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En la próxima vida por Sakuriita_Henandez

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Notas del fanfic:

-Stray Kids

-Adaptación de algunas historias de "Relatos de la noche" (disponible en Spotify), principalmente de "el baile de los fantasmas".

-Historia Minsung con mencion a otras ships.

Esta historia no busca dañar la imagen de ningún idol mencionado, es mero entretenimiento y, por ende, solo pido que si no te agrada, abandones la lectura.

Jeongin veía el desalentador paisaje por la ventana del auto en el que viajaba.

Se encontraba molesto por el simple hecho de que lo hubieran obligado a cancelar sus planes de esas vacaciones para viajar al pueblo, olvidado por dios, en el que su abuela había decidido mudarse.

El amaba mucho a su abuela, pero el necesitaba estar en la ciudad, con sus amigos para resolver una situación que lo tenia totalmente confundido, pero para sus padres, las circunstancias que aquejaban a su adolescente vida, no eran mas importantes que el ir a acompañar a su abuela en el luto que estaba pasando.

-Es realmente necesario que yo venga? - pregunto por decima vez el chiquillo mientras observaba como la ultima barra de señal que había luchado para mantenerse con el desaparecía de la pantalla de su móvil, caía como el ultimo guerrero en el campo de batalla.

-Jeongin, ya hablamos de esto en casa - respondió su padre con cansancio sin quitar la vista del camino - tu abuela necesita de nuestro apoyo, no es fácil despedirse de alguien que te acompaño por mas de la mitad de tu vida.

-Además, no estarás solo - añadió su madre volteando lo mas que pudo desde el asiento del copiloto para poder ver a su hijo - tus primos Felix, Seungmin y Changbin estarán ahí - dijo buscando animar un poco a su hijo.

-Felix estará ahí? Como lo obligaron? - cuestiono el menor con burla, sabiendo que, el lindo pelinegro pecoso de su primo, prefería mil veces que lo raparan a que lo llevaran a un pueblo en el que no pudiera estar conectado a sus redes 24/7.

-Según lo que me dijo SanRan, solo basto decirle que iría Changbin para que fuera el quien apurara a sus padres, me parece que ellos ya llevan uno o dos días en el pueblo - soltó la mujer divertida, imaginando como el hijo adoptivo de su hermano les había hecho hasta las maletas y la ruta de viaje para poder llegar al lugar lo mas rápido posible.

-Te lo digo yo mujer, esos dos - intervino el padre de Jeongin con una sonrisa plasmada en su rostro - esos dos niños se traen algo.

-Pero que cosas dices, solo tienen 15 años, aun no saben lo que quieren o lo que hacen - contradijo la mujer - pero si dentro de unos años esto sigue asi, debemos aceptar que hasta aquí llego el linaje Yang - admitió dando una vista rápida a su hijo por el espejo del retrovisor, acción que paso inadvertida por su esposo, pero no por su hijo, quien hizo contacto visual con ella por unos segundos antes de girar nuevamente su rostro a la ventana.

Su mamá sabia cosas.

Demasiadas cosas.

Y no sabia si era bueno, o malo, que diera por terminar la linea sanguínea sin saber si el tendría hijos en un futuro.

Bueno, era gay, si.

Pero eso no quería decir que no pudiera ser padre, había diferentes opciones para  lograrlo.

Continuo el viaje ofendido, sumiéndose en los acorde y las letras que One Ok Rock le regalaba en sus auriculares.

 

.•°°•..•°°•..•°°•..•°•..•°°•..•°°•..•°°•..•°•.

 

Llegaron al pueblo llegada la noche, siendo recibidos por la penumbra de aquellas calles terrosas y sin faros.

Jeongin volvió a cuestionarse mentalmente el por que su abuela había cambiado la casa que tenia, en uno de los suburbios mas codiciados de Busan, por una casona vieja y destartalada en medio de un pueblo que bien podría ser utilizado para la grabación de alguna película de terror con temática de zombies o brujas.

Su padre se preguntaba lo mismo.

Lo sabia por la expresión en su rostro.

Yang Min-Ki era, como su nombre demandaba que fuera, inteligente, un gran innovador, poseedor de un puesto alto dentro del departamento de desarrollo e ingeniería de una de las mejores empresas de robótica.

Tenia cientos de certificados y reconocimientos de diferentes cursos que había tomado.

Era atlético.

Amable.

Tranquilo.

Padre modelo...

-Algo se acaba de mover en aquella pared! - chillo el hombre frenando el automóvil de golpe.

-Si, nuestra sombra ¡idiota! - le grito Iseul propinándole un golpe en la cabeza.

El adolescente suspiro entre divertido y avergonzado.

Su padre era, entre muchas otras cosas, un gran cobarde.

Min-Ki volvió a poner en marcha el auto cuando, después de un buen regaño de su mujer, logro tranquilizarse.

Jeongin volvió a centrar su vista a la pantalla del celular, donde la novela que descargo hacia tiempo se había convertido en su mejor aliada, por lo menos hasta que llegaran a su destino, donde sus primos se encargarían de contarle los últimos descubrimientos realizados en la casa de la abuela.

Todos absortos en cosas diferentes.

Ignorando totalmente a la sombra que se descolgaba de aquella deteriorada pared.

Girando lo que, se suponía, era su cabeza, para seguir el coche de aquella familia con sus ojos rojos y brillantes, emitiendo un gruñido para, posteriormente, terminar de dar un giro de 360° y comenzar su andar en dirección contraria a la de aquella familia.

 

.•°°•..•°°•..•°°•..•°•..•°°•..•°°•..•°°•..•°•.

 

Jeongin salió del coche tan pronto como este se estaciono frente a la casona con la única farola encendida.

El frio les helaba hasta el espíritu, haciendo que la pequeña familia de tres miembros permaneciera unida en un abrazo, mas por supervivencia que por afecto, esperando con impaciencia que alguno de los habitantes de aquella casa les abriera la puerta y pudieran refugiarse entonces en el calor de un hogar.

Sus plegarias fueron escuchadas cuando la puerta se abrió, dejando ver a un pequeño rubio pecoso  que les recibía con una enorme sonrisa.

-I.N! - grito con entusiasmo el chico, dejando caer la manta que lo cubría para poder jalar del brazo a su primo y envolverlo en sus cálido abrazo - No puedo creer que estés aquí! Te he extrañado demasiado! - exclamo sin dejar de dar saltitos aun con el otro entre sus brazos.

El aludido entro con Felix colgando en su cuello, sus padres se dirigieron rápidamente a la sala para poder saludar a los presentes mientras los adolescentes se ponían al día.

-Y yo no puedo creer que TU estés aquí, y rubio! - grito también Jeongin, pasando su mano sobre el cabello de su primo, despeinando sus alaciados cabellos.

-No hagas eso que arruinas el look - protesto Félix alejando la mano de Jeongin para reacomodar su cabello - Si he perdido mi apariencia de chico malo, te mato - amenazo sacando su móvil para usarlo de espejo.

-Felix, tu...

-Ni volviendo a nacer tendrías apariencia de chico rudo - interrumpió otro pelinegro que recién llegaba a la estancia con sus primos - YoonSoo se ve mas atemorizante que tu, y mi hermanita apenas tiene tres años - añadió con la burla plasmada en cada palabra mientras envolvía a Jeongin entre sus brazos - No lo crees, Innie?

