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Esa tarde había almorzado con Mary Anne pues Bryan no había podido, ahí le dijo que no iba a poder asistir a la reunión después del trabajo.
-Es una pena –dijo ella- hace falta relajarse.
-Ya lo creo, y bueno ¿Cómo te va en el trabajo?
-Me va bien.
-Eres vendedora sénior según me dijo Bryan.
-Así es, las comisiones están muy bien.
-Eso me dijo, pero no lo veo muy convencido, habló de buscar otras opciones.
-Sí… -respondio exhalando un suspiro- no quiero que se vaya, pero está inconforme y bueno, yo lo entiendo, aunque no se qué cambios podrían hacerse sin afectar a los vendedores sénior.
-Es complicado, es cambiar un sistema que ha funcionado durante años.
-Así es y nadie quiere dejar su posición, al menos no nosotros los sénior.
Terminaron de almorzar y regresaron a sus ocupaciones.
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La mañana del sábado decidió ir a almorzar a Malfoy Manor, no porque deseara ver a sus padres, aun estaba resentido por la patada en el culo que recibió para echarlo de la mansión, era algo que había comenzado a rondar en su cabeza.
-Hijo me da mucho gusto tenerte aquí –dijo Narcisa mientras pinchaba un trozo de fruta- te extraño.
-Sí claro.
-¿Y cómo te está yendo? –Preguntó Lucius endulzando su té- espero que te estés comportando a la altura.
-¿Y por qué no habría de hacerlo, porque soy gay?
-Hijo tú no eres gay –respondio Lucius con actitud condescendiente al tiempo que tomaba el diario “El profeta”- solo estas confundido.
Draco exhalo un suspiro y prefirió dejar el tema para no salir discutiendo, mejor decidió sacar el tema por el cual había ido.
-Oye papá ¿el sistema de vendedores es igual en todas las empresas?
-¿A qué te refieres?
-A conocimientos funcionales relacionados a los procesos de venta, técnicas, metodologías de venta consultiva o estándares requeridos para cumplir con sus labores diarias.
-Básicamente si, obviamente cada empresa tiene sus propios estatutos ¿Por qué?
-Me encontré con unos conocidos de la facultad que trabajan ahí y me han contado de varias inconformidades debido al sistema que maneja el departamento de ventas.
-¿Cómo cuales?
Draco procedió a contarle lo que sus amigos le habían dicho.
-Ya veo ¿y cuál es el punto de preguntar?
-Se me ha ocurrido algo pero no tengo los suficientes conocimientos para darle forma a esta idea.
-Entiendo… -respondio pensativo, para luego añadir: -Tengo un viejo amigo que trabajó ahí durante décadas, ya está jubilado y fue el mejor vendedor sénior ¿quieres que lo contacte para que puedas consultarlo?
-¿De verdad? –exclamó emocionado.
-Claro, le enviaré una lechuza cuando terminemos de almorzar.
-Seria genial, gracias papá.
Lucius sonrió pero ya no dijo nada, estaba complacido de ver a su hijo comprometiéndose con algo que no eran más que fiestas y… maquillaje.
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Esa misma tarde se reunió con Zachary Burton, un viejo mago que apenas parecía respirar pero que a pesar de esa apariencia, sorprendió a Draco por su agudeza mental; pasó ahí toda la tarde e incluso ceno en la casa del viejo mago, quien estaba complacido de que un chico tan joven se interesara en sus conocimientos.
Después regresó a su casa y pasó gran parte del domingo dándole forma a su idea; ya el lunes, cuando terminó la clase de Harry, contrario a lo que hacía siempre, se levantó primero y prácticamente corrió a que el auror firmara su tarjeta ante la sorpresa de todos, luego se marchó dejando a Harry anonadado.
Estuvo así toda la semana, pues tenía prisa por llegar a casa y continuar con su proyecto personal, cualquier duda tenía el permiso de ir a casa del señor Burton a cualquier hora aunque fuese muy tarde pues el viejo mago estaba encantado de ser su mentor.
Esas consultas le eran muy valiosas pues fueron muchas las veces que el mago le hacía ver inconvenientes de ciertas reformas y él tenía que darles forma nuevamente; realmente estaba entusiasmado de su proyecto y esperaba terminarlo pronto para presentarlo al señor Wayne y resarcir en algo su dañada imagen ante él, aunque ese era solo uno de los varios motivos, lo cierto era que deseaba demostrarle a su padre que siendo gay ponía poner en alto el apellido Malfoy y también porque todo aquello le estaba pareciendo muy interesante.
