrió a abrir la puerta de su habitación, en el pasillo encontró a Loki recostado en la pared temblando.
Loki aún no era tan poderoso para lograr hacer correctamente una proyección, sin embargo, era la única forma de asegurarse que su hermano estaba bien.
Thor tomó en sus brazos a Loki y lo llevó al interior de su habitación, con cuidado ambos subieron a la cama y el rubio abrazó a su hermano intentando que dejase de temblar —Si no eres fuerte ¿por qué haces cosas así?— lo regañó al mismo tiempo que entraban bajo las mantas y se arropaban.
—Soy fuerte— respondió Loki —Muy fuerte.
Tras unos momentos de silencio en que Thor abrazó a su hermano para aliviar las consecuencias de hacer algo tan complicado como una proyección, Loki volvió a hablar —Todo es tu culpa, soy fuerte, son esos malditos truenos.
El rubio jamás tuvo conocimiento sobre el miedo de Loki hasta ese día, sintiéndose culpable Thor detuvo de golpe los truenos causados por su mal humor, no quería que nada perturbe a su hermano menor, éste dejó de temblar casi al instante, sonriendo abrazó a su hermano murmurando un “Gracias”.
Aquel recuerdo golpeó con fuerza al rubio mientras pensaba en su pasado, aquellos días en que Loki dormía en sus brazos cuando una tormenta llegaba quedaron en el pasado, ahora, eran otros brazos los que sostenían a Loki, era otro quien se perdía en su aroma, incluso extraña los comentarios ácidos del moreno. Jamás se dio cuenta, ni cuando estuvo con Jane, pero Loki siempre fue especial para él.
Pero, jamás se trató de esa forma especial por tratarse de su hermano, fue otro tipo de especial, ese tipo en que tan solo verlo se corta la respiración, en que, cuando está en la habitación todo parece que mejora… todas aquellas ocasiones en que paseaban juntos por el bosque hablando de cosas sin relevancia o los entrenamientos en que Thor tenía que controlarse para que no partirle la cara a todo aquel que insinuara, con intenciones ocultas, cualquier cosa sobre la belleza de su hermano.
A su mente vino una ocasión en que, caminando por el bosque, encontraron un río no tan profundo donde podrían nadas, al principio, Loki se negó rotundamente, Thor insistió un par de veces más hasta que el moreno cedió. Desnudos entraron al agua, Loki nadó con gracia por las aguas tranquilas y Thor se sumergió buscando algo interesante en el fondo, sin embargo, lo único interesante en ese sitio era Loki. Eran adolescentes y quizás las hormonas estaban demasiado exaltadas ese día… Thor llegó hasta donde Loki flotaba tranquilo, sin pensarlo mucho lo tomó de la cintura para abrazarlo quedando frente a frente.
—¿Qué sucede?— preguntó Loki sorprendido, no estaba disgustado, solamente parecía no comprender qué pretendía su hermano.
—Nada— mintió, claro que pasaba algo, pasaba que se estaba dejando llevar por sus deseos y no estaba siendo racional.
Loki soltó una risa alta y divertida —¿Vas a soltarme?— dijo coqueto, ¿acaso se sentía igual que Thor? ¿Acaso también ansiaba…?
—No.
La voz del rubio fue contundente, no quería dejarlo ir y no lo haría, Thor se caracterizaba por ser terriblemente terco —Ahora eres mío— murmuró antes de, en un impulso llevar sus manos hasta los redondos y suaves glúteos de su hermano, Loki no tuvo tiempo de reaccionar, porque en ese momento Thor lo besó, con verdadero deseo el rubio no le dio oportunidad de negarse a sus deseos.
Aquel beso dejó mudo por un momento a Loki, sin embargo, cuando separaron sus labios el moreno aprovechó para rodear con sus piernas las caderas de Thor y atraer la erección creciente en el rubio hacia su entrada.
