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Apaga el sol por KittieBatch

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Capítulo Tres: Un Frío Problema

 

Poco faltaba para el cumpleaños de Jör, el tiempo en Midgard transcurría mucho más rápido que en Asgard, sin embargo, Loki quería celebrar a su hijo, por eso fue a la ciudad, aprendió rápido la vida de los Midgardianos, comprendió sus costumbres y las asimiló, con ayuda de Frigg y Balder llevaba una vida fácil como cualquier habitante de Midgard, practicaba su magia tanto como podía y, mantenía contacto frecuente con Strange, Carol y Valkyrie. 

 

Se prometió solo un par de compras, pero terminó andando con Jör cómodamente en su carrito, por una de las zonas comerciales que más le gustaban de la ciudad, fueron de tienda en tienda y, por último optó por llamar a Balder y pedirle que fuese por ellos en el auto, podía ir y transportarse, pero hacerlo frente a tantas personas era complicado si no quería llamar la atención. 

 

En algún momento escuchó que alguien llamaba su nombre, su primer impulso fue huir, corrió tan rápido como pudo a un callejón cercano y esperó a ver si alguien lo seguía, tuvo miedo, miedo de que alguien lo reconozca, y que ese alguien fuese Thor, por suerte con el vínculo roto, sería imposible que Thor supiese dónde estaba o sintiera siquiera su presencia.

 

Jör parecía hambriento, así que, tras asegurarse que era seguro, siguieron su camino hasta una cafetería donde pudo tomar asiento y darle de comer a su hijo mientras esperaba a Balder.

 

Su relación con él era cercana, se preocupaba por ambos, siempre amable y servicial… Algunas veces Loki se preguntaba por qué seguía soltero, era todo lo que cualquiera pudiese necesitar, un buen Alpha, guapo, cortés, protector, responsable… un buen tipo. Cuando Balder llegó, el bebé descansaba en los brazos de su madre completamente dormido, así que decidieron pedir un postre y pasar un rato agradable. 

 

—¿Qué tienes?— preguntó Balder al notarlo ausente.

 

—Recuerdos— sonrió nostálgico —Algunas ocasiones recuerdo al padre de Jör… me pregunto por él, lo que hará o dejará de hacer… tonterías.

 

—No lo entiendo Loki, ¿Qué pasó? tus palabras son un anhelo de su presencia junto a ti, pero, él no está.

 

—Es complicado de explicar, pero que no estemos juntos es lo mejor, jamás lograría cumplir su destino conmigo a su lado, fui un problema la mayoría durante casi toda mi vida, con los Aesir especialmente, jamás estuve cómodo del todo. 

 

—Ellos nunca supieron tratarte Loki, nunca fuiste un Aesir, estabas destinado a ser alguien grande y ellos te encerraron en sus creencias para contener tu poder, te alejaron de los tuyos y corrompieron tu alma… Y aún así, estás aquí, de pie, iniciando una vida diferente junto a tu hijo— animó Balder, el rubio era buena compañía, siempre con una palabra de aliento para los momentos de dudas.

 

—¿Lo hago bien?— preguntó observando a su hijo, por suerte Frigga fue una madre amorosa, ella lo crió para ser alguien grande, fue la única en Asgard que jamás lo vio como inferior, ella disfrutaba de practicar magia con él, instruir… 

 

—Lo haces— contestó Balder con seguridad. 

 

Al volver a casa Loki sintió un pequeño escalofrío, algunas veces pasaba, era magia contenida, Strange se lo advirtió, necesitaba liberar sus magia de vez en cuando, pero con una vida doméstica el mayor uso era el escudo que protegía la casa. 

 

¿Cómo podría hacerlo? Quizás debería practicar aún más, en sus planes no estaba volverse uno de esos amigos de Thor que van por allí defendiendo al mundo. Quizás si remodelaba una vez más su casa… 

 

Valkyrie recibió la visita de Carol un mes después en Nuevo Asgard con emoción, la rubia llegó con noticias de otros espacios del universo, trajo algunos regalos para los Aesir y charló con Thor sobre cómo marchaba todo, sin embargo, esta ocasión no se quedaría —Visitaré a María en esta ocasión— comentó Carol cuando le cuestionaron lo breve de su visita. 

 

—Yo también iré— anunció Valkyrie —Hace mucho que no la veo, quiero ver como marcha todo— dijo a Thor, ella no solía ausentarse de Nuevo Asgard, eran muy pocas las ocasiones en que iba por su cuenta pero, supuso que necesitaba su espacio, hacía mucho liderando algunas de las actividades importantes de los Aesir. 

