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Melancolía por Kijimi

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Notas del capitulo:

Hola, vuelvo con el capi 1, gracias por seguir leyendo. ^^

Cualquier sugerencia es muy bien recibida.~

Capítulo 1

Hay miradas melancólicas




El aula continuó en silencio.

Kakashi sonrió con cierta incomodidad y se aclaró la garganta, captando la atención de todos sus alumnos.

—¿Por qué no tomas asiento, Naruto? Puedes sentarte ahí atrás —El profesor señaló un pupitre vacío, justo a un lado de Sasuke.

Naruto asintió y se encaminó cabizbajo hacia su nuevo lugar, sin siquiera notar las miradas curiosas de sus compañeros que se clavaron en su espalda.

—¿Qué está sucediendo? —Kiba preguntó en voz baja, visiblemente confundido.

—Naruto-kun… —Hinata murmuró, mirando preocupada al rubio.

Sasuke no se inmutó cuando Naruto jaló la banca y se sentó lentamente en el escritorio de al lado, como si fuera un fantasma que no quería ser notado.

—Bueno, ahora sí. Saquen una hoja para el examen sorpresa. —Dijo Kakashi recobrando su habitual sonrisa, y todos en el salón se quejaron al unísono.

Automáticamente el ambiente se relajó, volviendo a la normalidad mientras el profesor dictaba preguntabas que seguramente acababa de inventarse.

Sasuke arrugó el entrecejo al notar que el rubio cerca de él se encontraba buscando algo en su mochila, lo cual era desesperante considerando que ya llevaba un buen rato así. 

—Oe, dobe. No me digas que olvidaste tu libreta. —Sasuke murmuró con tono sarcástico.

Naruto se congeló en su lugar y sus ojos azules, carentes de emoción, se posaron en Sasuke. Entonces asintió, sin siquiera quejarse por el mote con el que había sido llamado.

—Joder —Sasuke pareció más sorprendido por el hecho de que Naruto se viera tan dócil, que por un momento sintió algo parecido a culpa.

Hace cuatro años, sin duda Naruto hubiera hecho un alboroto al presentarse, y un mayor escándalo si hubiera tenido que sentarse al lado de su eterno rival y que éste lo llamara “dobe”.

Kakashi dictó la siguiente pregunta, y Sasuke apretó el puño por lo que estaba a punto de hacer.

—Serás usoratonkachi —Sasuke arrancó una hoja de su propia libreta y la extendió hacia el rubio, quien inclinó la cabeza en señal de confusión.

—No traes libreta, ¿cierto? Date prisa y tómala o no alcanzarás a anotar nada.

—Gracias —Fue todo lo que dijo Naruto, extendiendo su mano para tomar el papel.

Sasuke apartó la mano rápidamente cuando sus dedos se tocaron durante un segundo, y volvió la atención a su examen.

¿Qué demonios estaba pasando? ¿Acaso era alguna clase de trampa por parte del rubio?

Sí, quizás era parte de un plan y después de un rato Naruto sonreiría con aquella expresión exasperante que tan bien recordaba.

El profesor dictó una última pregunta, y Sasuke volvió a fruncir el ceño.

Naruto no había apuntado absolutamente nada y su mirada parecía perdida en la hoja en blanco sobre su escritorio.

—No me digas que tampoco trajiste algo para apuntar. —masculló. Naruto volteó a mirarlo, y después de unos segundos negó débilmente con la cabeza sin decir nada más.—No puedo creerlo.

El rubio observó con algo parecido a curiosidad el bolígrafo que Sasuke se encontraba extendiendo hacia él.

—Si no lo quieres no es mi problema. —Uchiha ya estaba haciendo un gran esfuerzo por ser amable, y ni siquiera sabía por qué lo hacía. Simplemente le molestaba la idea de que el rubio pareciera más un fantasma perdido que un alumno que acababa de ser transferido a la escuela.

