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El rey ninja por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita. Después de unas arduas semanas de trabajos y exámenes, aquí les traigo los últimos capítulos de este fic, espero que les gusten. Vienen varias sorpresas y todas las dudas serán respondidas. Sin más que añadir, los dejo para que lean, ah, y muy importante, vean las Higary-notas al final de los capítulos n.n

ÚLTIMA PARTE

 

-Vaya, vaya –comentó Orochimru, sonriendo-, ¿así que tienes total confianza de que podrás vencerme? No me hagas reír, pequeño príncipe, tú solo jamás podrías contra mí.

-Quizá tienes razón –sonrió-, pero no estoy solo. Jamás lo he estado.

En ese momento, un chakra rojizo comenzó a despedirse desde el cuerpo del rubio.

-¿Finalmente podremos pelear?

-Sí.

-Jejeje, entonces yo te sigo, chico

-E-Es... el chakra del Kyuubi... ¿Cómo es posible que te obedezca?

-No es como si me obedeciera. Kyuubi no es un animal. Podrá ser un demonio –se sujetó el pecho y sonrió aún más-, pero ese demonio es parte de mí.

Realizó varios sellos a gran velocidad.

-Kage bushin no jutsu.

-Era obvio que me atacarías con esa técnica.

 

Sasuke estaba peleando contra Kabuto. A pesar de los ataques del Uchiha, el de lentes se reponía de ellos y continuaba arremetiendo.

-Ríndete, Sasuke-kun –dijo con burla-. Te será imposible vencerme.

-No me hagas reír, Kabuto –lo miró, desafiante-. Ni en un millón de años serás un digno rival mío. Acabaré con esto de una vez por todas... para que así él pueda volver a casa y tome el lugar que le corresponde.

-Qué tierno eres con tu querido Naruto-kun. Pero es una pena, seguramente Orochimaru-sama debe estar a punto de acabar con él.

-¡Cállate!

Acumuló chakra en sus manos y se dispuso a lanzar su mejor ataque.

-Te he visto utilizar muchas veces tu Chidori, Sasuke-kun. No te servirá de nada.

-Yo no estaría tan seguro de ello.

Activó su sharingan, pero de pronto sus ojos rojos cambiaron de forma.

-¿Q-Qué es eso...?

-El chidori era sólo para distraerte, Kabuto. Ahora probarás la fuerza de la técnica suprema de mi clan: el Mangekyou Sharingan.

Sumió al ninja en un profundo mundo de terribles y dolorosas ilusiones. El joven pelinegro había ganado su pelea, así que se puso en marcha para ir en ayuda del rubio.

 

En otra parte, Hinata (con su Byakugan activado) peleaba en contra de un ninja del sonido a la vez que Shino y Kiba combatían contra un par de ninjas de la arena. De pronto, un ninja llegó por la espalda de la chica y se dispuso a atacarla.

-¡Cuidado, Hinata! –gritó Kiba

Pero antes de que el enemigo pudiera lastimarla, fue derribado por la patada de cierto ojiblanco.

-¿Estás bien? –preguntó a la ninja

Ella lo miró: sin duda alguna aquél joven era también un Hyuuga, puesto que tenía su técnica de línea sucesoria.

-S-Sí –le contestó finalmente, con las mejillas rojas-... ¿Pero... quién eres tú?

Un ninja lanzó una bomba y ambos saltaron para esquivarla.

-Soy un amigo de Naruto.

-¿De Naruto-kun?

-Sí... Y todo indica que también soy familiar tuyo.

Los dos se pusieron en pose de pelea y continuaron luchando contra sus oponentes.

-Vaya –dijo Kiba, mirándolos-, hacen buena combinación.

-No te distraigas –le advirtió Shino-, o te tomarán por sorpresa.

-¡¡Aaahh!!

Tenten había sido herida en la pierna izquierda y Chouji estaba delante de ella para protegerla de los ataques.

-Shino, hay que ayudarles.

-Sí.

 

Volviendo con Gaara y Lee, estos ya se encontraban en poses de combate.

-Gaara... ¿por qué la gente de Suna está apoyando al tal Orochimaru?, ¿qué pasó con el reino de la arena?

-No podrías imaginarte si quiera lo que ocurrió. Cuando estuviste allí tú mismo viste la situación en la que estábamos. Pues después de que te marchaste las cosas se pusieron mucho peor. Había muchos disturbios, la gente sufría hambre, fueron días terribles. Entonces apareció Orochimaru-sama y nos pidió que lo apoyáramos, a cambio él nos ayudaría a sacar a Suna adelante. Sabes bien que después de que la familia real fue aniquilada caímos en la desgracia, pero gracias a Orochimaru-sama ahora estamos aquí.

-Pero a cambio están consumiendo a Konoha y la gente de aquí está sufriendo.

-Eso lo sé muy bien.

-Entonces... ¿por qué lo haces? Naruto-kun volvió aquí para recuperar su reino. Por favor, Gaara, detén esta absurda pelea.

-No puedo. Si lo hiciera, mis hermanos estarían en peligro.

-¿Qué?

-Además... si hay alguien que puede detener a Orochimaru-sama, es el príncipe Naruto. Por eso aquél día le salvé la vida.

