Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Melancolía por Kijimi

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, espero que todos estén muy bien. <3

Vuelvo con otro cap, sé que hay muchas dudas pero les prometo que poco a poco iremos descubriendo las respuestas y también abriendo nuevas preguntas.

Ojalá les guste, gracias por seguir leyendo. :3

Capítulo 3

Hay besos melancólicos

 

 

El cielo estaba despejado aquella mañana.

La pequeña ciudad de Konoha se caracterizaba por sus altas montañas, sus bosques frondosos y el azul de su cielo, que en armonía ofrecían una vida bastante campirana a sus habitantes.

Sasuke cerró su libro matutino cuando la profesora Anko entró en el aula de clases, y procedió a sacar su libreta de apuntes para comenzar el día.

Otro día común en Konoha.

O eso creyó, hasta que de su cuaderno cayó al suelo una hoja doblada por la mitad.

—¿Qué es esto? —preguntó Kiba Inuzuka, con quien compartía clase también ese día.

Uchiha no tuvo tiempo de replicar, mucho menos imaginó que el otro chico se agacharía a levantar aquel papel y que al desdoblarlo Kiba encontraría el rostro de Naruto dibujado cuidadosamente por el mismo Sasuke.

—¿Pero qué…?

—No es nada. Sólo una estúpida tarea de Dibujo. —rápidamente, Sasuke le arrebató la hoja y la guardó dentro de su mochila.

¿Cómo diablos había llegado hasta ahí? Creyó haberlo tirando a la basura el día anterior.

—Con que retratando a Naruto Uzumaki en la clase de Dibujo, ¿eh? —Kiba sonrió burlonamente, mostrando sus dientes puntiagudos en forma de colmillos.

—Cierra la boca —Sasuke se limitó a decir, comenzando a sentir que sus puños se calentaban, listos para dar un buen golpe.

—Claro, claro, lo que tú digas —Kiba murmuró, regresando la vista al pizarrón sin borrar esa molesta sonrisa pícara.

Si las miradas matasen, Sasuke ya hubiera eliminado a varios con tan sólo sus afilados ojos negros, que en ese momento amenazaban con masacrar a cualquiera que se atreviera a molestar.

 



—¿Vas al partido de baloncesto, Sasuke-kun? —Sakura Haruno preguntó, jugueteando con su cabello rosa en un intento de coqueteo.

Las clases habían terminado ese día y Sasuke siguió guardando sus cosas, apenas notando la presencia de la chica.

—¡Claro que va a jugar! “Sasuke-kun” es nuestro mejor jugador de baloncesto, ¿verdad? —Kiba apareció de la nada, pasando un brazo sobre los hombros de Uchiha en señal de alardeo.

Sasuke no respondió, sólo le bastó un hábil movimiento para deshacerse del agarre del otro.

—¡Eres increíble, Sasuke-kun! Voy a ir a animarte. —Continuó la chica, ignorando completamente a Inuzuka.

—Haz lo que quieras —masculló Sasuke, a esas alturas ya encaminado a salir del salón.

—¡Te veré en el partido! —Se despidió Haruno agitando la mano en el aire, con una sonrisa radiante por haber tenido la oportunidad de cruzar algunas palabras con él.

En realidad, Sasuke no entendía qué es lo que los demás veían tan genial en él. No era que no reconociera sus propios méritos y aptitudes, pero ¿acaso no veían que no tenía ningún interés por agradarle al resto?

—Son tan simples —escupió entre dientes, sin notar que al doblar en la esquina del pasillo venía alguien más.

—¡Lo siento! —Naruto se disculpó con voz débil, dejando caer la pila de libros que con trabajo venía sosteniendo.

—¿Qué diablos haces, dobe? —preguntó Sasuke, dejando salir un resoplido mientras se agachaba para recoger  algunos libros— Son demasiados.

—Tengo que devolverlos a la biblioteca. Es un encargo de Kakashi-sensei.

“Se está aprovechando”, pensó el Uchiha, y encaminó sus pasos hacia las escaleras, aún sosteniendo una buena parte de aquella pila de libros.

—¿A dónde vas, Sasuke? —Naruto terminó de recoger la otra parte de los libros, aún con la confusión inundando su rostro.

—A ayudarte a llevarlos, ¿a dónde más? —respondió con un deje de mal humor.

Naruto permaneció en silencio unos segundos, antes de retomar el paso para seguir al otro.

—¡Gracias!

—Joder. No recordaba que fueras tan agradecido, usoratonkachi.

Naruto lo observó sobre la pila de libros que él mismo cargaba, antes de que su mirada pareciera perderse en ningún punto en particular.

—Sí… Yo tampoco recuerdo mucho.

Sasuke estuvo a punto de preguntar algo más, pero el edificio de la biblioteca se vislumbró frente a ellos.

—¿Es ahí? —preguntó el rubio.

—Sí. Vamos. —Sasuke aceleró el paso, siendo consciente de que no tenía mucho tiempo si quería alistarse para el partido.

—No eres tan malo después de todo —dijo Naruto, mientras terminaban de entregar la enorme pila a la bibliotecaria.