-No puedo discutir nada de eso, Minnie - acepto el de ojos zorrunos con una enorme sonrisa burlona - aun así, sabemos que, si bien, Félix no es aterrador en lo absoluto, su galante caballero siempre esta para molernos a golpes cuando molestamos a la princesa - advirtió I.N cuidando que dicho caballero no estuviera cerca.

-Por eso mismo estoy disfrutando ser parte de las hermanastras mientras llega el príncipe - confeso Seungmin dirigiendo su retadora y traviesa mirada al pobre Felix, quien luchaba por acomodar sus rebeldes cabellos.

-Aun no ha llegado?

-No - negó Seungmin soltando, al fin, a Jeongin, quien de inmediato se quito el abrigo que llevaba, tal y como había querido antes de que sus primos se le colgaran del cuello - Según mi madre, no debería tardar en llegar, de hecho, estábamos apostando por quien llegaría primero.

-Ah si? Y quien gano?

-Pues digamos que Felix ahora me debe una cámara y un micrófono - canturreo Seungmin alegremente - verdad que si, pollito?

-Solo callate Seungmin - demando el pecoso con molestia - yo no soy ninguna princesa.

-Recuerda eso cuando llegue Changbin y te pongas empalagoso - dijo I.N con una mueca de diversión en el rostro.

-Changbin hyung, I.N y Seungmin me están molestando otra vez - soltó Minnie con voz chillona mientras volvía a aferrarse al cuello del pelinegro mas alto.

-Changbin hyung, no puedo abrir esta bolsa de galletas...- añadió Jeongin viendo como un rubor muy notorio aparecía en las mejillas de su primo rubio. 

-No puedo levantar esta cuchara...

-No puedo caminar solo...

-Pero si serán unos...

-Enclenques - afirmo una voz un poco mas gruesa interrumpiendo a Felix.

-Changbin! Por donde llegaste? - pregunto Seungmin sorprendido.

-Por la puerta trasera, el auto tuvo unos problemas, asi que mi madre y yo nos adelantamos mientras mi padre lo arreglaba, pero llegamos por el lado contrario asi que, en lugar de rodear toda la casona, entramos por el patio trasero.

-Y que tan lejos se quedo el tio Seo?

-No mucho, como a unas tres o cuatro cuadras.

-Y por que no te quedaste a ayudarlo? Con tu fuerza, fácilmente hubieras traído el auto hasta acá - dijo Jeongin con clara intención de molestar a su primo.

-Y dejar que mi madre y mi hermanita caminaran solas por las despobladas calles de este pueblo fantasma? En que cabeza cabe eso? - cuestiono incrédulo ante  la poca caballerosidad mostrada por sus primos  - me da vergüenza ser familiar de ustedes - confeso el castaño pasando uno de sus brazos por encima de los hombros de Felix, quien de inmediato se tenso y se sonrojo formando una sonrisa tímida con sus gruesos labios - como te envidio en ocasiones, Yongbok, te has salvado de compartir genes con estos tarados - declaro apoyando su cabeza sobre la del susodicho.

-Mira al traidor este...- reclamo I.N  dando ligeros codazos en el costado de su otro primo - nos desprecia solo porque no somos tan lindos como Fefi.

-No se confundan, Felix es bonito, tierno, amable y educado... Ustedes son... Ustedes - aclaro Changbin logrando que el corazón del mencionado acelerara de forma poco sana.

-Lo bueno es que somos familia - dijo Seungmin rodando sus ojos mientras caminaba hacia la sala seguido por Jeongin, quien al pasar a un lado de los otros dos les saco la lengua.

-Por eso mismo a ustedes no los quiero, no son ni lindos ni educados - reclamo el mayor quitando su brazo del cuerpo de Felix, quien no tardo en sentir el frio causado por la ausencia de aquel tacto, desanimándose cuando su hyung se marcho detrás de sus primos sanguíneos, aun discutiendo con ellos.

-Te divierte el confundirme o es que acaso aun no he sido lo suficientemente directo? - se cuestiono el pecoso formando una sonrisa resignada en su rostro.

Porque era muy claro que Felix estaba enamorado de Changbin, no era necesario ser un genio para notarlo, pero se trataba de Seo Changbin, quien podía estar junto a un incendio y, aun así, no saber de  donde provenía el fuego.

-Tu serás mi perdición hyung...- murmuro con burla para si mismo antes de que su madre lo llamara para que fuera junto a los demás en la sala - pero yo con gusto me dejare perder en ti.

Felix se puso en marcha. Justo a tiempo para ignorar totalmente las manos que se dibujaban sobre el cristal de la puerta de la entrada.

Unas manos de dedos muy largos y delgados.

Manos que se arrastraron por toda la puerta hasta llegar al cerrojo, tratando de abrirlo, pero desistiendo al ver que no cedía, marchándose para encontrar otro lugar en el que si pudiera entrar y quedarse.

 

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-Bueno, ese es el plan entonces, ¿esta claro chicos? - pregunto el padre de Seungmin dirigiendo su mirada a los cinco jóvenes presentes.

-Si señor Kim, ustedes pierdan cuidado, Binnie y yo nos aseguraremos de que nada malo ocurra - aseguro un joven, un poco mayor que Changbin, con cabello rizado y rubio blanquecino, mostrando unos encantadores hoyuelos mientras sonreía con seguridad - además, le prometo que no nos desvelaremos y tampoco haremos mucho ruido - afirmo dándoles a los adultos la tranquilidad que necesitaban.

-Gracias, Christopher, cierto? - inquirió ahora la madre de Félix viendo al carismático adolescente.

-Me pueden llamar Chan si les es mas cómodo - les dijo a todos - Christopher es mi nombre australiano.

-Oh my God! Are you also Australian? - pregunto el rubio pecoso saltando de su asiento al escuchar que el amigo de Changbin también venia de aquel país. Si bien, en un inicio lo odio por la cercanía que tenia con su Changbin, ahora sabia que ambos eran compatriotas, así que debían ser amigos.

-I don't believe it! Yeah! - respondió Chan igual de emocionado, extendiendo sus manos para tomar las de Felix - I arrived in Korea almost three years ago, I'm still not completely used to the language...- exclamó el risado con una enorme sonrisa que achicaba sus ojos claros.

-You the I completely understand, luckily, one of my friends at school always helps me and, here with the family, Changbin Hyung is always there to save me - comento Félix lanzando una rápida mirada a Changbin, quien parecía estar traduciendo lentamente aquellos diálogos, muy concentrado, en su mundo, pero aún así tenía una mirada molesta que iba dirigida a su amigo -(Que le pasará?) - se cuestionó mentalmente el rubio mirando ahora a sus otros dos primos, quienes ni el intento de entender hicieron... Aunque Seungmin no quitará los ojos del otro australiano.

-Nos alegra que se lleven tan bien - celebro la mamá de Changbin - lo cierto es que, los padres de Chan ya habían planeado fumigar su casa en estos días, y los chicos ya se habían puesto de acuerdo para que Chan se quedará con nosotros, pero pues paso esto y, como no podíamos dejarlos solos en casa, el vino con nosotros - explico la mujer a su familia.

-Por lo menos se ve mas serio que nuestros hijos - remarco el padre de Seungmin notando como los menores jugaban futbolito con sus dedos y una servilleta que habían encontrado en la mesa, siendo los equipos Felix y Changbin vs Seungmin y I.N - Creo que no habrá nada que temer mañana cuando los dejemos solos.

Y entonces Chan saco una tarjeta roja a I.N por una falta cometida contra los dedos de Felix.

-En serio lo crees? - pregunto ahora JeongJun, padre de Felix - dejar a un niño a cargo de unos niños... No tiene mucho sentido - comento intranquilo.