Sasuke iba a guardar el bolígrafo, cuando Naruto sujetó su brazo, mirándolo con esos ojos azules que se veían tan distintos a los que él recordaba.

—Sí lo quiero. —susurró el rubio.

Sasuke no tuvo tiempo de decir nada. En ese momento el profesor Kakashi cerró de golpe el pequeño libro que siempre traía consigo y se acercó a sus alumnos.

—Ustedes dos, ¿por qué cuchichean a escondidas? —El profesor preguntó con una sonrisa enigmática, captando la atención del resto de la clase— Muéstrenme sus exámenes.

Sasuke apretó los puños.

Kakashi tomó las dos hojas y algo parecido a sorpresa asomó bajo la tela que cubría la mitad de su cara.

—Oh. Pero si no has escrito casi nada. ¿Qué se supone que estás haciendo, Sasuke? ¿Acaso mi alumno estrella está muy distraído hoy para concentrarse en un simple examen?

Algunas risas se escucharon a lo lejos, sin duda alguna perteneciente a Kiba.

—Devuélvemelo —Sasuke dijo entre dientes, causando que el profesor soltara una pequeña carcajada de diversión al tiempo que le regresaba la hoja.

—Vamos, Sasuke, sólo bromeaba. Todos sabemos que eres uno de los estudiantes más sobresalientes de la Academia —Siguió diciendo Kakashi, alejándose antes de ponerse serio y mirar a su alumno por encima del hombro— Supongo que no será ningún problema para ti darle a Naruto-kun una visita por el campus.

—¿Qué dices? —Vale, eso lo tomó totalmente con la guardia baja.

—Quiero decir, hace mucho tiempo que no está en Konoha y no conoce la escuela, ¿cierto, Naruto?

—Sí… —El rubio parpadeó con sorpresa mientras Kakashi mantenía una sonrisa enigmática bajo el cubrebocas.

—Entonces ya está decidido. ¡Cuento contigo, Sasuke-kun! —Kakashi canturreó mientras regresaba a su propio escritorio.

—Pero Kakashi, ¿qué diablos…? —Sasuke no pudo terminar la frase, el timbre sonó anunciando que la clase había llegado a su fin.

Al instante el ruido de bancas moviéndose y libros cerrándose invadió el salón, provocando que la atención de todo el mundo se disolviera.

—Joder… —Sasuke se masajeó la frente, un tic que tenía cuando alguna situación era demasiado molesta.

Algunas veces, Kakashi podía ser un verdadero dolor de cabeza.

Uchiha procedió a guardar sus cosas y ni siquiera se molestó en entregarle al maestro la hoja que, se suponía, debía ser su examen sorpresa.

Sasuke salió del salón y se dirigió a su siguiente clase, deteniéndose sólo cuando notó una presencia casi pisándole los talones.

—¿Qué se supone que estás haciendo, dobe?

Naruto no logró frenar a tiempo y terminó golpeándose con la espalda de Sasuke, casi cayendo de espaldas de no ser porque Uchiha alcanzó a detenerlo del brazo.

—¿Qué diablos pasa contigo? ¿Por qué actúas más torpe de lo normal? —preguntó, comenzando a perder la paciencia.

Naruto apartó la mirada, apretando una pequeña mochila contra su pecho.

Sasuke dejó salir un resoplido. Era por demás extraño ver al rubio tan callado, como si hubiera olvidado cómo quejarse con esa voz tan molesta que tenía.

Seguramente estaba planeando algo, y Sasuke estaba decidido a no dejarse atrapar.

—Visita —murmuró Naruto— Kakashi-sensei habló de una visita por la escuela.

—¿Qué? —A Sasuke le tomó algunos segundos entender de lo que el otro hablaba— Oe, ¿no estarás diciendo que quieres que sea en este momento, o sí?

Naruto inclinó la cabeza, con un deje de confusión que terminó por exasperar a Uchiha.

