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Como convertirte en nada. (Eren x Reiner) por AyameKiryu

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Mi vida continuo tan tranquila como hasta esa noche, entre exámenes, tareas y actividades deportivas olvide casi por completo al chico, exceptuando las noches donde mi mirada se posaba en aquella gastada escalera frente a mi ventana, y lo veía a el ahí como a un fantasma, había sido la única vez donde la vista hacia esta no había sido aburrida o gris, pensaba en verlo otra vez, y lo vi.

Una noche donde mi estadía en la universidad se había extendido gracias a uno de mis juegos, tuve que cruzar por el parque cercano a mi casa maso menos a las 11pm, regresaba de un bar cercano al campus luego de celebrar una victoria, no estaba lo suficientemente borracho como para no prestar atención a mi alrededor, entonces fue cuando lo vi.

A la salida de un callejón junto a uno de esos locales donde venden películas y artículos para adultos estaba el muchacho parado junto a otros cuantos, pantalones de mezclilla gastados, botas marrón, una playera verde olivo gastada y una gruesa chamarra de mezclilla forrada con piel ovina para protegerse del frio, por supuesto fumaba, reía con los otros chicos mientras se paseaba ansioso de un lado a otro con las manos en los bolsillos, y nuevamente con ese aspecto descuidado me pareció un chico hermoso, quizás el mas hermoso que había visto en toda mi vida, bajo la luz del poste que estaba junto a ellos pude apreciarlo mejor, la piel ligeramente bronceada que contrastaba a la perfección con esos increíbles ojos verdes enmarcados por gruesas cejas, nariz respingada y mandíbula bien torneada, el cabello chocolate esta vez atado en una pequeña cola de caballo desordenada y el cuerpo bajo esa capa de ropa aun se alcanza a apreciar que estaba moderadamente trabajado, si, el chico me parecía una belleza, peor también a simple vista se veía que vivíamos en realidades por completo distintas.

Una vez más me quede mirándolo como un imbécil a un objeto deseado, creí sentir que nuestras miradas se cruzaban por una micra de segundo  y lo vi sonreír, su sonrisa resplandecía junto con el pequeño arete que prendía de su oreja derecha, aparte de inmediato la mirada quizás un poco avergonzado, pero luego me di cuenta que jamás me miro a mí, el chico se acerco a un auto cualquiera que iba cruzando la helada calle junto con el resto de muchachos que lo acompañaban, el auto era conducido por una señora algo mayor, tardo un par de minutos ahí estacionada y después hizo que dos de los chicos subieran al vehículo, él no fue elegido, vi como el auto se alejo y a la belleza de piel bronceada maldecir  y patear el suelo un par de veces mientras otro par de chicos igualmente rechazados se burlaban de el, después el se incorporo a las risas y se acerco a ellos para luego sentarse en el suelo en medio de los otros dos, supongo para tomar calor, al parecer mi suposición de semanas antes era totalmente acertada, él era un prostituto.

Nunca en mi vida se me hubiera cruzado por la mente acercarme a uno de esos chicos o a alguien cercano a ese turbio mundillo tan desconocido para mí, el universitario de provincia conservador que hacia todo lo posible por mantener un buen comportamiento y las notas altas para complacer a sus padres, pero esa noche, quizás alentado por el alcohol en mi sangre o usando esto como un burdo pretexto camine hacia el reducido grupo de jovencitos que rozaban la minoría de edad y nada, una vez mas mire fijamente al desorientado muchacho ¿en busca de qué?, quien sabe, no dije nada, y ante la vista de cualquier otro podría parecer un loco acercándome tan repentinamente a alguien con la mirada fija llena de curiosidad, pero ¿qué puede pensar un loco de otro loco?, el alzo la vista sin una pizca de miedo y sonrió, luego apoyo las manos en el sucio piso para impulsarse con ellas y levantarse, una vez mas sus acompañantes rieron, no sabría decir si estaban borrachos o drogados, quería creer que el no y que podría conversar con el, pero el no buscaba eso claro esta.

-Si tienes un par de Euros puedo acompañarte-señalo un callejón al final de la calle, media a penas un par de centímetros menos que yo que me pareció mucho más hermoso teniéndolo cerca, no pude articular palabra, me parecía abrumadora su sola existencia, al verme intimidado solo atino a reírse de mi para después tomar mi mano y jalarme para que lo siguiera a un pequeño bar escondido entre los callejones continuos; así lo hice, entramos y me guio hasta la barra para que tomara asiento junto a el-¿tienes dinero verdad?-pregunto y yo solo pude asentir, el sonrió animadamente y de inmediato se giro con el cantinero para pedir un trago, sus dedos eran finos y largos, las venas resaltaban ligeramente en sus manos; el hombre de avanzada edad hizo una mueca divertida y atendió el pedido de él sin decir una palabra, parecía conocerlo y estar habituado a sus pedidos, por supuesto en ese momento no me importaría malgastar todo mi dinero en el con tal de mantenerlo cerca unos momentos-¿Qué es lo que buscas?-bebió de un solo trago la bebida y de inmediato se le sirvió una segunda ronda.

-No lo se

-Eres demasiado joven-en ese momento yo tenía 23 años

-¿Qué me dices tu?

-Según esto, soy mayor de edad-me guiño un ojo y saco un carné de identificación-luego soltó una sonora carcajada que me saco una sonrisa, me gustaba su cara, me había gustado desde la primera vez que lo vi y me gustaría en el futuro-es mentira…lo soy-la credencial marcaba 21 años-la saque hace dos años, pero ahora ya no miento…he cumplido los 18 , no te asustes-acaricio mi brazo-se acerco a mi y beso la comisura de mis labios, retrocedí ligeramente y su mirada cambio a una mas profunda y picara.

-No, no…no es lo que busco

-¿Igual pagaras los tragos verdad?

-Si, anda, bebe-así lo hiso-¿Cómo te llamas?

-Eren, ¿y tu?

-Reiner

-Y dime, ¿Qué buscas?, no pareces ser el tipo de persona que busque a gente como yo, lo notaste ¿no?, ¿o estas muy ebrio?

-Creo que lo estoy-me agarre la frente, el sonrió, realmente no sabía a donde quería llegar con eso.

-Tranquilo Eren, lo asustas-el cantinero y el rieron-¿de dónde lo has sacado?

-El se acerco a mi y hoy no he tenido suerte, no estoy para ponerme exigente-se levanto y se acercó a mi, sentí sus manos colarse hacia mis bolsillos y tomar mi billetera, pago los tragos y coloco una suma de dinero extra en sus bolsillos, luego me la devolvio-ve a casa grandote-me dijo para luego abandonar el bar entre risas, me quede un par de segundos procesando todo el disparate que acababa de protagonizar antes de salir del local y encontrarme a Eren fumando un porro recargado en la pared de enfrente sin tomarle atención a mi presencia.

-Yo, ¿podría verte después? - parecía un imbécil y lo era, pero el alcohol nos da valor a los idiotas, y ahí estaba yo intentando cortejar a probablemente un vagabundo que prostituía su cuerpo para poder vivir y el lo sabía, sabia que era algo estúpido, se burló.

-Si tienes dinero contigo puedo verte cuando quieras Reiner, pero ahora no me aburras, no hay mas que pueda sacar de ti esta noche-me dijo de una manera fría y continuo fumando, sus ojos nuevamente se habían apagado.


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