El, al contrario del resto de los adultos en esa mesa, no quería dejar a esos adolescentes sin supervisión.

Los conocía demasiado bien como para saber sus alcances, alcances que al parecer su esposa y el resto de la familia habían olvidado.

-Oh, vamos amor - le interrumpió SanRan colgándose del brazo de su marido - Ya no son niños, tienen su conciencia sobre lo que hacen, deberías confiar en ellos.

-Yo confió en nuestro pollito, corazón - aseguro viendo fijamente los enormes ojos verdes de su amada - pero nuestro ángel fácilmente se deja mal influenciar y entonces es cuando me preocupo - declaro.

-Les estas diciendo malas influencias a nuestros hijos? - cuestionaron Iseul y Hyun-Su a la par.

-Si! 

Una lluvia de golpes después, repartidos por sus hermanos, todos habían quedado de acuerdo en dejar que los jóvenes cuidaran la casa mientras ellos acompañaban a su madre mientras le daba el ultimo adiós a su mejor amiga.

Total, solo seria la mitad de un día y la noche entera del mismo.

¿Qué podría pasar?

 

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Jeongin se encontraba cubierto hasta la cabeza, lo que menos quería era que los metiches de sus primos lo vieran mensajeándose tan tarde  con uno de sus compañeros.

Hyunjin no paraba de preguntarle acerca del viaje y de como se la estaba pasando.

De: Hyunjin

Asunto: Re:"Chan hyung es muy agradable"

Me alegra mucho que conocieras a alguien así :) 

De: I.N

Asunto: Re: "Me alegra mucho que..."

A mi también, no pensé que un amigo de Changbin pudiera ser tan agradable, pero el es increíble!

Te digo que el también es australiano, imagina cual fue la cara de Felix en cuanto se entero, sus ojos brillaban de la emoción, se dejaron ir hablando ingles, no entendi nada, pero estoy seguro de que Felix lo disfruto...

Aunque creo que Changbin no paso por lo mismo.

De: Hyunjin

Asunto: Re: "Aunque creo que Changbin no paso por lo mismo."

¿A si? ¿Por que lo crees?

De: I.N

Asunto: Re: "¿A si? ¿Por que lo crees?"

Porque, después de la platica que tuvieron Felix y Chan, mi primo veía con ojos de muerte a Chan, aunque este no le dio importancia, solo se reía cada vez que Changbin le hacia algún desaire.

Pero Felix gano de igual forma, gracias a eso pudo pasar todo el resto de la noche entre los brazos de Changbin, no lo dejaba solo ni un minuto.

Minnie y yo estamos seguros de que en estos días ellos dos van a avanzar en lo que sea que se traigan.

Algo me dice que Chan hyung piensa lo mismo, cuando estábamos en la sala me susurro lo emocionado que había estado Cahngbin durante todo el viaje, contándole sobre lo bonito que era Felix, lo lindas que eran sus pecas y el como su voz no cuadraba con su apariencia.

De: Hyunjin

Asunto: Re: "Cuando estábamos en la sala me susurro

Al parecer estaban muy cerca, no es así?

Digo, para que te susurrara algo, debió tener una distancia muy corta a ti, acaso no había mas espacio?

Jeongin se sorprendió un poco por aquel mensaje.

Tal vez no pudiera escuchar a Hyunjin, o ver sus expresiones, pero podía afirmar, sin temor a equivocarse, que estaba molesto.

-(Esos... Son celos tal vez?) - se cuestiono mentalmente mientras veía con detenimiento la pantalla de su móvil.

Una sensación de diversión y... Alegria(?) recorrían su pecho, causando que le dieran ganas de molestar un poco mas al chico con el que estaba hablando.

Solo lo haría hasta que e dijera aquello que ya sabia, pero que moría por volver a escuchar... O leer como era el caso.

Iba a comenzar a redactar el mensaje cuando un sonido extraño lo hizo tensar, guardo hasta su respiración tras escuchar lo que parecía haber sido un quejido, pero no escucho nada de nuevo.

Deduciendo que solo era su mente quien le estaba jugando bromas por la falta de sueño.

Volvió a relajarse, dirigiendo toda su atención al móvil, donde sus dedos se movían con agilidad, mientras una sonrisa juguetona aparecía en su rostro.

De: I.N

Asunto: Re: "Acaso no había mas espacio?"

No, los adultos ocuparon la mayor parte de los lugares en la pequeña sala de mi abuela, por lo que nosotros nos apiñamos en el único sillón libre, pero como este era solo para dos personas y nosotros éramos cinco, Felix se sentó sobre las piernas de Changbin y Seungmin y yo sobre las de Chan, de hecho, por poco me caigo ya que no estaba bien sentado por el miedo a pesar mucho y lastimar a Chan, pero el me sujeto de la cintura en el momento preciso.

Dijo algo en ingles también, pero no logre entender que fue, aun así, pues no me importo mucho, gracias a el evite caer de rostro al suelo, así que whatever.

La  respuesta de Hyunjin tardo un poco mas de tiempo en llegar, lo que lo orillo a pensar en que, tal vez y solo tal vez, la había cagado.

Mordió su pulgar derecho mientras veía preocupado aquella conversación.

Cuando se disponía a disculparse, aun sin saber el porque lo haría, le llego la respuesta que esperaba.

Casi soltó un grito de emoción al momento de ver  aquel mensaje.

De: Hyunjin

Asunto: Re: "Me sujeto de la cintura en el momento preciso."

Mira tu, que agradable sujeto... Ya  le comentaste que tienes novio? O bueno, que te declaraste apenas antier a un chico al que le gritaste que siempre habías estado enamorado de el y que deseabas que correspondiera a tus sentimientos?

Porque sino lo has hecho o lo olvidaste, tu te declaraste frente a todos, con una enorme cartulina y un ramo de flores.

O es que tus sentimientos son tan volátiles que ya me han cambiado un idiota nuevo?

Jeongin tuvo que hacer un esfuerzo sobre humano para no soltar la carcajada que exigía salir de su garganta.

"O es que tus sentimientos son tan volátiles que ya me han cambiado un idiota nuevo?"

Dios, como era posible que ese dramático pensara siquiera en esa posibilidad? 

El estaba enamorado de Hyunjin desde que tenia ocho años, claro que en ese momento no podía ponerle el nombre de "amor romántico" a lo que sentía por su amigo, solo era un niño, y lo único que tenia claro era que quería estar al lado de Hyunjin toda su vida, tanto como deseaba una pokebola gigante y un Pikachu.

Fue en su cumpleaños trece cuando su mundo dio un giro sorpresivo, uno que lo hizo atravesar el peor momento de su vida.

Todo empezó el día de su cumpleaños.

Hyunjin llego con una caja de regalo mas grande que el, felicitándolo por cumplir un año mas de vida.

Emocionado corrió a abrazar a su amigo y a abrir el regalo gigante.

Un puñado de mini globos con un "feliz cumpleaños" escrito en diferentes idiomas fueron lo primero en salir, después un Pikacho de 50 cm se dejo ver y, finalmente, una bocina karaoke con forma de pokebola se rebelo.

-Recuerdo que aun esperabas esto en navidad o en tu cumpleaños, así que "sorpresa" - confeso con una enorme sonrisa en el rostro, causando que el corazón de I.N se descontrolara.

-(Oh, esto debe ser a lo que suelen llamar "amor")- pensó, sin saber como reaccionar, solo atinando a volver a abrazar a su amigo, pero ahora de forma diferente, con un poco de vergüenza, posesividad y amor... Pero amor romántico, ya no tenia caso negarlo... 