-Gaara… tú...

-Prepárate, Lee –la arena comenzó a salir de su calabaza-, aunque seas tú mi oponente, no tendré piedad.

-Gaara –se dispuso a atacarlo-, ayudaré a Naruto-kun para que recupere Konoha. Y yo... juro que los recuperaré a ti y a la gente de Suna.

 

Por su parte, Shikamaru, después de dejar a Iruka con unos jóvenes ninjas, se dirigía a toda velocidad a la prisión subterránea del castillo. Allí fue detenido por los dos hermanos de la arena.

-Si no quieres morir será mejor que no des un paso más –le advirtió Kankurou, liberando a una de sus marionetas

-¡Temari, apártense! –dijo el Nara- En este momento el príncipe se encuentra peleando contra ésa serpiente miserable, ¿por qué mejor no nos apoyan? Estoy seguro de que Naruto ayudará a la gente de Suna

-…

-Hermana... –Kankurou miró cómo la chica apretó los puños y sacó su abanico

-Eso no importa –respondió, mirando al joven frente a ella-. Nosotros obedeceremos a Orochimaru... Porque no dejaremos que le haga daño a Gaara.

-Temari...

-Aquí no puedes utilizar tus sombras, Shikamaru. Así que será mejor que te prepares –dijo a la vez que comenzó a agitar su enorme abanico

 

Naruto seguía peleando contra Orochimaru. El tipo serpiente era realmente poderoso. El chico rubio había liberado el poder de tres colas de Kyuubi, pero aún así le estaba costando trabajo pelear al mismo nivel de su oponente.

-¿Por qué no te rindes? –preguntó Orochimaru, sonriendo cruelmente- Si dejas de pelear puede que perdone a tus amigos por rebelarse ante mí. Aunque claro, para ello tendré que tomar tu vida, pequeño príncipe.

-Jamás lo haré.

-Jajaja, ustedes nunca podrán vencerme. No olviden que tengo de mi lado a la gente del sonido y los del reino de la arena. Mientras Gaara, el arma secreta de Suna, esté en mi poder, a los demás no les quedará de otra que obedecerme.

-Gaara... –susurró el rubio, recordando que así había llamado Lee al pelirrojo que lo detuvo en la entrada, y de pronto lo recordó

 

FLASH BACK

 

El pequeño Naruto, de cinco años de edad, caminaba despreocupadamente por uno de los bosques del reino. Se había escapado de sus cuidadores para poder recorrer el lugar a gusto.

-Esto es un poco aburrido –dijo-. Le hubiera pedido a Sasuke-chan que me acompañara.

 

Se detuvo cuando al frente pudo ver a unos niños unos años mayores que él. Estaban molestando y golpeando a un niño pelirrojo de ojos verdes muy lindos.

-¡Ya basta, déjenlo! –les gritó

-Ja, ¿quién te crees que eres para darnos órdenes, niño? -comentó uno con cinismo, pero entonces miró detalladamente al pequeño rubio

-P-Príncipe... –susurró otro

-N-Nosotros...

-¡Váyanse de aquí si no quieren que le diga a Kakashi-sensei lo que le estaban haciendo!

-¡Sí! –gritaron y se fueron corriendo

-¿Estás herido? –preguntó al chico, agachándose- No te preocupes, ellos ya no te molestarán más.

-¿Por qué me ayudaste? –preguntó el pelirrojo con una mirada fría

-No sé... Quizá porque tus ojos se parecen un poco a los míos.

-¿Eh...?

Ambos se miraron. Naruto le sonreía con ternura al otro niño.

-Soy un monstruo –le dijo el pelirrojo-, así que será mejor que te alejes de mí inmediatamente si no quieres que te lastime.

-No –se colocó una mano en el estómago-. Sólo por mi posición la gente no me dice nada, pero si fuera una persona de clase normal estoy seguro de que todos me odiarían –sonrió con tristeza-. Yo también tengo un monstruo, el cual se encuentra dormido en mi interior. Pero él es parte de mí, así que no puedo negarlo, sólo aceptarlo y dar mi mayor esfuerzo –le tendió la mano al pelirrojo para ayudarlo a levantarse-. ¿Qué te parece si haces lo mismo?

-Eres un niño demasiado extraño –dijo incorporándose y se alejó caminando-. Gracias... –susurró

-Espero que nos volvamos a ver. Por cierto... ¿cómo te llamas?

-Te lo diré la próxima vez que nos encontremos, príncipe Naruto –y se fue adentrando al bosque

 

FIN DEL FLASH BACK

 

De pronto, al haber sido invadido por esos recuerdos, Naruto detuvo su pelea contra Orochimaru.

-Por eso –susurró-... él me salvó de los asesinos de Akatsuki.

-¿Qué tanto murmuras, príncipe?, ¿acaso has comenzado a rezar?

-Jeje, no –sonrió y sacó varios kunais-. Sólo acabo de recordar que le debo mi vida a alguien de Suna. Y pienso regresarle ese favor liberando a su gente de ti.

-Eso lo veremos.

Orochimaru realizó unos sellos haciendo que apareciera una enorme serpiente que destruyó uno de los muros del castillo, haciendo que ambos tuvieran que continuar su combate en la parte de afuera.