—Era mejor cuando te limitabas a agradecer.

—¿A dónde vas? —Naruto comenzó a seguirlo incluso cuando salieron del edificio.

—Al partido. Estoy en el equipo de baloncesto.

—Baloncesto… —Uzumaki detuvo sus pasos— Creo que antes yo también jugaba.

—Claro que lo hacías, dobe. Y eras el peor. Nunca conseguías anotar.

Sasuke hubiera esperando que Naruto se molestara y le soltara algo como: “¿Quieres ver, teme? ¡Te apuesto a que puedo hacer 100 puntos más que tú, idiota!”, pero en cambio se limitó a mantenerse en silencio, con esa mirada vacía de nuevo.

“Joder.” Sasuke maldijo internamente, sabiendo que el ambiente se había vuelto tenso.

—Oe, ¿quieres ir a ver el partido?

—¿De verdad? —Naruto pareció repentinamente más animado.

—Como quieras. Da igual si no vas. —Uchiha se encogió de hombros y le dio la espalda.

—¡Iré!

Y Naruto lo siguió, no con la misma efusividad como lo hubiera hecho hace cuatro años, pero al menos la atmósfera volvió a tranquilizarse.



—¡Sasuke-kun es genial!

—¡No hay quien pueda vencerlo!

 —¡Algún día quiero ser como él!

Mientras corría al otro lado de la cancha con el balón rebotando en sus manos, Sasuke pudo escuchar algunos comentarios desde la tribuna.

—¡Vamos, Sasuke-kun!

Claro que lo haría. Esquivando a un último contrincante, Sasuke dobló las rodillas y se preparó para encestar de un salto.

Los gritos y vitoreos no se hicieron esperar, como si haber anotado esos puntos equivalieran a ganar un torneo completo.

—¡Bien hecho, Sasuke! —Kiba apareció a su lado, y dio una fuerte palmada en su hombro.

Era bien sabido que Inuzuka era un buen elemento del equipo, siempre alentando y festejando a sus compañeros.

El partido transcurrió sin contratiempos, siendo el equipo de Sasuke y Kiba quien terminó llevándose la victoria, como siempre.

El silbato que daba fin al juego resonó, y todos los jugadores comenzaron a dispersarse, algunos más animados que otros.

—¡Lo hicimos! —Kiba estiró los brazos al cielo en señal de felicidad.

—Qué problemático. —Shikamaru se cruzó de brazos, visiblemente cansado. No era un secreto que no era el mejor atleta, pero sí un gran estratega para apoyar al equipo.

Sasuke dio un sorbo a su botella de agua, aún sintiendo los brazos y las piernas arder por el esfuerzo y la adrenalina.

—Mira a quién tenemos aquí. —Kiba sonrió, saludando con una mano a alguien en la tribuna.

Naruto pareció darse cuenta y respondió el saludo agitando la mano también, con ese temple sereno que ya empezaba a parecer tan habitual en él.

—Quizás deberíamos a invitarlo a que baje con nosotros. Naruto también fue parte de un equipo de baloncesto, ¿no? —Inuzuka no esperó respuesta. Le hizo una señal al rubio, quien entendió el mensaje y comenzó a bajar las escaleras hacia la cancha.

En las tribunas aún había bastante gente, la mayoría chicas de todas las clases que siempre iban a animar al equipo en busca de alguna oportunidad.

—¿Qué están haciendo? —preguntó Rock Lee. Pertenecía a la otra sección del equipo, pero todos sabían que no era impedimento para ser buenos camaradas.

—¡Hey, Naruto! ¿Qué te pareció el partido? —preguntó Kiba con un tono inusualmente alegre cuando Uzumaki bajó de las tribunas y hasta llegar al lado del grupo.

—Creo que estuvo bien. —El rubio pareció no percatarse de la mirada que le dedicó Kiba, quien alternó la vista entre Sasuke y Naruto como si supiera algo que el resto no.

—Tú también jugaste antes en la secundaria, ¿no es así, Naruto-kun? —cuestionó Lee.

Naruto no respondió. En cambio miró a Sasuke, fijando sus ojos azules en los negros que también lo estaban observando desde hacía un rato.

—Vamos, no molesten al chico. ¡Mejor hay que invitarlo a unirse al equipo, seguramente en Suna también practicaba y puede ser un buen elemento! ¿Qué piensas, Naruto? —Kiba estaba demasiado animado y lleno de energía, lo cual fue evidente cuanto soltó una fuerte palmada en la espalda del chico rubio y de semejante golpe lo hizo perder el equilibrio.

Todo pasó muy rápido, tanto, que nadie tuvo tiempo de predecir lo que iba a suceder.

Igual que cuatro años atrás, Naruto terminó inclinándose al frente para no caer, y sus labios chocaron con lo primero que estaba delante.

Sasuke sintió que los músculos de su cuerpo se petrificaron cuando la boca de Naruto tocó la suya. O más bien, cuando se dio cuenta de que estaba besando al rubio, tal como había sucedido cuatro años antes.