Al menos no para si mismo.

Su mente regreso al presente y, soltando un suspiro divertido, decidió que quería escuchar su voz...  Sus celos-

Porque, claramente, el delgado pelinegro de gruesos y tentadores labios, en ese preciso momento, estaba trinando de celos por un chico al que parecía interesarle Seungmin mas que nada en este mundo.

No lo pensó mas, se colocó los auriculares  y simplemente le marco, impaciente y deseoso de escuchar la voz de aquel chico.

»Que? Chan Hyung no te arropó y ahora no puedes dormir? « pregunto molesto Hyunjin.

-Para desgracia de Chan Hyung, le tocó compartir habitación con Seungmin y Changbin, así que ha perdido la oportunidad de arropar a alguien tan bonito como yo - respondió I.N entre susurros, pues, aunque el compartía habitación con Félix y sabía que el no lo delataria, sería muy grosero de su parte interrumpir el sueño de un chico tan inocente - en cambio, tu tienes el privilegio de arrullarme con tu voz, así que, por qué no me hablas, bonito?

»De donde saliste tan descarado, mocoso? « cuestionó  el otro en respuesta.

I.N no necesitaba verlo para saber que estaba colorado.

Era tan predecible que lo hacía amarlo cada segundo un poco más.

-Algo le tenía que aprender a alguno de mis primos...

»Seungmin es un mal ejemplo para ti «

-Cada uno de nosotros es un mal ejemplo para los otros dependiendo el tema - acepto Jeongin con una sonrisa desvergonzada.

Misma que se borró cuando escucho unos pequeños cascabeles moverse a sus espaldas.

Su cuerpo se tenso de inmediato sin que el entendiera muy bien el porque.

»Todo bien Innie?«

-Si... Es solo que... Creo que escuche algo - explico Jeongin retirándose uno de los audífonos, pero al no captar ruido alguno volvió a colocárselo - Pero, quizás, solo fue mi imaginación, después de todo, ya es tarde y aun no me has arrullado...

»Créeme que si estuviera cerca, ya te habría hecho dormir a punta de golpes«

-Sabes, creo que coquetear no es lo tuyo... Pero me puedo ajustar al SM, Seungmin me ha hablado un poco de el y, si es contigo, no me importaría experimentar.

»Estas muy dañado« 

-Pero soy el dañado que te ama y al que le dirás que si cuando nos veamos de frente - decreto sin pena.

Y entonces los volvió a escuchar, unos cascabeles sonando a sus espaldas, pequeños pasos que corrían de un extremo a otro en la habitacion, la puerta abriendo y cerrándose lentamente.

»Debes tener una confianza muy grande «

-Debo colgar, te amo, si no me contacto contigo mañana, cuida a FoxI-Ni - se despidió con una risa nerviosa mientras tomaba el valor que le había heredado a su madre para lanzarse contra aquello que estuviera en la habitacion - Recuerda lo que oiste de aquellos misioneros latinos Jeongin - se dijo buscando en cada lado de la habitacion - Por cada padre nuestro y credo, van  una mentada de madre y un gloria -.

Paso al lado de la cama de Felix sin girarse para verlo, ya que si lo hacia, posiblemente este se despertaría y trataría de acompañarlo, pero al ser igual de miedoso que Min-Ki, no le serviría de nada... A no ser que el "ente" tuviera un cuerpo físico para que el rubio  se lo pudiera cargar a patadas, pero, aun así, Felix primero le preguntaría como se encuentra y muy probablemente, evitaría llegar a los golpes.

Salió de la habitacion tratando de hacer el mínimo ruido posible al cerrar la puerta.

Miro a su alrededor.

-Bien, y ahora hacia donde? - se pregunto sin saber que hacer, pero nuevamente un ruido le dijo a donde caminar.

Suaves quejidos se dejaban escuchar, proviniendo de uno de los cuartos para huéspedes de aquella casona, eran leves pero profundos, constantes pero pausados.

Un poco de movimiento contra la puerta.

Un gemido mas agudo.

Armándose de coraje abrió la puerta, dispuesto a luchar contra lo que fuera que pudiera ver.

O bueno, casi todo.

No esperaba ver a Felix de espaldas, con las manos sobre su cabeza, siendo sujetadas por una de las manos de Changbin mientras la otra afianzaba el control sobre la cadera del mas joven.

Ninguno tenia la ropa inferior puesta y, aunque la figura de Changbin cubría la mayor parte del cuerpo de Felix, no era necesario ver para saber que su primo mayor estaba bien conectado al pequeño rubio. 

-Santa mierda! - grito de inmediato apartando la vista y cerrando la puerta nuevamente - Que demonios creen que hacen!? Por el amor de Dios! - reclamo en un tono mas bajo mirando a todos lados en el pasillo, esperando que ninguno de los adultos se hubiera despertado con el primer reclamo.

Recibió por respuesta solo el susurro de algunas maldiciones, y por el ruido supo que estaban arreglando el desastre que habían causado en la habitacion; cuando la puerta se abrió, noto que era Changbin quien lo encaraba, pues Felix se encontraba sobre la cama, hecho bolita y tratando de fundir su rostro contra la almohada.

-Te voy a pedir que mantengas esto en secreto, nunca viste esto, nunca ocurrió nada entre Felix y yo - ordeno el mayor con voz tajante - se que tu entenderás que para nosotros esto no es fácil

Nuevamente un quejido de dolor se escucho, seguido de un sollozo muy tenue.

-Yo los entiendo, tranquilos - respondió I.N una vez salido del shock, camino hasta llegar junto a Felix, quien se había separado ya de la almohada y lo veía con ojos de corderito - Pero debieron hacerlo en otro lugar... Digo, es la casa de la abuela de igual forma...

-No es como que a mi edad me puedan sorprender cosas como estas  - se dejo escuchar, afuera de aquella habitacion, una mujer mayor, de aspecto fuerte e imponente, recorrió a cada uno de los presentes con la mirada - aún así, me agradaría que no hicieran tanto ruido... Y me refiero a ti Jeongin, ellos estaban siendo parcialmente discretos - regaño.

-Abuela! - gritaron los tres adolescentes sorprendidos.

-No griten, es de madrugada y sus padres podrían despertar - ordenó la mujer callandolos - ahora, por qué no nos sentamos para hablar?

 

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El silencio reinaba entre los nerviosos jóvenes.

Principalmente entre los protagonistas de la escena en cuestión.

Veían, sentados desde la barra de la cocina, como laujer andaba tranquila, preparando un poco de café.

-Espero que no les moleste, pero solo voy a preparar café - comento sin mirarlos - si quieren, pueden ponerle un poco de leche, así será menos fuerte para ustedes, o bien, pueden tomar leche.

-Felix solo tomara leche - intervino Jeongin captando las miradas de los demás - ustedes no comparten habitación con el y yo no estoy dispuesto a escuchar porque su personaje de LoL es tan increíble - justifico.

-Oye! - reclamo el rubio, pero fue detenido por Changbin, quien tomo su mano para apretarla un poco.

-Creo que no es momento de hablar de eso, me gustaría más, abuela, que nos dijeras ya de una vez el castigo que nos darás - hablo Changbin.

La mujer termino de preparar su café, se dirigió a la alacena, pero antes de abrirla volteo para ver a sus nietos.

-Lo que tienes con Félix, crees que es malo? - le pregunto con seriedad, conectando su mirada cansada pero cargada de seriedad.