No estaban tan locos para que Thor entre en él, sin embargo, para aliviarse Thor se frotó contra él logrando que ambos encontraran aquella experiencia placentera, no sabían exactamente qué hacían, si eso se consideraba sexo o no, pero, antes de poder averiguarlo, volvieron a besarse con hambre apagando los jadeos y gemidos que salían de ambos, hasta que el grito de Loki al lograr el clímax irrumpió la tranquilidad del lugar, Thor no tardó mucho en alcanzar el orgasmo.
Tras unos momentos abrazados en que Thor aún besaba el cuello de Loki disfrutando de su aroma sintió que sus ojos se nublaban por completo y todo se volvía negro.
El segundo recuerdo dejó congelado a Thor, ¿de dónde vino? Recordaba aquel día de forma diferente, el paseo en el bosque, nadar en el río, pero, en su memoria, Loki jamás entró al agua, es más, se echó sobre el paso a tomar una siesta, después el se visitó y volvieron a casa.
¿De dónde demonios salió esa visión? ¿Acaso era real?
No lo entendía.
¿Por qué su mente ahora le mostraba una versión diferente de aquella ocasión?
Thor pasó toda la noche dando vueltas a aquel recuerdo, no encontraba nada, ni una pista de por qué ahora tenía dos versiones del mismo día, no lo comprendía, por mucho que lo pensó, la única conclusión que obtuvo fue que, imaginó todo eso, creó una versión alternativa para ese momento, seguramente fue lo que sucedió. En ese entonces él no sabía que Loki no era su hermano, haberlo tomado, de esa forma, definitivamente no estaba bien, nada bien.
Fue al amanecer que por fin sus ojos se cerraron ante el agotamiento y durmió unas horas.
A partir de esa noche, Thor se volvió taciturno, apenas si hablaba y no parecía trabajar con eficiencia, descuidaba algunas labores y comenzó a beber todos los días, al principio a nadie le llamó la atención ese comportamiento, beber siempre fue parte de un Aesir, sin embargo, a medida que avanzaba el tiempo, los cambios en Thor comenzaron a hacerse más notorios, estaba tan irritable que nadie podría contradecirlo, parecía que llevaba la furia metida en el pecho, dispuesta a salir a la menor provocación.
Valkyrie actuaba como muralla entre el mal humor de Thor y el resto de los Aesir, por fin, un día Thor decidió no salir más de su habitación, en las últimas dos semanas solo rugía pidiendo más alcohol, no comía siquiera, la situación parecía rebalsarse por donde se viera. Incluso Carol encontró aquello alarmante, pensó en darle un par de buenos golpes para que dejara de ser un idiota y se hiciera cargo de sus obligaciones, sin embargo, era claro que ni todos los golpes del mundo podrían arreglar lo que estaba más con él.
Por las noches algunos lo habían escuchado llorar, a veces a grandes voces otras veces a susurros, llegaron a creer que comenzaba a volverse loco, no sería el primer Rey de Asgard que cayera en la locura, además, con todo lo que vivió, definitivamente tenía algo de derecho de perder la cordura por un tiempo.
—No sé qué hacer con él— confesó Valkyrie a Carol cuando estuvieron a solas en las habitaciones de la primera —Sé que sufre, algo lo está matando, pero no sé como ayudarlo, aliviar un poco su sufrimiento para que pueda salir de la mierda en la que está.
Carol lo pensó por un momento ¿por qué de un momento se hundió por completo? La situación claramente empeoraría, y, como si invocara a la desgracia, un trueno se dejó escuchar con tanta fuerza que las paredes de las casas temblaron y alguna ventana estuvo a punto de quebrarse.
—Mierda— soltó Carol —Se salió de control.
Ambas corrieron hacia la casa en que vivía Thor, se hallaba iluminada por los rayos que parecían emanar de ella, Carol podría luchar con él para hacerlo dormir por un tiempo, sin embargo, no podrían asegurar que nadie salga dañado, así que se quedaban sin opciones.
Entonces, como si algo hubiese iluminado el cielo de sus nebulosos pensamientos con una luz salvadora, Carol dijo —Debemos llamar a Loki.