 

Pero en esa ocasión Thor no creyó que fuesen ambas de visita a casa de la amiga de Carol, observó a Valkyrie forjando una joya un par de lunas atrás, por lo que entendía, solía darse a los bebés al cumplir el primer año, le resultó sospechoso, aunque existía la posibilidad de que la amiga de Carol hubiese tenido otro hijo, Thor sabía muy poco de esa mujer, así que dejó pasar el asunto.

 

Valkyrie y Carol se marcharon al amanecer, el trabajo en Nuevo Asgard siguió como siempre, sin embargo, por la tarde Thor no se sintió bien, había algo extraño, una sensación de inquietud que parecía no pertenercerle, sin embargo, se diluyó tras un par de horas ¿qué significaba? No lo sabía, y tampoco tuvo mucha cabeza para averiguarlo. 

 

Stephen y Loki estaban preparados para ese momento, la bendición de una Valkiria era importante para un bebé al llegar a su primer año, al menos en la cultura Aesir, Loki no pudo evitar cumplir con el ritual, después de todo, Jör era mitad Aesir. Pero el ritual podía ser algo molesto, Loki tuvo que drenar toda la magia Jotun de Jör y Stephen levantó un campo de protección para evitar cualquier de desastre, Balder y Frigg se prepararon como refuerzos en caso de necesitarlo. 

 

Valkyrie forjó bajo la luz de luna un collar que crecería con Jör, le aseguraría buena salud y un alma fuerte y la habilidad de un guerrero. El bebé se asustó y se echó a llorar por un tiempo considerable hasta que Loki devolvió la magia a su cuerpo, entonces el collar brilló con fuerza respondiendo a la naturaleza del niño, mitad Jotun, mitad Aesir. 

 

Además del collar, Jör recibió juguetes a montón por parte de todos, hasta el mismo Strange llevó algo al niño. 

 

—Necesito ayuda con algo— dijo a Loki cuando el festejo terminó y Jör descansaba en su habitación.

 

—¿Qué clase de ayuda?— preguntó el Jotun con interés.

 

—Un libro con idioma que desconozco, quizás tu puedas verlo, el problema es que no puedo sacarlo del Sanctum Sanctorum, ¿podrías venir y revisarlo?

 

Loki pareció meditarlo por un momento ¿Ir a Nueva York? lo más lejos que fue desde que llegó a Midgard fue Berlín, además, de ir debería llevar a Jör con él —¿De cuánto tiempo estamos hablando?

 

—Sí conoces el idioma te pediría que lo traduzcas, lo necesito, quizás dos días ¿qué tan rápido eres?— comentó logrando una mirada ofendida de Loki.

 

—Los midgardianos son lentos… ya veremos qué sucede, no conozco todos los idiomas, así que no te ilusiones— y de esa forma Loki aceptó ayudar a Strange. 

 

Con un año Jör era un niño sano, aunque compartía magia con su madre, aún no daba muestras de ella, tampoco lo necesitaba, Loki lo vigilaba celosamente, siempre que necesitaba salir, incluso si era al jardín, Jör iba con él, cortaban flores, plantaban otras, disfrutaban de un día tranquilo, a Jör le gustaba especialmente cuando su madre le cantaba, podía quedarse quieto escuchando a Loki cantar por horas y ese simple gesto le dolía al moreno, porque Thor también tenía la manía cuando niños de escucharlo cantar, aún si era la nana que su madre usaba al ir a la cama, Thor siempre quería escuchar la voz de Loki.

 

Jör aprendió a caminar pronto, también hablaba, pero es el tipo de niño que lo hace solo si lo encuentra necesario, la única palabra frecuente era “Mamá” el resto ya podían arreglárselas con un sonidito o una sonrisa de su parte, 

 

Y esa sonrisa era lo que Thor parecía ver en sueños, era limpia, agradable, dulce… venía a un bebé sonreír persiguiendo una mariposa, estornudar y después todo se volvía negro, algunas ocasiones tenía la sensación de que tuvo uno de esos sueños vividos que dicen algo, pero siempre terminaba olvidándolo al despertar. 