 

La serpiente atacó a Naruto, el cual saltó para esquivarlo, pero no contó con que la cola también lo atacaría y recibió un fuerte golpe que lo impactó contra el suelo.

-Jajajaja, no podrás contra mí, chiquillo –se burló el de pelo largo

-Eso lo veremos... ¡Kyuubi!

El rubio comenzó a despedir un chakra rojizo y de pronto éste adquirió forma de un enorme zorro anaranjado de nueve colas, sobre el cual se encontraba montando su contenedor.

-¿Una serpiente? Eso es una burla para el más fuerte de los bijuus.

Kyuubi lanzó fuego de su hocico, pero se creó una especie de barrera protectora alrededor de la víbora, la cual lo protegió del ataque.

 

Desde otra parte, Gaara y Lee podían ver a esas enormes criaturas pelear cerca del castillo.

-Naruto-kun... –murmuró Lee, preocupado

El pelirrojo se sujetó con fuerza la cabeza.

-Deberías dejar que yo pelee, Gaara-sama

-No... No dejaré que tú salgas... Shukaku…

-Gaara, ¿estás bien?

-Estamos en una pelea. ¡No es momento de que te preocupes por el enemigo!

Una enorme mano de arena golpeó a Lee, el cual se impactó contra una casa.

-Vamos, Gaara-sama. Deseo medir mis fuerzas contra ese maldito zorro.

-¡He dicho que no saldrás!

Toda la arena de Gaara se comenzó a acumular a su alrededor. Lee se incorporó con dificultad y se quitó las vendas que traía en el brazo.

-No me queda opción. Tendré que utilizar la técnica del Loto Invertido.

Cerró los ojos para concentrarse y usando una impresionante velocidad atacó al pelirrojo, logrando pasar sus defensas de arena y golpearlo de lleno en la cara. Pero Gaara no se iba a quedar atrás, así que con su arena apresó una pierna de Lee y lo lanzó varios metros por el aire.

 

En la parte baja del castillo, Temari seguía peleando contra Shikamaru, el cual sólo esquivaba los ataques de la rubia y de vez en cuando le lanzaba algún kunai para ganar tiempo y esconderse. Por su parte, Kankurou se mantenía al margen, pues sabía que aquella pelea no les estaba ocasionando heridas físicas, sino sentimentales, ya que era obvio lo que esos dos sentían el uno por el otro. De pronto se escuchó una fuerte explosión en la parte de arriba del castillo, pero como consecuencia causó que parte del techo encima de ellos se derrumbara.

-¡Cuidado, Temari! –gritó Kankurou al ver cómo las enormes rocas se dirigían directamente hacia su hermana

Pero antes de que pudieran lastimarla si quiera, Shikamaru se lanzó sobre ella para protegerla, provocándose con ello una seria herida en el brazo izquierdo y otra no tan grave en la pierna derecha.

-¡Idiota! -le gritó la chica, mirando la sangre fluir rápidamente- ¿Por qué hiciste eso si soy tu enemiga?

-Tsk... Eres muy problemática y tonta –le dijo y sonrió-... Yo jamás te he considerado como mi enemiga.

-Shikamaru...

Antes de que pudieran decir algo más, sintieron incrementarse un chakra que los jóvenes de la arena conocían muy bien.

-Gaara –susurró la rubia-... ¡Kankurou, ve con Gaara, rápido!

-Pero...

-No importa lo que Orochimaru diga. Sabes que Gaara es muy importante para Suna.

-De acuerdo... –y se marchó lo más rápido que las enormes rocas se lo permitían, ya que obstaculizaban un poco la salida

-¿Que tu hermano es muy valioso para tu reino? –preguntó el Nara

-Sí –contestó la joven, rompiendo parte de su blusa para tratar de detener la hemorragia del pelinegro-. Nosotros en realidad...

 

Neji y los demás se aproximaban a toda velocidad hacia el castillo. El ojiblanco se detuvo cuando ya estaban cerca de allí.

-¿Qué ocurre... Neji-san? –preguntó la Hyuuga

-Ustedes sigan –dijo mirando además a Kiba, Shino y Jiraiya-, yo debo ir a otra parte.

-De acuerdo –respondió el sannin-sacerdote y junto con los ninjas siguieron rápidamente hacia el lugar de la pelea

 

El Hyuuga por su parte llegó a una pequeña zona casi destruida completamente. Y lo que miró lo dejó asombrado: frente a él se encontraban su amigo Lee y un joven pelirrojo. El amo del taijutsu tenía sujeto un kunai y apuntaba directamente al pecho del otro, y éste por su parte tenía lista la arena para encerrar al pelinegro y acabar de una vez con él. Ambos chicos se miraban fijamente, sus ojos demostraban demasiada tristeza y melancolía; ninguno de los dos quería dar el golpe final, a pesar de que estaban a escasos centímetros de lograrlo.

 

Por su parte, los demás ninjas llegaron a donde Naruto estaba peleando. A varios metros de allí se toparon con Sasuke e Iruka.

-¿Qué están haciendo? –preguntó Jiraiya

-Sasuke –lo llamó Kiba-, ¿por qué no has ido en ayuda de Naruto?