-No.

-No?

-No, abuela, lo que yo siento por el es totalmente sincero, no solo lo deseo de forma sexual - afirmó recibiendo un apretón de Félix, quien lo observaba como si hubiera dicho algo totalmente prohibido - por favor Lix, no tiene caso ya el esconderlo, sabíamos que esto pasaría tarde o temprano.

-Changbin tiene razón Felixes inútil esconderlo... Además de que era muy obvio que tú estabas totalmente perdido por Changbin - afirmó la abuela causando que Félix se tensara y sus ojos comenzarán a gotear.

-Abuela Yang... Yo... Lo lamento, no era mi intención traerle problemas... Yo sé que no soy de su sangre, pero yo sí la concidero mi abuelita y lo que menos quería era corromper a su familia - gimoteo Félix sintiendo que su corazón iba a estallar en cualquier momento.

La mujer soltó un suspiro y dejo su taza sobre la barra para poder masajearse el puente de la nariz con cansancio.

-Diganme algo, Changbin y Félix, se arrepienten de lo que han hecho o de lo que sienten? - pregunto con seriedad.

El silencio se hizo presente de nuevo.

Las miradas de los dos adolescentes en cuestión se encontraron, intercambiando sentimientos de los que solo ellos tenían conocimiento.

Ambos afianzaron su agarre, mostrando determinación, con un dejo de miedo, cuando voltearon a verla para responder juntos.

-De lo que hemos hecho no nos arrepentimos, si, nos da vergüenza que nos encontrarán en medio de aquel acto, pero para nosotros fue algo mágico - hablo el castaño mayor.

-Y, en cuanto a lo que sentimos, mucho menos - completo Félix esperando con resignación cualquier comentario de desaprobación.

-Respuestas correctas, mis niños.

La mujer les sonreía con ternura, volvió a tomar su taza en una mano mientras que con la otra abría la alacena sacando una botella de licor.

-Que sus padres no se enteren de que me vieron tomando... Ha sido una semana de mierda... Un mes... Un año... Una vida...- les comento mientras vaciaba la mitad del contenido en su café -  por eso es que yo no los voy a reprender por lo que sientan o hagan entre ustedes - aclaró señalando a la pareja - la vida es muy corta como para no arriesgarse... Y demasiado larga para arrepentirse...

-Abuela, se que estamos tratando otros temas, pero no había podido hablar contigo antes - interrumpió Jeongin acercándose a la mujer para sostener una de sus manos - lamento mucho tu perdida, no puedo imaginar lo que se siente perder a una amiga que te acompaño más de la mitad de tu vida - dijo.

-Si, no tienes idea... Gracias por tus palabras mi niño - respondió la mayor pasando su otra mano pero r el cabello de su nieto - por eso les digo, no deben frenarse si lo que sienten es sincero.
Si, son muy jóvenes aún, pero que más da? Tal vez lo suyo no dure, pero que tal si si lo hace?
No dejen escapar esa felicidad... No quiero que algún día tengan que cargar con el arrepentimiento de haber dejado ir su felicidad por darle gusto a una sociedad que, de una u otra forma, siempre los va a juzgar - les comento con amargura.

-Perdone abuela Yang... Pero, quizás este preguntando algo indebido, pero... Usted y su amiga fueron...?

-Quisimos pero no pudimos, Lixi...- le respondió está con una mirada cargada de arrepentimiento - eran otros tiempos, si ustedes creen que hoy en día es complicado ser quien realmente son, en aquellos años la mentalidad de la sociedad era muchísimo mas estrecha, así que nos teníamos que ajustar a lo que esta manda, conformándonos solo con ver a la otra siendo feliz, ese era nuestro único consuelo. 

Una lagrima rodo por su mejilla, la limpio con rapidez volviendo a colocar la sonrisa cansada que tenia en un inicio.

-Por eso niños, no se preocupen por nada que no sea ser felices... De igual forma, sus padres ya sospechaban que ningún varón le daría nietos a la familia Yang, para eso todos tienen una hermana o hermano que dará seguimiento a la lineal de sangre - explico la mayor.

-Pero... Yo soy hijo único - respondió Jeongin palideciendo al ver como su abuela le mandaba una una sonrisa que le gritaba "no por mucho" - cree prudente comentarles a mis padres que me declare a mi mejor amigo justamente antes de que empezaran las vacaciones?

-Mmm... Quizás, si te dicen algo, diles que ellos te ocultaron el embarazo de tu madre - aconsejo la señora Yang guiñándole un ojo.

La tensión termino por disiparse después de eso, pasaron otros quince, veinte, quizás treinta minutos mas entre bromas a la joven nueva pareja y al no aceptado, pero tampoco rechazado, Jeongin.

Después volvieron a sus respectivas habitaciones, con la sutil advertencia de la abuela sobre bañarlos en el patio a manguerazos de agua fría si su calentura volvía a traumar a  otro de sus nietos mas pequeños.

Todos caminaron divertidos.

Todos se fueron sin mirar atrás, donde, al final de las escaleras, un ser vestido de arlequin los observaba con sus cuencas grandes y vacías, con una sonrisa carente de labios, de donde se escurrían baba y sangre por igual.

Los siguió con la vista hasta que cada uno se perdió tras un portazo.

Lo dejaron totalmente ignorado.

Entonces giro con dirección a la puerta, dejando que los cascabeles de su muy llamativo traje de franjas moradas y negras fueran los únicos que alertaban de su despedida.

 

.•°°•..•°°•..•°°•..•°•..•°°•..•°°•..•°°•..•°•.

 

Los adultos caminaban de un lado a otro, preparando las mochilas y pañaleras de los mas pequeños mientras les daban instrucciones precisas para evitar cualquier accidente.

-Muy bien Chan, entonces, repíteme lo que tienen que hacer  en nuestra ausencia - pidió el padre de Changnin mientras tomaba en brazos a Hwasa, su hija pequeña.

-Dong-Seung, deja ya de molestar al chico, es amigo de Changbin, lo vas a asustar - le regaño su  mujer - Tu ignoralo, Chan, con que cuides de que ninguno de ellos le prenda fuego a la casa, con eso bastara.

-No se preocupe señora Seo, soy hermano mayor, así que mas o menos comprendo la preocupación que les da dejar a los chicos - respondió Chan con una sonrisa - así que, señor Seo, no se preocupe, limpiaremos bien la casa, lavaremos los platos, comeremos adecuadamente, no nos vamos a desvelar y no miraremos nada de terror para evitar que Félix quede traumatizado - aseguro contestando a la pregunta del hombre.

-Excelente! Ahora dime, que no pueden comer los niños?

-Felix no puede tomar café, a Seungmin es preferible no darle cosas duras o pegajosas por el tema de los brakets, a Jeongin tengo que obligarlo a comer verduras y vigilar que no coma tanto pan y Changbin no tiene restricciones en su dieta, pero debo verificar que si coma.

-Dios, estás seguro de que no puedo adoptarte? Eres un excelente hermano mayor para esta bola de desastres llamados nuestros hijos - pregunto Sora, la madre de Seungmin - estoy segura de que, contigo en mi casa, YoonSoo y Minnie se portarian mejor.

-No creo que Seungmin pueda portarse bien si yo estoy cerca - dijo Chan entre dientes.

-Tu crees? Yo sé que mi niño es inquieto, pero parece que contigo se comporta como un ángel - replicó la mujer - seguramente le gustaste mucho, el no suele hablar mucho con extraños, pero contigo habla hasta por los codos, además de que ha querido estar pegado a ti toda la mañana, solo es cuestión de que intimen más la relación.