Toda la semana trabajó hasta tarde, por lo que el viernes a la hora del curso, no pudo evitar cabecear mientras Harry hablaba, hablaba y hablaba; se sentía cansado, por lo que decidió tomar las cosas con calma ese día y no salir como caballo desbocado, esta vez esperó a que todos se fueran, aunque al parecer Alice había estado haciendo lo que él hacía antes… salir hasta el final, por lo que cuando la vio haciendo tiempo para quedarse sola con Harry, solo sonrió y se quedó ahí cruzado de brazos en su pupitre nomás para agüarle el rato; ella lo vio ahí muy quitado de la pena y reprimiendo su contrariedad se acercó a Harry.
-Hoy es viernes Harry… -dijo acomodando un mechón de cabello tras su oreja- ¿esta vez sí aceptarás mi invitación a tomar un café? Dijiste que entre semana no tenías tiempo.
-Sí, mira Alice… la verdad es que tengo novia, agradezco tu invitación pero esta salida sería inapropiada, lo siento.
El ver el rostro de Alice fue suficiente para compensar el desagradable sentimiento que tuvo al oír la respuesta de Harry, así que solo se quedó viendo a la pobre chica sonreírle titubeante al auror y salir de ahí lo mas dignamente que podía.
-Podrías haberle dicho eso desde un principio a la pobre mosca y ahorrarle este momento –dijo levantándose- aunque no, me gustó ver su cara de decepción, como si se hubiese perdido lo mejor del mundo.
-¿Y tú? ¿Cómo es que no has salido corriendo esta vez? –pregunto tomando su tarjeta.
-Tengo trabajo Potter y estas ridículas reuniones me quitan tiempo valioso, así que debo aprovechar cada minuto del día.
-¿Por eso te la pasaste dormido el día de hoy?... no creas que no lo noté.
-Tal vez eso sea un indicativo de que debes hacer tus cursos mas amenos ¿no crees?
-No, porque estos cursos no son para que pases el rato, son para que reflexiones sobre tu conducta, además eras el único que dormitaba, los demás estaban muy atentos.
-Sí, como esa chica que estaba atenta a tus pantalones, así cualquiera está atento.
-¿Por qué, se me ven bien?
-¡No torpe, no me refería a eso!
-¿Y entonces?
-Me refería a… ¡ay olvídalo! –respondio tomando su tarjeta y dirigiéndose a la puerta- Gracias a Dios solo faltan dos sesiones.
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Solo que la siguiente semana recibió un correo avisándole que las sesiones del curso se suspendían hasta nuevo aviso, pues una plaga de Gryndilow había infestado varios pisos del ministerio incluido el que usaban para los cursos.
-¿Puedes creerlo? –le dijo a Blaise esa tarde- ¿Cómo es que una plaga de Gryndilows infestaron el ministerio si son criaturas acuáticas?
-Una amiga me contó que son un experimento que se le escapó al departamento de Inefables.
-¿O sea que Grindilows mutantes andan libremente por ahí, cómo es posible?
-Pues ya ves.
-Bueno, como sea, esa plaga me cayó de perlas, puedo trabajar en el proyecto sin estar tan cansado.
-¿Y cómo vas?
-Ha sido difícil, francamente sin la asesoría del señor Burton no hubiese podido darle forma.
-¿Y te falta mucho?
-Algo, pero voy por buen camino.
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Un mes entero duró la limpieza del ministerio y Draco aprovechó cada hora que tuvo libre, su proyecto quedó terminado y listo para presentarlo.
-Draco –dijo el señor Wayne ese lunes- la siguiente semana tenemos una junta muy importante, incluso vendrá el señor Hanson, debes preparar todo meticulosamente, no quiero fallas como la vez anterior.
-Y no las habrá señor… por cierto –dijo ocultando su nerviosismo- tengo un proyecto que me gustaría presentarle y me gustaría que el señor Hanson también lo viera ¿podría darme un espacio en la junta para exponerlo?
El señor Wayne alzo las cejas sorprendido.
-¿Un proyecto, de que trata?
-No me lo tome a mal, no quiero revelar detalles hasta ese momento, espero que no se ofenda.
-Pues no me ofendo, debo confesar que me has sorprendido e intrigado.
-¿Y entonces señor?
-De acuerdo, pero será al final de la reunión, considera que habrá otros ejecutivos.
-Sí señor, muchas gracias.