-¡Ya lo intenté! –dijo, apretando los puños, entonces los demás se percataron de que tenía ambas manos ensangrentadas- Pero no tengo idea de qué es lo que está rodeando el campo de batalla, porque no nos deja acercarnos más.

 

-Realmente te has vuelto fuerte –comentó Orochimaru y miró fuera de su barrera de chakra-. Mira, tus fieles súbditos se encuentran preocupados por ti, me pregunto si seguirán con la misma lealtad cuando sepan lo que en verdad pasó el día en que murió Kakashi.

-…

-Oh, ¿no me digas que no lo saben? –alzó el tono de voz- Entonces, ¿nunca les has dicho que fue tu culpa que ese día Kakashi cayera por el precipicio?

Naruto cerró fuertemente los ojos.

-Chico, no dejes que te intimide.

-¡Eso no puede ser verdad! –gritó Iruka- ¡Naruto!

-… Sí, lo es -contestó-... Él... intentó protegerme, pero yo....

-¡No, Naruto! –volvió a gritar el moreno- ¡Estoy seguro que él dio su vida para protegerte! ¡No fue tu culpa!

-Jajajajaja –rió la serpiente-. Pues el patético principito no piensa lo mismo –realizó unos sellos con las manos-. Así que te enviaré con tu querido sensei.

De la boca de la serpiente salió un poderoso rayo de luz que impactó de lleno contra el zorro de nueve colas, hiriéndolo profundamente. Naruto salió despedido por el aire, pero fue sujetado con fuerza por la cola de la serpiente.

-¡Naruto! -gritó Sasuke, golpeando la barrera con todas sus fuerzas- ¡Maldición, no puedo romperla! ¡Resiste, Naruto!

Ahora Orochimaru tenía sujeto de cuello al rubio y lo estaba asfixiando.

-Admito que peleaste bien, príncipe –le dijo con cinismo-. Así que antes de que mueras te diré un pequeño secreto –se le acercó al oído y sonrió aún más-: ¿Quién crees que acabó con los reyes de Suna para manipular a su pueblo y además contrató a los de Akatsuki para que atacaran Konoha y asesinaran a Kakashi?

-Maldito, tú…

-Hasta nunca, Naruto.

Pero antes de darle el golpe de gracia la serpiente fue atacada por una gigantesca mano de arena. Al tratar de esquivarla ésta le arrebató a Naruto.

-¡¿Qué rayos...?!

Orochimaru no lo podía creer, pero frente a él ya no se encontraba sólo el Kyuubi, sino también un enorme mapache de una cola, sobre el cual se encontraba de pie cierto pelirrojo de la arena.

-Hey, Kyuubi idiota -dijo el mapache-, deberías cuidar mejor de tu contenedor.

-No eres quién para darme sermones, Shukaku.

-Naruto –Gaara le dio unos golpecitos en la mejilla-. Oye, ¿cómo te encuentras?

-... Ga... Gaara... ¿cómo es que...?

-¿Que logré entrar por la barrera? –sonrió- Recuerda, al igual que tú, yo también tengo uno de los nueve bijuus en mi interior.

-Jeje, es cierto.

 

Afuera de la barrera habían llegado Neji, Lee y Kankurou, acompañados de varios ninjas de la arena. Inmediatamente Sasuke y los demás adoptaron posiciones de defensa, pero el chico de las marionetas alzó una mano.

-Nosotros no tenemos problemas con ustedes –les dijo-. Ya que por fin toda la gente de Suna sabe la verdad de lo que pasó en nuestro reino.

-¿De qué hablas? -preguntó Jiraiya

-A Gaara lo separaron de nosotros desde muy pequeño –explicó-, pues por tener en su interior a Shukaku creían que sería muy peligroso. Y cuando Orochimaru tomó el mando de los ninjas de la arena, nos amenazó con dañar a Gaara si le contábamos la verdad de su origen.

-Explícate de una vez –dijo Sasuke, molesto

-El secreto que Kankurou y yo hemos protegido recelosamente desde que éramos pequeños –intervino Temari acercándose a ellos y ayudando a caminar al herido Shikamaru-. Nuestro hermano pequeño, por decisión de nuestros padres antes de morir, es el heredero legítimo al trono de Suna, sólo que hasta el día de hoy él y toda la demás gente de nuestro reino lo ignoraba.

 

-No te perdonaré por todo lo que has hecho sufrir tanto a la gente de Konoha como a la de Suna –decía con furia el pelirrojo-. Por tu culpa nuestro reino cayó en la desgracia y devastación.

-Ustedes necesitaban de mi poder –respondió el de cabello largo-. Sin mí no serían nada.

-Te equivocas –intervino Naruto, parándose con ayuda de Gaara

-Además –el ojiverde sonrió- si mis hermanos no protegen las celdas del castillo, ¿crees que tus temidos prisioneros permanezcan allí por mucho tiempo?

El domador de serpientes abrió enormemente los ojos al sentir cómo decenas de chakras poderosos comenzaban a dispersarse por el reino y atacaban a sus secuaces.

-Ríndete, Orochimaru –dijo el pelirrojo-. Estás perdido.

-Kukuku, ¿en serio? Pues entonces no me iré solo.

La serpiente atacó rápidamente, pero Shukaku esquivó el golpe, sin embargo, Orochimaru saltó y se abalanzó directamente contra Naruto.