Aquella era una locura, Loki no quería saber nada de Nuevo Asgard, los Aesir y mucho menos de Thor, ambas sabían que llevaba una vida tranquila con su hijo, apartado de toda la mierda que vivió, pero, en ese momento quizás podría ser el único que calme a Thor.
En una ocasión, tras escapar del Ragnarok, Thor se salió de control, parecía demasiado inestable por los últimos acontecimientos, su cuerpo comenzó a chispear y la nave en que viajaban resintió la fuerte cantidad de energía, a pesar de que Loki era el tipo de persona al que ahora todos temían, varios se acercaron para pedir su ayuda en la tarea de calmar a Thor, quien ahora vagaba por los pasillos amenazando con quemar circuitos y personas al mismo tiempo, Heimdall intentó contenerlo pero fue enviado por los aires.
—Bestia— dijo Loki saliendo a su encuentro —¡Basta!— ordenó acercándose sin temor de ser quemado.
Thor pareció reconocerlo al instante, las chispas disminuyeron, Loki siguió avanzando hasta tenerlo frente a sí, entonces, le dio una bofetada al rubio —¡Mira lo que causas! Eres un Rey muy patético— se burló Loki, las chispas volvieron a intensificarse por un momento, entonces, por fin se apagaron y Thor dejó caer el peso de su cuerpo sobre Loki, murmurado algunas cosas que solo Loki comprendió.
—Eres realmente molesto— dijo Loki y, con suavidad lo llevó hasta su habitación para que descansara.
Aquella historia la conoció Valkyrie de uno de los pocos sobrevivientes de esa nave, en su momento se lo comentó a Carol al vuelo, ahora resultaba útil conocer esa información.
—Es nuestra última opción si no quieres que Nuevo Asgard se vuelva cenizas— apuró Carol cuando la fuerza de los rayos se intensificó.
—¡Mierda!
Entonces, Valkyrie llamó a Loki.
Era cerca de media noche cuando Loki abrió los ojos asustado, una pesadilla lo seguía desde hace semanas, o quizás, un recuerdo. Volvía a aquel momento en que estaban en esa nave escapando de lo que quedaba de Asgard, varias personas corrían hasta sus habitaciones para rogarle que los ayude, Thor vagaba por los pasillos echando chispas, no distinguía a nadie, por lo que le daba igual si quemaba a más de uno o si causaba estragos en la nave. Loki suspiró agotado, ¿acaso Thor no comprendía en la situación en la que estaban?
Salió al pasillo cuando él casi llegaba a la altura de la puerta de su habitación, en ese momento Heimdall salió volando ante la energía que emanaba de Thor, el moreno sonrió y gritó —¡Bestia!— con solo decir aquello Thor pareció ubicarlo, ahora estaban parados a unos cuantos metros a mitad del pasillo, varios ojos lo observaban con temor, seguramente estaban pensado que Loki solo complicaría aún más las cosas —¡Basta!— ordenó molesto, ya suficiente tenía con la situación en que se encontraban para lidiar con los berrinches de Thor.
Thor pareció entenderlo porque las chispas de su cuerpo disminuyeron considerablemente, Loki sonrió complacido y se acercó con tranquilidad —¡Mira lo que causas! Eres un Rey muy patético— regañó, Thor pareció descontrolarse otra vez, sin embargo, las chispas terminaron por completo, Loki se encontraba ahora cara a cara con él —¿Otra vez tienes ganas de sexo?— susurró Loki para que nadie lo escuchara, solía molestarlo con ese tipo de cosas cuando no se controlaba, le decía que su falta de sexo hacía que su poder fuera un desastre.
Entonces Thor dejó caer su peso sobre Loki, su rostro se recostó en la curvatura de su cuello, cerca del punto que debería morder el Alpha para volver a Loki su Omega, entonces, con voz pesada dijo —Sé mío— Loki se echó a reír, Thor definitivamente estaba loco —Sé mío, ahora, solo mío— lo escuchó decir una vez más y le pareció aún más gracioso.
