Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fatum por ParadiseNowhere

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

De verdad que quería escribir esto, de verdad que sí.

Pero después de una mudanza en el peor año para hacerla, he encontrado tiempo. Espero que siga siendo así.

Justo un instante antes de que sus labios se tocaran, una flecha atravesó el aire e impactó en el hombro del ser.


En vez de mostrar dolor en su rostro, la mente abrumada de Gael pudo distinguir una mueca de ira pura, transformando en aterrador lo que antes le parecía hermoso.


Siseando, se giró con la flecha asomando de su hombro… y Gael ya no distinguió nada más. Cayó hacia atrás en la hierba alta. Se sentía febril, su mente no daba coordinado audio e imagen, lo veía todo con bordes borrosos en su campo de visión.


No supo cuánto tiempo estuvo tumbado con la mente divagando sin puto de ancla, pero le pareció una eternidad. La sensación era demasiado desconcertante.


Entonces alguien entró en su campo de visión. Era un hombre, ¿era un hombre, verdad? Daba igual, la supuesta otra persona lo sacudía y su voz le llegaba distorsionada y en oleadas.


Se acercó mucho más a él y por un instante pudo entender lo que decía.


-¿Te ha besado?


Qué pregunta tan extraña. Que hombre tan extraño. Ahora que veía su cara bien era obvio que era un hombre. Era joven, de barba y pelo negros. Sintió lo cerca que estaba, sintió su calor. ¿Por qué aquel hombre barbudo tenía cara de preocupación? Daba igual, sentía el calor de su cuerpo. Y aunque se sentía caliente, necesitaba más calor.


Medio a tientas, rodeó el cuello del hombre y se irguió para poder tener más contacto con su cuerpo. Se había aferrado tan bien a él que la nariz rozó la piel del cuello ajena. Un atrayente aroma le inundó las fosas nasales. Era picante, le hacía cosquillas en la nariz y lo embriagaba por completo.


Su mente no pudo soportar tanta información junta y se desconectó del todo.


 


*****


 


La cabeza le dolía horrores y le costaba mucho abrir los ojos.


Estaba incómodo, encogido en una postura extraña. Algo lo cubría, pero no sabía bien el qué. Se revolvió en el sitió y notó que estaba encogido porque estaba en un espacio pequeño.


El desconcierto y el miedo que sentía por estar en un lugar extraño lo ayudaron a despegar los parpados.


Estaba en el asiento trasero de un coche.


¿Era su coche? No, no lo era.


Su espalda estaba apoyada contra los respaldos y sus brazos colgaban en el hueco de los pies. Estaba tapado con un abrigo que no era suyo. Levantó la cabeza con cautela.


No había nadie más dentro del coche. Parecía cerrado.


Intentó abrir la puerta que estaba cerca de su cabeza y para su asombro esta se abrió sin rechistar.


Tenía la cabeza rara, no recordaba qué había pasado y estaba en un coche ajeno. ¿Habían intentado secuestrarlo?De la forma más sigilosa que pudo, se deslizó hacia el suelo del automóvil y echó un vistazo fuera. No vio a nadie por ningún sitio y decidió que era el momento de moverse.


Abrió más la puerta y reptó al exterior. Agachado, se deslizó hasta la parte trasera del vehículo


Y entonces se llevó el susto del siglo al notar una mano en su hombro.


Gritó y se giró a la vez que se caía sentado del susto. Desesperado, intentó arrastrarse hacia atrás, mientras veía con ojos desorbitados al extraño.


Pero el hombre no estaba tratando de hacerle daño o de retenerlo. Parecía que intentaba calmarlo. Por alguna razón, no le pareció una amenaza y eso lo tranquilizó un poco.


El hombre de la barba retrocedió un poco, con las manos a la vista, y le preguntó:


-¿Cómo te encuentras?


-Bien, creo… que bien- respondió algo descolocado.


Miró bien al otro y le resultó familiar. De pronto le vino a la cabeza el olor corporal que tenía y todo lo que había pasado fue apareciendo en su cabeza. Entonces se tensó.


-¿Esa cosa sigue por aquí?- dijo mirando a los lados.


-No, se ha ido. Estás a salvo. Te desmayaste y te traje a mi coche.


Entonces reparó en él, en su cuerpo, un poco más detenidamente. Parecía alto y fuerte. Más alto aún que él. Tenía el pelo y la barba bien recortados y los ojos de un marrón muy oscuro.


Por un momento pensó que era guapo. Al momento siguiente, se sonrojó un poco y dijo que qué sabría él, si solo le gustaban las mujeres.


-Me llamo Raul- continúo el hombre- Y ahora tengo que hacerte una pregunta que te sonará rara, pero que es muy importante. ¿El Fatum te besó?


-¿El qué? ¡No! No me besó. Creo. Pero sí que estaba muy cerca.


Raul lo miró con cara de preocupación y le tendió una mano, que él aceptó. Lo aupó del suelo con insultante facilidad.


Una vez de pie, echó un vistazo alrededor. Estaban en el claro del bosque en el que él había aparcado. De hecho, su coche estaba un poco más allá. No había ninguno más.


-Bueno, aunque no te haya besado estuvo muy cerca. Su aliento seguro que te afectará un poco.


-¿El aliento de qué? ¿Qué ha pasado? ¿Y qué diablos era eso?- preguntó Gael, sintiéndose muy descolocado de pronto.


Raul suspiró.


-Bueno, tienes que saberlo. Al fin y al cabo puede afectarte. Vale, soy consciente de que voy a contarte la historia más loca que hayas oído en tu vida, pero voy a contarte la verdad.

Notas finales:

Bueno, espero poder continuar pronto.

Recordad, si algo de lo que leéis os recuerda a alguna canción, dejádmela en comentarios. Así descubro música nueva.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).