 

El rubio intentaba concentrar su energía en mantener Nuevo Asgard por buen camino, su idea sobre la medicina Aesir y la de Midgard no resultó tan descabellada para las entidades de salud, Selvig fue de mucha ayuda en el tema, ahora realmente estaban preparando un programa de capacitación para personal sanitario en la medicina de Asgard, además de un recopilatorio de enfermedades contagiosas y no contagiosas. Todo marchaba bien, así que se tomó unos días para ir por su cuenta y visitar a sus buenos amigos, Tony y Steve, ellos vivían tranquilamente en Nueva York criando a sus hijos, cuando podía le gustaba estar con ellos. 

 

Sabían que la paz no sería eterna y que, algún día necesitarán reunirse otra vez y pelear, pero, ahora, disfrutarán de sus vidas. 

 

Repasaba su última pesadilla, siempre volvía a él de alguna forma el momento exacto en que perdió a Loki, veía a Thanos romper su cuello, sus ojos apagarse… el cuerpo frío de Loki… Sabía que Loki vivía, Carol se lo dijo, a él le pareció verlo tiempo atrás en Berlín, Selvig tuvo el mismo avistamiento, solo significaba que Loki no pensaba volver a su lado.

 

Recordó la ocasión en que creyó verlo, aquel carrito de bebé, ¿tendría acaso una familia? ¿Se unió a un Alpha? ¿A quién? conocía demasiado a Loki para saber que jamás estaría con un Midgardiano. 

 

Se detuvo en el cruce esperando al semáforo cuando alguien lo tomó del brazo, sorprendido sonrió al notar de quien se trataba, no era otra que Jane, ella también sonrió, ¿Hace cuánto no se veían? 

 

—Hola Thor— saludó amable, ella fue tan importante para él, la quiso tanto…

 

—Hola Jane, ¿qué haces por aquí?— dijo nervioso.

 

—Lo mismo podría preguntar, vine a un simposio ¿y tú? ya supe que ayudaste contra el loco de Thanos, gracias por salvarnos— ella no soltaba el brazo de Thor —¿Quieres ir por un café?

 

Thor lo pensó por un momento, no estaba para distracciones, pero hace tanto que no la veía, no terminaron bien y no había nada de malo en charlar un momento —Claro, ¿cómo va el trabajo?— preguntó por preguntar, ella se afianzó de su brazo a tiempo para cruzar y dirigirse a una cafetería cercana.

 

—Creo que bien, tengo un nuevo equipo y fui nominada para un Premio Nobel, algo muy importante en el mundo de la ciencia— explicó ella para que Thor entendiese lo trascendental del asunto. 

 

—Me alegra que todo esté yendo bien— comentó él cuando tomaron una mesa con vista a la calle.

 

—¿Cómo va Asgard?

 

—Mejor, las cosas mejoran, todos hacen un trabajo estupendo— Thor recordó algo sobre su relación con Jane, ellos hablaban muy poco, no porque fuesen de mundos diferentes, pero las diferencias entre gustos era tal que siempre terminaban en silencio, cosa que jamás le pasó con Loki, aunque eso era obvio, era su hermano, se criaron juntos, conocían tan bien al otro…

 

—Lamento lo de tu madre Thor y lo de tu padre— ella tomó en sus manos las de Thor para dar consuelo, él aceptó el gesto aunque no recordaba que fuese noticia la muerte de Odín, quizás su expresión lo delató porque ella se apuró a aclarar la situación —Selvig me lo contó, lo vi hace unos días y me habló de lo que pasó.

 

Quizás debería pedirle a Selvig que guardase la información para él y solo para él —Fue difícil pero, así avanza el tiempo, algunos se van por las razones que sean, lo único que lamento fue no tener más tiempo con ella, algunas ocasiones creo que ella debería ser quien lidere la reconstrucción de Asgard y no yo, no tengo suficiente experiencia o calma para hacerlo… pero ella entrenó a Loki en las artes de la política y un buen discurso, él es un buen negociante— mencionó con tristeza, todo sería tan fácil con él de su lado. 

 

—Pero él no es de Asgard ¿cómo podría liderarlos? él debería estar con su gente ¿no?— dijo ella y de la calma Thor saltó a la furia ¿cómo se atrevía a decir aquello de Loki?

 

—Lo mismo dijeron de ti cuando fuiste a Asgard— soltó —pero yo creía en ti, sin embargo, quizás me equivoqué en esa ocasión, pero Loki se crió en Asgard, conoció al Pueblo incluso más que yo, sus necesidades y faltas… él debería ocupar el Trono, sin embargo, también podría liderar con sabiduría Jotunheim.