—Eres realmente molesto— soltó Loki y con suavidad tiró de Thor guiándolo hasta su habitación para que dejara de hacer un desastre. Tan pronto entraron el rubio lo abrazó con fuerza, acorraló el cuerpo de Loki entre la puerta y su propio cuerpo —Solo duerme— murmuró Loki intentando sonar autoritario, aunque su voz estaba llena de sorpresa.
Thor sonrió y dijo —No— entonces se presionó aún más contra el cuerpo de Loki haciéndolo consciente de su ya creciente erección —Te dije que serías mío.
El sudor bañaba el rostro de Loki, ¿por qué soñaba con ese recuerdo en particular? Creía que estaba enterrado en lo más profundo de su mente…
Antes de que pudiera siquiera obtener una respuesta, el teléfono sonó, era Valkyrie.
Se escuchaba agitada, la llamada se cortaba a momentos —Sin control… lluvia… quemará todo… ayuda… Ven— fueron las pocas palabras que Loki pudo comprender, de alguna forma, el sueño de hace unos momentos parecía una premonición de lo que estaba ocurriendo en Nuevo Asgard.
Lo pensó un momento, se prometió no volver a Asgard, nueva o vieja, era algo que no quería hacer, sin embargo, era una situación complicada y Valkyrie debería estar desesperada para pedirle aquello —Bien— fue todo lo que dijo Loki tras un momento de meditación.
Salió de la cama de un salto, se vistió con lo primero que encontró, apenas peinó sus cabellos y corrió a la habitación de Jör para tomarlo en sus brazos, lo cubrió con gruesas mantas para evitar que el frío lo moleste, aunque, bueno, un gigante de hielo con frío… pero Jör no era puro, así que debía prevenir. Abrió un portal hacia Nuevo Asgard, tan pronto como llegó pudo darse cuenta de la gravedad de la situación.
La mayoría de los Aesir huían despavoridos hacia la zona de la playa, allí estaban Valkyrie y Carol intentando calmarlos, Loki se acercó a ellas sosteniendo a Jör que dormía apacible, como si el ruido y el desastre le diera igual —Cuídalo— dijo poniendo a su hijo en los brazos de Carol.
—¡¿Por qué lo trajiste?!— reprendió Valkyrie.
—¡Por qué no hay niñeras a las tres de la mañana!— dijo.
Por un momento las personas que estaban en el muelle se callaron al ver quien era el recién llegado, no salían de su asombro, ¿no se supone que estaba muerto?
—Cuiden de mi hijo— habló dejando claro que si algo incluso despeinaba sus cabellos lo lamentarían.
Entonces Loki avanzó hasta el sitio donde la energía se concentraba, el resplandor podría cegarlo, pero no pasó, sus ojos se volvieron de un intenso color naranja, en ese momento una figura salió de la casa, era Thor. Estaba furioso, Loki podía sentirlo, estaba fuera de control.
—¡Bravo!— dijo Loki con sarcasmo aplaudiendo —¡Mira la mierda que estás haciendo! Eres un Rey muy patético— añadió antes de echarse a reír, en el interior estaba preocupado, no sabía si su presencia sería capaz de controlarlo o debería atacarlo.
Thor lo observó de inmediato, sin embargo, pareció dudar —¡Tú!— rugió señalándolo con uno de sus dedos —Tú— volvió a repetir.
—Yo, sí yo… yo ¿qué?— se burló el moreno acercándose solo un poco más —Si no sabes hablar, entonces, no lo hagas, las bestias malas deben ser castigadas— añadió sin dejar de avanzar, metiéndose con él se aseguraba de atraer toda su atención a sí y que los Aesir no se volvieran un blanco.
Thor cayó en su juego, porque toda su atención se fijó en Loki, avanzó a él disminuyendo la cantidad de energía que salía de su cuerpo, los truenos volviéndose menos salvajes —Mira que buen chico eres, ahora solo deja de intentar quemar todo— felicitó Loki sin dejar de avanzar, en ese punto los separaban solo un par de metros, Thor se apuró a llegar hasta él.