—Mira, no sé qué mierda te sucede pero no tengo tiempo para estas tonterías. Ve a tu siguiente clase, usoratonkachi.

Sasuke dio media vuelta y comenzó a alejarse. ¿De verdad Naruto pretendía seguir actuando de esa forma tan rara?

Estaba por dar vuelta en el pasillo, cuando miró de reojo hacia atrás. El rubio permanecía de pie en el mismo lugar en donde Sasuke lo había dejado, mirando de un lado a otro mientras el resto de los estudiantes avanzaban a su alrededor sin prestarle atención, rumbo a sus siguientes clases.

—Será… —Sasuke resopló, sin poder creer lo que estaba a punto de hacer —¿Cuál es? —Preguntó con seriedad. Extendió una mano una vez que estuvo frente a Naruto, quien lo miró con visible confusión— ¿Cuál es tu siguiente clase? ¿En donde está el horario impreso que te dan el primer día, dobe?

—El horario… —Naruto se llevó una mano a la barbilla, como si estuviera tratando de recordar. De nuevo, ni siquiera replicó por el apodo hostil con el que acababa de ser llamado.

—No me digas que lo perdiste —Uchiha se llevó los dedos a la frente, tratando de no perder el control a pesar de que la situación se tornaba cada vez más bizarra— Será mejor que vengas.

Ni siquiera le dio tiempo al rubio de responder. Sasuke dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la dirección contraria a la que se suponía era su siguiente clase, siendo seguido por un perdido Naruto y bajo la mirada sorprendida de quienes pasaban cerca.

 

 

—Así que no encuentra su horario —dijo Shizune, de servicios escolares, mientras buscaba en la lista de su computadora — ¡Aquí está! Uzumaki Naruto. Tu siguiente clase es Educación Física —la mujer sonrió, ofreciendo al chico rubio una hoja que acababa de imprimir —Es tu horario de clases. Asegúrate de no perderlo la próxima vez, Naruto-kun.

—Gracias… —Naruto aceptó la hoja y pareció estudiarla con genuina curiosidad.

—Vámonos, dobe —Sasuke comenzó a alejarse, en parte agradecido porque por fin lograría deshacerse del chico.

—Eres muy amable, Sasuke-kun. Sin duda eres el alumno ejemplar que todo el mundo admira —dijo Shizune con tono amable, pero Uchiha no respondió.

Los demás alumnos nunca le agradarían, ni siquiera por el hecho de que todos en la escuela lo elogiaban y lo trataban como si fuera alguien superior a ellos.

 

 

Una vez en las escaleras, Sasuke supo que su trabajo ahí finalmente había terminado.

—El gimnasio está cerca del edificio C. Ve por allí y seguro lo encontrarás —indicó, señalando hacia el patio trasero.

—Gimnasio… —Naruto dejó que su mirada se perdiera al otro lado de la ventana, como si su cuerpo estuviera ahí pero su mente se hubiera ido a algún lugar lejano.

—Mierda… No me digas que ni eso puedes hacer tú solo.

Naruto no respondió, sus ojos parecían de nuevo vacíos, como si alguien les hubiera arrebatado de golpe la vida que una vez tuvieron.

—Oe… No pongas esa cara —Uchiha carraspeó, y lo que hizo a continuación no lo hubiera podido imaginar ni en mil años.

Jaló una de las mangas del rubio y, literalmente, lo arrastró escaleras abajo, sin preocuparse por ser delicado o por si Naruto pudiera tropezar.

Varias cabezas giraron a mirarlos en el camino, sin terminar de entender la escena que estaban presenciando.

—¡Espera, Sasuke! —Naruto apenas pudo decir, intentando seguirle el paso a su compañero que bastante prisa parecía tener.

—Es ahí —Sasuke se detuvo de golpe y señaló un amplio edificio con un domo gigante en el techo— Trata de recordar cómo regresar tú solo, usoratonkachi.