-Ya intimamos lo suficiente señora, es un chico muy dulce, se lo aseguro... Pero por eso mismo no me creo capaz de ser una buena influencia para Minnie - afirmó el joven.

Sus palabras se oían y eran entendidas de forma inocente para todos los adultos en la cocina, pero no para la abuela y sus nietos en la sala.

-Changbin - llamo la matriarca de la familia, haciendo una seña para que el castaño se acercara - dos cosas. Uno, no dejes que tu amigo se acerque mucho a Seungmin a no ser que este quiera, y dos, quiero un reporte completo de la relación entre ellos, que hicieron anoche, que tan lejos llegaron... Y no me mires así, es mi casa, tengo derecho a estar enterada de todo y a emparejar a quien se me de la gana - mando al ver la mirada que su nieto le daba.

-Abuela, cumpliré con lo primero, pero lo segundo... Eso no me lo pidas, no es como que yo quiera escuchar cosas así de los que son como mis hermanos - afirmó el chico viendo en dirección a Seungmin - en cambio, que te parece si acorralo a Chan para que tu lo interrogues?

-Maldito mocoso... Sabes negociar.

La sonrisa ladina de su abuela le anuncio la aprobación de su propuesta.

-Lo saque de mi bella abuela - declaro el adolescente regalándole una sonrisa muy parecida - además, no puedo negarte ese gusto cuando tu nos has ayudado a nosotros, realmente agradezco que nos aceptes...

-Tu no tienes nada que agradecer y yo no tengo nada que aceptar, niño. ¿Cuándo se ha visto que un hombre presente a su novia y agradezca por ser aceptado? Entiende algo, somos tu familia, pero no estas obligado a cumplir con las expectativas de ningún insensato, porque es tu vida, es tu felicidad, y esto aplica para todos, ¿entienden? - les dijo a todos ya que en algún momento habían dejado de hacer sus cosas para prestarle atención - En mi casa siempre tendrán un lugar al cual llegar, sin embargo, deben confiar en que yo no crie personas de mente estrecha, confíen un poco en sus padres y, si estos no ceden, como les dije a Felix y a Changbin anoche, yo me encargo de eso.

-Abuela Yang, las personas como usted deberían ser eternas - gimoteo Felix hecho un mar de lagrimas.

-Ay, por favor, no! Ya viví lo suficiente, así que a desearle el mal a otros - negó esta con diversión - pero te aseguro que viviré lo suficiente para que me cuenten como es que ustedes dos dieron un paso tan grande como el de anoche, cuando en la cena parecía que nunca se acercarían - aclaro  antes de pararse de aquel sofá - pero tendrá que ser a mi vuelta, porque ya es hora de que nos vayamos.

Dicho esto, la mujer volvió a abrazar a cada uno de sus nietos.

Aun estaba triste.

Rota.

Recién había perdido al amor de su vida de forma definitiva.

Ahora ya no podría conformarse con pasar la mitad de la tarde en su acogedora casa, ambas en el portón, con la taza de café (que era mas whisky que café), esas largas veladas en las que las dos perdían la noción del tiempo mirando a la inmensidad de un cielo oscuro.

La risa escandalosa de su amiga, esa que le daba un vuelco al corazón, tampoco la volvería a escuchar.

Sus incoherencias.

Su falta de sentido común.

Entendió que, sus corazones no volverían a latir como uno mismo cuando sus miradas se cruzaban entre si.

Lo había perdido todo.

Pero sus nietos no tendrían que pasar por lo mismo.

Claro que no, para eso estaba ella, seria su escudo, seria su espada, seria solo besos y abrazos...

Seria lo que ellos necesitaran para estar bien.

O, al menos, eso le habían enseñado mas de setenta años de vida.

Entonces todos los adultos llegaron junto a ellos, para dar el ultimo repaso a la lista de responsabilidades y restricciones.

-Muy bien, sabiendo que tienen claro todo lo que les hemos pedido, solo toca recordarles, estaremos fuera hasta la noche de mañana, tengan mucho cuidado y pórtense bien, de acuerdo? - pregunto Iseul recibiendo la confirmación de todos los chicos - Muy bien, entonces es hora, Jeongin - llamo a su hijo para envolverlo en un gran abrazo - cuando regresemos, tu padre y yo queremos hablar contigo - le susurro antes de dejar un beso en su frente.

-Que coincidencia, yo también quiero hablar con ustedes má - dijo el chico, desconcertando a su madre.

-Ah si? De que?

-Cuando vuelvan, de momento mi abuela y mis tíos los están dejando - anuncio I.N empujando suavemente a su madre y padre hasta la salida de la casa, donde una minivan blanca ya los esperaba para llevarlos al lugar de velación.

Cuando todos los adultos se fueron, los adolescentes por fin soltaron el aire contenido, cada uno volteo a ver a sus contrarios, analizando la situación.

La tensión era densa.

El viento que se filtraba por la puerta del jardín entraba recorriendo cada centímetro de la morada como si esta le perteneciera.

-Así que... Cuando o como fue lo de ustedes - cuestiono I.N a Felix, rompiendo al momento aquella incomoda sensación de tensión.

-Oh, cállate - reprocho el rubio dándole un golpe en el brazo para, posteriormente, dirigirse a la cocina para comenzar con la extremadamente larga lista de responsabilidades que sus padres, muy amablemente, les habían delegado.

Todos los demás los siguieron.

De igual forma, tiempo tenían de sobra para que todo fuera contado.

La puerta de la casona se cerro, segundos antes de que un enorme ave aterrizara en la calle, buscando con su ojos, unos humanos, profundos y cargados de horrores, algo que solo su podrida alma necesitaba para seguir viviendo.

El animal entonces lo encontró, un hombre tirado en la banqueta, totalmente ebrio,

Extendió nuevamente sus raquíticas alas  sin plumas, llegando en segundos hasta donde estaba el pobre desdichado,

Sus patas (Enormes garras, torcidas y afiladas) envolvieron el cuerpo, estrujándolo hasta que cayo inconsciente.

Y se lo llevo.

Y nadie lo noto. 

 

.•°°•..•°°•..•°°•..•°•..•°°•..•°°•..•°°•..•°•.

 

Terminaron mucho antes de lo previsto, patio, casa, platos, todo había sido terminado, así que, como buenos adolescentes que eran, corrieron escaleras arriba para entrar al cuarto de invitados, mismo que se acababa de acondicionar para ellos, ya que su abuela había trasladado todas las consolas que habían olvidado en su anterior residencia y decidió colocarla en una misma habitacion para cuando ellos quisieran visitarla.

En medio de risas y burlas, habían descubierto que, correctamente, alguien había profundizado en la relación la noche anterior, pero no se trataba de los intentos fallidos de I.N con Hyungin, o con el intenso manoseo que habían tenido Felix y Changbin. 

No, se trataba de los otros dos, que aun no entendían bien como había pasado todo eso.

-No puedo creer que corrompieras a mi primo! A mi dulce e inocente primo! - reclamaba el castaño masajeando su cabeza.

-¿Que yo lo corrompí? Yo fui quien despertó asustado pensando que se me había subido el muerto y me tope con que, lo único que se me subió, había sido tu primo - contradijo el mas grande - No te voy a negar que, aunque me manoseo y me sentí ultrajado por un momento, sucumbí ante su carita de deseo y su increíble gusto por la sumisión - menciono dejando que su mente viajara a los recuerdos de la noche anterior - Lo lamento hermano, pero tu primo compagina perfectamente con mis gustos.