 

Jane se arrepintió de sus palabras, ella no era quién para hablar así de Loki, lo conoció brevemente, sabía de su naturaleza juguetona y despreocupada, pero jamás se interesó por él más de lo necesario, sabía que le guardaba especial rencor por la muerte de Frigga —¿Qué fue de él?— se animó a preguntar para que Thor no creyese que tenía algo personal contra su hermano.

 

—No lo sé, cuando Thanos nos atacó lo asesinó frente a mis ojos, sin embargo, Loki se las arregló para sobrevivir, pero no sé donde está— comentó observando la calle con anhelo, quizás si volvía a Berlín podría dar con una pista de Loki, necesitaba verlo, hablar con él, saber que se encuentra bien.

 

—¿Ese no es Loki?— señaló Jane hacia el otro extremo de la calle, Thor tuvo unos segundos para asegurarse de que lo era.

Loki caminaba con calma buscando la heladería que le recomendó Wong, tenía antojo y necesitaba despejar su mente de las largas horas de trabajo traduciendo ese maldito libro que Strange necesitaba, definitivamente estaba fuera de forma con eso de los idiomas. 

 

Con unos jeans oscuros, una camiseta blanca y un par de lentes oscuros paseaba con Jör en el portabebés, el pequeño señalaba todo cuanto veía y Loki respondía a algunos balbuceos y otras palabras. Por fin dio con la heladería y entró, pidió un helado de chocolate, el verano estaba en lo mejor y él disfrutaba del clima, para alguien que puede enfriar su cuerpo a antojo, no parecía ser algo que moleste demasiado. Salió de la tienda con el helado y un Jör curioso por lo que comía su madre, le ofreció probarlo y el bebé lo hizo relamiéndose, sin duda era su hijo, amante de las chucherías. 

 

Caminó por allí, no quería volver tan pronto al Sanctum Sanctorum, por suerte Ross distraía últimamente a Strange, había que ser un verdadero mártir para aguantar a ese arrogante Hechicero más de cinco minutos.

 

Jör señaló una tienda de bebés que exhibía un enorme oso de peluche con un lazo verde en el cuello, a Loki le pareció divertido así que esperó para cruzar, cualquier capricho que Jör quisiera él se lo daría, lo daría todo por verle feliz. 

 

—Tranquilo, iremos por el oso— murmuró dejando un beso en su frente —Mami te dará todo lo que quieras cariño, mami te dará el mundo si es lo que necesitas para ser feliz— decía.

 

Entonces la luz se puso en verde y cruzó, ellos eran los únicos que iban al otro lado de la calle, por suerte, porque en ese momento Loki escuchó como las llantas de un camión dieron un estruendo horrible al tratar de frenar, se dirigía a ellos, en un segundo todo podría terminar para ambos, pero Loki fue más rápido que cualquier peligro, con ambas manos generó un campo de fuerza que congeló no solo al camión sino a todos los autos que éste arrastró, algunos quedaron flotando en el aire por la fuerza de Loki, otros se detuvieron al estar congelados al asfalto, escuchó gritos y personas que se preguntaban si todos estaban bien, Loki descendió con suavidad a aquellos suspendidos en el aire permitiendo que nadie se lastime.

 

Con todos en el suelo y a salvo dio una mirada furiosa al conductor del camión que lucía aterrado, molestó su día, su helado estaba en el suelo y Jör lloraba asustado —Tuviste suerte— dijo al hombre que temblaba tras el volante —Hiciste llorar a mi hijo… deberías pagarlo— siseó molesto congelando por completo al camión sin tocar al hombre —Por hoy te daré una segunda oportunidad, pero si vuelves a cometer algo así, te buscaré y te mataré— advirtió y siguió su camino hacia la tienda de osos, intentando calmar a Jör y distraerlo.

 

Thor observó a Loki pretender cruzar la calle, ahora estaba seguro, tenía un hijo, pues lo vio llevando a un bebé consigo y susurrando con ese gesto que vio únicamente en su madre, no supo si ir tras él o no, parecía tan feliz con su hijo, libre de Asgard, libre de él… entonces un estruendo de llantas y autos siendo arrastrados por un vehículo más grande lo sacó de su parálisis momentánea, Loki cruzaba la calle y aquellos autos iban en su dirección, le harían daño.