-¡Cuidado, Naruto!

-¡Desaparece, principito!

-Jamás –creó una esfera azul de chakra en su mano-. Prueba la mejor técnica de mi papá: ¡Rasengan!

Hubo una fuerte explosión que destruyó completamente la barrera que Orochimaru había creado. Naruto una vez más salió despedido por el aire, pero Kyuubi lo atrapó con una de sus colas.

-No estuvo mal, chico. Por algo eres mi contenedor.

-Jeje, gracias.

La serpiente había desaparecido completamente y el cadáver de Orochimaru yacía en el suelo, pero fue consumido por las flamas del zorro naranja, quien depositó en tierra firme a su rubio acompañante y luego se desvaneció, igual que hiciera Shukaku.

 

La lluvia comenzó a caer con fuerza apagando los incendios que estaban esparcidos por todo el reino. Los ninjas que se podían mantener en pie comenzaron a reunirse alrededor de la zona destruida del castillo. Todos miraban con orgullo y admiración al joven rubio (todo lastimado) que se encontraba en medio mirando el cielo fijamente.

-Lo hiciste muy bien –le dijo Jiraiya, poniéndole una mano sobre el hombro

-Gracias.

-Ve –señaló una montaña de escombros-, todos están esperando para mirarte nuevamente.

El chico comenzó a caminar hacia el lugar que el sannin-sacerdote le indicó. Mientras avanzaba pudo divisar a todos sus viejos amigos, quienes le sonreían con ternura y nostalgia. Se detuvo a unos pasos de la pequeña montaña para mirar a Iruka y Sasuke.

-Estamos orgullosos de ti –dijo su sensei, abrazándolo muy fuerte

Después abrazó también a Sasuke, quien le dio un tierno beso en los labios. El rubio se percató de dos personas que se acababan de acercar y fue a pararse delante de ellos.

-Jamás lo hubiera logrado sin ustedes, chicos –dijo, con lágrimas en los ojos y se unió en un cálido abrazo con Neji y Lee

-Al contrario –murmuró Neji con una sonrisa y se apartaron dejándole el paso libre al chico

Naruto se subió sobre los escombros, desde donde todos los ninjas podían verlo. Cerró los ojos y alzó el puño hacia el cielo en señal de victoria.

-Naruto...

-Príncipe...

-Naruto-kun...

El mencionado abrió los ojos para mirar a la gente de su reino, pero su vista se quedó fija hacia el frente, pues pudo divisar a una persona que se acercaba: se trataba de alguien a quien él conocía muy bien.

-Vaya, jeje, lo siento, parece que como siempre llego bastante tarde.

-… Sensei…

Inmediatamente, y al sentir ese chakra tan familiar, todos voltearon a ver al recién llegado, sumamente impresionados e incrédulos.

-¡¡Kakashi-sensei!!

Naruto se lanzó inmediatamente hacia el hombre, quien no dudó en corresponder a su abrazo con la misma fuerza.

-N-No es un sueño, ¿verdad? –decía sin poder contener el llanto- ¡Realmente eres tú! Auch –se sobó la cabeza al recibir un golpe de Kakashi

-Baka, por supuesto que soy yo, no se trata de una ilusión ni nada de eso.

-¿P-Pero cómo es...?

-Ka... ka... shi...

El ninja copia volteó a ver a la persona que lo había llamado. Se separó un poco de Naruto y extendió los brazos sonriendo.

-He vuelto, Iru-chan.

En cuestión de segundos Kakashi no sólo estaba siendo abrazado por Iruka y Naruto, sino también por más de la mitad de los habitantes de Konoha.

-Kakashi-sama, ¿dónde estuvo todo este tiempo?

-Nos hizo muchísima falta.

-Kakashi, te guardé una copia de cada uno de los tomos que salieron del Icha Icha Paradise durante estos años.

-¡Jiraiya! –lo atacó cierta rubia

-No me pegues, Tsunade. Vaya que eres violenta.

 

Con un poco más de calma después de semejante impresión, mientras todos ayudaban a atender a los heridos de la batalla, Kakashi les contó que después de caer del precipicio aterrizó en un río que lo llevó muy lejos del reino y que debido a la seriedad de sus heridas y de los golpes que se hizo en la caída, perdió la memoria durante ocho años, durante los cuales fue cuidado por una familia que vivía en una granja, por eso nunca volvió al reino. Dijo también que hacía poco tiempo que se había recuperado y cuando lo hizo, inmediatamente partió de regreso a Konoha porque había escuchado muchos rumores acerca del reino.

 

Las reparaciones a Konoha comenzaron. Ahora que Kakashi había vuelto, y dado que Naruto aún tenía diecisiete años, tuvo que tomar de nuevo el lugar de rey y firmó junto con Gaara, ya nombrado oficialmente como rey de Suna aunque faltaba la ceremonia de coronación en su reino, un acuerdo de paz entre la hoja y la arena, el cual se fortalecería aún más después de que Lee (uno de los mejores amigos del futuro rey de Konoha) se casara con el pelirrojo.