-Por favor cállate, no es algo que quiera saber de un chico al cual ya le vi hasta las anginas - pidió el castaño colocando sus manos en sus orejas para evitar escuchar más - no puedo creer que te comiste a mi primo!

-Nunca lo planee, bro, créeme que fue algo accidental - se disculpo Chan.

En el otro extremo de la habitación, los menores también cuchicheaban interrogando al pelinegro en cuestión.

-Entonces? Cómo paso? - pregunto I.N cruzado de brazos, queriendo sonar serio u ofendido, pero sin poder ocultar la diversión que sentía.

-Pues, lo vi, me gustó, no me hizo caso en la cena, pero por la madrugada parecía estar teniendo un sueño muy "caliente" así que yo solo quería ayudarlo a relajarse - respondió descaradamente - además, Changbin Hyung se salió de la nada, escurriendo se de la cama, así que en mi defensa, me dejaron sin supervisión - añadió fingiendo inocencia.

-Eres un adolescente de 15 años, se supone que ya sabes lo que está bien y lo que está mal, lo que puedes y no puedes hacer - le regaño ahora Félix un poco más serio que I.N - y molestar a Chan Hyung cuando estaba dormido es, claramente, algo que no se debía hacer!

-Pues mira, el enojo solo le duró unos segundos porque luego... Luego disfrutamos los dos...

-Eres un sin vergüenza, ya cállate - demandó Jeongin perturbado.

-

Solo tienes envidia - se burló el chico.

-Quiero ver la cara de mi tía cuando se entere lo que su ángel hizo - declaro I.N causando que Seumin perdiera el color.

-Si le dices algo, yo le diré a mis tíos que Félix y Changbin también jugaron al doctor anoche!

-Oye! Yo por qué!? - reclamo el rubio al verse amenazado sin razón - yo no dije nada!

-Perdone Fefi, pero si caigo, no lo hare solo - admitió.

-Traidor! Cobarde! - grito Changbin en cuanto escucho lo que los demás discutían - eso es muy bajo hasta para ti, enano.

Los reclamos no se hicieron esperar.

Félix se escudaba en Changbin.

Chan en Seungmin.

Y Jeongin solo se partía de risa por los gritos sin sentido.

Todo era risas.

Hasta que el sonido de la licuadora encendida los silencio.

-Ustedes también lo escuchan, verdad? - pregunto el más pequeño.

-Posiblemente algo cayó sobre ella y causo que se encendiera, tranquilos - los tranquilizó Chan, tratando de no caer en pánico al mismo tiempo - iré a apagarla, de acuerdo? - propuso emprendiendo la marcha hacia la cocina, pero al salir de la habitación, viendo la casa totalmente a oscuras, con el ruido de la licuadora cada vez más fuerte, se giro notando que los otros cinco chicos lo veían desde la puerta - pero acompañen me! No sean así! - reclamo regresando rápidamente al único lugar iluminado.

-Oh, lo sentimos, pero como te veías tan decidido y seguro, pensamos que no querías que te acompañáramos - le respondió Jeongin con una sonrisa.

-Pues no, ahora acompáñenme todos, no planeo bajar yo solo.

-Pero, ¿y si es el coco? - pregunto Seungmin negándose a bajar.

-También podría ser un fallo en la corriente y podría terminar en un incendio si no bajamos a revisar - contradijo el mayor tomándolo de la muñeca para arrastrarlo con el - ahora, necesito que alguno ilumine las escaleras, todo esta demasiado oscuro y no me gustaría rodar al piso por pisar mal.

Todos caminaron juntos hasta la cocina, donde la licuadora funcionaba sin rastros de que algo le hubiera caído para encenderla.

-Posiblemente se trate de algún cable que esta haciendo corto - dedujo Chan una vez que apago el aparato.

Dieron marcha atrás para regresar a la habitación, cuando nuevamente la licuadora se encendió nuevamente, Chan regreso rápidamente y la apago para volver corriendo con los demás.

Iban a media escalera cuando la licuadora volvió a sonar.

-Dijiste que la habías desconectado, Chan - reclamo Changbin viendo con molestia a su amigo, pero esta fue sustituida por la preocupación cuando vio lo pálido que se encontraba este - Estas bien amigo?

-Yo...- comenzó a decir Chan apretando la mano de Seungmin, quien solo lo abrazaba como apoyo - Yo... Me asegure de q-que el c-cable de la lic-cuadora s-si estuviera desconectado...

Un segundo de silencio después, todos corrían asustados para encerrarse en la habitación.

-Debe haber una explicación lógica para esto  - aseguraba Jeongin dando vueltas por el lugar, tallando sus manos para ocultar el nerviosismo que sentía - Quizás alguno de los botones esta pegado y la licuadora tenia un poco de corriente aun - aseguro.

-Si, eso tiene que ser, porque lo de los fantasmas y cosas así solo son historias que se les cuentan a los niños para que se duerman temprano, verdad hyung? - apoyo Felix  que se aferraba a uno de los brazos de Changbin.

-Si, seguramente eso...

Sus palabras fueron interrumpidas por una melodía que había comenzado a sonar en la sala, no quisieron arriesgarse esta vez así que, aprovechando que una de las ventanas de aquella habitación daba una vista directa a la sala, se asomaron, forzando sus ojos a que se ajustaran a la penumbra hasta que pudieran distinguir algo.

Como si el destino mismo lo quisiera, la tenue luz azul que se colaba por uno de los ventanales principales, dejo que vieras la figura de dos personas que bailaban abrazados una canción lenta.

-Son... Son dos viejitos - atino a decir Felix sorprendido.

-Ellos deben ser los responsables de la licuadora - aseguro Changbin molesto - bajare para hacerlos pagar por esto!

-Hyung! Son adultos mayores, no puedes actuar con violencia! - negó Felix impidiendo que su chico bajara.

-Fefi tiene razón - apoyo Seungmin - y, aunque también estoy molesto por su broma, no podemos lastimarlos, no sabemos cuanto tiempo les queda, pero no quiero ser el responsable de que se les adelante, además, es posible que se trate de algunos conocidos de la abuela.

Todos asintieron ante la teoría.

-Bien, en ese caso seré yo quien vaya a hablar con ellos - comunico el mayo para después abrir la puerta, topándose con el silencio abrumador y la ausencia de los dos hombres que, hacia solo unos segundos, estaban en la sala.

-Desaparecieron! Lo vieron!? Simplemente se desvanecieron! - grito Seungmin con terror.

Chan corrió a la sala para verificar si realmente se habían ido, encontrándose con que el tocadiscos de dónde sonaba la música estaba desconectado.

-Quiero a mi mama! - reclamaba Changbin.

-No debimos desvelarnos! - confirmo Jeongin.

-La abuela nunca nos dijo que pasaran cosas paranormales en su casa! - reclamo Felix.

Fue entonces cuando todos miraron el reloj en la pared.

"3:33 am" se leía en la pantalla.

-La hora de los muertos - murmuro para si mismo Chan quien recién llegaba - Saben, creo que será mejor tratar de dormir ahora, dejare la luz encendida y dormiremos todos en los cojines de allá - decreto señalando los enormes cojines que rodeaban a la consola donde habían estado jugando durante toda la tarde.

-Si, creo que será lo mejor - apoyo Jeongin.

Todos tomaron lugar en ellos, Changbin y Chan en las orillas, después Felix y Seungmin, dejando en medio a Innie.