—Oye, no quiero quemarme, apágate primero— advirtió Loki cuando lo vio venir, hablaba en serio a pesar de usar un tono más juguetón, no sabía si podría resistir la intensidad del calor que emanaba de Thor.
El rubio lo entendió así que, de pronto, toda la energía, los truenos, incluso la lluvia que comenzaba a caer cesó por completo, el Alpha se apuró a llegar hasta Loki, como si de un loco se tratara lo tomó de los hombros asegurándose de que se trataba de él y no de una ilusión, tras asegurarse que se trataba de Loki tiró de él hasta la casa de la que momentos antes salió, el moreno no opuso resistencia, aún estaban en un punto complicado.
El aroma a quemado inundaba el lugar, Loki dibujó un gesto de disgusto en su rostro, Thor lo observó creyendo que se trataba de una reacción a él, estuvo a punto de iniciar a emanar energía, pero Loki aclaró de inmediato —Esto huele a quemado, hay que abrir una ventana— sugirió haciendo un gesto con la mano abriendo una de las ventanas.
Thor siguió tirando de él con fuerza, hasta que llegaron a la habitación, la cama y todo el sitio era un caos —Espera— dijo Loki, susurró algo y de pronto la habitación se hallaba limpia y la cama estaba hecha —Mucho mejor.
Thor asintió y, en un movimiento rápido, empujó al moreno hasta la cama, Loki no dijo nada, sabía que necesitaría contacto, esperaba que no fuese necesario el sexo. —Mío— murmuró Thor posándose sobre Loki, parecía observarlo con verdadero interés, parecía meditar algo, el Omega por su parte sonrió y se movió para sacarse la chaqueta que lo cubría, Thor entendió aquello como una señal y se apuró a romper la camiseta de Loki para desnudarlo.
—No, no, ¿qué haces?— dijo cubriéndose el área del pecho.
—MÍO— repitió Thor atacando a Loki con un beso lleno de deseo, sus labios se movían demandantes de ser correspondidos, el moreno dudó en corresponder, estaba en clara desventaja, su cuerpo era presionado por la mole de músculos que es Thor, estar en esa posición, en aquel momento parecía un deja vú.
Loki por fin correspondió al beso dejándose llevar, debía admitir que ansiaba tanto estar en esa posición, sometido bajo los deseos de Thor, a su merced… anhelaba tanto estar con él, besarlo, dejar que lo acaricie…
Thor llevó sus manos hasta el inicio de los pantalones de Loki y sin mucho esfuerzo tiró de ellos hasta que no estuvieron más en el cuerpo del moreno, hizo lo mismo con su ropa interior, en ese momento tenía desnudo, bajo su cuerpo, Loki. —Está bien, está bien si solo nos quedamos así— dijo el Omega cuando notó que Thor parecía dudar si avanzar o no. Incluso estaría dándole un escape a Loki de esa situación.
Pero Thor no pensaba dejarlo ir, en un movimiento rápido desgarró sus propias ropas y se posó entre las piernas de Loki —No— dijo el moreno encogiéndose al ser consciente de las intenciones de Thor.
—Sí— respondió tranquilo el Alpha antes de volver a besarlo con la misma intensidad de antes, Loki se dejó llevar, rodeó con sus brazos el cuello de Thor evitando que se aparte de él.
El Alpha no se detuvo ni un momento, continuó besando a Loki a medida que dirigía su ya firme erección a la entrada del moreno, quizás si estuviera en todos sus sentidos se preocuparía por prepararlo, pero él no lo estaba pensando, actuaba por puro instinto, así que, sin pensarlo mucho, entró en él. Loki mordió sus labios para ahogar un grito de dolor, aquella acción hizo a Thor entender que fue muy brusco.
—Lo siento— murmuró volviendo a besarlo para relajarlo.
