Amarte es mi pecado: parte 2
Libby estaba decidida a entrar. estaba a punto de introducirse en la habitación de molly, dispuesta a enfrentarlo todo, demostrarle el amor que ella sentía, pero mientras mas lo pensaba, el nerviosismo se apodero de la chica retrocediendo unos cuantos pasos.
tratando de tranquilizarse, Libby, decide que la mejor forma de presentarse ante su futura amada, seria tocando la puerta o en su caso, la puertilla que estaba arriba del techo que llevaba al cuarto de molly. su amor no le dejaba ver la estupidez que casi cometía, si entraba sin avisar, molly , probablemente se asustaría y la tacharía de una pervertida: ya la había visto en paños menores múltiples veces o en situaciones sumamente vergonzosas, pero ese día Libby estaba en una forma inestable, sus impulsos y sus hormonas estaban por los cielos. esto solo le ocurría cuando pensaba en molly, esos deseos invadían su mente cada vez que soñaba con ella. debía estar al margen de la situación. estar tranquila. ella y sus sentimientos.
ella estaba segura de lo que sentía, solo faltaba que estos sentimientos fuesen correspondidos por la mujer, la cual, se ve compartiendo toda su vida.
Libby empezó a tocar a la puerta. se escucho un "toc,toc,toc" detrás de la puerta del cuarto de molly
—¿molly? ¿estas en tu cuarto?
Libby seguía tocando el pequeño portón, pero no recibía respuesta alguna. molly seguía dormida, exhausta de tanto caminar, en sus sueños ideaba el poema perfecto para Libby.
—¿Quién molesta a estas horas? las horas de sueño de un fantasma son sangradas.
dijo scratch saliendo de su casa miniatura, mientras se rascaba y bostezaba. era el único que se había percatado de los múltiples toques de la puerta. al abrir el portón pegado al piso, se llevo una inesperada sorpresa. Libby estaba al pie de las escaleras. scratch y Libby cruzaron miradas de una manera extrañada, mas para el fantasma que para su otra mejor amiga.
— hola, scratch. esta mo..
scratch interrumpió a la chica cerrando rápido y de una forma brusca el portón de la habitación, Libby se encontraba a unos pasos de molly; pero ella seguía en su sueño profundo, donde los unicornios y los seres fantásticos dejaban de ser mitos y se convertían en realidad; pero lo que mas mantenía a la joven ensimismada en sus pensares mas profundos llegando a convertirse en sueños. sueños que harían a cualquier persona no querer despertar por un largo tiempo: molly soñaba con un beso. un beso que la derretía como un chocolate derritiéndose en la boca. un beso que Libby le daba con tanta ternura que aun dormida se enrojecía:
¿por que era fácil soñar con el amor? ¿y tan difícil demostrarlo?
—!!!ay no, ay no!!!
decía scratch dando vueltas por toda la habitación, preguntándose a si mismo:¿que iba a hacer? molly estaba en un sueño profundo que no quiso interrumpir, pero Libby estaba afuera, esperando entrar al cuarto. será que vino por el asunto de la carta?, o venia por algo mas que aun no tenia claro.
scratch no tuvo mas remedio que despertar a su soñadora amiga de todas las formas que se le ocurrieron: agitándola, dándole unas buenas bofetadas e inclusive, en casos mas extremos, poseyéndola para que asi molly, se percatara que su cuerpo estaba siendo manipulado, pero todo era inútil: ella continuo dormida y aferrada a las sabanas.
de tantos intentos, al fantasma se le prendió el bobillo de la cabeza y pensó en lo mas obvio, que de seguro haría despertar a molly de una vez por todas.
—molly, no es por molestar tu sueño de belleza...pero, Libby esta esperando a entrar en tu habitación.
dijo el fantasma en forma de susurros a la oreja de su amiga.
molly salió de la cama, casi disparada al escuchar lo que el fantasma le dijo entre susurros. fue tan grande la sorpresa, que molly empezó a acomodar su recamara de izquierda a derecha y de arriba a bajo. su cuarto era un asco y no quería recibir a Libby de esa forma.
—¡¡¡en un momento mi tortuguita!!!
le decía a su "amiga" mientras ella recogía la comida y la ropa que estaba esparcida por toda la habitación, al mismo tiempo que ella se intentaba arreglar de la forma mas casual pero a la vez de forma linda para recibir a Libby.
—segura. pero, ¿todo esta bien? ¿estas bien?
—si, solo espérame un segundo, ando haciendo unos arreglos por aquí.
scratch solo se quedaba flotando viendo como la joven mcgee metía en sus cajones y en un gran baúl, toda la comida y basura que antes estaban en el suelo.
—espera...la llamaste "mi tortuguita"
scratch al decir eso, fue recibido por una lata de refresco que lanzo molly, golpeando a si al fantasma.