 

El mismo día en que dicho tratado se firmó, se llevó a cabo una ceremonia especial en la que tanto Neji como Lee recibieron de manos de Kakashi una bandana de Konoha cada uno, lo que los acreditaba como ninjas del reino.

 

-Entonces te irás mañana –dijo Neji

Él y su amigo se encontraban bajo uno de los árboles del castillo en reparación.

-Sí. Finalmente mi deseo se cumplirá y podré estar con Gaara, aunque –sonrió mientras sus ojos se llenaban de lágrimas-... los voy a extrañar mucho a ti y a Naruto-kun, ya que ustedes son mi familia.

-Baka –el Hyuuga le pegó en la cabeza-, no es como si nos despidiéramos para siempre, después de todo los reinos están bastante cerca.

-Tienes razón –rió levemente-. Naruto-kun se convertirá en el rey de Konoha y tú te quedarás aquí porque te has reunido con los integrantes del clan de tu padre y... te gusta cierta chica linda y tímida de ojos blancos.

-¡Cállate! –gritó sonrojado a la vez que lo estrangulaba

-Jajaja, así se hace, Neji, debes demostrar la pasión de tu juventud... Auch, jajaja.

 

-Voy a echar mucho de menos a mi otro papá-hermano –comentó Naruto, mirándolos por una de las ventanas del castillo-. De modo que te lo encargo mucho, Gaara. Si algo le pasa te golpearé, jejeje.

-Descuida –también miró cómo Lee seguía burlándose del Hyuuga-, no dejaré que se aparte de mi lado nuevamente.

 

Y el tiempo comenzó a pasar. Kakashi estaba en el panteón de Konoha parado frente a una tumba la cual miraba fijamente. Al poco rato Iruka apareció a su lado.

-Últimamente vienes muy seguido aquí. ¿Sucede algo?

-Es que me sentí algo melancólico –contestó el peliplateado-. Mañana es el cumpleaños número dieciocho de Naruto...

-Es verdad. ¿Acaso te sientes así porque has cumplido con el deber de criarle para ser un buen rey?

-Ja, desaparecí de su vida durante ocho años, así que no puedo decir que lo haya cumplido del todo. Pero a partir de mañana él ya será un adulto y podrá asumir el trono. Y…

-Y tendrá la edad legal para casarse –sonrió al ver el gesto que hizo Kakashi por sus palabras

-Sí... Mañana... van a cambiar muchas cosas.

 

Y llegó el día del cumpleaños número dieciocho de Naruto. Habían arreglado uno de los jardines del castillo para llevar a cabo la coronación oficial. Todos estaban vestidos con sus mejores ropas para presenciar aquél día tan importante.

-¿Dónde rayos está Naruto? –decía Iruka- Si no se apresura se retrasará mucho.

-No importa cuántos años tenga, él siempre será problemático -comentó Shikamaru sentado mirando cómo el sensei caminaba de un lado para otro

-¿Qué no deberías estar tú con él?

-No, Sasuke me corrió, dijo que él se encargaba de ayudar a Naruto con la vestimenta y eso. Me dijeron que mejor fuera a recibir a Gaara-sama y a la gente de la arena que iba a venir a la ceremonia.

-Ah, ¿te vas a animar a pedirle a Gaara-sama la mano de su hermana? –preguntó Kakashi, llegando

Por respuesta Shikamaru se sonrojó y volteó la cara hacia otra parte.

-Kukuku, sigue siendo lindo burlarse de estos chicos.

-Kakashi –lo llamó su esposo-, será mejor que vayas por Naruto y le digas que tiene que apurarse para la ceremonia.

-Tranquilo, Iru-chan, dale un poco de tiempo para relajarse, jeje –y sonrió porque sabía perfectamente por qué Sasuke había echado a Shikamaru de la habitación del aún príncipe

 

En la habitación del rubio, éste se encontraba desnudo en la cama con Sasuke (en las mismas condiciones) encima de él mordiendo y lamiendo su cuello.

-Ah... Sasuke... se nos hará tarde...

-Mmm... Tranquilo... Además hace días que... no podemos hacerlo...

Dejó el moreno cuello para descender por su pecho y entretenerse un rato en los pezones. Los lamió con sensualidad y le daba pequeños mordiscos al pezón izquierdo, mientras su mano se encargaba de atender al otro, lo cual provocaba sonoros gemidos en el rubio. La otra mano de Sasuke comenzó a bajar hasta el vientre del menor, el cual acarició para luego seguir hasta su miembro y aprisionarlo con fuerza.

-Ohhhh... Sasu...

-Veo que te gusta, Naru-chan.

Miró a la cara de su pareja: el rubio tenía las mejillas sonrojadas y apretaba los labios con fuerza, el sudor hacía que su piel brillara, dándole un toque sumamente sensual que hacía que el Uchiha se volviera loco.

 

Siguió con su camino de besos hasta tener frente a su cara el pene de Naruto. Lo miró con lujuria y comenzó a recorrer la longitud con su lengua muy lentamente torturando al rubio.

-Ah... hazlo... más rápido...

-No... Primero me divertiré un poco...

Continuó lamiendo a la misma velocidad, haciendo que Naruto se impacientara y comenzara a mover las caderas buscando un poco más de contacto.

-Creo que vamos un poco retrasados –comentó el pelinegro mirando un reloj que colgaba de la pared-. Entonces lo haré un poco más rápido.