 

Corrió fuera del café llamando al Stormbreaker, no llegaría hasta ellos para contener el golpe, entonces Loki frenó aquellos autos con magia que jamás le vio usar, los sostuvo por los aires congelando todo a su paso, protegiéndose y a su hijo, el bebé comenzó a llorar y aquello enfureció a Loki, sin embargo, puso a todos a salvo. Thor se acercó lentamente al lugar observando junto a los curiosos que observaron tan magnífico poder proteger a todos de un desastre inminente, vio como Loki amenazaba al conductor responsable de aquel desastre y, tras unos momentos, le observó seguir su camino.

 

Lo siguió hasta la tienda de bebés donde él parecía distraer a su hijo de lo ocurrido, por fin pudo verlo, cabellos rubios, ojos esmeralda y, aquella sonrisa que veía en sueños, aquella que lo estaba atormentando. Vio a Loki tomar algunos juguetes, un oso de peluche, algunos otros animales y un par de cuentos infantiles antes de ir a la caja y pagar, Thor salió de la tienda dispuesto a encararlo cuando salga. 

 

—Mira cariño, mami compró esto para ti— decía Loki cuando salió de la tienda mostrando un juguete a su hijo con la mano que tenía libre. 

 

El bebé sonrió y Loki suspiró, quizás debería volver al Sanctum Sanctorum y terminar con el dichoso libro para volver a casa —Volvamos con el tío Stephen, después a casa ¿sí?— le dijo a Jör y él sonrió.

 

Loki anduvo unos pasos hasta que alguien lo tomó del brazo, reconoció ese agarre al instante —Loki— escuchó a Thor llamar su nombre, cerró los ojos intentando que aquello fuese una pesadilla —Por favor, Loki— no, no se trataba de una pesadilla, Thor interrumpió su camino obligándolo a verle.

 

—Thor— dijo asustado.

 

—Por fin te encontré— el Alpha intentó abrazarlo, sin embargo, Loki no lo permitió.

 

—Por favor, déjame seguir mi camino— pidió y el rubio afianzó aún más el agarre que tenía en Loki.

 

—No, no puedo— dijo con ese tono que usa cuando no piensa ceder —¿Por qué no me dijiste que tienes un hijo? ¿Dónde has estado todo este tiempo? Te necesitamos en Nuevo Asgard— Thor observó al bebé y notó el detalle del collar que Valkyrie forjase tiempo atrás, se sintió molesto con ella ¿por qué le ocultó que sabía el paradero de Loki?

 

—Thor, déjanos ir… No tengo nada por hacer en Asgard, es tu Pueblo, no el mío, he hecho mi vida— amaba a Thor con locura, incondicionalmente, rompería el mismo cosmos si con eso Thor conseguía ser feliz, pero, también sabía que el peor error que puede cometer Thor es estar a su lado, aún si no hubiesen cruzado la línea a algo carnal, Loki siempre fue un problema para el Heredero de Asgard —Los Aesir quieren a alguien de su sangre con ellos, no a un Jotun, todos estamos donde debemos estar— sonrió con tristeza —déjame ir, necesito alimentar a mi hijo.

 

—Dime dónde encontrarte, dime dónde estarás y te dejaré ir— pidió desesperado Thor, no quería que Loki desapareciera otra vez, lo necesitaba con él, saber que está bien y que, cuando quisiera podría visitarlo.

 

Loki pareció meditarlo antes de pronunciar —Si debe ser así, volveremos a vernos, no sé cuándo o dónde, cuídate por favor— dijo antes de, dejar un beso superficial en los labios del rubio y desaparecer como si fuese una visión. 

 

Thor se quedó allí, a mitad de la acera con el corazón latiendo tan rápido como le es posible, con la suavidad de Loki aún en sus labios, con el aroma tierno y dulce del Omega, pasó un tiempo considerable hasta que se dio cuenta de un detalle, a sus pies se encontraba un peluche que supuso, era del hijo de Loki, lo levantó y sostuvo en sus manos con cariño ¿acaso eso sería lo único que tendría para recordar a Loki? Un beso y un peluche… 

 
Notas finales:

Admito que no esperaba que el capítulo saliese tan largo, sé que no estoy actualizando en una fecha específica pero, intento hacerlo tan rápido como sea posible, por favor, tenerme algo de paciencia ¿sí?


Espero que les gustase el capítulo, recuerden que me encuentran como KittieBatch & Ships en Facebook y en todos lados como @KittieBatch, últimamente me está gustando eso de las historias en Instagram.


¡Besos!


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