—ahora, no scratch.
molly termina de acomodar de forma apresurada su habitación, quedando así, mas presentable. también había ocultando su mochila de la escuela con los poemas que había escrito toda la noche para Libby.
molly estaba lista para abrirle a Libby, la chica que la hacia suspirar de amor.
la puerta se abrió y las dos se miraron fijamente. sus miradas se penetraron mutuamente. ambas querían lanzarse una hacia la otra pero trataron de guardar la calma y la compostura.
—hola...
—hola tortuguita...
el rostro de las dos chicas se hacia cada vez mas rojizo mientras mas se miraban. se estaban comiendo con la mirada, abrazando con el alma y amándose a lo lejos.
molly dejo pasar a Libby a su recamara, una vez que Libby entro, la joven mcgee, cerro su cuarto con seguro para que nadie las molestara.
—molly...¿ puedo hablar contigo?... ¿a solas?
Libby miro a scratch con cara de: "eres el tercero en discordia, en este momento, será mejor que te vayas por unos minutos".
scratch recibió la indirecta y miro a ambas chicas.
—¿quien? ¿yo?. okey, estaré dentro del refrigerador comiendo el estofado de carne que preparo el sr mcgee, por si me necesitan.
de un momento a otro, la habitación había quedado en un completo silencio, tras la rápida ausencia de scratch, ambas quedaron completamente solas en aquella habitación. se quedaron unos minutas en silencio sentadas en la cama; cada una en un extremo del colchón.
todo era silencio, un silencio que se hacia cada vez mas notorio; no fue hasta que finalmente molly decidió romper esta tensión que les impedía hablar, puesto que ambas tenían mucho que decirse pero trataban de retenerlo, pensando que ese no era el momento: estaban en un error; el momento perfecto era precisamente ese.
—entonces... ¿de que querías hablarme libs?
—quería hablar sobre nosotras molly. ¿has leído la carta que te puse en tu casillero?
—!!oh si!! realmente me has impresionado con tu forma de expresarte. escribes de una forma tan hermosa que yo...
—¿si?
—yo... no dude en leerlo mas de una vez.
ambas se quedaron mirando fijamente con un leve sonrojo de mejillas; sus sonrisas al verse decían mas que mil palabras.
Libby con un gesto nervioso agacho su mirada hacia el piso mientras pensaba en las palabras correctas para poder decirle a molly sobre su desesperación de tenerla para ella sola.
— en la carta...dije que si mi corazon y mis deseos eran mas grandes que mi propia paciencia y razón, no esperaría una respuesta...
la cara de molly se puso mas roja al escuchar las palabras de Libby, no quería interrumpirla asi que dejo que siguiera hablando, puesto que quería escucharlo todo, talvez asi, a ella también le saldrían las palabras para expresarse como Libby lo hacia.
—pues bien... no puedo esperar hasta el lunes para que me des una respuesta... se que esta en juego nuestra amistad si hago esto... aun que diría que nosotras ya no somos una amistad por asi decirlo...somos mas que una amistad...
—Libby...yo.. quiero mostrarte algo.
Libby sigue a molly con la mirada. la chica mcgee se levanta por unos instantes de la cama y camina a un rincón donde saca la mochila de la escuela; la mochila que poseía todo lo que sentía molly en forma de poesías, bellas palabras describen lo que para a ella significa tener a Libby en su vida.
molly volviendo con Libby le muestra los diferentes intentos de poemas que ella había escrito, con el objetivo de que Libby los leyera y sintiera el mismo amor que sentía molly al leer los poemas que Libby le escribía.
—me encantan tus poemas... y la carta que me mandaste...fue la gota que derramo el amor en mi corazon... siempre tan linda con tus gestos. quería hacer algo parecido... escribirte un poema que valga la pena ser leído por ti.
Libby leía los poemas que molly con tanto esfuerzo y dedicación había escrito, solo para ella. leerlos fue algo que jamás olvidaría, aun que muriera. trataba de no llorar, pues a pesar de que molly no fuese buena con la escritura de cosas como poemas. las palabras que se transcribieron en el papel eran sinceras y verdaderas.
—se que no soy buena como tu para los poemas, pero hice lo mejo...
en eso, Libby se abalanza contra molly, haciendo sus labios hicieran contacto, formando un beso que ambas nunca olvidarían. un beso tierno y cargado de muchas emociones. ambas cayeron a la cama mientras sus labios seguían unidos entre una linea de fuego de pasión y amor que había despertado para ya nunca mas apagarse.
el tiempo para ellas se había detenido.
el beso duro un aproximado de 4 minutos, ambas se besaban con tanta ternura que es imposible no pensar que hubo movimientos de lengua en ese beso magistral.
hubo también pequeños toques de pierna y de caderas. era efecto del momento pasional que aquellas adolescentes estaban experimentando. en ese instante, solo existían ellas dos, nadie mas estaba ahi, solo ellas.
Su amor finalmente había surgido...nada podría separar aquel amor... ¿verdad?
CONTINUARA...