-Ahhhhh…

Naruto gritó al sentir cómo Sasuke se tragaba entero su miembro, subiendo y bajando simulando una excitante penetración. Siguió así hasta que sintió que el rubio estaba a punto de terminar, por lo que dejó inconclusa su tarea.

-¿Qué...?

El rubio iba a protestar, pero quedó callado cuando su pareja le introdujo tres de sus dedos en la boca mientras sonreía de medio lado.

-Sería injusto que sólo tú disfrutaras –le lamió la mejilla-. Vamos, Naru-chan, complace a tu futuro esposo.

Por respuesta, el chico decidió cobrar venganza, y adoptando la expresión más inocente (por no decir sexy) que tenía, comenzó a lamer los dedos, recorriéndolos completamente y soltando de vez en cuanto algunos gemidos que, como era de esperarse, encendieron aún más a Sasuke.

-Lo haces a propósito, ¿verdad? –reclamó, jadeando un poco ante semejante visión

-Ambos sabemos que soy tu debilidad, Sasu-chan.

 

El pelinegro, ya no resistiendo más, retiró los dedos de la boca y los guió hacia la entrada que ya conocía muy bien. Introdujo uno de golpe, haciendo que Naruto se tensara de dolor. Lo movió un poco formando círculos, una vez sintió que se había acostumbrado, le introdujo el segundo dedo repitiendo los mismos movimientos. El rubio sujetó con fuerza la espalda del Uchiha y le arañó con fuerza cuando sintió cómo el tercer dedo lo invadía.

-Auch, dobe... Me lastimas...

-Qué... ah... poco aguantas... aghh... Sasuke-teme...

-¿Ah, sí?

Sasuke invirtió las posiciones, ahora Naruto quedando encima de él.

-Anda, Naruto –dijo con voz ronca-... Cabalga sobre mí...

El rubio sonrió ante la petición y apoyándose con una mano en la cama y la otra en el pecho del joven, comenzó a descender por su miembro hasta que sintió que lo tenía completamente en su interior.

 

El pelinegro colocó sus manos en la cintura del ojiazul y lo ayudó a subir y bajar lentamente, creando un exquisito contacto para ambos. Soltó una de sus manos de la cintura para llevarla hasta el pene del rubio, el cual clamaba por atención. Naruto comenzó a acelerar el ritmo cuando sintió cómo el pelinegro lo masturbaba, haciendo que ambos gimieran descontroladamente.

-Ah... qué rico se siente.... –decía Sasuke, excitado de sobremanera

-Mmgg... Sasuke... ya estoy... en mi límite...

-Espera... un poco más...

Naruto siguió subiendo y bajando a gran velocidad hasta que sintió que no pudo más y se corrió en la mano del Uchiha. Al sentir cómo la estrecha entrada se contraía, Sasuke no resistió más e inundó con su semen el interior del rubio. Naruto cayó fatigado sobre el cuerpo del pelinegro intentando recuperar la calma de su respiración.

-Sasuke baka –le besó tiernamente-... Por tu culpa Iruka-sensei nos regañará...

-Pues yo no vi que tú te quejaras mucho. aAuch –se sobó la cabeza tras el puñetazo que el rubio le dio

-Me daré un baño, mientras busca la ropa que debo llevar a la ceremonia.

-Si quieres yo te ayudo a bañarte.

-No, gracias. Porque entonces sí que llegaremos tarde.

 

Toda le gente se encontraba presente en la ceremonia, la cual sería encabezada por Jiraiya, el sannin-sacerdote. Los miembros del consejo aguardaban pacientemente junto al trono donde se sentaría Naruto para recibir la corona. Tsunade miraba con melancolía el cielo, pensando en todo el tiempo que había pasado y que su pequeño e hiperactivo rubio había crecido bastante. Y hubiera seguido en sus profundos pensamientos de no haber sido por dos gritos que la devolvieron a la realidad.

-¡Tío Gai!

-¡Qué bien te ves, sobrino mío! -Gai abrazó a Lee- ¡No cabe duda que despides un gran espíritu por todo tu cuerpo!

-¡Sí!

-Jajajajajajajajaja –ambos rieron en pose de "somos los más cool del mundo"

-La verdad es que te compadezco –le dijo Neji a Gaara, ya que hacía tiempo que no miraba uno de esos ataques de su viejo amigo

-Ya me acostumbré –respondió el pelirrojo mirando a su esposo seguir posando junto a Gai

 

Finalmente, y después del regaño de Iruka, Naruto fue guiado por Shikamaru (su estratega y consejero oficial) hasta el trono donde lo sentaron. Jiraiya venía caminando con un cojín donde traía una preciosa corona de oro con esmeraldas que formaban la insignia de la hoja.

-Queridos aliados de otros reinos –habló el peliblanco-, y sobre todo, pueblo de Konoha. Después de esos ocho años de dolor y angustia, finalmente ha llegado este día, donde el último heredero del linaje de la familia real tomará el trono que por derecho le corresponde. Tanto ustedes como yo sabemos que desde pequeño Naruto fue muy problemático...