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Esa tarde se reinició el curso y aunque Draco estaba fastidiado de esas charlas sin sentido, también se daba cuenta de que dejaría de ver a Harry cada tarde, dejaría de ver al auror vestido con su gastada chaqueta de piel y jeans que se ajustaban muy bien a su trasero, a ese Harry de cabello negro brillante y alborotado y hermosos ojos verdes que cada que lo miraban le hacían sonrojar estúpidamente como si fuera un jovencito… si, a pesar de ser un auror regañón, le pesaría ya no verlo de nuevo e interactuar con él aunque fuese a discusiones, así que esa clase decidió quedarse de nuevo hasta el final.
Alice ya no se molestaba en intentar lo mismo, se veía claramente desencantada y con actitud indiferente, algo más que normal en alguien que recibió una patada en el trasero.
-¿Y no hay alguna manera rápida de salir de una cuestión peligrosa?... es decir, alguna técnica mágica –Preguntó Karen.
-Mágica propiamente no –respondio Harry- no hay magia en esto, es solo manejar el temperamento, pero sí puedes hacer algo rápido, como contar hasta diez.
-¿Y luego los hechizamos? –pregunto Draco.
-¡No!... es para calmarte.
-Ah… Mmm pues que aburrido.
-Y eso es todo por hoy, no falten mañana que es el último día por favor.
Todos salieron y Draco se quedó al último.
-No has salido corriendo.
-No, ya terminé mi proyecto –dijo sacando su tarjeta.
-Te ves satisfecho, debe ser algo bueno.
-Muy bueno según yo, eso resarcirá mi imagen ante mi jefe y no quedaré ante él como el neurótico que destroza escritorios con un bate.
Harry sonrió mientras negaba con la cabeza y le entregaba su tarjeta.
-¿En serio Malfoy? ¿No se te ocurrió hacer otra cosa que golpear una computadora con un bate?
-Es que no estuviste en mis zapatos Potter, si fuera así ten por seguro que hubieras hecho lo mismo, mi día había sido horrible por culpa de mis compañeros.
-Eso me suena familiar.
-Esta vez es en serio, no han dejado de meterme el pie por envidiosos.
-Eso también me suena familiar.
-¡Es en serio Potter! -Solo hasta que Harry rio con más fuerza se dio cuenta de que solo estaba molestándolo- eres un tonto.
-No soy yo quien está recibiendo el curso.
-Esos tres son capaces de cualquier cosa con tal de sacar mi culo de la empresa y quedarse con mi puesto, pero no les voy a dar el gusto, ya verás que no –concluyó saliendo muy ufano de ahí.
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El último día del curso en verdad se empeñó en poner atención, pero no por pescar algún consejo del inútil de Potter, sino para verlo moverse y hablar con esos gestos que cada vez le gustaban más.
-Carajo no recuerdo que me gustara tanto en Hogwarts –pensó viéndolo pasar sus dedos por entre su negra cabellera en un gesto por demás inconsciente- Lástima que tenga novia, seguro es la comadrejita… maldita vieja, suertuda ella –Luego se puso a garabatear en su cuaderno mientras recargaba su mandíbula en su mano suspirando melancólico- Lo que haría yo con ese cuerpecito caraqueño, me lo comería a besos…
-Malfoy…
-Lo desnudaría todito…
-Malfoy…
-Le daría la mejor chupada de su vida y le exprimiría hasta la última gota de…
-¡Malfoy!
-¡Leche! –exclamó dando un respingo.
-¿Qué?
-¿Qué?
-¿Leche, de que hablas? –Preguntó Harry con ceño fruncido- no estás poniendo atención.
-Yo… yo… este… -balbuceó sintiendo enrojecer hasta las bolas- hablo de que… de que tengo sed y saliendo de aquí tomare un gran vaso de leche fría.
-Deben saber que no solo estoy impartiendo este curso, yo también tengo la autoridad de evaluarlos y decidir si esto es suficiente o deben continuar con más sesiones.
-Oh vamos Potter…
-Basta, esto no es un juego, te quedarás al final del curso a completar un cuestionario.
-¿Qué, porqué, lo harán todos?
-¿Y por qué habríamos de hacerlo todos? –Preguntó Alice molesta- eres tú quien no pone atención, no nos mezcles en tus embrollos.
-¡Pero…!
-Suficiente –cortó Harry- los demás contestarán otro cuestionario, tú también lo harás, pero el final de la sesión contestarás otro más ¿entendido?
Odiando sentirse como niño regañado, no tuvo más opción que quedarse callado so pena de ser sancionado de nuevo.
Todos contestaron sus cuestionarios y por fin llegó el fin de la sesión.