-Mañana llamare a la abuela para preguntarle si ella sabe algo, de momento, descansemos - mando Changbin.

Y así, perdidos en sus sueños, no se percataron de los ojos amarillos que los observaban desde el exterior, fijamente, hasta que algo mas capto su atención al otro extremo de la calle.

 

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La mañana llego trayendo consigo la calma que se espera en un pueblo con apenas cien habitantes.

-Ya he llamado a la abuela, me dijo que a ella nunca le ha pasado nada raro y, después de burlarse de mi por quince minutos, me ha comentado que la señora que  le ha vendido la casa vive a dos casas de aquí, por si queremos ir a visitarla y preguntarle si a ella le paso algo similar a lo que nos ocurrió a nosotros - informo Changbin dejando el teléfono sobre la mesa.

-A mi me parece una buena idea - apoyo Jeongin.

-Por mi esta bien igual, prefiero estar en cualquier lugar hasta que lleguen nuestros padres - se unió Seungmin.

-Pues entonces, ordenemos todo y vayamos a averiguar lo que se pueda! - animo Chan seguido por Felix. 

 

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No tardaron nada en terminar la limpieza.

Tan pronto como el reloj marco la una de la tarde, todos se encaminaron a la dirección que les había proporcionado la abuela.

La puerta fue abierta por una mujer de aspecto mayor (mucho mayor comparada a la abuela Yang) quien resultó ser la madre de la mujer que le había vendido la casa a su abuela, los miro confundida hasta que mencionaron ser los nietos de la señora que era dueña de la casona.

-Y díganme niños, que necesitan? - incurrió la señora después de hacerlos pasar a la casa.

-Bueno, sabemos que usted le vendió la casa a nuestra abuela y queríamos saber si es que acaso, alguna vez le pasó algo sobrenatural? - respondió Seungmin sosteniendo con nerviosismo su taza de té.

-Mmm... Viví más de setenta años en ella, y nunca me pasó nada extraño, ni a mi esposo ni a mi hija - dijo la mujer - pero díganme, que es lo que vieron?

Los chicos se dedicaron a narrarle todo lo que habían visto la noche anterior, mostrándose muy intranquilos al respecto, pero cuando llegaron a la parte de los fantasmas bailando, la mujer sonrió riendo con ternura.

Acción que los desconcertó.

-Mi esposo... Siempre cumpliendo sus promesas...- dijo la mujer - miren niños, les contaré la historia, posiblemente así entiendan que paso.

"Cómo era costumbre en aquellos años, nuestros padres elegían con quién casarnos, asi que miarido y yo fuimos obligados a casarnos desde muy jóvenes, aún así, fuimos relativamente felices, mi esposo siempre fue la mejor pareja que yo pide desear, pero con el pasar de los años, me di cuenta de que el no era realmente feliz, pero si lo era cuando nos visitaban su mejor amigo y su esposa.

El semblante le cambiaba.

No dejaba de sonreír.

Y esa felicidad, verdadera, era tan evidente, que una noche después de una de esas visitas, lo confronte.

Recuerdo haber llegado a dónde el estaba y mirarlo de forma sería.

-Jinsung, quiero que me respondas con la verdad... Tu estás... Enamorado de la mujer de tu amigo?

El se vio descubierto y no pudo contenerse.

Algo que caracterizaba a mi esposo es que, no importaba lo que fuera, el nunca me mentía, jamás lo había hecho hasta ese momento y, de hecho, después de eso, nunca lo intento si quiera.

Pero...

No era lo que su esposa pensaba.

Y, de pronto, todo fue muy claro.

Aquella amistad... Aquella amistad desde niños con su mejor amigo, siempre estuvo rodeada de amor.

De un amor platónico que ninguno de los dos se atreví a confesar en aquellos tiempos.

Al crecer, los dos se casaron y tuvieron familias.

La familia Han y la familia Lee.

Intentaron ser los hombres que todo el mundo esperaba que fueran.

Hombres de familia.

-Jamas he faltado al juramento de fidelidad que te hice, y jamás lo haré - aseguro Jinsung - te amo y te prometí toda mi vida, y así lo haré.

Y yo sabía que así era, lo sabía perfectamente.

Lo entendí y, aunque en un principio me costaba seguir aceptando que Minho, su amigo, siguiera viniendo a la casa, entendí que eso los hacía felices, a ambos.

Irradeaban felicidad cuando se quedaban sentados en el patio, cerveza en mano, mirando al cielo mientras Momo y yo preparábamos el café.

En una de esas veladas pusieron música, la esposa de Minho invito a bailar a Jinsung, bailaban una vieja canción en el salón.

Yo me acerque y tome asiento junto a Lee, para decirle algo que necesitaba sacar de mi pecho.

-El es tu sol... Y tú eres su luna - le dije esperando que captará el mensaje en la oración, que entendiera que yo lo sabía todo, que lo entendía todo.

Después de todo, los dos compartían el amor que sentían por Jinsung, quien bailaba alegremente frente a ellos, con la mujer de Minho.

Lee no pudo responder nada por vergüenza, pero se seco rápidamente unas lágrimas que rodaron por sus mejillas"

La mujer dejo de narrar por un momento, necesitaba un descanso de aquella historia que ahora compartía con los chicos.

Preparo más café y lo vertió nuevamente en su taza y continuo.

"La esposa de Minho falleció cuando tenía setenta años y, tras su pedida, Lee ya no pudo continuar.

A pesar de todo, ella era la única familia que tenia, era su vida entera y pronto enfermo de tristeza.

En su lecho de muerte lo fuimos a ver.

Después de despedirme, salí para darles algo de privacidad.

Jinsung... Mi esposo, necesitaba decirle adiós al otro amor de su vida.

Pero no puede evitar la curiosidad y me quedé...

Me quedé para escuchar que era lo que le decía.

-En otra vida, verdad? - pregunto Minho aferrado a la mano de Jinsung - en otra vida, quizás, fuimos tu y yo los que bailamos sin temor - dijo con la voz que le quedaba.

-En otra vida lo haremos, te lo prometo Min - le respondió Han"

La mujer hizo otra pausa y sonrió con lágrimas en los ojos volteo a ver a los chicos.

-Saben, en verdad estoy muy feliz por el... Por ellos, porque mi esposo siempre cumplió con sus promesas... Hasta la última - luego volteo a un altar que tenía la foto de un viejito que parecía rondar los cien años también - mi esposo se nos fue hace casi dos meses, se fue a descansar, por fin ocurrió... Cuando dicen que los vieron?

-Hoy en la madrugada - le respondió Chan tratando de contener las lágrimas.

-Bueno, supongo que el tiempo funciona diferente para ellos, verdad? No le puedo reclamar nada - dijo la mayor regqlando suab s caricias al retrato de su difunto - a mí me hizo feliz en esta vida, enterita, ojalá en la próxima el sea tan feliz como se merecía ser.

Los adolescentes no dijeron nada más, terminaron su te, presentaron sus respetos ante el altar del señor Han y se marcharon de aquella casa.

Caminaban lento, el relato les había tocado varias fibras sencibles, siendo Seungmin y Félix quienes más lloraban.

-Creo que... Debo aclararle muchas cosas a mis padres.

La conclusión fue unanime...

Los seis adolescentes tenían que hablar seriamente con sus progenitores, pues no estaban dispuestos a esperar hasta la próxima vida para ser felices, pues, tal y como les había dicho la abuela Yang.

 

La vida es muy corta como para no arriesgarse...
Y demasiado larga para arrepentirse...


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