—No te muevas, tengo que acostumbrarme— murmuró Loki en sus labios, Thor dejó de besarlo un momento para dirigirse a su cuello y lamer aquel punto tan especial en Loki, sin embargo, soltó un gruñido molesto.
—No puedo— dijo, era claro que no podía sentir el aroma de Loki, cuando la conexión se rompió incluso la capacidad de percibir el aroma del Omega se le fue negado, en una época normal aquello era útil, así Loki se ocultó durante mucho tiempo de él, sin embargo, en esos momentos podría ser un terrible inconveniente, Thor aún era inestable, ahora estaba molesto por no poder sentir la esencia de Loki.
El moreno no tuvo otra opción, mordió uno de sus labios con fuerza dejando escapar un hilillo de sangre y atrajo a Thor para besarlo, tan pronto como hizo aquello el Alpha se relajó, de pronto toda la esencia de Loki dio en su sentido del olfato —Delicioso— murmuró volviendo a su punto de origen lamiendo y besando la piel, causando jadeos y gemidos por parte de Loki, sin pensarlo mucho decidió que quería moverse y lo hizo.
La primera estocada pegó en el punto de placer de Loki con firmeza, un grito escapó de sus labios, una corriente eléctrica azotó su cuerpo logrando que clave sus uñas en la espalda de Thor —No te detengas— pidió y él obedeció, sin dejar de besar su piel, Thor dio una y otra vez en el interior de Loki, causando increíbles olas de placer. El Alpha también jadeaba, sin dejar de moverse llevó sus labios hasta el pecho de Loki con la intención de besar y chupar sus pezones —No, allí no— dijo.
Thor pareció enojarse ¿acaso Loki no conocía lo que significaba “MÍO”? así que, ignorando las palabras de Loki se acercó y lamió esa zona, de pronto un líquido blanco escapó de sus pezones, no tenía un mal sabor, sin embargo, aquello parecía haber sorprendido a Thor —Tengo un bebé, no te comas su alimento— regañó Loki ansioso de que siguiera embistiéndolo como si no hubiese un mañana, ya que, por la sorpresa Thor bajó la intensidad de sus movimientos.
El rubio parecía realmente confundido, entonces, confiando en que Thor estuviera lo suficientemente inconsciente, aclaró —Tenemos un bebé, deja un poco de mamá para él— aquella frase pareció devolver el dese a Loki, lo que sea que entendiera, sirvió para siguiera embistiendo casi salvaje el cuerpo de Loki.
El Omega gemía y jadeaba, algunas veces gritaba, Thor se lo estaba haciendo tan bien que sentía que moriría de placer, un par de estocadas más y ambos se unieron en un beso que ahogó el grito que escapó de sus gargantas al llegar al clímax.
Thor se dejó caer sobre el delgado y fino cuerpo de Loki, aún sin salir de él, se quedó dormido. El moreno suspiró ¿qué mierda hizo? ¿Debería borrarle la memoria otra vez? Definitivamente no podía hacer eso, alguien más le diría que estuvo allí, lo único que le quedaba era quitárselo de encima, limpiarse y fingir que nada de eso pasó, que únicamente lo ayudó a controlarse.
Intentó alejarse de él, pero cada vez que se movía Thor lo sujetaba con fuerza, tras unos intentos infructuosos, por fin el sueño lo venció, cerró los ojos un momento y se quedó dormido.
Thor no supo a qué hora recobró la consciencia, sintió el cuerpo aún presionado por el propio, enfocó la vista observando que se trataba de Loki, observó su piel llena de marcas de besos y mordiscos, entonces notó que estaba aún en su interior, lentamente salió de él.
—¿Qué pasó?— dijo consternado, entonces los recuerdos de la noche anterior volvieron a él.
Desde que vio aparecer a Loki en Nuevo Asgard hasta el momento en que ambos se quedaron dormidos… entonces algo dicho por Loki resonó en su cabeza, Tenemos un bebé… ¿Era posible? ¿Ese niño era su hijo?