-Bueno chicos –dijo Harry recogiendo las hojas –De verdad deseo que estas charlas les hayan servido de algo, esta es una antesala al desastre, en serio piensen bien antes de hacer cualquier cosa, porque les advierto que la próxima ya no los veré aquí sino en el cuartel de aurores y ninguno queremos eso.
Todos asintieron en silencio… bueno, casi todos.
-Nos vemos, gracias por el curso y los consejos –comenzaron a decir mientras salían al tiempo que recibían la tan anhelada última firma.
-Deben presentar sus tarjetas en el segundo piso, en el departamento de asuntos menores del cuartel de aurores.
-¿Y por qué no las recibes tú de una vez? –preguntó Draco sin levantarse de su silla.
-Porque esa ya no es mi función, así que no lo olviden, tienen siete días hábiles.
Cuándo todos salieron, Harry sacó una hoja de su carpeta y se la entregó a Draco.
-¿Es en serio Potter?... ¿de verdad voy a contestar otro estúpido cuestionario?
-Sí no quieres no, solo avisaré que necesitas más horas del curso y listo.
-Pero si puse atención, solo me agarraste un poco descuidado –refunfuñó tomando el cuestionario y dándole una ojeada.
-Bueno, demuéstralo contestando esas preguntas.
-Potter en serio, ya es tarde y muero de hambre ¿tú no?
-Sí, por eso agradecería que te apuraras en contestarlo.
-Escucha ¿no es más importante haber asimilado la intención de este curso que aprender conceptos básicos?
-Definitivamente si, pero contigo no estoy seguro.
-Pues es definitivo que no planeo volver aquí, aprendí mi lección si eso es lo que querían ¿Por qué debo contestar este cuestionario de… treinta preguntas, en serio? –añadió sorprendido al ver el contenido de la hoja.
Harry exhaló un profundo suspiro, en ese punto Malfoy tenía razón, lo importante era que entendieran la gravedad de sus actos y contrariamente a lo que su sentido común le dictaba con Draco Malfoy, le creyó.
-De acuerdo –dijo entonces- no lo contestes.
-¿En serio, hay algún truco en esto?
-No –respondio tomando la hoja de su mano- confiaré en que lo que dices es verdad.
Draco lo vio regresar al escritorio y guardar la hoja, por lo que aun sin creérsela se puso de pie al tiempo que guardaba su cuaderno.
-Y entonces… ¿ya puedo irme?
-Después de que firme tu tarjeta, si.
-Ok.
Draco le entregó su tarjeta y cuando Harry se la regresó y estuvo a punto de tomarla, éste dijo:
-Recuerda Malfoy, te repito lo que dije el primer día, ten muy, pero muy presente que la ira desenfrenada, nunca de los nuncas resuelve nada y el resultado es a menudo, mucho peor ¿de acuerdo?
-Sí señor auror –respondio rodando los ojos y tomando al fin la tarjeta.
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Al día siguiente llevó su proyecto al trabajo para sacar copias y armar sus juegos sacando uno más para Bryan, con quien quedó de almorzar en la misma empresa usando una sala de juntas vacía para exponerle su trabajo en tanto su amigo almorzaba.
-Listo, adelante –dijo Bryan ya con su almuerzo listo en tanto Draco estaba al frente de la sala listo para exponer, aunque de hecho ya lo había expuesto con el señor Burton para eliminar errores y practicar, por lo que hacerlo una vez más con Bryan le serviría para sentir más confianza llegada la hora.
Cuando terminó, Bryan estaba encantado.
-¡Draco esto es genial!
-Gracias –respondio sonriendo.
-¡De plano has creado una nueva estructura de ventas, una estrategia y un plan de compensación brillantes!
-Sí, esto seguirá beneficiando a nuestros vendedores sénior pero también hará más fácil para los vendedores junior encontrar el éxito y la estabilidad, metas que persiguen tanto vendedores junior, semi sénior y sénior por igual.
-Esto es genial –repitió recargándose en el respaldo dejando su sándwich en el plato- ¿e ideaste esto tu solo?
-Tuve la idea principal y conseguí asesoramiento para darle forma ¿Qué crees que piensen los jefes?
-Estarán encantados por supuesto, hemos estado teniendo problemas en el reclutamiento y contratación de nuevos talentos para la división de ventas, esto caerá de perlas, créeme ¿y cuando lo presentarás?
-El próximo lunes, hay una junta importante, incluso el señor Hanson vendrá.
-Pues te deseo la mejor de las suertes amigo, aunque creo que no la necesitarás, tu proyecto está más que genial.
-Gracias Bryan, me das confianza, no es lo mismo exponerlo contigo o mi asesor que con los jefes.
-Todo irá bien, ya lo verás.
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