-Bastante –murmuraron Shikamaru y Kakashi, provocando un puchero por parte del rubio

-Pero también siempre ha sido más amable que cualquiera y nunca se ha dado por vencido sin importar los obstáculos que se le atraviesen. Por ello estoy seguro que no existe nadie mejor que él para ocupar un cargo tan importante como lo es el ser rey.

Kakashi se acercó y tomando la corona se colocó frente a Naruto.

-Nunca olvides que si necesitas ayuda, siempre estaré ahí para ti –susurró con una sonrisa y le colocó la corona en la cabeza

-A partir de hoy comienza tu legado como rey de Konoha –siguió diciendo Jiraiya-. Así que lleva al reino hacia un futuro glorioso, rey Uzumaki Naruto.

 

Todos los habitantes de Konoha se levantaron de sus asientos e hicieron una profunda reverencia ante su nuevo gobernante. Gaara se acercó a él y se dieron un simbólico abrazo, realzando su lazo y el de sus reinos. Lee literalmente se lanzó encima del rubio y lo habría tirado de no ser porque Neji intervino y lo apartó del rey para que lo dejara respirar.

-Hey, oigan –pidió Itachi, que con uno de sus brazos rodeaba el cuello de Sasuke (quien estaba sonrojado) para impedir que huyera-. Como jefe del clan Uchiha es un honor para mí anunciarles lo que desde hace mucho tiempo era obvio.

-Itachi, ve al grano –pidió Tsunade-, que hay unas botellas de sake llamándome.

-De acuerdo, Tsunade-sama –agarró con más fuerza al menor-. Mi idiota hermanito y nuestro lindísimo nuevo rey están comprometidos oficialmente en matrimonio. Si fuera por mí se casaban hoy de una vez, pero Kakashi-sama me dijo que esperáramos un poco, así que la ceremonia se celebrará dentro de un mes en este lugar. Ya saben, todos están invitados. Bien, eso era todo, ¿alguna pregunta? –todos seguían mirando al mayor de los hermanos- Genial, entonces sigan disfrutando de esta fiesta, jeje.

-Itachi baka –se quejó Sasuke-, ¿tenías que anunciarlo con ese tono?

-Estuvo genial –opinó él mientras llegaron junto al prometido-, ¿no lo crees, Naru-chan?

-S-Sí...

-Bueno, los dejo, chicos. Me voy a ayudar a Shikamaru para que convenza a Gaara y a Kankurou de que le den permiso de casarse con Temari-chan.

-Aléjate, Itachi-san –pidió el Nara-. Con tu ayuda seguro después tendremos que hacer otra ceremonia.

-¿Otra? –preguntó el rubio, confundido

-Sí, la de mi funeral –y se alejó para huir de un decepcionado Itachi

 

Naruto se apartó un poco de los presentes para observar todo con atención. Pudo ver a Tenten dándole de comer a un muy feliz Chouji, a Kiba intentando decirle a Shino que se sentía perfectamente bien.

-<<¿Kiba estará enfermo? Yo lo veo muy bien>> -pensó

Más allá estaban los del consejo con Tsunade y Jiraiya compitiendo por ver quién tomaba más sake, todo bajo la mirada resignada de Shizune; Kakashi e Iruka amenazando a Sasuke de que si le hacía algo al rubio se las vería con ellos (y por supuesto que también con Neji y Lee); Shikamaru seguía huyendo de los intentos de Itachi por ser su Cupido mediador entre él y los posesivos hermanos de su novia; y más al fondo estaba Neji sentado junto a Hinata platicando amenamente. Era evidente que las cosas entre ellos iban de maravilla. Naruto sonrió por ver juntos a todos aquellos que consideraba su familia.

-¿Ahora sí eres feliz?

-Completamente, Kyuubi.

-Odio tener que decirlo, pero seguramente ese infeliz de Minato estaría muy orgulloso de ti... Y yo también lo estoy.

El rubio se sorprendió por las palabras del bijuu y sonrió.

-Muchas gracias...

 

-Ah, Neji –dijo Lee, llegando tras él-, hay algo que quería decirte.

-¿Qué sucede?

-Jejeje, alégrate, porque en unos meses vas a ser tío.

-¿Cómo que voy a ser tío? –preguntó sin comprender y entonces captó el sonrojo de Gaara- ¿Acaso tú estás...?

-¡¡Sí!! Dentro de unos meses tendré un lindo bebé mío y de Gaara-chan.

-¡Muchas felicidades, Lee-san! –exclamó con alegría la pequeña Hyuuga

-Gracias, Hina-chan. ¿Uh? Neji, ¿no dices nada?

Por respuesta, el ojiblanco se desmayó.

-Jajajaja, Neji, Gaara-chan tuvo la misma reacción cuando se lo dije.

-Entonces no me imagino cómo va a reaccionar Neji cuando tenga hijos –comentó Chouji viendo al chico inconsciente

 

Naruto sonrió aún más. Sí, definitivamente aún faltaban muchos días alegres, los cuales vendrían con los niños que iban a nacer. 

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

LEAN EL SIGUIENTE CAPÍTULO, para que no se queden con dudas de cómo se conocieron Gaara y Lee, además de una pequeña parte de lo que pasó años después con los personajes de este fic XD Ah, y por favor dejen review por cada capítulo n.n


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