Vaya. El camino al gimnasio había parecido largo, pero no había sido tan molesto después de todo.

Sasuke dio la vuelta para alejarse y dirigirse a su propia clase (Kurenai-sensei seguro lo reprimiría, pero qué más daba ya) cuando sintió que algo lo detenía.

—Sasuke… —empezó a decir Naruto, con ese tono de voz sereno y tan inusual en él, mientras sujetaba el brazo de su compañero— Muchas gracias por todo.

Uchiha tuvo que apretar los puños para no mostrar ninguna emoción. 

¿En verdad ése era Naruto Uzumaki, el mismo chico que durante años se encargó de gritar que lo superaría y que era su más grande rival?

—Tengo que ir a clase —Sasuke se desprendió del agarre del otro chico, todavía sintiendo un nudo atorado en el estómago.

Ni siquiera se molestó en mirar atrás. 

Por primera vez, no sabía qué responder.

 

 

—Es muy extraño —dijo Kiba con la boca llena, dando otro mordisco a su almuerzo —Definitivamente Naruto no es como lo recuerdo.

—Es… ¿Cómo decirlo…? —Rock Lee, un chico de cejas prominentes y un corte de cabello extraño, pareció estar buscando las palabras correctas— Es como si le hubieran quitado toda la juventud que tenía. Ni siquiera quiso participar en la clase del profesor Guy.

—De verdad no lo entiendo —volvió a decir Kiba, demasiado absorto en sus pensamientos— ¿Qué pudo pasarle en Suna para que cambiara tanto? ¡Pensé que regresaría feliz a contarnos cómo es vivir en una ciudad tan grande!

—Tal vez le pasó algo muy malo allá… —murmuró Hinata, sus ojos claros parecían estar vidriosos.

—Luce diferente —apoyó su primo, Neji Hyuga— Nunca había visto a alguien con una mirada tan melancólica.

 

Melancolía.

 

Ésa era la palabra perfecta para describir a Naruto. Su mirada era ausente, como si una palpable tristeza empañara sus ojos.

—Miren, ahí está. ¿Creen que sea buena idea invitarlo a comer con nosotros? —preguntó Rock Lee en voz baja.

Sasuke, que hasta ese momento se había mantenido al margen de la conversación de sus compañeros, levantó la mirada.

Naruto acababa de entrar a la cafetería en donde el grupo se encontraba. Sostenía una charola y miraba alrededor como si se encontrara a mitad de una jungla.

—Esperen —los detuvo Kiba, dándoles tiempo de ver cómo el rubio se sentaba en una mesa alejada y vacía— Algo muy raro le pasa, y creo que debemos actuar con precaución.

—¿Precaución? ¡Qué problemático! —exclamó Shikamaru Nara, quien también estaba sentado en la misma mesa que el grupo.

En realidad, Sasuke había sido el primero en ir a sentarse a tomar el almuerzo cuando el resto comenzó a llegar, tomando asiento a su lado sin importar que Uchiha casi nunca les prestaba atención.

—Tal vez deberíamos investigar un poco más para saber cómo actuar. ¡Eso es, hay que investigar qué le pasó a Naruto cuando estuvo en Suna! —Kiba parecía muy convencido de su propia idea, y los demás parecieron estar de acuerdo en que necesitaban más información para entender el extraño comportamiento del rubio.

Sasuke no dijo nada, se limitó a mantenerse distante como la mayoría de las veces.

Sin embargo, ni siquiera se molestó en ocultar que miraba fijamente en dirección al rubio, quien lucía lejano, como si realmente no estuviera sentado a unos metros de ahí.

Tal vez, y sólo tal vez, Sasuke también tenía un poco de curiosidad por saber qué le había ocurrido a Naruto en esos últimos cuatro años.

 

Continuará...

Notas finales:

Tengan un feliz año nuevo. <3


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