“Arruinaste mi pasado,
mi presente... y mi razón,
Para ti yo era un juguete;
Tu eras gato y yo ratón.”
Aún después de tanto tiempo aún recuerdo aquel día…cuando me arrebataste todo. Tú, la persona a la que más había admirado, por la que me esforzaba para algún día llegar a ser como tu…mi odiado hermano mayor.
“Te odiaba demasiado;
Y el odio no deja ver
Que una guerra entre dos hombres,
Sólo tiene un final;
Uno muere, otro vive...
Pero nadie ganará.”
Desde ese día mi único objetivo fue asesinarte igual que hiciste tú con todo el clan….juré vengar a papa, a mama, a todos…y para ello me volví frío y distante de todos, para que nada ni nadie se interpusiera en la venganza que juré llevar a cabo.
Sin embargo….
“No... no fui yo quien venció...
Todavía sigo aquí.
Siento en el corazón,
El frío del invierno.”
Justo cuando conseguí llegar a convertirme en ninja, él apareció en mi vida. Como con todo el mundo que me rodeaba intenté ignorarlo, pero una y otra vez no dejaba de sorprenderme. Esa fuerza que irradiaba hacía que por unos segundos dejara de lado mis objetivos. Su fuerte personalidad, su carisma, sus ojos….todo el me atraía como un imán.
Casi sin darme cuenta mi mente no dejaba de pensar en el en cada momento. Pero enseguida tu recuerdo me hacía ver que mi destino no era estar junto a él, mi objetivo estaba decidido desde aquel día. Pero cómo lo deseaba….
Llegué a pensar que tal vez una vez cumplido mi objetivo podría descansar, intentar vivir junto a él, ya que nunca me había planteado que pasaría después. Pero este deseo tuvo que ser reprimido cuando nos volvimos a reencontrar tú y yo.
En ese momento me di cuenta de que, con mi capacidad actual, nunca sería capaz de conseguir llegar a tu nivel. Me sentí muy frustrado, pero sabía quien podría proporcionarme ese poder…
Y así, un día acabé luchando contra el, la persona a la que nunca quise herir, pero eso estaba destinado a ocurrir, ya que nunca podría ser feliz junto a nadie hasta lograr mi objetivo.
La despedida fue lo que más me costó, mi boca intentó expresar con palabras aquel sentimiento que me oprimía el pecho, pero sólo pude mirar su cuerpo inconsciente mojado por la lluvia que acababa de comenzar.
Sentí que aquella lluvia fueron las lágrimas que yo no podía soltar, pues se secaron el día de tu partida. Y así, partí hacia el infierno…
Tiempo después (no puedo decir exactamente cuanto), una pequeña esperanza albergaba en mi corazón. Pensé que, aunque nuestros caminos se habían separado, algún día podría volver a verle, y entonces muchas cosas serían sacadas a la luz…y esa oportunidad no tardó en llegar…
Por una información que conseguí supe de una base de los Akatsuki, y sin que Orochimaru supiera nada escapé para encontrarme con mi destino.
Conseguí infiltrarme en ella y te busqué. Al cabo de un rato supe cual era tu habitación y me dirigí a ella, para encontrarme lo que me condenó del todo….
“Sabes que...
No... no fui yo quien venció...
Todavía sigo aquí.
Siento en el corazón,
El frío del invierno.”
Allí estabas tú, abrazado a esa persona. Tus labios se unían a los suyos en un beso apasionado, tu mano agarraba su cabeza y sus manos acariciaban tu espalda. Estabas besando a mi Naruto.
La rabia, la tristeza, mi sed de venganza, el amor que le profesaba….todo eso se mezcló dentro de mí. Después de muchos años las lágrimas consiguieron salir de mis ojos….lágrimas de puro dolor.
Al sentir la puerta os volvisteis para ver quien era. Naruto abrió mucho los ojos y musitó mi nombre, tú…tú sonreíste. Sabías que me habías vencido.
“No... no fui yo quien venció...
Todavía sigo aquí.
Fuiste tú quien llevó
Mi alma hacia el infierno.”
Me lancé gritando hacía ti, y tu te defendiste. Asestaba golpes casi a ciegas de la rabia que sentía en ese momento. Todo el odio que había sentido se había incrementado por cien al verte con el único ser al que nunca deberías ni haber tocado.
En medio de mi ataque a siniestro pude ver un punto débil en ti, y sin pensármelo me lancé a por el, para acabar contigo.
Pero algo falló. Justo cuando iba a dar el golpe de gracia Naruto gritó:
-¡No lo hagas, Sasuke!
El que él me parara será algo que no podré olvidar. Sin embargo, tú aprovechaste que detuve mi ataque y me atetaste un golpe que me derrumbó. Lo último que escuché fue la voz de Naruto gritar mi nombre. Pensé que en ese momento iba a morir…
“No... no fui yo quien venció...
Todavía sigo aquí.
Siento en el corazón,
El frío del invierno.”
Desperté para darme cuenta de que ya no estaba en la base, y que seguía vivo. Itachi no me había matado.
Puede que alguien piense que lo hizo porque en el fondo no es capaz de acabar con su hermano pequeño…je, creo que está muy equivocado. Yo sé el motivo por el que sigo vivo. Ahora mi hermano no solo me ha arrebatado mi familia, sino a la persona que más he amado, y por esa razón me dejó vivir, para que sufra sabiendo esa verdad.
Un grito desgarrador surgió de mi garganta, intentado con ello liberar parte del dolor que me oprimía el alma. Desde ese día lucho no ya por mi venganza, sino por conseguir que el sufra como yo estoy sufriendo. No pararé hasta conseguir arrebatarle el amor de Naruto. Ese es mi nuevo objetivo después de mi primera derrota.
“No... no fui yo...”