Y al igual que esa vez, gritos histéricos inundaron el lugar, algunos llenos de sorpresa, otros de enojo y otros más sólo por lo que media escuela en Konoha estaba presenciando por segunda ocasión.

—¿Pero qué…? —Kiba era el más sorprendido de todos. Primero miró la mano con la que había empujado sin querer a Uzumaki, y luego se centró en los dos chicos que parecían estar tan shockeados que ni siquiera se movían para separarse, a pesar del alboroto.

Sasuke fue el primero en reaccionar. De un movimiento rápido se apartó del otro, sintiendo que todo empezaba a dar vueltas a su alrededor.

Naruto parecía seguir en trance. Sus ojos estaban muy abiertos, y a diferencia de años atrás no estaba gritando ni maldiciendo a Sasuke por lo que acababa de suceder.

—Esto sí que es un problema —masculló Shikamaru, sorprendido de que todo lo que hiciera Uchiha fuera dar media vuelta hacia las duchas, aún con ese porte inquebrantable tan suyo.

Pero Naruto no dijo nada, ni siquiera limpió su boca como había hecho tanto tiempo atrás.

En cambio tocó su labio sus dedos, viendo como Sasuke desaparecía de la vista de todos.



—¡Joder! —Sasuke maldijo y golpeó el espejo frente a él.

De milagro no lo rompió, pero su puño quedó marcado por el movimiento.

¿Por qué tuvo que pasar eso otra vez?

¡Otra vez, y frente a casi toda la maldita escuela, maldita sea!

Uchiha apretó los dientes sin dejar de mirarse en el espejo, una ola de emociones demasiado intensas subiendo por su estómago hacia su garganta.

Quería golpear a alguien, y no sabía si el primero en su lista debía ser Kiba Inuzuka o el raro de Naruto Uzumaki.

¿Por qué el rubio ni siquiera se había movido? ¡Daba la impresión de que ése sí que había sido un segundo y accidentado beso!

“Sólo cálmate”, se dijo para sus adentros y terminó de alistar sus cosas. Aunque no se detuvo a verificar que cerrara por completo la mochila. 

Daba igual. Entre más rápido saliera de ahí, mejor.

Había pocos estudiantes en la salida principal, y Sasuke ni siquiera se detuvo a mirarlos.

Tenía demasiadas cosas en la cabeza como para quedarse más tiempo en la Academia. 

Quizás por eso, no notó que alguien comenzaba a seguirlo por las calles de Konoha, hasta que lo tuvo prácticamente pisándole los talones.

—¿Qué demonios quieres? —Sasuke se dio la vuelta para encarar a aquel sujeto.

Pero no esperaba que “aquel sujeto” no fuera otro más que Naruto Uzumaki. La persona que menos le apetecía ver en esos momentos.

—Sasuke —A diferencia de él, Naruto lo miraba bastante calmado, como si no recordara lo que acababa de pasar hacía apenas unos minutos— ¿Estás bien?

¿Que si estaba bien?

Oh, mierda. Había estado mejor en otras ocasiones, sin duda.

—¿Qué es lo que quieres, usoratonkachi?

—Está bien, Sasuke. Fue sólo un beso. No te lo tomes tan en serio. —Naruto inclinó la cabeza a un lado, dando la impresión de que verdaderamente él no le estaba dando gran importancia al asunto.

Sasuke permaneció en silencio unos segundos, intentando procesar esa nueva información.

¿De verdad Uzumaki Naruto estaba parado frente a él, mirándolo tan tranquilo como si nada hubiera sucedido? 

¿Quién rayos era ese chico rubio de ojos azules, tan parecido al Naruto Uzumaki que había conocido pero, al mismo tiempo, tan abismalmente diferente a él?

Mierda. Quizás Sasuke sí se lo estaba tomando más en serio de lo que en realidad era.

—Serás dobe. Por supuesto que no me lo tomo en serio —Y dio media vuelta para retomar su camino.

Jamás admitiría lo contrario frente a Naruto. No era propio del Sasuke Uchiha que había forjado por tantos años.

Naruto observó cómo Sasuke se alejaba cada vez más, y fue cuando pudo ver en el suelo una hoja de papel doblada por la mitad.

Quizás se le había caído al otro chico. 

Uzumaki se inclinó para levantarlo. Sus ojos, habitualmente lejanos y vacíos, se abrieron un poco más cuando se dio cuenta de que en el papel se encontraba plasmado su rostro, pero de una forma distinta a como él mismo se recordaba.

En el dibujo que había hecho Sasuke durante aquella clase de arte, no se encontraba el Naruto inexpresivo y melancólico que todos en Konoha comenzaban a acostumbrarse a ver.

No. En el dibujo de Sasuke, los ojos de Naruto tenían vida, y algo parecido a una media sonrisa cruzaba sus labios, como si se encontrara retando a la persona que lo había trazado.

Naruto sintió que algo dentro de su pecho se movía con violencia, como si revolviera los pedazos rotos que alguna vez habían estado unidos.

Conocía muy bien aquella sensación...

 

Continuará…

 

Notas finales:

¿Soy yo o algo se empieza a formar entre estos dos?

Nos leemos pronto. <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).